Que vuelvas
y que voy a hacer con mi despiste selectivo
y con mi sueño frustrado de aprender a cocinar
Lucius volvió a mirar el lugar vacio donde tan solo unos segundos atrás estaba su único amor, dio un largo suspiro y comenzó a caminar hacia el despacho de su padre. Era el heredero de los negocios y acciones de la compañía de químicos Malfoy, podría tenerlo todo excepto que su ex perdonara su desliz con cierta rubia. Ahora no sabía que hacer simplemente había llegado esa mañana con su mirada imponente le había dicho que todo había acabado, presento su renuncia y se largó dejándole roto, nostálgico sin saber qué hacer con su vida.
__Adios Lucius, esto no puede continuar.
__No puedes hacerme esto Sev__su garganta se anudo___por favor no me dejes
__Tu destrozaste lo que construimos
y que voy a hacer con los domingos
y feriados ningún plan es apropiado
cuando intento no pensar
Las semanas pasaban como agua, los días eran tan aburridos que solo se enfocaba en trabajar, no tenía ganas de salir y los fines de semana en su casa eran como cuchilladas cuando imaginaba los pasos de su adoración dibujados por el piso. Ir al cine era un cuchillo que mutilaba sus sentidos, estar en el parque era tan molesto que solo deseaba que no existiera el arrogante de Severus Snape, seria más fácil que le borraran la memoria. Pero no podía le seguía amando y quería que volviera para ver sus huellas por su casa y sus ropas tiradas en la habitación. Pronto su padre empezó temer por su salud mental y le enviaba a jugar golf con lo idiotas del club, pero eso no le ayudaba aliviar su dolor.
__Te ves terrible hijo. ¿Por qué no sales un rato al club?
__No me gusta el golf.
__¿Quien dijo iras por el golf, hay buenos prospectos, así te olvidas de Severus
___¿Funciono para ti cuando se fue mama?___Abraxas miro a su hijo con cara triste
___No, pero sirve para no volverte loco.
Dime acaso a dónde vas
ahora que no estoy
dime acaso a dónde voy
ahora que no estás
Intento llamarle más de cincuenta veces, necesitaba saber dónde había ido con quien estaba, quien acompañaba sus noches y compartia sus mañanas, era un ansiedad creciente ¿le habría olvidado? ¿tan pronto? Solo habían pasado tres semanas y solo tenía cabeza para pensar en él. A través de uno de sus amigos se enteró que estaba trabajando en un colegio, fue como un alivio enseguida trato de hacer una cita de clases particulares para su sobrino que resultó ser el ahijado de un amigo; todo sea por recuperarlo. Cuando Snape entro en la sala para recibir al tío de Harry su ceño se fruncio enseguida.
___¿Que carajos haces M alfoy?
___Yo quiero que vuelvas, quiero que regreses.
___Lárgate Malfoy. Lo nuestro se acabó.
___Entonces dime qué hacer con mi vida porque te has llevado todo lo que era.
___Busca en otro lugar, porque yo no voy a regresar.
___Por favor Severus, yo te amo
___Buenas tardes Lucius.
Que me inventaré para decirle al mundo entero
si me ven tumbado al suelo
y sin más ganas de volar
Una botella de Jack Daniels era su compañera en las noches de frio, la cama le parecía tan grande y vacia. Todo era tan diferente cuando estaba Severus y ahora simplemente se había ido, de repente ya no estaba. ¿Qué le iba a decir a los demás? Ya ni siquiera sonreía y estaba seguro que todos se preguntaban el porqué, se quedaban mirándole cuando pasaba entre los pasillos de los laboratorios, pero simplemente no tenía ninguna excusa para justificar su tristeza y nostalgia. Ya no le importaba nada solo quería que el regresara.
__Lucius
___Que tal Nott
___Me estaba preguntando, ¿Cómo van las cosas con Snape?
___Decimos darnos un tiempo__dijo en tono bajo y quedo.
___Lo siento, pero se arreglaran pronto ¿no?
Lucius sintió la furia crecer dentro de él, solo deaba que Snape le perdonara ya no sabía que más hacer.
cómo escondo este par de alas rotas
y las suelas de mis botas
cansadas de caminar
Estaba desesperado, todos sabían que algo andaba mal y por más que tratara de decir que el trabajo era pesado y que Severus y el estaban dándose un momento de respiro, no tenía caso. Todo mundo sabía que el heredero de los Malfoy estaba derrotado, con las alas rotas llorando cada noche en un bar por el hombre de ojos negros, que se detenía en los alrededores de su casa solo para verle, que las cajas de cigarrillos abundaban sus bolsillos y la soledad era su compañera junto con el ron .
Dime acaso a dónde vas
ahora que no estoy
dime acaso a dónde voy
ahora que no estás
Otra vez regreso a ese lugar donde había compartido tantas tarde con el, miro de reojo el paisaje y se quedó pensativo, perdido en su angustia. Miro hacia el otro lado de la colina y le pareció que su mente le estaba jugando una tonta jugarreta porque le vio allí parado fumando un cigarro, una de sus manos jugaba con el encendedor mientras su mirada estaba fija en el horizonte. Lucius se acercó despacio se quedó detrás de un árbol a mirarlo por un rato.
_Ya deja de esconderte Lucius.
_No quería molestarte.
_No lo haces__se giro para mirarle__Te ves terrible.
_Estar sin ti no me hace bien.
_Nos hicimos mucho daño, aun me duele verte.
_¿Dónde iré sin ti? ¿Dónde iras sin mí?
_El tiempo lo dirá.
_Eso es mentira y lo sabes.
Lucius se fue luego de lanzarle un beso al aire a lo que Snape lo atrapo con sus manos guardándolo.
yo quiero que vuelvas
que te están reclamando
mis labios que hace tiempo no besas
yo quiero que regreses
ya ves que hasta mis manos
de tanto no tocarte me duelen me duelen
Las noches se volvieron más frías con el paso del tiempo, sus amigos ya no tenia, tal vez porque se alejó de ellos y su padre se fue de negocios por un largo tiempo. Dos meses habían pasado y el frio de octubre le empezaba a congelar los labios, había empezado a soñar con Severus todas las noches, se encargaba de los negocios de su padre para no parar pensando en la textura de los labios de Severus o la dulzura de su piel o como sus manos buscaban con ansias la silueta de sus caderas, tenía una sed terrible por ese hombre.
y qué voy a hacer si mi barbilla llega al piso
y aunque intente la sonrisa no me sale natural
si ya me han visto con la mirada perdida
unas cuantas libras menos
y unas lágrimas de más
Malfoy nunca había llorado, pero la llegada de noviembre le hizo añorar tanto los brazos de Severus que las lágrimas fueron incapaces de detenerse, se odio quiso morir y matar a Narcisa Black de paso, había destruido lo único hermoso que había creado por el mismo, lo único puro en su vida; el amor de Severus y por culpa de unos tragos y los labios venenosos de Narcisa Black había jodido toda su vida, simplemente estaba destrozado sin ganas de vivir hundido en un mar de lágrimas.
Dime acaso a dónde vas
ahora que no estoy
dime acaso a dónde voy
ahora que no estás
Sentado en su despacho tomo una idea muy loca, pero tenía que hacerlo. Su padre había regresado con un humor increíblemente feliz diciendo que el negocio fue un éxito y que conoció a una amiga muy interesante durante el viaje, Lucius solo suspiro y le comunico que haría un viaja a Grecia, tres días después estaba sentado en una roca mirando hacia el mar, pensado en la inmensidad de agua que había allí. Sin percatarse que alguien le observaba, alguien que tenía ese mismo dolor, un ángel con las mismas alas rotas que moriría por regresar a su lado pero no podría recuperarse de otra traición porque sería su fin.
Yo quiero que vuelvas
que te están reclamando
mis labios que hace tiempo no besas
yo quiero que regreses
si sabías que eras para mí
y siempre quisiste estar aquí
aun no entiendo cómo, cuándo, dónde,
ni porqué te perdí, yo no sé vivir así
Una mañana Lucius salio a caminar hacia su roca preferida, los días en grecia eran tranquilos y bonitos le hacían bien a su lastimado corazón, cuando llego a la roca frente al mar, se quedó mirando a la persona frente a él, removió su cabeza con dudas.
__¿Qué haces?
__Buscando la manera de olvidarte.
__El tiempo cura todo.¿no?
__Te engañas con mi mentira.
-Tu quieres estar aquí
-Yo quiero regresar.
El corazón de Lucius empezó a palpitar rápido y agitado, camino hacia él y le beso con ansias, hambre y sed. Purgando sus demonios en ese beso.
-Empecemos de nuevo.
-No me rompas otra vez.
-Por Jesús que no lo hare.
se quedaron abrazados disfrutando de la calidez del otro, al final de ese Invierno Severus Snape llevaba una sortija en su mano izquierda y Lucius Malfoy jamás volvió por el viejo bar que arruino su vida.