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Una Luz que se Extingue por rynu

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Notas del capitulo:

Holaaa, espero que os guste esta pequeña historia que se me ocurrio de la nada :)

*Narra Kagami*


¿Cuando empezó este dolor? ¿Cuando empece a sonreír falsamente? ¿Cuando empece a ocultar las lesiones que me producía en mi mismo a los demás?


Mi pecho dolía, cada día que pasaba sentía que me hundía mas y mas en mi depresión.


Nadie parecía notar lo que me pasaba, ni siquiera mi mejor amigo Kuroko, ya que el estaba saliendo con el capitán de Rakuzan y apenas tenia tiempo de observar lo que sucedía a su alrededor.


Los días, semanas o meses, ya no percibía el paso del tiempo. Desde aquel día que destrozaron de la manera mas cruel mi corazón, ya no me percataba de nada.


Fue una tarde saliendo del entrenamiento cuando decidí ir a visitar a mi novio Daiki. Iba totalmente alegre a su departamento, para proponerle que jugáramos un uno contra uno y luego pasar la tarde juntos, cuando note que la puerta estaba medio abierta.


Preocupado, entre en silencio y fui explorando por dentro hasta que escuche unos sonidos extraños provenir del cuarto de Daiki.


Mi cuerpo temblaba, tenia la angustiante sensación de que lo que iba a descubrir no me iba a gustar en absoluto.


Y estaba en lo correcto, en cuanto me asome al cuarto de mi novio, los encontré a ambos desnudos, a Kise y Daiki en pleno acto, siendo el primero en ser penetrado de forma apasionada.


Conteniendo mi grito de dolor y rabia por la traición salí de aquel departamento sin que nunca me descubrieran que estuve ahí.


Me fui al parque y cuando observe a mi alrededor de que no había nadie me derrumbe en el suelo y empece a sollozar roto.


Aomine, a quien le entregue mi corazón por completo, y, Kise Ryota, que se había convertido en uno de mis mejores amigos ya que siempre que lo necesitaba estaba ahí para ayudarme.


Me sentía tan mal, las dos personas que mas había preciado me habían dado tal apuñalada en el corazón.


Esa noche me la pase llorando, y el siguiente a ese, y al siguiente... Llore hasta que me desgarre la garganta y mis lagrimas se quedaron secas.


Con el paso de los días actué como marioneta mecánica, me dolió aun mas que nadie me preguntara que era lo que me sucedía ¿Es que nadie lo notaba?


Aomine apareció una tarde junto a Kise y me preguntaron si quería ir a jugar con ellos al baloncesto, después de que Daiki me diera un beso en los labios en forma de saludo.


Yo me pregunte ¿Como podían actuar así de bien? ¿Acaso no se sentían culpables? ¿Acaso yo era tan poca cosa que no merecía un poco de preocupación o sentimiento?


Yo asentí con la cabeza, aceptando mecánicamente y así paso una nueva tarde sin que ninguno de ellos me notara nada raro.


A pesar de que estaba dolido no podía odiarlos. No podía culparlos. Yo era poca cosa a comparación de ellos que eran brillantes y se conocían desde hace daños. Yo solo había sido un extraño intruso en sus vidas.


Desde aquel día empece a usar muñequeras, por los cortes que me daba con las cosas afiladas que me encontraba a mi paso, cuando estaba hundido totalmente en las aguas profundas de la oscuridad y soledad en la que me encontraba.


Cada día era peor, cada día que pasaba me sentía mas agotado de todo. Del colegio, del baloncesto, de la vida...


Ya no tenia ganas de seguir luchando...


Solo quería dormir y no volver a despertar nunca.


Un día Kuroko me envió un mensaje diciéndome que los de la generación se iban a reunir y me invitaban a participar.


Yo me iba a negar, pero Kuroko me insistió tanto que al final accedí.


En la cancha Aomine me saludo con un ligero beso en los labios y yo me deje dócilmente.


Luego de ello salude a los demás con una sonrisa mas falsa de lo que nunca había hecho.


-Kagami-kun, ¿Desde cuando tienes esas muñequeras?- Me pregunto intrigado al ver que tenia unas muñequeras a juego de color rojo.


Yo respondí que ya las tenia hace tiempo, y que no me las había puesto hasta ahora porque no recordaba de su existencia.


Kuroko me miro con el ceño fruncido como si supiera que le estaba ocultando algo, pero yo simplemente gire mi rostro y fui a practicar unos tiros con desgana, antes de que se percatara de algo mas.


Fue en una jugada cuando vi como Aomine y Kise se miraban que decidí terminar con esta falsa y con todo de una vez.


Me quede quieto mientras agachaba la cabeza con los ojos apagados de chispa que habitualmente brillaban con fuerza.


-¿Kagami?- Me pregunto Midorima ya que fue el primero en percatarse de que no me movía.


Los demás se percataron y me miraron preocupados, Daiki camino hacia mi con la intención de preguntarme que me pasaba ya que lo estaba preocupado.


Levantando mi cara del suelo mostré al fin a todos ellos mi verdadera cara, y no aquella mascara fingida.


-¿Taiga?- Me pregunto preocupado Aomine. Y los demás también me miraban de la misma forma.


-Aomine...- El se sorprendió de que lo llamara por su nombre, ya que desde que salíamos lo llamaba por su nombre- Hemos terminado- Le dije sin emoción, mientras iba a recoger mis cosas para irme de aquel lugar.


Todos se quedaron helados. Sobre todo Daiki que no sabia como reaccionar..


Finalmente reacciono cuando vio que yo me iba del parque.


Fue el primero en correr hasta mi, mientras que los demás lo imitaron y corrieron detrás de el.


-¡TAIGA!- Grito Daiki, cuando me alcanzo al lado de un cruce y me agarro del abrazo, yo me voltee y lo vi con expresión vacía.


Aomine se trago sus palabras, parecía que iba a decir algo pero al ver mi rostro se callo.


-Oi Taiga ¿Que demonios te pasa?- Me pregunto Akashi molesto y con preocupación a la vez.


De nuevo agache a la cabeza unos segundos para luego levantar la cabeza y sonreirles con tristeza.


-¿K-Kagamicchi?- Me llamo alarmado Kise al darse cuenta de que mi sonrisa sonaba a despedida.


-Ya he llegado a mi limite, ya caí en la mas absoluta de las oscuridades, lo lamento Daiki, yo... quiero que seas feliz a pesar de esto- Me despedí con tristeza, mientras de reojo vi como un coche iba apareciendo por la carretera.


-Oi Bakagami, no me gusta lo que estas diciendo, deja de bromear- Me dijo asustado ante mis palabras de despedida.


Yo solo mire una vez mas a todos los cuales me miraban confusos y muy preocupados.


-Gracias y Ryota cuida a Daiki- Le pedí al rubio con sinceridad, antes de correr hacia la carretera justo a tiempo para sentir que aquel coche, el cual había visto segundos antes, impactaba contra mi cuerpo mandándome a volar varios metros.


No escuche a penas nada, sentía que las voces sonaban lejanas y en ecos, pero aun así distinguí las voces de mi novio y el de los demás gritando horrorizados.


Mi vista se estaba nublando, pero al igual que con los sonidos pude distinguir borrosa-mente al peli azul que estaba a mi lado mirándome con desesperación y con grandes lagrimas surcando por su rostro.


No pude y oír nada mas que a el, pero pude percibir que los demás también estaban llorando, gritando por ayuda, o intentando ayudarme de alguna forma.


-D-Daiki...- Pronuncie con dificultad, a lo que el me miro con una falsa sonrisa dulce, en el que quería transmitirme que todo iría bien, a pesar de que yo mismo sabia que no me quedaban mas que poco segundos de vida.


-Shhh no hables... La ambulancia esta de camino... Taiga... Perdóname, yo.... de veras me odio a mi mismo...- Dijo desesperado Daiki, mientras me acariciaba el rostro con dulzura.


En seguida supe de que se disculpaba y sonreí por primera vez desde hace mucho tiempo.


-Y-Yo siempre te amare, y s-siempre te p-perdonare, por favor s-se feliz, g-gracias por estar a mi lado t-todo... este tiempo... ¿M-Me harías un favor?- Le pregunte con gran dificultad.


-S-Si, por ti haría cualquier cosa Taiga...- Me dijo con la voz entrecortada.


-Dame un beso....por favor...- Y el, con mas lagrimas en su rostro, me complació a mi ultimo deseo, dándome un beso suave y delicado donde me transmitía todos sus sentimientos.


Nuevamente le sonreí, cuando el beso acabo y tras unos segundos después, deje de sentir las sensaciones físicas ,y la oscuridad me envolvió por completo definitivamente...


*Narra Aomine*


-Ya ha pasado tres meses donde me dejaste- Susurre con voz ronca, mientras me agachaba y colocaba en tu tumba el ramo de flores que te traía cada semana- Me hubiera gustado venir a verte cada día, pero Akashi y los demás me lo impidieron pensado que así no superaría tu muerte. Ellos intentan consolarme que no te gustaría verme así, pero dime Taiga, ¿Como puedo seguir adelante después de mi pecado? ¿Después de todo el sufrimiento que te cause? Por mi culpa te sumergiste en una oscuridad tan profunda que te empezaste a lastimar. Cuando el medico nos comunico de tus heridas en tus muñecas, me sentía tan asqueado conmigo mismo que quise vomitar- Le comente con una media sonrisa triste, mientras acariciaba con nostalgia su nombre en la lapida.


Mire hacia el cielo, el cual se encontraba oscurecido por las nubes grises. En cualquier momento iba a llover, pero eso no me importaba, el cielo solo reflejaba lo que en estos momentos sentía.


Me senté al lado de tu tumba y continué hablándote, a pesar de que sabia que no podías escucharme.


-Cuando los demás se enteraron de tus heridas Tetsu se derrumbo y lloro durante días, no salia de casa, ni quería ver a nadie, ya que se sentía culpable de no haberse percatado antes de lo que te sucedía. Los demás no se lo tomaron mejor, todos te tenían cariño ¿sabes? Incluso Midorima, aunque el lo niegue, cada día te trae tu amuleto de la suerte en forma de ofrenda y cariño- Pare de hablar unos segundos para coger aire y después continuar hablando- Kise... el es el peor que se tomo la noticia, el se siente tan asqueado consigo mismo y culpable, que cayo en la misma oscuridad que tu, por suerte Kasatmatsu lo encontró a tiempo evitando que cometiera una locura, ahora mismo Kise se encuentra en terapia, ninguno de sus amigos le deja solo por temor a que recaiga y te pase lo mismo a ti, ellos tienen fe en que se recupere, pero aunque lo haga, estoy seguro de que ya no volverá a ser el mismo- Le comente con tristeza.


Luego metí mi mano en el bolsillo del pantalón y saque una navaja que me compre hace poco. Mire el brillo de la hoja con expresión ausente.


-Ellos también estaban pendientes de mi a menudo- Continué hablando mientras pasaba de una mano a otra la navaja- Tenían miedo de que yo hiciera también una tontería, pero actué, como tu lo hiciste en su momento para ocultar tu verdadera agonía, y al paso de los días creyeron la falsa de que por fin estaba saliendo adelante. Pero ya llegue a mi limite Taiga, no lo soporto, te amo, a pesar de lo que sucedió con Kise yo te sigo amando, no se porque hice aquella estupidez, solo se que si voy al infierno, bien merecido lo tendré, no tengo ningún derecho de ir al cielo donde seguramente te encuentras, ya que eres la mejor persona que nunca he conocido. Y si el castigo de dios es pasar toda la eternidad sin volver a verte lo aceptare ya que es un precio justo a todos los errores que he cometido en mi vida- Murmure, mientras finalmente deje derramar lagrimas por mi rostro y llevaba la navaja con la cuchilla afilada a mi cuello.


Pequeños copos de nieve estaban empezando a caer del cielo. Sonreí levemente.


-Dicen que la nieve es la pureza de las almas, me pregunto si con ello me estarás consolando. Yo quiero creer que estas en estos momentos junto a mi Taiga. Me gustaría, si a pesar de todo Dios tiene compasión, que si volvemos a reencarnar, te buscare, y te volveré amar, sin cometer los mismos errores. Adiós mi querido Tigre- Me despedí con una dulce sonrisa, mientras me apoyaba en su tumba, cerraba los ojos, pensaba por ultima vez en Taiga y finalmente me clavaba la cuchilla en mi cuello...


"La sangre se extendió por toda la lapida y la hierba verde, transformándola en roja por la sangre derramada... Mientras que los copos seguían cayendo del cielo, cubriendo el cuerpo de aquel hombre que no había soportado mas el vivir sin la persona que mas amaba... Quien sabe si un día nuevamente... estos dos amante se volverían a reunir..., porque su amor, había sido tan puro como los copos de nieve que estaban cayendo en ese instante..."


 
Notas finales:

Por fa no me mateis por como acaba, pero era asi como tenia que suceder, a mi en lo personal no me gusta los finales tristes, pero me vino un dia la inspiracion para hacer este pequeño ficc.. Nos veremos en otras historias mas alegres, bye bye :D


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