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POR QUE A MI? por serenataurus6

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Notas del fanfic:

Una extraña amistad

Notas del capitulo:

-¿¡QUÉ HICE PARA MERECERME ESTO!?-se preguntaba siempre Milo

¿POR QUÉ A MÍ?


No había sido la noche que esperaba, estaba apenado con Camus por la bochornosa cena cortesía del impertinente, infantil y troglodita de Aldebaran, y lo peor que siempre se las arreglaba para quedar bien en cualquier circunstancia y el siempre como un estúpido.

-¿¡QUÉ HICE PARA MERECERME ESTO!?-grito el indignado chico mirando el cielo.

-Ya Milo deja el drama-apareció detrás el susodicho que tantas ganas tenia de matar y hacerlo desaparecer.

-¡¡Por tu culpa Camus pensara que soy un idiota!!

-Bueno no hace falta ser muy inteligente para darse cuenta de “eso”-se encogió de hombros-Deberías agradecerme. Por hago siempre suceden las cosas y quizás no te convenía ese tal Camus… -aquel tonito empleado por el chico de ojos verdes era de una autentica repulsión con la cita/romance fallida de su compañero -No es adecuado para ti y se nota que tiene serios problemas de comunicación.

- ¡Ese es mi problema! ¡Me gusta mucho Camus pero gracias a ti, arruinaste cualquier posibilidad!-respondió Milo altanero-¡Eres la persona que más detesto en este mundo!

           -Y tú eres la persona que yo más aprecio en todo el mundo-reconoció con una gran sonrisa.

-¡¡Eres el peor!!

A lo que el grandulón le guiño un ojo.

 
 


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-¡Mier…da mil veces mierda…!- maldecía Milo frustrado por no poder alcanzar el bendito libro de programación que se encontraba en una de las repisas más alta de la biblioteca.

-Milo veo que necesitas ayuda-dijo apareciendo  su “simpático y solidario” compañero de cuarto.  Los ojos de Milo centellaron de alegría por ver a Aldebaran que era un coloso de dos metros y más. Era su salvación.

-Si…necesito ayuda, no alcanzo el libro y necesito estudiar tengo prueba el viernes-explicaba angustiado a lo que el grandulón se rio-¿Por qué te ríes?-pregunto enfadado.

-No llores querido Milo para todo hay una solución y yo soy tu solución-dijo Aldebaran en tono relajado sin perder su ancha sonrisa y estiro su musculoso brazo para alcanzar con facilidad el grueso libro y a propósito lo dejo caer para que golpeara la enmarañada cabeza de su compañero.

-¡¡¡Auchhhh!!! –gimió Milo adolorido y acariciando su cabeza-¡¡¡Mi cabeza!!!

-Milo lo siento se me resbalo-dijo el grandulón fingiendo pena-Que torpe.

-Eres un grandisi…

-Amigo, si lo se gracias por recordarlo-interrumpió estrujando con su brazo el cuerpo de Milo que era un enjuto a su lado-Si necesitas algo sabes que estoy para ti-soltó una sonora carcajada.

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-¡Rugby otra vez noooooo!-se lamentaba Milo aquel deporte NO le agradaba para nada y tampoco lo entendía. Sus deportes favoritos eran los extremos no aquellos en donde la gente se mataba persiguiendo un soso balón.

            -Milo jugaremos otra vez-Aldebaran le daba un “afectuoso” palmazo en su espalada ganándose un gruñido.

Milo  se preparaba mentalmente Aldebaran venia por él y no desperdiciaría ninguna oportunidad para hacerlo comer tierra literalmente-¡¡Cállate y juega!!-se quejó colocándose en posición el pito sonó dando inicio al juego.

-Vamos Milo hazlo divertido-dijo Aldebaran con aburrimiento derribando por vigésima vez a Milo que solo deseaba acabar ya con el partido.

-¡¡Quítate de encima!! ¡¡Me vas aplastar!!-dijo con dificultad mientras trataba de salir de la prisión que lo tenía sometido  Aldebaran.

-Game Over Milo-dijo para finalmente liberarlo y reanudar el juego. 

Y la media hora de juego fue comer tierra húmeda…y quedar debajo del zopenco de su compañero.

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Hacía un calor terrible en la facultad  y Milo buscaba un sitio donde tomar su bebida, encontró un solitario banco y se sentó para por fin tomarse aquel congelante refresco cuando sintió que le era arrebatada la botella, abrió los ojos para mirar quien fue que se atrevió cometer aquel improperio. Era Marcus York y su combo que lo miraban con burla y desprecio. 

-¡Devuélveme la gaseosa! –Milo enseguida le reclamo encarándose de frente ante Marcus que era una máquina de fisicoculturismo-¡No es tuya abusador!

-Uyyy que miedo-se mofaba uno de los que acompañaban a York-El informático no vas a lanzar un virus.

 Todos se rieron pero Milo no bajaba su mirada antes aquellos bravucones.

-Hace mucho calor ¿no te parece?-dijo Marcus dándole un pequeño sorber a la bebida. Su grupillo se reía. Milo estaba rojo de la rabia pero pensaba en su bienestar físico pelear con cinco moles no parecía nada lógico en su diagrama de flujo mental que debatía entre el proceso de selección (SI y NO).  Pelear opción SI: Paliza segura. Pelear opción NO: No sufrir daños físicos y solo perder 2 Euros.

-¡Devuélveme la gaseosa!

-Milo colabora con tu prójimo tengo sed.

-No me importa, eso no es tuyo-dijo empujando al norteamericano que no se  movió ni un centímetro.

-Ya verás lo que significa respetar a Marcus York…-amenazo Marcus alzando su puño en dirección al rostro del informático. Cuando se escuchó la grave voz de Aldebaran que hizo que York se detuviera y volteara.

-Marcus deja a Milo-y ahí estaba la imponente figura del  hercúleo rubio.

¿Y si no?-cuestiono  York en modo retador llegándole a menos de diez centímetros a Aldebaran.

-Simple te hare pedazos-dijo y le soltó un fuertísimo puñetazo en el rostro.

-¡¡¡No tenías que haberme golpeado!!!-vocifero Marcus levantándose furioso del suelo tapando su rostro que estaba cubierto de sangre-¡¡¡Estaba bromeando con aquel enjuto!!!

-La próxima vez  no me estés amenazando. Y no seas abusador-dijo tranquilamente mirando con  fiereza a los cuatros chicos que estaban estáticos-¿Ustedes quieren pelear?-pregunto dando dos pasos hacia adelante por respuesta recibió una uniforme negación de cabeza.-¡¡Entonces lárguense!!

Milo estaba impactado que Aldebaran lo haya defendido si al contrario siempre buscaba cualquier oportunidad para molestarlo, incomodarlo y hacerle la vida imposible.

-G-gracias…aun no entiendo porque me defendiste tu siempre me molestas.-dijo totalmente confundido.

-Nadie tiene derecho a meterse contigo-expreso con seriedad-No tienes por qué agradecer eres mi amigo-aquella última frase estaba cargada de sentimiento.

-¿Tu amigo?-pregunto el griego gratamente sorprendido-¿Me defendiste solo por eso? ¿No hay nada más que solo ser tu amigo?-preguntaba inquisitivamente.

-¿Quieres saber la verdad?

Milo asintió.

-Simple porque me gustas…-dejo aquella palabra en el aire y sus ojos verdes detonaba una calidez como una fresca brisa de otoño.

-¿Te gusto? –pregunto Milo todo nervioso y sonrojado.

-¡¡Jajaja!!-escucho la tan conocida carcajada del rubio perdiendo el encanto del momento-Me gusta es molestarte. No te ilusiones-dijo divertido por la situación-Aunque en un futuro quizás seamos algo más que grandes amigos-dijo acariciando la alborotada melena del griego que sentía un cosquilleo en su cuerpo-Es algo que puede pasar.

-Ni lo sueñes.

Y otra vez se carcajeaba el ambiguo grandulón.

-Sabes que te prometí desde tu primer día como universitario hacerte la vida inolvidable y aún falta unos cuantos semestres por delante.

-¿Qué hice para merecerme esto?-susurro Milo mitigado observando como el otro se tomaba su codiciada bebida. Podía escribir un libro de mil páginas con todas las bromas propiciadas por el carismático  gigante. 

-Que bebida tan deliciosa-dijo tomándose la última porción del refresco-Gracias el calor estaba insoportable-suspiraba satisfecho.

-Solo dos…-decía Milo con anhelo faltaba muy poco para deshacerse de Aldebarán ya no lo atormentaría más.

-Tú no te deshará tan fácilmente de mi- dijo adivinando el pensamiento del enmarañado rubio y beso con suavidad la mejilla del informático-Además tú has sido el mejor amigo que he tenido. Y nos faltas muchas cosas por vivir juntos. 

-Y tú has sido el peor amigo que he tenido-corroboro Milo con total sinceridad los dos se rieron.

-Vamos te pagare el refresco y te brindare la cena.

-¿Enserio?-inquirió Milo desconfiado.

-Completamente-dijo el grandote sonriente rodeando con su brazo el cuerpo del informático  que aun NO creía en la bondad de su compañero.

FIN


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