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Sobre ruedas por yoshi_cl16

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Notas del fanfic:

Oneshot que participa en la octava convocatoria de “Gundam Wing Yaoi en Español en:

https://www.facebook.com/Gundam.Wing.Yaoi.Hispano

Notas del capitulo:

Los personajes no me pertenecen pero me encanta usarlos XD

Sobre ruedas

 

-Y Duo gana por sétima vez consecutiva- Vitoreaba el mismo Duo su triunfo mientras que Wufei se dejaba caer cansado sobre la cancha de básquet con cansancio notorio- Vaya Wu-chan, si que no aguantas mucho- Comento en tono de burla hacia el oriental.

-Cállate Maxwell- Se acostó en la cancha tratando de regular su respiración sintiendo como Duo se acercaba en su silla de ruedas quedando a su lado.

-Toma- Le dejo caer en la cara una toalla.

-Gracias- Se sentó limpiándose el sudor en eso nota como Duo le entrega una botella con agua fría- De verdad me sorprender Maxwell- Miro al trenzado que tomaba de su botella.

-¿El que?- Lo miro con dudas.

-Bueno, tu sabes- Miro la silla de ruedas.

-Ha ¿esto?- Palpo la silla en donde estaba sentado- Es solo un detalle- Hablo sin darle importancia.

-¿Como que solo es un detalle?, si me hubiese pasado a mi…- Sintió como Duo colocaba una mano en su hombro haciéndolo callar.

-Pero no te paso y eso es bueno, a demás es como te digo, es solo un detalle, soy el mismo Duo de siempre, sigo siendo mejor que tu en baloncesto- Sonrió con orgullo.

- Pero nunca has sido mejor que yo en artes marciales- Refuto el oriental.

-Es porque no soy descendiente de Jakie Chang- Se defendió.

-Ya te he dicho que no soy descendiente del señor Chang, según mi árbol genealógico…

-Si, si, ya se, ya se, las ramas de sus arboles no son las mismas y bla, bla, bla- Lo interrumpió ya que sino lo hacia tenia que aguantar toda una clase de historia oriental que no estaba dispuesto a escuchar para no aburrirse y morir de cansancio.

- Eres irritante- Lo miro enojado- Por otro lado ¿como vas con los entrenamientos?

-Voy bien, como siempre siendo el mejor de todos, tengo una buena marca de canastas, ¿sabes? Soy el mejor en encestar tiros de tres puntos- Hablo emocionado.

-Si, de eso me di cuenta- Murmuro entre dientes pues había sido así como le había ganado, gracias a esas canastas de tres puntos, de todos modos el trenzado había escuchado por lo que estallo en risa.

-Vamos, Wu-chan, soy bueno en baloncesto y tu en artes marciales, no se de que te quejas- Vieron como un grupo entraba a la cancha donde ellos estaban- Sera mejor irnos- Comento algo triste y Wufei sabia la razón, entre ellos estaba el chico que a Duo le gustaba y desde que había tenido ese accidente evitaba a toda costa que el otro lo viese.

-Ok- Se levanto y ayudo a Duo a cambiar de silla, pues en donde el estaba era una silla especial para deportes, en ese caso baloncesto, luego agarraba sus cosas y las metía en el bolso de deporte- Dime Maxwell, ¿hasta cuándo evitaras a Yuy?- Cerro el bolso mientras miraba al contrario.

-¿Tu hasta cuando crees que lo hare?- Hablo con ironía.

-No se porque te pones así si tu mismo dijiste que la silla es solo un detalle- Lo analizo.

-Se que lo dije, pero es solo un detalle para el deporte, en la vida personal es…- Callo por unos segundos que a Wufei le parecieron largos- …Es un infierno- Termino con un susurro- En fin, vámonos, ya nos invadieron.

-Como digas, supongo que querrás que pague la apuesta ¿no?

-Claro que si- Hablo victorioso, agarro su bolso y lo coloco en sus piernas mientras que Wufei con tranquilidad y paciencia doblaba la otra silla para llevársela- Salgamos por la otra entrada.

-Ok- Afirmo el chino, Duo comenzó a manejar su silla de ruedas eléctrica pero al estar cerca de la puerta escucho una voz conocida para ambos.

-¡¡¡Hey Duo!!!- Exclamaba un sonriente árabe que se acercaba corriendo hacia ellos- ¿No nos veras jugar hoy?

-Hola Q-man, no, hoy no- En eso noto que se acercaba el novio del rubio, un latino de ojos verdes y al lado de el venia su gran tormento Heero Yuy- Wufei y yo saldremos hoy- Se excuso a lo que el chino solo levanto la ceja en forma de sorpresa- ¿Verdad Wu-chan?

-Etto…- Vio como Duo lo miraba con ojos de cachorro abandonado- Si, en estos momentos íbamos de salida- Comento con cierto nerviosismo.

-Entonces tienen una cita- Comento con inocencia el rubio y a la vez llagaba Trowa con Heero.

-Hola- El latino saludo al par- ¿Quien tiene una cita?- Pregunto con interés, Duo iba a negar que era una cita pues a pesar de todo no quería que Heero pensara que Wufei era su novio o algo parecido pero todo se fue al caño ante la respuesta del rubio.

-Duo y Wufei- Sonrió.

Duo no sabía qué hacer en ese momento, su rubio amigo árabe dijo aquello con tanta tranquilidad que parecía verdad, con algo de nervios miro a Heero y este se le quedo mirando unos segundos a los que a Duo le pareció una eternidad, así que con los nervios y el sonrojo en su rostro solo podía mirar hacia el piso.

-En ese caso felicitaciones- Sonrió el latino y eso hizo que Duo se sonrojara mas sin poder negar la ilusión del rubio.

-E… etto… gra… gracias- Logro hablar el chino ya que el trenzado solo clavo su mirada el piso y los otros tres los miraban de forma muy detallada- Ya… ya nos vamos, adiós- Y sin que Duo manejara la silla de ruedas el mismo empujo la silla para sacar el trenzado de esa situación.

-Adiós- Se despidió el rubio- Vaya, ¿quien diría que esos dos terminarían como novios?- Sonrió un poco- Huy, lo siento Heero, al parecer Wufei se te adelanto- Coloco una mano en su hombro en forma de consuelo.

-¿Tu crees?- Miro como el chino empujaba la silla como si fuera una carrera de atletismo con obstáculos huyendo lo mas rápido que podía.

-A mi me parece que si- El latino también observaba al par que se alejaba por las calles- Aunque con la prisa que cargan, tal vez no- Sonrió en complicidad.

-¿Por que dicen eso? A mi me perece que hacen una bonita pareja- Comento sin entender mucho el árabe viendo como el chino cruzaba en una calle ocultándose de la vista de ellos.

-Por eso es que te amo- El latino se acerco al rubio robándole un beso a lo que el otro solo se sonrojo por el acto del mayor y es que el latino no podía evitar demostrarle esos actos de cariño al ver lo inocente que era su novio ante algunas situaciones mas que obvias.

Heero solo se quedo analizando los hechos, Duo no le levanto la vista por mucho tiempo, ese sonrojo que no le abandono desde que ambos se miraron a los ojos, el nerviosismo de Wufei y esa escapada rápida por parte de ambos, en verdad que esos dos eran muy malos mintiendo, solo el rubio se pudo creer el cuento de que eran novios pero Heero sabia la verdad, Duo y Wufei solo eran muy bueno amigos, se conocían desde siempre y ambos se consideraban casi hermanos, el que no los conocieran como ellos tres lo conocían o por lo menos dos de ellos cualquiera incluyendo Quatre se creería el cuento de que ambos eran novios.

-Vamos chicos es hora de entrenar- Les hablo su entrenador desde lejos.

-Sera mejor ir antes que el entrenador Treizen nos castigue como la vez pasada- Tembló un poco el rubio.

-Cierto- Secundo el latino luego miro a Heero- ¿Te quedas?

-No- Dejo de mirar en la dirección donde Wufei y Duo habían desaparecido.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-

-Eso es lo peor que me ha podido pasar en la vida- Se dejo caer Duo sobre la mesa de la heladería.

-¿Solo a ti?- Miro algo enojado a Duo- Por tu culpa pensaran que soy tu novio y yo ni gay soy, no es por menospreciarte ni nada, no tengo nada en contra de los gays pero por Shen Long ¿porque no se te ocurrió algo mejor?- También se había dejado caer en la mesa quedando de frente a la cara de Duo.

-Es que cuando vi a Heero, no sé, todo se me nublo y no pude pensar ni mucho menos hablar, lo siento- Hablo arrepentido mientras miraba la cara de Wufei que estaba casi frente a el, noto como el chino solo suspiro cansado.

-Solo olvídalo- Se levanto y sentó bien en la silla como se debía, tomo la carta del menú y comenzó a leer- ¿Quieres una malteada de chocolate?- Lo miro de reojo

-¿Puedo pedir el extra grande con una tarta de fresa y dulce de leche?

-Solo por hoy, no te acostumbres- Le advirtió.

Ambos hicieron su pedido, Wufei solo pidió un café helado, luego solo se dedicaron a disfrutar de su helado y hablando de cosas sin sentido, luego Wufei acompaño a Duo hasta su casa y allí lo despidió ayudándole a subir la silla de deporte, una vez listo se fue a su departamento el cual era en la puerta de frente del departamento de Duo.

Duo se quedo en la soledad de su casa, siempre agradecía que Wufei lo acompañase y ayudase en algunas cosas, sobre todo a superar la perdida de movilidad de sus piernas, en la soledad de su casa Duo recordaba lo que había vivido antes de quedar sentado en esa silla y eso no le gustaba para nada.

Wufei y él se conocían desde pequeños, Wufei fue criado por su estricta abuela ya que sus padres habían muerto en un accidente cuando el era mas pequeño, mientras que Duo vivía con su padre un borracho que no le importaba nada mas que beber licor, la madre de Duo los había abandono al ser maltratada por su borracho esposo dejando a Duo a su suerte, lo único que le agradecía Duo a sus padres era que lo habían dejado a su mera libertad, pues el tenia alrededor de 8 años cuando sus padres se separaron, pero la abuela de Wufei al ver el espíritu rebelde del chico y ser el mejor amigo de su nieto lo ayudo a ser un chico de bien, tanto así que el día que el padre de Duo se fue de la casa cuando este tenia a penas los 10 años cumplido el trenzado no le dio importancia ni le molesto siquiera porque ya había sido adoptado por la abuela del chino.

De esta forma el trenzado comenzó su vida con tranquilidad bajo la supervisión de la abuela Chang, apodo que le decía de cariño, esta le enseño muchas cosas como si fuera su propio nieto, le enseño tanto disciplina como cosas para la vida, en realidad la abuela del chino era una muy buena persona a pesar de su carácter, pero las cosas y personas buena no duran para siempre, la abuela había enfermado y luego de unos meses murió dejando a ambos chicos hechos y derechos, así que ambos comenzaron a hacerse compañía uno al otro.

Todo iba muy bien en la vida de ambos a pesar de las perdidas, eran buenos en los estudios y sobre todo en los deportes, Wufei se fue por las artes marciales mientras que Duo por el Baloncesto, practicando esos deportes ambos habían conocido a sus amigos Quatre Raberba Winner, Trowa Barton y Heero Yuy, los tres practicante de de baloncesto al igual que el trenzado, pero todo cambio el verano en que Duo tuvo aquel accidente.

*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Waw por fin unas vacaciones de verano como grupo de baloncesto- Hablo muy emocionado el trenzado entrando al living del hotel.

-Es entrenamiento de verano, baka- Le dijo Heero saliendo detrás de el con el bolso del respectivo equipo.

-Íbamos tan bien- Refunfuñó arrastrando su bolso.

-Vamos Duo, nos divertiremos, no creo que el entrenador no nos permita darnos un chapuzón- Hablo divertido el rubio.

-Hablamos del entrenador Treizen- Señalo el latino al mayor quien estaba hablando con la recepcionista del hotel reclamándole la razón por la cual no aparecían en la lista de reservaciones.

-Adiós verano- Hablaba Duo con drama viendo desde lejos la playa.

-No vinimos a divertirnos- Puntualizo el de ojos azules cobalto.

-Nosotros no, ellas si- El rubio miraba con horror al grupo de porristas de su equipo liderado por Reelena quienes entraban como si fueran las idols del momento.

-Sera un largo entrenamiento de verano- Suspiro cansado el trenzado.

-No te quejes Maxwell- El chino había aparecido detrás de el colocando su brazo en el hombro del otro.

-Tu lo dices porque vienes a vacacionar- Lo mira algo enojado.

-También vengo a entrenar- En eso se acerca el rubio.

-Hola Wufei- Saludo de forma cortes aunque el japonés y el latino solo asintieron con sus cabezas.

-Hola Winner, Yuy y Barton- Saludo al trío- Pongámonos de acuerdo para darnos un chapuzón en nuestros tiempo libre.

-Si es que tenemos- Comento el latino.

-¡¡¡Heero!!!- Es escucho la voz chillona de Reelena quien se acercaba al grupo con su mejor amiga Dorothy.

-Hola Quatre- Saludo Dorothy al rubio quien no sabia que hacer pues sabia de ante mano que ella gustaba de él pero aunque sabía que Trowa era su novio aun así ella insistía.

-Hola, señorita Dorothy- Hablo con nervios sintiendo como Trowa se acercaba a él como un guardaespaldas.

-Heero ¿como estas?- Lo saludaba Reelena.

-Hn- Uso su monosílaba favorita, Duo al ver a la pareja solo miro con cierta tristeza pues le gustaba Heero pero este solo lo veía como a un amigo mientras que Reelena se le acercaba de forma coqueta, a pesar de que Heero no expresaba ningún interés por la chica, Duo estaba convencido de que Heero era hetero, aunque no mostraba ningún interés ni por las chicas ni por los chicos.

-Que bien que nos encontramos- Hablaba la rubia apegándose a él.

-Hn.

-Muchachos a reunirse- Los llamo el entrenador Treizen- Ya está todo resuelto- Hablo triunfante aunque la recepcionista y el dueño del hotel se veían muy decaídos, como si fueran perdido una apuesta millonaria- Nos quedaremos en este hotel durante toda la semana, así que hagan parejas para repartirles sus habitaciones.

-Heero y yo estaremos juntos- Hablo la rubia muy animada.

-Solo es para los integrantes de mi equipo, el instituto solo pago la estancia del equipo de baloncesto masculino, no se como pagaran los gastos las porristas- Sonrió de forma irónica- Duo, tu harás pareja con Heero- Le ordeno.

-Si- Acepto como un militar la orden se su superior.

El trenzado no podía estar más feliz, en verdad tenía suerte de que el mismo entrenador le diera esa orden, todos los chicos del club de baloncesto se reunieron en parejas para luego ser distribuidos en la habitaciones correspondientes, solo por ese día disfrutarían de su estadía en el hotel ya que el día siguiente empezarían con el duro entrenamiento pues iban a participar en los juegos inter-escolares.

-Vaya, no esta nada mal la vista desde aquí, ¿no te parece?- Hablaba el trenzado al de ojos azules cobalto mientras miraba por el balcón de la habitación que les habían asignados.  

-No esta mal- Se acerco al trenzado quedando a su lado, haciendo que el trenzado se sonrojara un poco- ¿Te encuentras bien?- Se preocupo al verlo- No tendrás fiebre ¿o si?- Se acerco mas colocando la frente de el contra la de Duo y este se sonrojo mas de la cuenta.

-Etto… yo… eee… Estoy bien, desempacare- Se alejo del otro entrando a la habitación tratando de distraerse con su maleta causándole algo de gracia el otro que solo mostro una mueca en forma de sonrisa.

Al final decidieron ir a la playa, Duo le aviso a Wufei y este fue con ellos, disfrutaron de una tarde libre de estrés divirtiéndose como cualquier turista.

La semana pasa de la misma forma tranquila, entre entrenamientos largos y muy duros donde cada uno destacaba y explotaba sus habilidades, entre ellos Duo quien se hizo famoso por sus tiros de tres puntos lanzándolos a un poco mas de la mitad de la cancha.

El día antes de regresar el entrenador le dio la tarde libre inclusive parte de la noche, Reelena había pasado toda la semana tratando de llamar la atención de Heero pero este no le hizo caso en ninguna ocasión pero vio como el de ojos azules se había puesto mas cercano al trenzado, por casualidad descubrió el secreto de Duo y decidió enfrentarlo en medio de una fiesta que se celebraba en la paya.

Ella había gritado que Duo era gay y que estaba enamorado de Heero pensando así que Heero lo menospreciara y al fin se quedara con ella pero cuando dijo aquello sobre Duo él no supo que hacer pues los demás lo veían como un bicho raro mientras hacían comentarios exagerados acerca de él y Heero, miro al ojos azules y al encontrarse con su mirada el miedo se apodero de el así que termino corriendo del lugar.

Reelena estaba feliz por su hazaña pero no conto con que Heero fuera detrás de Duo quedando ella mal delante de todos.

Heero alcanzo a Duo en las orillas de un rompe olas donde el trenzado solo se había sentado a ver como el gran mar azotaba la orilla con furor, cuando Heero se paró a su lado tembló al verlo pero no podía huir de allí al menos que se lanzara al mar pero eso era mala opción.

-El entrenador no nos enseño a huir- Hablo a su lado el de ojos azules cobalto.

-Tampoco me nos enseño a enfrentar todo esto- Casi hundía su cabeza entre sus rodillas- Seguro pensaras que soy un bicho raro y asqueroso- Decía sin sacar la cabeza des sus rodillas.

-Siempre he pensado que eres un bicho raro- Vio como Duo hundía mas su cabeza, si es que lo podía hundir mas- Pero nunca pensaría que eres asqueroso- El otro levanto su cabeza con sorpresa.

-Entonces…

-No me molesta que te guste, solo que por ahora no sabría decirte con exactitud lo que siento.

-Me estas dejando en la friend zone- Se quejo un poco.

-Digamos que solo estas a un paso para entrar allí- Vio como los ojos de Duo se iluminaron ante esas palabras.

Heero por alguna razón sintió algo cálido dentro de el, no era que estaba enamorado de Duo pero si le agradaba mucho su compañía, es mas la única compañía que le gustaba era Duo y la de sus otros amigos, pero la compañía de Duo era especial para el.

Toda la escena era observada por Reelena y aunque no pudo escuchar la conversación podía ver las facciones del Trenzado y deducir con claridad que Heero le estaba dando alguna clase de esperanza.

Reelena le comían los celos ya que desde que vio a Heero se había encaprichado con el, pues ninguna chica había podido atrapar al de ojos azules cobalto así que mas que por amor era un reto, pues a ella no se le escapaba un buen partido y Heero lo era, pues era uno de los mejores jugadores de Básquet del instituto, tenia buena apariencia y por lo que decían era el nieto de un gran científico el cual apodaban “Doctor J” que construía grandes robots mecánicos de última generación llamado Gundam, Heero era un gran partido y un gran reto por eso estaba encaprichada con el aunque por lo que veía tenia un contrincante y eso no le gustaba para nada.

-Duo Maxwell me encargare de ti- Apretó los labios con furia para luego irse del lugar y maquinar que hacer.

-Sera mejor que volvamos al hotel, ya tienes sueño- Observaba el de ojos azules al trenzado.

-Si, tienes razón y no solo sueño sino frio también- Se abrazo a si mismo.

-Toma- Le entregaba su camisa para que se cubriera un poco del frio.

-Vamos no soy una chica- Dijo con orgullo- Aun así te acepto la camisa sino llegare como un cubito de hielo al hotel- Tomo la camisa y se la coloco.

La noche había pasado de forma tranquila para los dos, Duo soñando en el día que Heero se decidiera a confesársele con sinceridad mientras que Heero se debatía entre como definir sus sentimientos, pero le tranquilizaba ver a Duo dormir de forma tan descuidada sobre la cama pues se sentía tranquilo al no tener la presión de Duo muy a lo contrario de lo que sentía hacia Reelena, pues esta lo perseguía y eso le molestaba en gran manera.

El campamento de entrenamiento de verano termino y todos se devolvían hacia el instituto.

-¿Te vas a quedar?- Pregunto el de ojos azules cobalto al de amatista ya listo para bajar al autobús.

-Ya bajo, es que no encuentro mi celular- Decía a la vez que andaba revisando debajo de la cama- Ve tu y diles que en un momento bajo.

-Ok- Heero bajo y en medio de las escaleras vio a Reelena quien a su sorpresa le dio paso para que bajara sin decirle más que un “Que tengas un buen viaje”, eso le extraño mucho así que siguió su camino con la incomodidad acerca de la actitud de Reelena.

-Listo, lo encontré- Sonrió triunfal el trenzado, luego salió de la habitación y allí se encontró a la chica.

-Hola Duo- Saludo con tranquilidad.

-Etto… Hola- Se quedo mirándola unos segundos- Bueno disculpa es que ya se va el bus sin mi- Trato de disculparse luego le dio la espalda aunque al hacerlo sintió que lo empujaban.

La escena para Duo fue en cámara lenta, sintió como lo empujaban, luego sus pies no respondía con rapidez, el mundo le dio vueltas sintiendo cada golpe llevándose en el transcurso de la caída un jarrón decorativo, luego todo se puso negro y se detuvo, escuchaba algunas voces pero muy lejanas y cuando abrió los ojos vio a Heero que llegaba corriendo a su lado y a su otro lado ya estaba Wufei  quien lo miraba preocupado, sabia que le decía algo pero no entendía que era, luego solo cerro sus ojos.

Despertó un par de días después sin saber donde estaba, solo veía una habitación blanca y a su lado vio a sus amigos, Quatre quien estaba cortando una manzana mientras que Wufei jugaba ajedrez con Trowa y Heero estaba a su lado junto a Quatre, ellos al verlo despierto lo miraban con algo de preocupación.

-¿Porque me ven así? ¿Donde estoy?- Antes de que alguien dijera algo hablo el rubio.

-¿Te encuentras bien Duo? ¿Nos reconoces?- Lo miraba fijamente.

-Si los reconozco, pero me duele todo- Trata de acomodarse pero le comienza a doler todo el cuerpo.

-Sera mejor que no te muevas- Se le acerca Heero quien lo ayuda a sentarse bien.

-Me duele todo- Comenta con una pequeña mueca de dolor pero luego cae en cuenta con algo- Mis piernas- Los demás chicos se alarmaron un poco sin saber que decir.

-Duo…- El rubio trataba de encontrar las palabras adecuadas pero el trenzado comenzó a desesperarse y darse golpes fuertes en las piernas las cuales no se inmutaba ante nada.

El trenzado entro en estado de pánico, los otros tres chicos trataban de calmarlo en eso llego una enfermera y los doctores para tranquilizarlo con un sedante, ese día lo mantuvieron sedado, al día siguiente Duo despierta amarrado a la camilla y al recordar lo ocurrido las piezas fueron calzando, ese día le confirmaron lo que había temido, el accidente lo había dejado paralitico.

Los días siguientes no fueron nada fáciles, el trataba de sonreír mientras estaban con los demás pero en la soldad de la habitación era otra realidad, no lloraba porque nunca había llorado pero no estaba tan bien como se lo hacia creer a sus amigos, su sueño era participar en las olimpiadas y estaba a punto de ser seleccionado para las mismas pero debido a ese accidente todo ese dueño se había ido al caño.

Acostumbrarse a una silla de ruedas no fue fácil para él, gracias a Kami contaba con Wufei quien en esos días que le dieron de alta se quedaba con él y lo ayudaba mientras que sus otros amigos lo visitaban de vez en cuando después de las practicas, luego las practicas se fueron poniendo mas duras y ya casi ellos no lo iban a visitar así que se sintió abandonado y más aun cuando Heero dejo de visitarlo también.

-Maxwell ¿a donde vas?- Pregunto al chino al ver que su trenzado amigo salía del apartamento después de 3 meses sin salir.

-Solo me apetecía dar una vuelta- Trato de sonreír.

-Te acompaño.

-No gracias… yo… yo quiero hacerlo solo esta vez, no todo el tiempo estarás conmigo Wu-chan, debo aprender andar solo, ¿no lo crees?- Lo miro con algo de suplica.

-Esta bien, pero cualquier cosa me llamas, sino no podre estar tranquilo- Hablo resignado.

-Lo hare- Le sonrió, el chino sabia que esa no era la sonrisa que Duo Maxwell siempre daba pero al menos no fingió hacerla.

Duo esa tarde paseo como si estuviese perdido por las calles, las personas lo miraban y el se sentía incomodo y mas aun cuando lo ayudaban a bajar o subir de la acera al no tener control total de la silla, estaba resignado a irse a casa cuando escucho el alboroto de unos jóvenes que jugaban, al detallarlos vio que estaban en silla de ruedas pero jugaban baloncesto, se quedo maravillado al ver como aquellos chicos jugaban su deporte favorito en sillas de ruedas, un anciano al verlo se le acerco preguntándole si le gustaba el básquet, el trenzado con algo de timidez, muy desconocida para el, conto un poco lo que le había sucedido.

-¿Y que paso con esa chica?- Hablo con cierto interés el anciano.

-Esta detenida por intentar asesinarme.

-¿Y eso te alegra?

-Lo único que me alegraría es poder usar mis piernas y volver a jugar básquet- Hablaba con anhelo.

-No podrás usar tus piernas nunca mas- Duo sintió que le hablaba con arrogancia y eso le molesto un poco pero cuando fue a reclamarle el anciano continuo- Pero puedes volver a jugar básquet y entrar a las olimpiadas, de eso me puedo encargar yo, por cierto me llaman “Doctor G”- Sonrió con orgullo.

Desde ese día en adelante el trenzado encontró una manera de vivir y de llevar su vida al máximo, el entrenador G o doctor G como todos lo conocían se encargo del trenzado en todo, le encontró una beca para comprar los equipos deportivos que usaría y entreno sin ningún costo con la promesa de que llegaría a las olimpiadas de básquet paralímpicos.

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

-Y así llegue al día de hoy, cuatro años después- Veía un coreo que le había mandado el “Doctor G”, su manager, donde le informaba que era seleccionado para participar en las olimpiadas de básquet paralímpicas, en eso escucha que alguien le toca la puerta así que se dirigió a ella con su silla eléctrica- ¿Que tal Wu… chan?- Se detuvo en seco al ver detrás de la puerta a Heero Yuy su amor platónico- Hee… Heero, que… que sorpresa- Hablo con algo de nervios tratando de ver si el venia acompañado.

-Vengo solo- Vio como el otro palideció- Quiero hablar contigo.

-Ok… pasa- Le invito a pasar, el otro noto que el apartamento era muy espacioso a falta de muebles y entendía la razón pues no podía tener muchas cosas con su silla de ruedas porque después no podría movilizarse- Dime, ¿de que quieres hablar?- Lo miro con detalle.

-Es sobre tu y Wufei- El rostro de Duo parecía todo un poema y eso le daba cierta gracia interna al de ojos cobalto.

-Bu… bueno entre Wufei y yo… pues…

-No son pareja ¿verdad?

-No- Dejo escapar un suspiro un poco aliviado- Quatre mal interpreto todo.

-¿Salen juntos?

-No de la forma en tu piensas… pues veras, hicimos una apuesta y la gane, así que como había perdido tenia que invitarme un helado, pero solo era una apuesta- Trato de explicar.

-Ya veo- Medito un os segundos que a Duo le pareció una eternidad- Ya me decidí acerca de mis sentimientos- El trenzado abrió los ojos entre nervioso y sorprendido- Quiero que seas mi novio- Soltó de forma decidida muy a su estilo.

-Etto… pues… yo… ano… ya… espera, espera un segundo- La cara roja de Duo era muy adorable y mas tratando de calmarse para poder hablar con coherencia- Espera… ¿¡Qué!?

-Quiero que seas mi novio, ¿aceptas?- Duo no podía dar crédito a lo que estaba escuchando, por fin Heero se le había declarado, claro que tardo 4 años para hacerlo pero lo había hecho aunque al verse sentado sobre la silla de ruedas se entristeció.

-Me gustaría pero… será mejor que no.

-¿Por que?- Escucho la voz neutra de Heero.

-¿A caso no me ves? Estoy en una silla de ruedas, ¿como puedes quererme? Lo mas seguro es que me tengas lastima y no sea amor u otra cosa.

-Nunca- El otro lo miro sorprendido- Nunca te he visto con lastima, tu eres el que te ves a ti mismo con lastima- El otro abrió los ojos como platos ante esa confirmación pues en realidad tenia razón, el se veía a si mismo con lastima.

-Te estaría condenando a vivir con un paralitico de por vida- Hablo en un tono algo bajo.

-Me estaría condenando a vivir contigo de por vida y eso me agrada- Eran palabras románticas para Duo aunque dicha de forma tan neutral como Heero lo hacía más que romántica sonaba  a un voto nupcial eterno.

-¿Y si aun así te dijera que no?- Miro a un lado pues a pesar de las palabras de Heero no se sentía con la suficiente autoestima como para que alguien como Heero lo amase.

-Te lo volvería a proponer- Hablo decidido.

-¿Y si aun así te rechazo por no creerte?- Lo miro con cierta añoranza como si buscara una respuesta que lo convenciera de por vida, que esa respuesta le hiciera olvidar su condición para poderse aferrar a esas palabras que lo mantendría seguro por siempre.

-Te lo propondré de nuevo en presencia de todas las naciones- Hablo de forma segura tal como se esperaba de el.

-Estas loco- Rio el trenzado con un brillo que Heero no había visto en años- Quiero ver como le haces para proponerme ser tu novio ante todas las naciones- Rio sin creerle.

*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Y los ganadores de la medalla de oro en básquet masculino es para la selección de Japón- Hablaba el narrador de las olimpiadas, todo el mundo alababa al equipo de Japón por su logro, los reporteros salieron para entrevistar a todos los jugadores pero en especial a Heero quien había sido la estrella de la cancha.

-Coméntenos ¿como te sientes por la victoria obtenida? ¿Tiene algo que decir?

-Si, Duo Maxwell, ¿quieres ser mi novio?- Hablo antes las cámaras siendo televisado ante todas las naciones del mundo la declaración del ojos azules cobalto.

-¿Que harás Maxwell?- Sonrió con picardía el chino al ver el rosto sonrojado de Duo estando en compañía de sus amigos viendo la competencia desde las gradas en medio de la gran multitud.

-Pues darle una respuesta digna a su declaración…

*-*-*-*-*-*-*-*-*

-Acepto Heero Yuy…

-Y esas fueron las palabras que comento el jugador 02 Duo Maxwell de la selección de Japón de Básquet en las olimpiadas paralímpicas- Comento una reportera terminando con su transmisión. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado

 

Nos estaremos leyendo, Ja ne nwn 


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