Una enorme y hermosa mansión se podía ver a lo lejos de una pequeña ciudad de inglaterra. Un hermoso y grande jardín con los más frondosos árboles nunca vistos. Unas cuantas rosas daban color a tan apacible lugar, todo era tranquilidad en la mansión yagami o al menos hasta que aquella llamada apareció
—¡esto debe ser una broma!.— gritó tan fuerte como si quisiese lastimar los oídos del hombre tras el teléfono. Y , aunque lo queria hacer realmente no sería bueno manchar su imagen
—joven yagami, tranquilícese. Solo será por una semana. —intentó suavizar el hombre.—las pruebas se realizarán de inmediato
Sólo debia cuidar un mocoso por una semana, una larga semana. la idea de cambiar pañales no le agradaba en lo absoluto. La sola idea de imaginar a un niño corriendo de aqui a allá en su mansión le molestaba, nunca le había agradado la idea de una cosa chiquita dependiese de el
—de acuerdo. —solto un largo suspiro y llevó una de sus blancas manos a su frente. —¿puede traerlo a casa? , las horas en el despacho me lo hacen imposible a mí
Intentó dar un poco más de lucha en aquélla batalla que tenia por demás pérdida
—pediré que lo lleven a su casa, que tenga buen día joven yagami.—sonrió de manera imperceptible para el interlocutor más no para el pequeño rubio que le observaba
Light, bajó de manera lenta el celular entre su mano. Le habia dicho "buen día" claro que iba a tener un buen día, más al saber que tenía un hijo. Se sentía el rey del sarcasmo, ya nada podía arruinar ese día. O claro que lo había, aquella llamada le habían costado largo tiempo
—mierda, voy tarde. —murmullo para si mismo y salio del lugar, el ferrari negro volaba, literalmente, por las calles de londres. Estaciono frente a un enorme edificio del cuál entraban y salían personas de trajes elegantes y costosos
Subió las escaleras rápidamente, golpeando con el hombro accidentalmente a unos cuantos "colegas", tomo el elevador y rezo a todos los Dioses por que su padre no encontrase los antiguos citatorios, aquellos que había ignorado pensando que no eran más que bromas del idiota de matsuda
El tintineo del elevador le iso dar un pequeño saltito. Avergonzado y con un leve carmesí en las mejillas salio huyendo por el largo pasillo con varias puertas a ambos lados, fijando la mirada en la puerta situada al final de este rogó porque el chirrido de aquella puerta no sonará por todo el lugar. Seria su fin, su miserable fin Su puerta color café claro parecía sonreírle, solo a pocos metros se encontraba lo que podía salvarle, acelero su paso y tomó el picaporte. Y le pareció escuchar el bello canto de los ángeles
—light.— llamó su padre de manera seria —ven a mi oficina un momento.
Ya podía sentir el fuego en su cuerpo debido a la insineracion. Todo por un momento de desliz en la preparatoria
—light, lo he pensado mucho y, lo mejor es que te tomes unas vacaciones— habló el hombre una vez que su hijo entró a su oficina
—yo, claro padre .— sonrió de manera nerviosa, no se aventuró a preguntar temia la respuesta
Giró su cuerpo y se detuvo con la mano sobre el picaporte, su padre habia suspirado
—espero ese niño no sea tuyo light.— eso lo habia tomado por sorpresa, trago de manera sonora y salio
Subio a su auto y tomo su celular , buscando a un contacto en especial en su agenda.
—hola, si quiero lo de siempre y que sea discreto. llegaré en unos minutos—cortó la llamada y lanzó el celular al asiento del copiloto
Quizás el mocoso llegaría tarde, pero que más daba era su casa y queria olvidar por un momento todo lo que le estresaba. Entro a la enorme casa sin tomar en cuenta lo desordenada que estaba, subio a su habitación y la encontro a ella una mujer casi de su edad tan delgada como las modelos y de ropa señida
No preguntó nada, le tomo con fuerza del brazo y la besó con brusquedad. La pegó a su cuerpo, sus manos se arrastraban por la pequeña espalda de la mujer hasta dar con el ziper de la prenda. A los pocos segundos se encontraba completamente desnuda a merced del castaño, la acosto en la cama y un leve quejido logró escucharse bajo de esta
—pero que...—
Antes de que terminase la frase la puerta se abrió de golpe , un muchacho alto y bastante extraño aparecio avergonzado
—elle, asi no se vale.— murmullo un pequeño saliendo bajó la cama —se supone que tu..—
El niño observo a quienes estaban en la cama , sus ojos grandes y azules se abrieron demostrando su asombro
—¿el es papá?, elle.— sus rubias cejas se contrajeron en una mueca de susto —elle, le han cortado el pe..—
El extraño cubrio los ojos del menor , mientras con la otra mano cubría su boca
—vamos mello, compremos helado. Papá esta inspeccionando a la pobre mujer.— trato de explicar lo más inocente que se le ocurrió al extraño de ojeras marcadas
Solo una semana, se mentalizo el castaño. Será una larga semana