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Escribiendo pecados por Sweet Yukii

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Notas del capitulo:

Buenas~ Este one shot lo escribí hace un tiempo para participar en un concurso en wattpad, publicado en la cuenta de VIXXSTChile y quise compartirlo aquí también c: 

Espero que les guste <3

El incesante tick tack del reloj comenzaba a crisparle los nervios, no entendía que era lo tan importante que su padre quería hablar con él, lo había citado tan de improvisto a su despacho que no podía dejar de pensar que se trataba de malas noticias, pensó una y mil razones por la cual lo había citado, pero ninguna parecía lo suficientemente coherente cuando lo volvía a pensar una segunda vez, salvo una, su noviazgo secreto con un ex empleado de su padre, pero eso no lo sabía absolutamente nadie y de saberlo su padre, ese sería el inicio de la tercera guerra mundial y dada  la calma que este tenía al revisar documentos  frente a él, lo descarto inmediatamente.  

-Supongo tienes curiosidad por lo que tengo que informarte, Taekwoon – Dijo seriamente su padre, a la vez que ordenaba los documentos que anteriormente leía.

-Así es, ¿Ha pasado algo malo? –

-No es nada de eso, es algo netamente de negocios –

-¿Negocios? – Su padre solía excluirlo de sus negocios la gran parte del tiempo, tanto, que se preguntaba seriamente cómo él sería su sucesor.

-Se fijará tu boda con la hija del mayor accionista de la compañía – Las palabras habían salido con tanta frialdad de su boca, que Taekwoon no podía creer que eso realmente estuviera ocurriendo, ¿Casarse? ¿Había escuchado bien? ¿Ese era el negocio de su padre?

-¿Qué? –

-Te casaras con la hija de los Kim -

No quiero – Se atrevió a decir.

-No te he preguntado su opinión – Dijo molesto su padre dándole un golpe a la mesa – Lo harás por el bien de la compañía –

-¿En cuánto tiempo? – Se sentía indignado y frustrado, tendría que unir su vida a la de alguien que no conocía, por el bien de una maldita compañía, sabía que no tenía otra opción, su padre ya lo había decidido y como ya había notado, su opinión no le interesaba ni en lo más mínimo. Hubiese preferido que se enterara que tenía una relación con otro hombre antes que aquello, aunque de haberse enterado posiblemente lo hubiese casado de todas formas.

-En un mes –

-¡En tan poco tiempo! ¡Ni si quiera la conozco! – Taekwoon llevo una de sus manos hacia sus cabellos, revolviéndolos con frustración.

-Hoy iremos a una cena en casa de la familia Kim y la conocerás –  

Luego de la charla con su padre las horas pasaban con rapidez y el único pensamiento que rondaba en su cabeza durante las últimas horas, era que se iba a casar, no podía creerlo, no había sido algo que él propusiera, ni mucho menos algo que deseara,  había sido algo tan repentino que aún no podía salir del asombro. No podía creer que estando en pleno siglo XXI, le hubiesen arreglado un matrimonio, eso era demasiado. Lo peor de todo es que al parecer a nadie le disgustaba la idea.

Cuando llego a casa de su prometida, se extrañó al ver un auto del mismo modelo y color del que tenía su novio, debía ser una coincidencia, una muy grande, él era consciente de que eran pocos los que tenían ese modelo de auto, no obstante la familia Kim tenía mucho dinero, por lo que no le dio mayor importancia. Con cada paso que daba sentía una creciente ansiedad, estaba nervioso y tenía un extraño presentimiento que parecía no querer desaparecer con nada, al llegar a la puerta de la mansión se quedó un par de segundos pensando si aquello era lo correcto, se sentía acorralado, no quería casarse, amaba demasiado a su novio y estaba seguro que este lo mandaría al diablo cuando le dijera que debía casarse con una chica por órdenes de su padre, pero por otro lado, si no le obedecía y además se enteraba de que estaba con un chico, este le haría la vida un infierno.

 Al entrar a la mansión sintió que se le detenía el corazón al ver a su novio observando distraídamente los arreglos florales, eso no podía ser posible, ¿Qué hacia él ahí?

-Wonsik – Susurro apenas, sintiendo como la angustia se apoderaba de su ser, eso debía de ser una broma de mal gusto.

-Ya han llegado los Jung – Anuncio el señor Kim captando la atención de todos los presentes, logrando que la mirada de Wonsik quedara fija en él, le miraba con sorpresa pero la angustia y desolación podía reflejarse a la perfección en sus ojos. Estaba seguro que él debía de lucir igual de impactado que él menor.

-Esta es mi preciosa hija Jiwon – Dijo el hombre junto a una chica de cabello negro y largo, piel blanca, ojos oscuros y de contextura delgada, sin duda la muchacha era preciosa, pero no era lo que él quería. – Y este es mi hijo Wonsik, es todo un rebelde, no le gustan estas cosas, pero Jiwon insistió que lo quería en casa al momento de conocerte -

-Una decisión realmente egoísta – Intento bromear Wonsik, pero Taekwoon sabía mejor que nadie que aquello no era una broma, al contrario, era una queja imperceptible al dolor que ambos estaban sintiendo en aquellos momentos.

-Sé que no te parece que me case por el bien de la compañía, pero prometiste apoyar mi decisión –Replico la chica con un tierno puchero.

-Y lo hago – Dijo Wonsik acariciando los largos cabellos de su hermana – Pero no deja de parecerme egoísta, siempre pensé los matrimonios tienen que realizarse cuando existe amor de por medio y estoy completamente seguro que ninguno de los dos se ama – Dijo sin mirar a ningún lugar en particular, le parecía hasta incluso cruel estar apoyando aquella farsa.

-Deja tus discursos para otro momento Wonsik – Le regaño su padre – Pasemos al comedor – Propuso dando indicaciones de que sirvieran la cena, siendo seguidos por todos, a excepción de dos personas que se quedaron atrás.

-Siempre supe que era un niño rico, pero jamás imagine que serías el hijo rebelde de los Kim –

-Ni yo imagine que serías el honor de los Jung – Dijo Wonsik cerrando los ojos - ¿Realmente te vas a casar? – Su voz estaba cargada de tristeza y Taekwoon sintió una punzada de dolor en el pecho, tener a Wonsik frente a él le recordaba todo lo que deseaba y una boda arreglada no estaba dentro de sus planes.

-No tengo más opciones –

-¿Realmente no hay más opciones? –

-¿Buscaremos una solución juntos, sí? – Susurro en su oído a la vez que lo abrazaba por la espalda. Quería creer que podría encontrar una solución, pero no se creía tan optimista, a sus 24 años se iba a casar y para su mala suerte lo más terrible no era el que tuviera que casarse con una persona desconocida, el real problema era que estaba total y perdidamente enamorado del hermano de su prometida.

Podía recordar con claridad el momento en que lo había conocido, Wonsik era el aprendiz de un abogado que trabajaba para la compañía de su padre, el cual siempre destacaba por las innovadoras ideas que proponía para el mejoramiento de la empresa, más que por su trabajo como abogado. Era un chico agradable y en más de una ocasión se encontró hablando cómodamente con él, por lo que a pesar de que Wonsik hubiese terminado su trabajo en la compañía, habían seguido hablando, hasta que un día este había juntado todo su valor y se le había declaro. Taekwoon pensó que no había nada malo con intentarlo y decidió darle una oportunidad a aquel rubio que venía quitándole el sueño desde hace un buen tiempo.

 Siempre había sabido que Wonsik era la oveja negra de la familia, este mismo se lo había dicho en varias ocasiones, también sabía que su familia era adinerada y que su padre tenía una compañía, pero jamás pensó que el mundo fuese tan pequeño y que lo hicieran comprometerse con su hermana.

-¿No crees que soy muy afortunada de tener un prometido tan guapo? – Dijo Jiwoon con una sonrisa y Wonsik solo pudo murmurar un “Lo eres”, antes de que los padres de ambos comenzaran a hablar sobre cosas relacionadas con el matrimonio.

 

 

[~~~~~~~]

 

 

Había fingido estar interesado en su boda y en querer conocer más a su prometida, pero la verdad era que solo había busca excusas para poder pasar más tiempo con Wonsik, a él no le importaba en lo más mínimo la chica, pero para que no se dieran cuenta de sus verdaderas intenciones debía pasar tiempo con ella, aunque fuese breve.

-Luego no podrás fingir no saber los horarios de mi hermana para poder pasar más tiempo conmigo – Dijo en voz baja a la vez que apoyaba la cabeza en las piernas del contrario, quien comenzó a acariciar sus cabellos con dulzura.

-Lo sé, pero algo se me ocurrirá –

-¿Y si no te casas? ¿Si nos escapamos? – Wonsik le vio con una súplica implícita en su mirada. Claro que lo había pensado, era la forma más fácil de escapar de la obligación que no quería tomar, pero no era tan fácil decirlo como hacerlo. No quería fallarle a su padre, quería demostrarle que el haría lo que fuera por el bienestar de la compañía, pero comenzaba a cuestionarse si valía la pena sacrificar su propia felicidad para poder complacerlo.

-No soy tan valiente como tú –  Respondió entrelazando su mano con la de Wonsik – No nací siendo un rebelde, soy más del tipo del que solo acata ordenes –

-¿Aunque eso te haga infeliz?  - Preguntó Wonsik levantándose y quedando frente a él, viéndole directamente a los ojos - ¿Podrías soportar unir tu vida a alguien que no amas solo por el bienestar de una compañía? – Taekwoon solo bajo la mirada, claro que no quería, no sabía si sería capaz de soportarlo, pero tampoco quería ser la deshonra de la familia, tenía demasiado miedo de ser juzgado.

-No podría hacerlo sin ti – Dijo sincero.

-No sé si yo sea capaz de soportarlo –

-Mejor disfrutemos del tiempo que nos queda mientras aún soy libre – Dijo Taekwoon atrayendo al menor a su cuerpo. Sin duda le encantaba ese chico, le encantaba embriagarse  con su aroma, le encantaba tenerlo entre sus brazos, pero sobre todo le gustaba sentir que él era igual de importante para el rubio.

-Te amo – Dijo Wonsik besándolo lentamente, intentando transmitirle todo el amor que por el sentía.

-Y yo te amo a ti – Respondió dejándose llevar por las suaves caricias del rubio.

 

El tiempo parecía transcurrir cada vez más rápido, sentía que su vida había comenzado a ser regida por un reloj de arena invisible que le recordaba a cada momento que los días comenzaban a acabarse y que faltaba cada vez menos para el “Gran día”, cómo se le era una costumbre desde que supo de la noticia de su boda, había despertado exaltado en medio de la noche, las pesadillas eran cada vez más frecuentes y el miedo a saber que sus pesadillas se harían realidad no lo dejaba conciliar el sueño, se aferró al cuerpo a su lado, deseando disfrutar todos aquellos momentos que le quedarían juntos. El tiempo se les estaba acabando y lo sabía.

No soportaba el tener que compartir su vida con alguien a quien no amaba. Hubiese sido mejor si hubiera tenido que casarse con él primogénito de los Kim en vez de casarse con su hermana, pero él no tenía tanta suerte.

-¿Otra vez con pesadillas? – Preguntó su novio acariciándole la mejilla con delicadeza.

-No puedo dejar de pensar en la boda –

-Mi hermana esta encaprichada contigo. Creo que me querrá matar el día que se entere de lo nuestro –

-Siempre fuiste un chiquillo rebelde, te enamoraste de lo que estaba prohibido –

-Hey, esto fue coincidencia, no sabía eras el prometido de mi hermana – Dijo mientras lo besaba cortamente en los labios.

-Podrías haber sido una chica, así tendría que casarme contigo –

-No sabes lo feliz que hubiera sido con eso, así no tendría que estar escondiéndome como tu amante –Wonsik mencionado las últimas palabras con un poco de dolor, sabía que no podían tener una relación normal, el hecho de ser ambos hombres se lo impedía, pero su relación debía ser a un más secreta por el hecho de ser el amante del prometido de su hermana. Siempre le hacían ver que era la oveja negra de la familia, un rebelde sin causa, pero creía que esta vez se había excedido de todo lo que se creía capaz de hacer, podría decir en su defensa que era algo que no había planeado, pero sabía que de enterarse, nadie le creería.

Se encontraba literalmente entre la espada y la pared, por un lado estaba su familia y por otro estaba Taekwoon, amaba más que a nada al segundo, podría luchar contra viento y marea por él, pero también amaba a Jiwon y sabía lo injusto que era todo lo que estaba haciendo, su hermana se estaba encaprichando con el mayor y este nunca se enamoraría de ella porque estaba con él. Sabía que tenía garantizado el odio de toda su familia, le darían la espalda una vez más y él no sabía si sería capaz de soportar que Taekwoon hiciera lo mismo.  Entendía que tenía miedo de enfrentar a su familia, era más lo que perdía que lo que ganaba estando a su lado, pero muy en el fondo de su corazón, le hubiese gustado lo escogiese a él antes que a su padre y la boda arreglada.

-¿En qué tanto piensas? – Pregunto Taekwoon depositando un beso en su frente.

-No debería ser tu amante – Dijo en un susurro.

-Ya te lo he dicho, no podría hacer esto sin ti. Tú eres a quien amo –

-Si algún día se enteran destruiré a mi familia, no podría vivir con la culpa –

-Sé que es algWo egoísta, pero no puedo permitir que me dejes – Le acarició suavemente la mejilla antes de comenzar a besarlo – Te amo – murmuro mordiendo su labio con suavidad –

-Egoísta – Musito sobre sus labios enredando sus dedos entre sus cabellos para profundizar el beso.

-Te necesito –

Taekwoon sabía que posiblemente estaba cometiendo el error más grande de su vida, pero todo estaría bien, mientras Wonsik siguiese estando a su lado, ya que de no tenerlo, no podría soportar la farsa en la cual se estaba obligando a seguir.

Le hubiese gustado detener el tiempo y disfrutar de Wonsik un poco más, pero sabía que era imposible, el “Gran día” había llegado y él no podía más con la angustia. Wonsik le había dicho que lo de ellos duraría hasta que se casara y que de allí en adelante seguirían caminos separados, lo dejaría casarse y cumplir al pie de la letra los planes de su padre, mientras que él se iría tan lejos como pudiera, se iría a un lugar donde no pudiera ser encontrado. Tenía unas incontrolables ganas de llorar, no podía hacerlo sin Wonsik, él era quien le daba la fuerza de seguir, si no lo tenía parecía que nada valiera la pena.

-Parece que  fueras a un funeral – Dijo su padre observándolo de pies a cabeza mientras se abotonaba la camisa.  – Intenta lucir alegre –

-No quiero hacerlo –

-Ya está decidido –

-Entonces no me pidas tener una felicidad que no tengo – Espeto molesto y su padre le vio sorprendido, no obstante solo decidió dejarlo solo. Taekwoon golpeo la muralla con todas sus fuerzas, parecía que su mundo se estaba cayendo a pedazos y él no estaba haciendo más que ponerse la soga al cuello. – Odio esto, realmente lo odio –Murmuro sintiendo como las lágrimas se acoplaban en sus ojos.

Al momento de llegar a la iglesia parecía que todos sus temores se habían hecho realidad, sentía que su vida se convertiría en una pesadilla en las próximas horas y él no había hecho nada para cambiarlo, al contrario, lo había facilitado todo. Ingreso a la iglesia con pasos lentos observando como la persona que amaba se encontraba frente al altar, no puso evitar sonreír al verle, si en realidad hubiese podido casarse con él todo habría sido más fácil.

-Serías el novio más hermoso que hubiese visto – Murmuro Taekwoon a la vez que abrazaba a Wonsik por la espalda – Cómo me gustaría que fueras tú quien me estuviese esperando en el altar para casarnos –

-No tenemos tanta suerte – Revolvió los negros cabellos del contrarió con cariño – Tu ya escogiste –

-No te vayas – Pidió con la voz quebrada - ¿Qué será de mí si no te tengo? – Sentía que le estaban desgarrando el corazón, sabía que estaba siendo egoísta, siempre lo había sabido, había ignorado el dolor que su novio estaba sufriendo, todo porque él no era capaz de negarse a algo que habían decidido por él.

-Estoy siendo demasiado masoquista al estar aquí – Murmuro Wonsik sin mirarle, siempre había caído con facilidad ante los caprichos de Taekwoon, pero esta vez debía pensar en él antes que en cualquier otro. – Ya debería estar a kilómetros de distancia, no quería ser partícipe de esta farsa, pero las dos personas más importantes para mí me necesitaban, no me pidas más –

-¿Realmente tienes que irte? – Pregunto angustiado

-Tengo que hacerlo, si esto se descubre tengo mucho que perder, incluso más que tú – Dijo dando un hondo suspiro – Además se me parte el corazón al pensar todo el tiempo que tendrán que pasar juntos, tarde o temprano tendrán que tener hijos, no sé si soporte verlos tener una familia feliz –

-Wonsik…. –

-Ya fui demasiado egoísta al permanecer como tu amante – Taekwoon no podía más con la tristeza, le dolía ser dejado, pero sabía que Wonsik tenía razón y era demasiado egoísta pedirle se quedara a su lado sabiendo lo mucho que se estaba arriesgando, solo por él. Las lágrimas habían comenzado a descender desesperadamente por sus mejillas, no había nada que pudiera consolarlo y mirar a su alrededor solo le hacía darse cuenta del grave error que había cometido.

-Déjame estar contigo unos momentos más – Murmuro tomando su mano y llevándolo hacía uno de los salones.

 

 

[~~~~~~~]

 

Cerro los ojos por unos instantes sintiendo la delicadeza con la que peinaban su cabello, aquella acción la relajaba. Todavía no podía creer que realmente se casaría, la idea le emocionaba, si bien no estaba enamorada de él, creía que podría amarlo en un futuro, Taekwoon era un hombre sensacional, era atento, humilde y por sobre todo, muy guapo, sólo había una cosa que le preocupaba, no sabría si este podría amarla a ella, notaba en su mirada y forma de actuar que solo la cuidaba como si fuese su hermana pequeña, ¿Acaso ella no era lo suficientemente guapa? Le había dicho a Wonsik sobre sus inseguridades y este solo le había dicho que ella era hermosa, que no pensara estupideces, pero noto algo más, su hermano le estaba ocultando algo y ella no quiso insistir, su hermano estaba extrañísimo y ella se comenzaba a sentir culpable por estar tan pendiente de su matrimonio y no haberse preocupado un poco sobre qué es lo que le ocurría a Wonsik, lo único que sabía era que se iría y ella no había sido capaz de detenerlo.

Se miró por última vez al espejo, el vestido de novia le quedaba a la perfección, sin duda alguna se veía hermosa, no obstante no feliz. Tenía un mal presentimiento.

Había llegado antes de la hora a la iglesia y escucho por casualidad los murmullos de los invitados.

Es una novia hermosa, lástima que su novio la engañe”  “Escuche que mantiene un amorío con su cuñado” “Tan guapo y homosexual, quien lo hubiera imaginado”

Prefirió engañarse, no quería asumir la realidad.

¿A caso no les enseñaron a cerrar las puertas para las conversaciones privadas?

Camino hacia uno de los salones de la iglesia, abrió la puerta con cuidado observando a su hermano abrazar con delicadeza a su novio, el cual lo beso de una forma casi efímera. Por la actitud de Taekwoon aquello parecía una despedida y ella sintió una punzada de culpabilidad.

¿Podría seguir engañándose? ¿Podría seguir su vida sabiendo que Taekwoon estaría anhelando los brazos de alguien más? ¿Podría estar segura de que no existiría nada entre ellos cuando se encontrarán en cada reunión familiar?

Sabía la respuesta, no podía soportarlo. No podía soportar arruinar la vida de quien más amaba. El matrimonio había sido impuesto, Ravi no tenía la culpa. Recordaba haberlo oído hablar de lo feliz que estaba con su novio y de lo mucho que lo amaba, pero después del anuncio de su compromiso dejo de hablar de él y se mostró reacio a mostrárselo y si comenzaba a unir cabos, Taekwoon pasaba más tiempo con su hermano que con ella. 

En un momento se interesó con la idea de casarse y formar una familia, pero comprendió estaba con alguien que no podría amarla nunca y a su vez no soportaba arruinar la felicidad de su hermano, ella podría encontrar otro hombre al que amar, era joven y hermosa y entendió que el bienestar de la compañía jamás debió ser algo que recayese ni en sus manos ni en las de Taekwoon.

Corrió hacia el salón que habían destinado para arreglar los últimos detalles para la boda, sabía que su hermano tenía un bolso con ropa allí, fue hasta el salón, se puso la ropa de Wonsik y dejo cuidadosamente su vestido de novia.

Con una nota para Wonsik que decía.

 

“No puedo casarme, no si esto se hace daño.

Perdona por no notarlo antes. Te ama Jiwonie.”

 

Sabía que se metería en un gran problema, pero no se realizaría la boda y con ello su hermano tendría una nueva oportunidad de ser feliz, no obstante, quedaba en sus manos decidir qué hacer, ella esperaba sinceramente que Taekwoon se arriesgara por su hermano y entendiera que su felicidad no estaba en el bienestar de la empresa, si no en estar con quien realmente amara. 

Notas finales:

¿Y qué tal? Espero que les haya gustado, tanto como a mi escribirlo, bueno, lamentablemente perdí el concurso jajaja pero bueno, más se perdió en la guerra (?) 

Cualquier cosa me la dejan en un review c: 

Besitos~ 


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