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El dolor de la calle por Violador de Culitos

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Notas del fanfic:

Aquí les presento mi segundo fic.

Me lo acabo de inventar jeje.

Personajes de Akira Toriyama.

Notas del capitulo:

Bueno me pidieron un fic con algo de trama.

Este lo primero que se me ocurrió.

Espero les guste. Sino pues hago otro y otro.

Créditos a mi Senpai, gracias por la idea y la ayuda, te adoro <3

Probablemente les parezca rápido o tonto, pero apenas lo escribí.

Tiene trama, pero mi típico estilo violación.

El sol que ilumina llanamente el lugar me obliga a abrir los ojos forzosamente así como también a intentar inútilmente con mi brazo derecho cubrirme de su gran resplandor. Nuevamente despierto en medio de la nada, una banca sucia del parque, una banqueta tan dura e incómoda. Donde no puedo protegerme ni del sol ni de la lluvia.

 

Mi estómago gruñe de hambre y solo lo calmo con un leve roce, puedo notar que cada vez está más pequeño y firme.

 

Con mi humilde trapo que me acompaña intento ganarme la vida limpiando autos o haciendo cualquier tipo de trabajo a cambio de una moneda que a veces milagrosamente alcanza para una comida al día.

 

Sucio, hambriento, débil, probablemente esas serian las palabras idóneas para describirme.

 

Pero aquí todo es gris y sombrío todas las malditas calles están rodeadas de personas malas y sin escrúpulos; maleantes, drogadictos, corruptos, violadores y es tan difícil no salir manchado de toda esta porquería de mundo.

 

- ¿Por qué? - me pregunto a mí mismo, pero obviamente no sé la respuesta. - Por qué tuve que quedarme solo,  por qué mi vida se convirtió en esto.

 

Me siento en la orilla de una banqueta cualquiera y no puedo evitar sollozar en voz baja. Al recordar ese maldito día que tuve que todo dio un cambio tan radical.

 

***

 

- Hola primo como te sientes - luego del funeral de la única persona que tenía en la vida se acercó Broly a hacerme compañía. Bufo molesto al recordar...O al menos eso era lo que creí.

 

- Como quieres que me sienta - le dije con sarcasmo - Acabo de enterrar a mi padre - finalice con la voz entrecortada y posteriormente rompí el llanto. Tuve que cubrir mi rostro con mis manos, seguramente debí verme patético.

 

Pero mi primo que es más alto y fuerte que yo, no duda en cubrirme entre sus brazos, al principio no me opongo, puesto que necesito sentirme querido y protegido al menos unos momentos, que alguien me haga saber que todo estará bien. Pero luego me tenso al sentir como comienza a frotar mi espalda de una manera que no me gusta en lo absoluto. Le hago saber mi inconformidad.

 

- ¡Ya basta! - de inmediato intento apartarlo de mí, pero me toma con más firmeza.

 

- Relájate primito, esto te ayudará a sentirte mejor, verás que te gustará tanto que olvidarás al viejo - creo que me asustó más la forma en que lo dijo que sus palabras, que no dudo en empujarlo con fuerza. Pero soy tan débil y patético a su lado que lógicamente no consigo nada. Por el contrario al notar que me he exaltado me aprieta aún más.

 

- Déjame ir - pido con nerviosismo y forcejeando.

 

- De ninguna manera - se burla de mí - Ahora que te has quedado solo, nadie podrá ayudarte - no alcanzo a salir de la impresión, cuando cubre mi boca con tal brusquedad que seguramente dejó la marca de sus dedos en mis mejillas - No sabes las ganas que tenía de hacer esto - lame mi oreja con tanta lujuria que provoca que mi piel se erice.

 

De pronto siento que me ahogo, tal vez por mis nervios o por lo dificultoso de mi respiración, pero nunca había sentido tanto miedo, ni tampoco creí que mi primo que tanto aprecio que le tenía fuera a traicionarme de esa manera.

 

En un intento desesperado por alejarme no dudo en morder su mano hasta hacerla sangrar, por lo que se ve forzado a quitarla de mi boca y lo primero que hago es gritar por ayuda.

 

- ¡¡¡Ayuda!!! - con toda la potencia de mis pulmones grito con desesperación, pero eso no parece importarle.

 

- No tiene caso que grites, nadie va a escucharte, yo me aseguré de que nos quedaramos solos - solo salgo de mis pensamientos cuando escucho el sonido de mi ropa partirse en dos entre sus manos. La parte superior de mi cuerpo queda levemente expuesta que mi pezón derecho salta a la vista, siento vergüenza e intento cubrirme. Pero Broly las jala con más fuerza hasta hacer el orificio de la misma más pronunciado.

 

Luego las introduce dentro de mi pecho y me manosea con tal descaro que hasta algo de su saliva mancha mi piel.

 

Pataleo, grito y forcejeo sin lograr nada. De pronto percibo como se acomoda entre mis piernas y las abre hasta el tope, en esa posición probablemente debí parecer una vil puta.

 

No me gusta, no me gusta en lo absoluto como manosea y aprieta mis glúteos como si solo fuera un pedazo de carne, que incluso lloro.

 

Tuve que agradecer enormemente a la lámpara postrada sobre mi buró, que si no fuera por ella y a que la hice añicos en la cabeza de mi primo que por poco no logro huir.

 

Así con la ropa desgarrada y profundamente lastimado corrí, corrí sin parar antes las amenazas de Broly que torpemente y aún aturdido y manchado de sangre me seguía de cerca.

 

- Me las pagarás enano, te buscaré y te follaré tan duro que no podrás caminar - pero ya no hice caso a sus advertencias y tan solo continué mi camino.

 

***

 

A veces reflexiono sobre que fue peor si salir de mi hogar o quedarme, después de todo aquí nunca falta el degenerado que quiere aprovecharse de la situación. Como si el hecho de no tener familia sea excusa para que hagan lo que quieran con tu cuerpo. Malditos dementes.

 

Tengo tanta hambre que ya no puedo pensar ni caminar con claridad.

 

En la calle también he hecho “amigos” pero luego si no quieres robar o drogarte junto a ellos te rechazan, no hay salida. Todos te abandonan y la maldita soledad es tu única amiga.

 

- Oye tú - de pronto un tipo alto y musculoso detiene su auto justo a la altura de donde estoy caminando - ¿Quieres ganarte un buen dinero? - me propone sin más.

 

Mis ojos se iluminan pensando estúpidamente que esta es mi oportunidad, no he aprendido nada, no entiendo como todavía puedo creer en las personas.

 

- Por supuesto - asiento con gusto - ¿Quiere que limpie su auto? - cuestionó con la mejor de las sonrisas. Aunque luego lo veo más detenidamente y me doy cuenta que no está sucio después de todo, al contrario, es tan lujoso, brillante, que hace que me quede embobado unos segundos.

 

- No seas imbécil - me saca de mis pensamientos - Eso no es lo que quiero - agrega con lujuria al mismo tiempo que retira su mano de entre sus pantalones y puedo darme cuenta que ¡tiene su miembro de afuera!

 

De inmediato me doy la media vuelta para alejarme de ese nefasto. Pero un par de tipos que no me había percatado que se encontraban ahí me detienen, obligándome a retroceder y topar mi espalda en el auto.

 

- ¿A dónde tan rápido, lindo? - me dice con burla uno de ellos.

 

- No escuchaste a nuestro jefe, o ¿acaso la mugre en tu cuerpo te provocó sordera? - me dijo con sarcasmo. Yo solo quiero romper su repugnante rostro. Pero estoy tan nervioso que incluso tiemblo.

 

- No me interesan esa clase de tratos - le explico desinteresado, pero al parecer no entienden con palabras.

 

- Me parece que no estás entendiendo nada - de su saco extrajo discretamente una pistola que no dudó en apuntar hacia mi estómago.

 

¡Demonios! maldita vida ¿cómo pude caer en su trampa?






Continuará………..

Notas finales:

Dejen sus comentarios si les gustó o si quieren continuación.

Felices masturbaciones.


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