Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La Espera por Kauris_Fanel

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disclaimer: El guapisimo de Hiro-kun no me pertenece -¡Ya quisiera yo! :) -, pertenece a Maki Murakami y este capi está hecho sin fines de lucro, solo con el fin de sacar mis traumas :)

Dedicado a mi mejor amiga en el mundo (Paulina-san), por convencerme de subirlo ¡Gracias por tu apoyo! y a todas las amantes del Yaoi por animarme e inspirarme a escribir.

La Espera

By: Kauris Fanel

*** ONE-SHOT ***

(Desde la perspectiva de Hiro)

La lluvia cae estrepitosa al otro lado de la ventana, el lánguido firmamento entristece a cada segundo, pareciera que puede leer en mi interior y llora junto conmigo la pena que me consume sin cesar. El mutismo invade cada una de las paredes que me encierran y terminan sofocándome, dejando a las notas agonizando en el silencio de los exhaustos acordes de una guitarra que ya ni siquiera suena; pareciera que le han arrancado el alma... igual que a mi.

Hace días te espero, deseo verte llegar… con esa expresión boba surcando tu precioso rostro, con tus hermosos ojos violetas colmados de brillo y esa tonta actitud que me parece completamente adorable; solo para contarme cualquier cosa que te haga feliz. Incluso, he sido lo suficientemente egoísta para querer que aparezcas con el corazón roto por haber reñido con él y poder abrazarte con ímpetu desde el fondo de mí ser, secar tus lágrimas con ternura mientras te digo que todo estará bien.

Pero no vienes.

Ni siquiera has llamado o asistido al trabajo desde que volviste con él; quizá porque eres feliz, rodeado por sus brazos y mas enamorado que nunca. Quisiera decirte la alegría que me da saber que estas bien, pero te estaría mintiendo. Estoy lleno de rabia porque desearía ser yo quien te estuviera abrazando en este momento, desviviéndome por llenar de besos tus sublimes labios de terciopelo, ahogando con ellos los melódicos gemidos que ansían escapar de tu garganta, mientras pierdo mis manos entre las hebras de rebelde cabello rosado, que humedecidas por perladas gotas de sudor, comienzan a pegarse sobre la tez de tu cara; ser yo quien terminara embriagado del aroma de esa tersa piel de niño, mientras tu cuerpo se amolda a la perfección al mío y nos convierte en los complementos perfectos de una excelsa sincronía de pasión; ser yo a quien dedicas tus palabras de cariño mientras hacemos el amor… quisiera ser yo.

Pero estoy al tanto de que eso jamás podrá ser, que solo son sueños míos, fantasías que he creado en mi cabeza desde que estábamos juntos en el colegio y que emergen suplicantes por tornarse en realidad, cuando me encuentro atrapado en esta lugar tan cargado con tu presencia, de tu recuerdo; añorando los días en que tu mundo solo giraba a mi alrededor, donde nadie era digno de tu atención mas de lo necesario, hasta que fijaste tus ojos en mi y me diste el mas grande honor que jamás pudiera tener: me llamaste "amigo" y dejando implícito tu cariño en la suave forma en que mi nombre (tan común para mi), se deslizaba de entre tus labios haciéndolo sonar tan maravilloso. Ese tiempo tan lejano que tanto evoco ahora, donde únicamente éramos tu y yo… cuando eras exclusivamente mío.

Junto a ti, hacer música era tan fácil como respirar… solo tenia que mirarte a los ojos para que las notas fluyeran desde mi corazón: cada acorde, cada nota, cada palabra en cada canción estuvo siempre dedicada a ti; porque eres mi estímulo, mi moción, mis ganas de vivir. Pero ahora no, pues esa misma guitarra que tanto se desgarró gritándote el amor que mi garganta nunca pudo pronunciar, ha terminado abandonada en un rincón desde hace tiempo y se ha llenado de polvo y soledad… igual que yo.

No me preguntes como fue que terminé enamorándome de ti, porque en realidad no lo se; todo fue tan natural, tan franco, como si siempre hubieses sido parte de mi y a pesar de ello, mi alma aun mantiene fresca la remembranza de lo que sentí; fue suficiente un pequeño instante para darme cuenta que quería protegerte, de lo mucho que ansiaba el hacerte feliz a cada momento, de verte reír. Me hiciste sentir invencible, que no había nada que no pudiera hacer por ti… simplemente porque te amaba como a nadie. ¿Y sabes por qué no puedo olvidarlo? Por la sencilla razón de que ese sentimiento no ha cambiado en lo absoluto, si acaso tan solo para incrementarse de una forma que ya no estoy seguro de poder controlar, y saber que nunca me podrá pertenecer tu amor es un dolor que recae sobre mi triste existencia.

No puedo evitarlo, estoy totalmente celoso de tu dicha, porque todo es gracias a él y no a mí, yo ya no soy quien te está haciendo feliz. «No puedes evitar de quien te enamoras», te dije en aquella ocasión, la primera vez que me hablaste de él; lo hice pensando mas en mi que en ti, pues yo tampoco había podido evitar enamorarme… aunque tu no sintieras lo mismo. Siempre desee tu felicidad… aunque conmigo.

Mi corazón latía muy aprisa cuando montaba en mi motocicleta para reunirme contigo y aun mas cuando te sentabas detrás y rodeabas mi cintura con tus brazos, sujetándote con fuerza para no caer; te dabas cuenta de la forma desesperada con la que quería escapárseme del pecho por sentirte tan cerca; me preguntabas por que y yo te respondía que todo era por la velocidad… pero era mentira. La sensación de tu pecho pegado a mi espada me hacia enloquecer de felicidad, imaginaba que lo hacías porque me amabas y cuando me hablabas, imaginaba que susurrabas a mi oído palabras de amor como un: "Soy tan feliz contigo"o "Te quiero"…

¡Pero no, no era así!

Recuerdo como mientras hablabas de tu amor por él, yo te decía que lo importante era ser feliz y sincero… ¡Que hipócrita soy! Como puedo hablarte de sinceridad si ni yo puedo ser honesto contigo acerca de lo que siento. Y cuando por fin supe la identidad del hombre que te había arrancado de mi lado para siempre, me dio tanta rabia que quise matarlo, y aun deseo hacerlo pedazos por ni siquiera saber valorarte lo suficiente cada vez que te insulta, en lugar de decirte palabras cariñosas que yo te diría si estuvieras aquí. Pero si lo hago terminaras odiándome irremediablemente y eso me horroriza mas que nada.

Detesto que te haga llorar, que lastime tus sentimientos, la hermosa luz que te hace brillar desaparece cada que peleas con él; a veces quisiera que fuera para siempre, que te dejara y jamás vuelvas a su lado y así te podrías quedar conmigo de ahora en adelante… pero yo no soy a quien tu amas y al recordar ese pensamiento, me asquea saber lo vil que puedo llegar a ser para tenerte.

No sabes lo triste que era verte embriagarte por él, como si en realidad fuera la gran cosa… «¡Estúpido escritorsucho!», pensé. «¿Que tiene él que no tenga yo?». Pero lo sabía muy bien, siempre ha sido así y me duele reconocerlo… tiene tu corazón y quizás hasta tu propia vida y eso es más que suficiente para romperme el alma en mil pedazos, como si fuese de simple cristal.

No olvido que te oí llorar en el baño, sabia que era por él, que tenia la culpa. Fui a buscarlo, quería asesinarlo, que suplicara paredón por haberte herido, que te dejara para que pudieras quedarte para siempre a mi lado; pero… ¡No pude! Sabía que solo te destrozaría y no tuve mas remedio que humillarme por ti, rogarle que te cuidara y amara como lo hago yo en silencio.

Mi corazón se rebosó de alegría cuando me dijiste que lo habías dejado para siempre… ¡No lo podía creer! Por fin mi sueño se había hecho realidad, kami-sama había escuchado mis ruegos entre sollozos y se había apiadado de mí, era mi oportunidad de hacerte mío, de que me amaras como te amo y no estaba dispuesto a perder mi oportunidad...

Yo y mi maldito egoísmo otra vez.

Pero una vez mas, las cosas no saldrían como las había planeado. En lugar de hacerte olvidar, de decirte que era lo mejor para los dos, de esperar que por fin te convencieras que ya no estarían juntos nunca mas, yo… de nuevo te dije que todo estaría bien y te envié a su lado como si en realidad no me importaras, auque me estaba muriendo por dentro. Y entonces volviste con él o mas bien, era él quien siempre regresaba a ti; como si solo estuviese al acecho de cualquier movimiento de mi parte, para saltar de nuevo a tus brazos y alejarte aun más.

Ya se lo que estas pensando: ¿Y que hay de Ayaka-chan?

Un escape, mí salida de emergencia, la forma más fácil de borrarte de mi memoria. Pudo haber sido cualquiera, la primera persona que me hubiera pasado por enfrente en ese momento que me diera el valor que tanta falta me hace para poder relegarte en la fría oscuridad de mi olvido; pero como te darás cuenta no funcionó… únicamente me engañe a mi mismo pues en el fondo, siempre supe que jamás daría resultado y como consecuencia fui yo quien terminó enterrado en ese olvido, porque mi amor solo le pertenecía a esos dulces ojos violetas y a esa inexperta cara de niño… solo a ti y a nadie mas.

Repaso una y otra vez el día que renuncie a NG: hacía mucho que no fumaba, no lo había hecho desde que me dijiste que te molestaba para poder cantar, pero lo necesitaba. Entonces viniste a verme y mas que nada necesitaba que ese pequeño cilindro, me diera fuerzas para evitar arrojarme a tus brazos cuando veía esa desolada expresión tuya tratando de convencerme para que no me fuera, que no te dejara; para mantenerme firme y poder decirte que no volvería a NG, para mantenerme callado y no pedirte que lo dejaras si yo aceptaba volver… no sabes como quise decírtelo todo, confesarte lo que siempre he sentido por ti. No pude más y comencé a decirte lo que jamás creí decir, eso que siempre mantuve en secreto. Aun no olvido lo que dije:

«Ha sido Yuki… el que te ha hecho resistir, no he sido yo. No necesitas a alguien como yo para hacer las cosas bien. Yo… supongo que he estado celoso de él en alguna parte del camino, solo pretendía ser un amigo, pero… estoy enamorado después de todo.»

Comenzaste a balbucear nervioso al oír mis sentimientos hacia ti y trataste de rechazarme lo mas gentil que pudiste, yo ya lo sabia, sabia que no podía esperar nada de ti mas que tu amistad y no me quedó mas remedio que desviar mis palabras de forma discreta hacia otra persona; no quería hacerte sentir mal, no quería que sintieras lástima por mi, ni mucho menos, quería que me destrozaras más con tus dulces palabras. No cabe duda de que a final de cuentas soy tan cobarde y tan estúpido que termine por hablarte de Ayaka-chan y te hice creer que era ella de quien estaba enamorado en realidad… como si de verdad me importara.

Justo cuando me iba a marchar, cuando por fin te dejaría libre aunque me quedara sin corazón, llegó ella suplicándome quedarme por "ella". Otra vez tu mano se había entrometido en mi vida, sujetándome para no dejarme ir, de nuevo y para mi desgracia, te ganaste mi corazón; no me fui por ella, sino por ti… porque tu me necesitabas, porque estabas preocupado por mi. Ya ni recuerdo cuantas veces fingí emocionarme desde entonces cuando hablaba por teléfono con ella, haciendo un esfuerzo sobrehumano para no colgarle, imaginando que eras tu con quien hablaba de tantas tonterías que solo se dicen dos personas que comienzan un romance; pensé que tal vez te pondrías celoso… que equivocado estaba.

Ahora me abrazo a la almohada con fuerza, como si con eso pudiera calmar mi dolor; pero es imposible, tanto ella como las sabanas sobre mi cama aun huelen a ti, a ese refrescante aroma que despides siempre que estas aquí y me hace delirar; me aferro a ellas aun más, como un náufrago se aferra a un salvavidas en medio del océano, memorizando una vez mas tu cuerpo delineándose bajo ellas como si fuesen una segunda piel. No puedo evitar atesorarlas como a nada en el mundo, pues son las mismas que usaste la última vez que reñiste con él y te echó de casa, aquella vez que viniste a mi casa y pasaste la noche en esta misma cama, donde tantas veces he querido hacerte mío; te arropé para que descansaras y cuide de tus sueños con amor, y solo pude observarte repetir su nombre desesperadamente entre pesadillas o quizá, dulces sueños.

No cabe duda, ese fue el día en que me di cuenta de todo… no importa todo lo que pudiera hacer o decir, tu ya le perteneces a un hombre y ese hombre no soy yo; finalmente me habías apartado de tu lado y no había mas que hacer que dejarte ir, dejarte ser feliz.

Pero ya nada de eso interesa, me he quedado sin aliento, sin voz, sin alma de tanto llorar, de tanto gritar tu nombre a la insipiente nada que no me responde y me obliga a extinguirme en mi tormento; porque se que jamás vendrás a mi… MI AMADO SHU-CHAN.

-Si pudiera verte una vez mas… si tan solo vinieras, yo…

************************************************************

Toc, toc, toc…

-Hiro ¿estas ahí? Soy yo… ¡Shuichi!


FIN.



N.A: Ojalá les guste, es mi primer fic (o mas bien monologo). Manden revews xfa. Tambien se aceptan sugerencias, tomatazos y cartas bomba a: kauris.fanel@gmail.com

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).