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La Brecha por malugr

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Notas del capitulo:

 Tengan calma pequeños saltamontes... Viene en camino a quien esperan ;)

 

 Saludo!

 Ardía en mis ojos un brillo de odiosa claridad.

 El odioso fulgor blanco me causaba una sensación similiar a un conjunto de arañazos, “irritante” pensé para mis adentros mientras parpadeaba con insistencia.

 “tuve un sueño tan extraño…”

 “¿Un sueño?”  

 No podía recordarlo…

 Las siluetas frente a mi fueron revelándose, tres en total.

 Con más rapidez de lo que me parecía, mis ojos iban enfocándose, adaptándose a la blanca luz.

-          ¿Ciel?

Mi pecho vibro un poco, me sentí extraño al escuchar mi nombre luego de aquel letargo, no sabía en absoluto lo que sucedía pero reconocí perfectamente aquella voz. Era mi madre.

-          Eso es Ciel, abre los ojos.

 Su timbre me tranquilizaba, así que comencé a ser consciente de mi respiración y le obligue a calmarse.

 Mis pupilas se armonizaron con la luz y todo frente a mi quedo revelado. Mi padre, mi madre, un hombre de blanca bata. Ella estaba en una silla a mi lado, con ojos húmedos de lagrimas y una tierna sonrisa agradecida de verme, note instantáneamente que yo estaba acostado.

 Mi cerebro comenzó a agilizarse y pronto pude comprender que aquello era un camilla, el hombre de bata un medico, y aquel cuarto sin duda alguna seria parte de alguna clínica de la que ahora yo era huésped. Intente hacer la pregunta para mis adrentros , pero mis labios se abrieron  y la voz salio cortante y tajante como una ráfaga de viento.

-          ¿Qué me paso?

 Note que la brusquedad de mi tono asusto un poco a mi padre que, aunque mas calmado que mi madre, también lucia como si hubiese dedicado buena parte de su dia a llorar. Mama por otro lado no se inmuto, parecía demasiado feliz como para dar importancia a mi confusión.

-          Cariño estas bien que es lo importante, pero debes saber que sufriste un accidente.

 Por un momento sus palabras me sonaron lejanas, como si no tuviesen ningún sentido.

 Mi mente divago por un instante y trate de ubicar lo que había ocurrido, pero no podía encontrar nada en mi que me diera respuestas… Entonces mi cuerpo hablo por si solo.

 Mis costillas punzaban dolorosamente, mi pierna izquierda, la mano que estaba libre, e incluso mi cuello y rostro enviaban dolorosos mensajes a mi cerebro ¿Cómo era posible?

-          ¿Qué fue lo que…?

Mi voz salio casi adolorida mientras trataba de entender y ahora madre me miraba con algo parecido a la compasión. Odiaba esa mirada, pero antes de poder quejarme por ello la voz del desconocido hombre nos interrumpio.

-          Ciel, mi nombre es Grell.

 Un pelirrojo hombre de cabellos cuidadosamente peinados, aunque algo de flequillo se deslizaba por su frente. Era alto y de ojos color caramelo, con un aspecto pulido debía tener unos 35 años, lógicamente era un doctor.

-          Ciel, soy a partir de ahora tu doctor, y espero que podamos llevarnos bien. – Dijo mientras sonreía.-

Parecía una persona animada, mas activa de lo que su meticuloso estilo dejaba ver, a mi parecer no era mas que un infantil hombre tratando de esconder su jovialidad bajo ese serio atuendo. Yo era ciertamente un amargado con talento para decifrar a las personas y a pesar de su sonrisa ni me inmute, yo no respondía fácilmente a la cortesía… eso no había cambiado ni un poco.

-          Veras.- prosiguió al ver que yo no hablaba.- Sufriste un accidente bastante grave.

-          ¿Qué ocurrio?

 Reviso su carpeta, típica de clínicas y hospitales, como si buscara palabras adecuadas. Maldicion, dilo de una vez… De pronto su rosto sonriente, se torno en seria frialdad.

-          Llegaste aquí hace casi una semana.

 Cada vez me era mas difícil hallar sentido en lo que me decían.

-          ¿Una semana?

Mi madre sollozaba dolorida a mi lado aun sin soltar mi mano.

-          Ciel, los paramédicos te rescataron a penas con vida en plena madrugada.

 Trague con fuerza.

-          Ibas en un coche, al parecer un amigo tuyo conducía a mas velocidad de la que debería, también hallamos algo de alcohol de mas en ambos, no lo suficiente para ser ilegal pero si para volver mas temeraria su conducción.

 En mi mente los pensamientos no podían unirse, todo era una espesa nube gris sin comienzo ni fin, ni nada en el medio que me permitiera razonar.

-          Tragicamente.- Hizo una pausa para suspirar.- Un familia conducia hacia un hospital cercano, dos pequeños y sus padres, al parecer uno de los niños enfermo y salieron de emergencia para que lo atendieran.

 No puede ser… No lo digas… No es posible…

-          Ambos coches colisionaron en una esquina.

 Sentí el sudor frio, y las punzadas de mis heridas se agudizaron como dando testimonio de lo que decía aquel hombre. Senti pánico de todo aquello ¿Cómo había ocurrido tal desgracia? Que era lo que habíamos hecho…

 Mire a mi madre que lloraba tratando de contener sus quejidos.

-          ¿Quién conducia?

 Sus ojos reflejaban un dolor aterrador.

-          Era… Era finny ciel…

 Su juvenil rostro se dibujo en mi mente. Finny había crecido conmigo desde niños, prácticamente hermanos…  Me esforcé pero no había nada mas en mi cabeza que recuerdos de infancia, recuerdos de bachillerato, su rostro de la universidad… No había nada después de eso. Nada de esa noche ni de noches anteriores… ¿Qué me pasaba?

 Ignore mis pensamientos al ver como madre rompia en llanto y las langrimas de mi padre se deslizaban por su rostro. En mi boca las palabra no querían salir, no queria preguntar, sentí la angustia en mi pecho oprimirlo como si fuera a matarme.

-          ¿Cómo esta… Donde esta finny?

 Su rostro se endurecio, como si luchara por mantenerse sereno. El doctor me miro en silencio, mi madre hundio su rostro en mi camilla y sentí sus lágrimas en mi mano y los lamentos de su pecho, mi padre solo pudo avanzar hasta el ventanal de la habitación dándonos la espalda mientras cubria su boca.

-          ¡¿DONDE?! .- Grite furico y a la vez aterrado.

-          Murió ciel. Finnian murió en el acto con el impacto al igual que la familia contra la que se estrellaron. Solo tú sobreviviste.

  Todo se oscurecio…

 Senti lagrimas ardiendo en cólera y desesperante tristeza subir a mis ojos.

 Finny, Finny, Finny… Su nombre desfilaba por mi pensamiento como un puñal que se enterraba cada vez más hondamente en mi interior.

 Queria gritar, mi boca se abrió lista para rugir pero mi garganta ardia, mi voz solo era ceniza que se volatizaba sin emitir un solo ruido, el aire denso quemaba mis pulmones y todo aquello no parecía otra cosa sino una pesadilla en vida que dolia en cada centímetro de mi existencia.

  A mi lado las maquinas comenzaron a emitir un desesperante ruido, pitaban cada vez mas rápido mientras yo me retorcia de rabia, pateaba y lanzaba golpes sumido en la histeria.

 Los rostros de mis padres palidecieron y luchaban por sujetarme, pero a cada instante todo era peor.

-          ¡SALGAN! ¡salgan rápido de aquí!

-          NO! CIEL!

Mama gritaba desesperada mi nombre, pero yo ya no le escuchaba.

 

-          ¡ENFERMERAS!

Grito en la puerta el medico que que movio de un tiron a mi madre y ahora apretaba mis hombros con fuerza contra la cama tratando de mantenerme fijo en ella. Como si se tratara de un interruptor un aullido desgarrador rasgo mi garganta y el aire se vicio de dolor.

 No articulaba palabra alguna, simplemente gritaba, gritaba y sentía al rojo vivo cada cuerda vocal.

 Cuatro mujeres entraron aterradas y con fuerza dos de ellas lucharon por sacar a mi madre mientras que otras dos comenzaban a sujetarme… manos y pies.

-          ¡SUELTENME!

-          ¡Hay que dormilo ya!

 Mi puño escapo de la mano de una de las jóvenes nervionas y con fuerza impacto contra el rostro del doctor, su labio roto comenzó a sangrar mientras continuaba con mi forcejeo. El sostuvo ese brazo y la enfermera que me había soltado ahora preparaba con manos temblorosas una inyección.

-          ¡NOOO!

 Lo ultimo que sentí fue la aguja penetrar la piel y el liquido entrar en mi cuerpo, en un ultimo movimiento brusco note como la aguja se partia dentro de mi brazo… pero ya daba igual, la droga estaba en mi… ya era demasiado tarde, demasiado tarde para demasiadas cosas…

 Finny… musitaba entre lágrimas mientras era vencido por el fármaco que se llevaba mi consciencia lejos de aquella fría sala, lejos de los agitados rostros del médico y sus aterradas enfermeras.

 

 

Mi sentido del tiempo se había perjudicado a niveles que ni siquiera lograba comprender, eso fue lo primero que pensé cuando de nuevo mis ojos estuvieron abiertos, pero ahora era una oscura y serena noche lo que se vislumbraba a través del ventanal.

 Pensé estar solo, pero no era así…

 Brillantes ojos caramelo me veían desde el sofa al otro lado de la habitación.

-          ¿Cómo te sientes?

 De nuevo el doctor con un rostro agotado iluminado tenuemente por la luz nocturna.

 No respondí.

-          Espero que no te moleste demasiado, pero luego de lo de esta tarde no puedo dejarte solo.

-          ¿piensan que soy un maldito suicida?

 Enmudeció por un instante.

-          No lo creo, pero llevo años aquí, he visto lo que la heridas emocionales hacen a la razón y no quiero correr riesgos.

 No pude evitar reir irónicamente.

-          Lo lamento de verdad ciel.

 Apreté mi mandíbula dolorosamente.

-          No mas que yo…

 Se levanto y en silencio reviso los aparatos a mi alrededor… estando mas cerca pude ver el golpe en su cara. Note que se dio cuenta.

-          No pienso disculparme…

-          No lo esparaba, son gajes del oficio.

 Habia algo en la noche que ponía nervioso a los demás, pero para mi nunca fue asi… La noche fría siempre me había dado los mejores consuelos.

-          ¿No pudieron hacer nada? .- musite.-

 EL comprendió pronto de lo que hablaba.

-          No ciel, cuando los paramédicos llegaron ya había fallecido.

  Respire profundamente.

-          ¿y yo? ¿Cuál fue la diferencia?

-          Por cómo te encontraron llegaron a la conclusión de que venias acostado en el asiento trasero. Cuando chocaron quedaste atrapado contra los asientos delanteros y aunque eso ocaciono la mayor parte de las fracturas, también es posible que haya sido lo que amortiguo el golpe.

-          ¿y… los demás?

 Hizo una pausa fingiendo calma mientras seguía inspeccionando cosas.

-          El coche de la familia giro… los golpes que sufieron fueron fatales, multiples hemorragias y eso fue todo… murieron sin poder hacer mas.

-          ¿Cuántos eran?

-          Cuatro… dos adultos dos niños… No deberíamos hablar de eso ciel, debes recuperarte.

-          No podre hacerlo… no hasta saberlo todo…

Suspiro

-          ¿Qué paso con finny?

-          Ciel, en serio que…

-          Digamelo, estoy bien… solo quiero…

 Necesitaba saber como…

-          Tu amigo sufrio varias fracturas en la columna y su cráneo.

 Mis ojos se humedecieron levemente. Pero antes de poder indagar mas, una punzada en mi cabeza me hizo estremecer. Se acerco de nuevo en silencio con otra aguja en sus manos.

-          ¿Qué es?

-          Algo para el dolor, te quedaras dormido pronto.

-          No lo necesito.

 Se rio.

-          Creeme, mañana será un dia agotador.

-          ¿a que te refieres?

-          Bueno esta el hecho de que tienes un brazo fracturado en tres partes, una pierna en dos, el tobillo derecho y tres costillas fracturadas, una contusión cerebral, el cuello lastimado y una buena cantidad de raspaduras cortes y golpes; Por otro lado estaras recibiendo un sinfín de visitas, han venido muchas personas preguntando por ti y por su puesto todo lo que debe ponerse en practica para tu recuperación. Sera un viaje algo largo.

-          ¿estare mucho aquí?

-          Eso dependerá de tu evolución…

Sostuvo la jeringa y la movio frente a mi.

-          ¿cooperaras o romperas otra aguja?

-          Hazlo de una vez.

No era tan fuerte como lo que me habían dado en la tarde, pero poco a poco fue aliviando el dolor y tal como había prometido grell, pronto estuve dormido, aunque el hueco en mi pecho se sentía mas amplio que nunca.

 Pero como siempre, lo peor aún estaba por venir…

 

---

 

La mañana transcurría sin esencia para mi, solo era un cuerpo con ojos fijos en las nubes lejanas, no queria pensar en nada, no queria sentir su ausencia y abrumarme por saber que jamas le veria de nuevo. Que bueno era para esquivar el dolor huyendo dentro de mi propio vacio; Si claro que lo era, ya lo había hecho antes… demasiadas veces.

Corre, corre, corre Ciel… Una vez este recuperado podre irme lejos, donde no pueda seguirme la cruda realidad.

Era casi el medio dia y aunque un desfile interminable de enfermeras había estado entrando y saliendo una y otra vez, ningúna persona allegada a mi había aparecido…¿No era eso algo extraño? El había dicho que…

 La puerta volvió a abrirse pero esta vez fue Grell quien apareció.

-          Hola CIel.

 No hubo risas en su saludo.

-          ¿Qué tal vas con el dolor?

-          No siento mucho en realidad… Creo que han hecho un buen trabajo drogándome.

 Una mueca se dibujó en su cara pero no terminaba de ser una sonrisa, se veía bastante más serio de lo que pensé que pudiera ser.

-          ¿Qué está pasando?- Pregunte sin más titubeos.-

 Avanzo despacio y se sentó en una silla junto a mi cama, Los dedos de su mano frotaron sus ojos enrojecidos por el sueño y luego el tabique de su nariz.

-          Ciel dime, ¿Cuánto puedes recordar de esa noche?

-          Nada.

Respondi secamente, molesto conmigo mismo.

-          Eso me temía… No recuerdas nada del accidente eso es obvio, pero ¿Qué hay de antes de eso? ¿Qué hay de ese día?

No sabía por dónde comenzar, una muy familiar sensación me inundo. Me sentí de nuevo en aquella lejana pesadilla… ¿habia sido una pesadilla nada mas?

-          Su compañero Bardroy, nos dijo que habían cerrado el negocio por el que habían venido y que fueron a festejar por ello, afirmo que en el bar había conseguido algo de compañía asi que prefirió quedarse cuando ustedes dijeron que debían ir a un sitio… iban a visitar un lugar de cuando aún vivían en Londres.

 Permanecí estático, vi las nubes lejanas nuevamente… parecían humo que se dispersaba.  Casi al instante me transporte a aquel infinito espacio en blanco, y ahí estaba, la enorme brecha entre mis recuerdos… No había sido un sueño en absoluto.

-          ¿Recuerdas tu viaje? ¿Recuerdas la semana que llevas aquí?

 Me gire inmutable, con una expresión fría. Finny no era el único que se había ido…

-          Grell ¿Qué edad tengo?

 Sus claros ojos me inspeccionaron, tratando de adivinar que estaba pensando.

-          Treinta y tres años.

-          Al menos eso lo recuerdo…

-          ¿a qué te refieres?

 El ya lo sabía, lo veía en su rostro…

-          ¿Por qué ha venido a preguntarme esto? ¿Po que no has dejado pasar visitas?

-          Ciel… Tengo el resultado de unas tomografías y placas de tu cabeza.

Ahí estaba, la confirmación de mi castigo.

-          Tenemos razones para pensar que tu memoria pudo verse afectada por el golpe.

 No pude evitar carcajearme.                                                          

-          ¿Creen tener razones para pensarlo?

 Mi sonrisa amarga no se borraba y alguna lagrimas se deslizaron por mi rosto…

-          Entonces que tal esto… No se dé dónde vengo ni que ha pasado esta semana, no tengo idea de quién es Bardroy y no sé a qué demonios te refieres cuando dices que “volví por viaje de negocios”

-          Ciel ¿Qué estas dicien…?

-          Que mis últimos recuerdos se evaporan al final de mis 23 años.

 En su cara se plasmó la preocupada expresión del desconocimiento total, en la mia seguía firme la sátira sonrisa de quien sospecha merecer tal destino.

 Hay cosas que debo pagar… y este es el amargo comienzo.

Notas finales:

Nos leemos en los cometarios, como simpre abierta a peteciones, criticas y reconmendaciones!


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