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Sentimientos Esclavos por Jesica Black

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Notas del fanfic:

Los personajes pertenecen a Akira Toriyama

Sentimientos cautivos.

Prologo

 

Tres años antes.

Goten solía ser un chico muy desordenado, tanto así que a veces encontraba objetos perdidos desde hacía cinco años mientras buscaba ropa limpia entre sus cosas. Usualmente le negaba a su madre pasar a su cuarto, tal así que hasta realizaba todo el camino desde el lavadero hasta la habitación, con una montaña de ropa limpia para que a su madre no le diera un infarto, pero no esperaba que Milk le hubiera descubierto el revoltijo de ropas y comidas cuando él no estaba en casa, por lo cual lo obligó a que esa misma tarde, luego del colegio, se pusiera a ordenar absolutamente toda la habitación hasta que quedara reluciente. No se negó, pues obviamente Goten era un buen niño y afirmó con la cabeza aun a regañadientes. 
Esa mañana, Goten se levantó y fue al colegio como todos los días, se le veía un tanto triste, pero Trunks intentaba animarlo a cada momento diciendo que iría a la tarde para comer algo delicioso que consiguió en una pastelería amiga. Aun así Goten parecía bastante ido mientras su amigo le hablaba. No, Goten no era una persona depresiva, siempre su autoestima estaba elevada y sonreía de oreja a oreja de una forma tonta, pero en las últimas dos semanas, esa alegría había cambiado, primero por preocupación y luego curiosidad, para terminar a la agónica tristeza.

Pasó la hora y tocó el timbre de salida, inmediatamente el pelinegro salió volando directo a su casa sin decir más y se dirigió a su habitación para comenzar a ordenar. Pasaron dos o tres horas cuando llegó Trunks con unos pasteles.

–Hola señora Milk –susurró Trunks acercándose–. ¿Está Goten?

–Claro, está en su cuarto –tomó la caja de pastelillos que traía Trunks y los coloca en la nevera–. Seguramente sigue ordenando su cuarto.

–¿Todavía? Pero eso fue hace casi tres horas –el joven Brief mira su reloj–. Aun así iré a verlo.

–Tal vez contigo ahí termine más rápido ese cochinero que es su cuarto –murmuró la señora Son.

Trunks asistió y corrió a la habitación que ahora era de Goten. Hacía al menos unos cinco meses, Gohan se había casado y posteriormente Videl dio la noticia de su embarazo, por lo cual la habitación que compartían los hermanos ahora era pura y exclusivamente de Goten. Al entrar, el joven Brief notó que algo le impedía abrir la puerta. Nuevamente golpeó un poco para correrlo pero era muy pesado. Si quería, podía destrozar la misma y mandarla a volar, pero no era su casa, sino la de su amigo.

–¡Entra por la ventana, Trunks! –exclamó del otro lado Goten. El joven Brief suspiró e hizo lo que su amigo le indicó, saliendo de la casa ante la mirada atenta de Milk y entró por la ventana.

–¿Pero qué....? –Trunks no podía creer como aun después de tres horas, la habitación seguía siendo un revoltijo–. ¿Esto es el resultado de una limpieza de tres horas?

–Me distraje un poco ¡ahora nunca acabaré! –Susurró y se sentó en el piso junto a unos almohadones–. ¿Trunks?

–Ya sé, quieres que te ayude ¿no? –El pelinegro afirmó–. De acuerdo, tú tomas la derecha y yo la izquierda –dijo el chico y ambos pusieron manos a la obra.

Luego de una hora de limpieza absoluta, la habitación había quedado mínimamente decente, tal vez aun habían algunas manchas de café en el suelo y la ropa del colegio que Goten había dejado en la silla, pero el resto estaba bastante bien. Trunks suspiró y se sentó en la cama del chico mientras que Goten hacía lo propio en la silla del escritorio, donde estaba su laptop.

–A ver cuánto te dura –masculló Trunks, Goten sonrió como siempre, Trunks pensó entonces que lo de hoy a la mañana era solamente por su madre, aunque aun le preocupaba.

–Oye Trunks, ¿qué era eso delicioso que ibas a traer? –preguntó Goten emocionado, Trunks sonrió, a pesar que había cumplido trece años, el pelinegro seguía siendo un niño inocente y amable.

–Pues fíjate, tu mamá lo guardó en la nevera –Comentó abriendo un ojo, había comenzado a reclinarse un poco hasta acostarse completamente en la cama y puso ambos brazos debajo de su cabeza.

–¡Iré por algo de comer entonces! ¿Quieres algo para tomar? –preguntó amistoso.

–Hmmmm, tal vez un té, Goten –el niño se levantó como si tuviera un resorte en el trasero y salió corriendo directo a la cocina cerrando la puerta tras de él.

Trunks se había quedado solo en el cuarto de Goten, miró para todos lados y vio una pequeña pelotita, de esas de plástico, y comenzó a jugar lanzándola hacia arriba. Era aburrido estar sin Goten, además que el cuarto carecía de diversión en ese momento. Tal vez debió traer su consola de video juegos o alguna que otra cosa para pasar el rato pero solamente tomó los pastelillos y se fue directo a la casa de su amigo. Tan ensimismado estaba que no pudo tomar la pelota a tiempo y esta rebotó en su cabeza y cayó al suelo. Trunks gruñó molesto y se levantó, dispuesto a buscarla, pero no la encontró a simple vista.

–Probablemente esté debajo de la cama –dijo con cansancio y se agachó en su búsqueda, la encontró muy fácilmente junto a un cofre bastante grande.

Trunks ya había visto ese cofre grande, era nada más y nada menos que el que usaba Gohan para poner sus libros cuando estudiaba, ahora lo había heredado Goten. Sonrió y apartando la pelota, sacando el objeto pesado, bastante pesado. Cuando estuvo dispuesto a abrirlo, Trunks notó el candado. ¿Para qué Goten iba a necesitar ponerle candado a las cosas? Miró por todos lados buscando algo que le sirviera para abrir, no quería dañarlo y que Goten se enojada por fisgón. Por lo que se levantó del suelo y buscó en todo el cuarto encontrando una hebilla para pelo, probablemente de Videl, pues estaba con alguna de las cosas que ella guardó en el ex armario de Gohan, de seguro la chica ni sabía que estaba allí.
Con mucho cuidado tomó el candado y comenzó a maniobrarlo para que este abriera con el calce de la hebilla, lo intentó por varios minutos hasta que lo consiguió, aunque probablemente luego de eso el candado no volverá a servir como tal. 
Abrió el cofre para ver un montón de muñecos, osos de peluche, consolas que no servían, video juegos dañados, juguetes rotos y una caja, una caja etiquetada como "No tocar". 
La curiosidad mató al gato o al menos eso decía el dicho, pues Trunks quería saber qué cosa escondía su amigo, la letra notoriamente era de él, podía reconocer la desprolijidad en el trazo. Sacó el papel que cubría y encontró unas revistas.

–¿Revistas? –se preguntó a sí mismo, la portada no decía mucho, pues sólo había un hombre musculoso haciendo pesas y creyó que era de ejercicio, pero al abrirla se dio cuenta que no es así.

Trunks cambió completamente su semblante, resultando con una mirada entre asco y asombro. En la revista, había montones de hombres musculados, algunos sin ropa interior, otros tocándose en sus partes, otros siendo penetrados. No sabía de qué color era su tez exactamente en ese momento. ¿Qué hacía Goten con todas esas revistas pornográficas? ¿Realmente eran de él o sólo las encontró y las conservó? Pero, si las encontró ¿por qué no las tiró?

¿Acaso.....?

¿Acaso Goten era.....?

–Trunks, no encontré té pero traje.....–Goten se detuvo en su caminar, Trunks levantó la mirada y ambos se quedaron quietos. El mayor soltó la revista que cayó en el cofre y observó a su compañero, a su amigo de toda la vida.

–Goten.....–susurró un tanto cohibido aun, temblaba ligeramente y señaló la revista con desconcierto–. En....encontré.....

–¿Una revista? –preguntó, la mirada de Goten se tornó molesta–. ¿Una revista que estaba en una caja? ¿Qué decía "No tocar"? ¿Qué estaba en un cofre? ¡¿Con candado debajo de mi cama?! –Explicó el pequeño y caminó hacia el cobre, guardando la revista, acomodando la caja entre sus juguetes y cerrando el cobre–. Arruinaste mi candado....

–Tú......–masculló, aun no podía razonar, Goten se veía tan inocente, tan....tranquilo.

–Trunks, ¿qué parte de "No tocar" es la que no entendiste? –Preguntó, el niño se notaba dolito y algo angustiado–. Es como si hubieras violado mi intimidad.

–¡Yo no te hice nada! –Trunks dio un paso hacia atrás, de repente estar cerca de Goten le parecía una mala idea–. Yo....esas cosas son de marica....–probablemente no se daba cuenta cuanto estaba dañando a su amigo, por lo que Goten ignoró la frase e intentó tirar hacia adentro el cofre de su "abuelo".

–Aaaah,..... –suspiró–. Trunks, tú también tienes de esas revistas....

–¡Sí, pero con hombres y mujeres! –exclamó, Goten hizo una mueca de fastidio y observó la incertidumbre en el rostro del joven Brief.

–Trunks.....tal vez tienes preguntas –murmuró el niño, el joven Brief no dijo nada–. Sé lo que te estás preguntando y si.....–comentó para luego confirmar–. Soy gay.

–¿Qué? –Trunks aun no caía en lo que su amigo le decía, era como un balde de agua fría cayéndole justo encima de su cabeza–. ¿A qué.....te refieres con.......con gay?

–Me gustan los hombres....a los hombres gays nos gustan los hombres no las niñas –Trunks cerró los ojos, intentando acomodar las ideas–. Trunks, eres al primero al que le digo esto, por favor....prométeme que no se lo dirás a nadie ¡promételo!

–Yo.....–Trunks carraspeó, aun seguía en estado de shock, pero tuvo que hablar–. No....no se lo diré a nadie.

–Gracias....–murmuró intentando acercarse, pero Trunks lo rechazó–. Entiendo que necesites tiempo.

–Yo.......tú......tú eras tan normal....–intentó comentar, pensando que probablemente le estaba haciendo un bien al decirle esto, pero no–. ¿Cómo te volviste.....cómo?

–Soy normal.....–intentó persuadir–. Al menos soy como todos los demás....

–¡No eres como todos! A mí no me gustan los hombres –declaró, Goten solamente calló–. A mi papá tampoco, a tu padre ni a Gohan.....

–Bueno, tú ganas –susurró–. No soy normal.....pero tampoco un fenómeno.....–intentó calmar a su amigo, pero este aun continuaba con la misma expresión–. Soy el mismo Goten que conoces desde bebés, el mismo Goten que estuvo contigo siempre.....no dejaré de ser Goten por tener...bueno, por tener gustos que no tienes tú....es como hmmmm ¡Ya! Es como los gustos de la comida, a ti te gusta la carne asada, a mi me gusta el pastel de fresa.

–No es lo mismo.

–¡Claro que sí!

–Yo no me acuesto con la carne asada –Trunks coloca su mano en el pecho, Goten mordió su labio.

–Yo no pedí ser gay –intentó razonar con él por última vez–. No es como si fuera que me levanté hoy a la mañana y dije ¡me gustan los hombres! Llevo mucho tiempo pensando en esto....

–¿Qué? ¿Cómo? –Trunks aun parecía aterrado y Goten pudo notar una mueca de asco en su cara, realmente estaba perturbado.

–Aun no me atrevo a decírselo a mi familia, temo que me odien por no ser como ellos quieren que fuera –susurró bajando la cabeza, notoriamente angustiado.

–Bueno, tal vez haya algo que te haga un hombre de vuelta....–explicó esperanzado, pero Goten solamente lo miró con desdén.

–Lo siento, Trunks.....–masculló, Trunks no dijo nada–. Lamento no haber llenado tus expectativas de amigo "normal".

Y luego de esta palabras, fue Goten quien señaló la puerta, probablemente Trunks necesitaba tiempo para pensar en lo que ocurría con él ante esta declaración. Sabía que Trunks lo quería mucho, pero también sabía que era una persona muy cerrada en cuanto a sus convicciones, no por nada cuando se le ocurría algo a Trunks, era Goten quien modificaba su conducta para ir con él y no a la inversa. El joven Brief comprendió lo que pasaba y sin decir nada más, se fue directamente a corporación capsula a pensar.

Durante el trayecto, pensó en cada acontecimiento de la vida de ambos buscando el momento en que su amigo se había invertido, en ese momento en el cual había dejado de "ser hombre" para convertirse en "marica". Sacudió su cabeza. ¡Qué importa con quien se acostara Goten! Él era su amigo y si hasta ahora Goten no había resultado un problema sin saber sus gustos sexuales ¿por qué sería un problema ahora que lo sabía? ¡Qué tonto había sido! Debió ser difícil para su amigo decirle todo lo que le pasaba por la cabeza y sobre todo, encararlo luego que vio sus revistas pornográficas, porque en definitiva ¿quién no tenía de esas revistas? Goten mismo lo había dicho, él tenía revistas de esa índole. Pero, no sabía que le dolía más, saber que su amigo de la infancia era gay, que él no se había enterado hasta ahora o que ya este no era el niño inocente al cual estimaba.

Desde esa situación hasta la fecha, ya han pasado tres largos años.

Continuará.

 

Notas finales:

Hola Gentita, me gustaria que lean este fic y dejen sus comentarios porque bueno, quiero saber si desean que lo continue o no. Espero les guste.


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