Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Wolf por misfit

[Reviews - 10]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, he decidido por fin publicar este fic que tenía pensado hace mucho tiempo, pero que no había empezado a escribir XD

 

Espero que las personas que se den el tiempo de leer les guste el fic :3

Lo venía observando desde hace un poco más de un mes, siempre desde las sombras y procurando no ser descubierto. Siempre guiado por su instinto y agudos sentidos se le era muy fácil seguir su rastro, percibir su aroma o escuchar su voz en una multitud. Después de llevar tanto tiempo de seguirlo había logrado adquirir una increíble cantidad de información sobre él, sabia sus horarios, lo que prefería comer, las personas que frecuentaba e incluso que tipo de perfume usaba. Cada paso que daba él iba uno detrás.

 

Llevaba unas horas esperando que saliera de la casa de uno de sus amigos, el más cercano de todos y con quien pasaba una gran cantidad de tiempo. El sol se había ocultado y las sombras abundaban en las calles cuando decidió salir.

 

Luego de unos minutos caminando el chico llego a su destino junto con el solo unos pasos atrás, lo observo escondido de su vista mientras ingresaba al edificio donde vivía, le gustaba asegurarse de que llegara a salvo a su departamento cada vez que decidía salir, sobre todo cuando regresaba por la noche, porque a pesar de su sospechoso comportamiento el realmente se preocupaba por el chico, lo quería siempre seguro, sin rasguños, sano, porque después de todo lo amaba y como no hacerlo si ellos eran compañeros destinados.

 

Lo había descubierto un día en el que caminaba por el centro de la ciudad, era ya entrada la tarde y el clima estaba frio como lo había estado esos últimos días, andaba en busca de un lugar donde resguardarse del fuerte viento y donde pudiera beber algo caliente para recuperar su calor corporal.

 

Las estaciones frías eran terribles para él, lo hacían recordar a su manada y los tiempos que pasaba en compañía de los otros miembros, jugando y entrenando, como dormían en una enorme pila todos juntos para conservar el calor. Ya pasaban cuatro años desde el incidente que lo hizo perder todo y lo convirtió en un lobo solitario, ni una sola vez paso por su mente el pensamiento de encontrar una nueva manada, ninguna podría remplazarla si es que decidiera intentarlo.

 

Entro a un pequeño café, no le gustaba estar rodeado de muchas personas, no quería llamar la atención o ser descubierto. Busco una mesa en la esquina más alejada y se acomodó en su asiento mirando a la entrada, debía estar siempre alerta en caso de que algo ocurriera.

 

Estaba a medio terminar su café cuando su compañero apareció ante el por primera vez. En el momento en que atravesó la puerta todos sus sentidos se agudizaron y su corazón se aceleró, podía percibir su aroma claramente, intenso y atrayente. El lobo en su interior aullaba ansioso por tomar el control y reclamar al otro como suyo, tuvo que luchar con su instinto natural para no saltar sobre el otro ahí frente a todos. Algo anda mal, pensó al ver que la reacción de su compañero no era como la suya, su respiración se escuchaba calmada y su rostro no mostraba ansiedad, era como que si no pudiera sentir su presencia ni parecía reconocer que eran compañeros destinados. Solo le tomo ese pensamiento para descubrir que su compañero no era como él, que era un humano común y que haría todo más complicado entre ambos. Decidió ser precavido y esperar un mejor momento para acercarse.

 

Ese día espero a que el chico terminara el chocolate caliente que había adquirido, trataba de no ser tan obvio al mirarlo, aunque logro hacer contacto visual con el dos veces esa tarde, quiso pasar desapercibido y no abrumar al otro. Una vez el chico se levantó de su silla espero unos minutos y fue tras él, esa sería la primera de muchas veces en que lo seguiría hasta su departamento escondiéndose mientras lo observaba desde cerca.

 

Las luces del departamento se apagaron por fin cerca de las tres de la madrugada, todas esas horas esperando solo lo ayudaron a confirmar en su mente que estaba listo y que esa noche haría lo que había estado planeando desde el principio de la semana.

 

El plan era simple, esperaría hasta que todas las luces estuvieran apagadas y no se oyeran ruidos provenientes del departamento, escalaria por el costado del edificio hasta el segundo piso donde se encontraba su departamento y entraría por la ventana que daba justo a la habitación del chico. Las ansias por estar cerca de él eran insoportables y esto era lo mejor que se le había ocurrido para sobrellevar su desesperación sin tener que interactuar con el chico directamente.

 

Miro a su alrededor para asegurarse de que nadie estuviera cerca, sentía la presencia de otras personas pero al parecer estarían lo suficientemente alejadas como para notar lo que estaba por hacer. El escalar hasta el segundo piso no se le hiso difícil, siempre tuvo plena confianza en su fuerza y en la habilidad que había adquirido durante sus entrenamientos con su manada en el pasado. Una vez posicionado frente a la ventana solo le hizo falta mantener el equilibrio y el peso de su cuerpo sobre sus piernas, solo un poco más de presión aplicada en abrir la ventana que se encontraba cerrada, nada difícil de lograr.

 

La habitación era más pequeña de lo que había imaginado y  el aroma que ahí se había acumulado era intenso y lo hizo sentir abrumado y relajado al mismo tiempo, quería reclamar al otro como suyo ahí mismo fuerte, rápido y lleno de pasión, pero también sentía la necesidad de solo envolverlo entre sus brazos y permanecer así para siempre.

 

Miro a su izquierda hacia donde yacía tendido su compañero sobre la cama, la luz que entraba por la ventana le daba una imagen etérea casi sacada de un sueño, de sus sueños.   Se acercó sigiloso y pausado sin emitir sonido alguno, no quería ser descubierto, después de todo había irrumpido en su departamento en medio de la noche, definitivamente no sería la mejor primera impresión. Cuidadosamente retiro las mantas que protegían a su cuerpo del frio, debía verlo por completo, impregnarse de él y grabarlo para siempre en su memoria.

 

Podía distinguir su silueta claramente bajo su claro pijama, sus músculos algo definidos del abdomen, sus fuertes brazos, estrecha cintura y piernas moldeadas perfectamente. Su piel nívea y suave, su rostro algo sonrojado, sus labios rosados, las venas que sobresalían en sus brazos, los lunares que adornaban su cuerpo, su oscura y sedosa cabellera, quiso guardar cada detalle. No estaba seguro si era el hecho de que fueran compañeros, pero este chico frente a él le parecía realmente perfecto.

 

Lentamente poso sus dedos sobre la piel expuesta de su cuello avanzando con calma hasta su majilla, delineo cada rasgo de su rostro con un corazón acelerado y respiración contenida, luego se dirigió a su brazo, el vello que se encontraba ahí se erizaba con el contacto o tal vez sería el frio que se colaba por la ventana, nunca estaría completamente seguro. Delicadamente ubico su rostro lo más cerca del espacio entre su cuello y su hombro donde su aroma se podía sentir más concentrado y su pulso más fuerte, tomo un respiro profundo inundándose de su esencia, flores expuestas al sol, frutos silvestres recién madurando, el bosque, su hogar. Debió controlar a su lobo interior con todas sus fuerzas para que lograra clamarse, aunque para el no fuera muy fácil del todo tampoco, su mente y corazón repitiendo una y otra vez mío, mío, mío, mío…  sin querer un pequeño gruñido escapo de su boca al momento de separarse y el chico frente a él se removió un poco en su dormir, no quito los ojos del cuerpo del otro, esperando otro movimiento o el inminente despertar, pero nada ocurrió.

 

Pensó que sería una buena idea volver a cubrir su cuerpo con las mantas, no quería que el chico enfermara por su culpa.

 

No tiene claro cuánto tiempo estuvo en esa habitación solo mirando a su compañero dormir, pero cuando salió de su trance el amanecer ya estaba por ocurrir. Se deslizo hacia su lado una vez más, para impregnarse de su aroma otra vez antes de irse y poder sobrevivir un tiempo más sin su presencia ni cercanía. Intentando no despertarlo deposito un suave beso en su frente en modo de despedida, una sonrisa se formó en sus labios al mirar al chico dormitar tranquilamente. Dio un último vistazo antes de descender por la ventana.

 

-Espero que nos encontraremos pronto… Kyungsoo – susurro antes de saltar.

 

Acababa de dejar su habitación pero ya lo extrañaba, sentía a su lobo inquieto en su interior, definitivamente sentía lo mismo. Mañana será el día en que le hable, se decía una y otra vez, pero siempre terminaba huyendo en el último momento, sus deseos de estar juntos eran cada vez más fuertes, las emociones se apoderaban de él, la desesperanza, la angustia, la soledad y también el miedo, pero por sobre todo el miedo. Un lobo y un humano en una relación no era algo prohibido, pero si era peligroso, las personas normales no sabían de la existencia de los lobos y ellos tampoco querían ser descubiertos. Él había oído historias de otros lobos con compañeros humanos, de lo difícil que era permanecer juntos o como el humano no había logrado aceptar a un compañero lobo, haciendo que terminaran segregándose de la manada y viviendo en soledad a veces incluso terminaba en suicidio.

 

Él no quería pasar por eso, no quería terminar herido y mucho menos herir a su compañero. Escucho el aullido de tristeza de su lobo y supo que debía hacer algo, debía enfrentar sus miedos y esperar lo mejor del otro. La necesidad de estar juntos era más fuerte, por lo que se convenció de que era lo correcto, que tenía que hacer lo posible por estar con su compañero. 

Notas finales:

Muchas gracias por haber leído hasta aquí, disculpen cualquier falta de ortografía siempre se me pasa algo, no olviden dejar su opinión del fic


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).