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I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

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Notas del capitulo:

Hola hermosuras, traje sensualidad~

Estas semanas han sido horribles para mí, ya que debía finalizar el semestre y entregar como mil trabajos >n< pero ya estoy aquí y soy libre (yeiiiiiiiiiiiiii)

Sin más que decir, disfruten el cap 7u7

—Toma —Hongbin le extendió una soda a Hyuk quien aún estaba decaído, el mayor pensó que se veía como un niño perdido sentado en esa banca. El menor la tomó aun con los ojos hinchazón y su nariz rojiza—. ¿Estás mejor ahora?


 


—Algo…


 


—¿Me dirás que pasó?


 


—Hakyeon–hyung está enfermo.


 


—¿Qué? ¿Qué tiene? —preguntó sorprendido, su hyung siempre se veía tan saludable.


 


—Una falla renal —confesó con la voz quebrada—. Necesita una operación pero él no quiere hacérsela hasta graduarse, ¡es un terco y un tonto! —exclamó volviendo a llorar.


 


Hongbin acarició su espalda, estaba perplejo por la noticia. Se sentía triste, confundido, enojado, tantas emociones. Quería llorar y, también, golpear a Hakyeon para que reaccionara y se operara de una buena vez.


 


—Ese estúpido hyung —exclamó molesto el mayor—. Debería preocuparse más por su salud que por una estúpida graduación. Ya, bebé —se acercó a Hyuk y envolvió su cuerpo entre sus brazos, el menor temblaba aun, y apenas y podía beber de la soda—. Tranquilo. Ese tonto hyung me va a tener que escuchar.


 


—No quiero volver, siento que no poder aguantar si lo vuelvo a ver.


 


—Está bien, cariño. Me quedaré contigo todo el día, así no tendrás que soportar esto solo —anunció regalándole una de sus brillantes sonrisas.


 


—¿Yura–noona no se va a molestar?


 


Hongbin hizo una mueca y bajó la cabeza negando algo entristecido.


 


—Yura y yo terminamos.


 


Hyuk lo miró sorprendido, no imaginó que las cosas terminarían entre ellos. Siempre pensó que si ellos llegaran a terminar él se alegraría pero, al contrario, no lo estaba para nada. Solo sentía pena y dolor por su hyung. No se imaginaba ni esperaba el día en que las cosas entre Hakyeon y él terminaran, no era una imagen que quisiera que formara parte de su vida.


 


—Lo siento —susurró.


 


—No te disculpes, cariño —Hongbin acarició los cabellos del más pequeño de forma cariñosa—. Ahora tenemos algo más importante de que preocuparnos, hacer que nuestro hyung entre en razón.


 


—Si —recostó su cabeza en el hombro de Hongbin y cerró sus ojos, estaba cansado. Quería creer que todo era una pesadilla y que Hakyeon estaba saludable—. Lo amo, Hongbin–hyung. Amo a Hakyeon–hyung… Lo amo… mucho…


 


—Todos lo amamos, cariño —articuló Hongbin aun abrazado a su dongsaeng. Todos sentían un profundo cariño por su hyung y eso no era ningún secreto pero, por alguna extraña razón, aquellas palabras le molestaron un poco.


 


 


 


 


 


La enfermera abandonó la habitación luego de haberle aplicado el medicamento a Hakyeon y haber cambiado su bolsa de suero. El moreno seguía medio dormido, frunciendo su ceño y labios. A Taekwoon ese le pareció  demasiado tierno.


 


—Míralo, quiere un beso —Ken le codeó el hombro con una sonrisa sugerente.


 


—No voy a besarlo, está inconsciente. Sería… como… abusar de él, ¿no?


 


Jaehwan bajó la cabeza derrotado, definitivamente Taekwoon no tenía arreglo.


 


—Vele el lado romántico, así despertó la Bella Durmiente. Imagínate que lo beses y se le quite la fiebre mágicamente —dijo el castaño cruzado de brazos.


 


—Eso no pasará.


 


—Está bien, me daré la vuelta para que no te de pena —anunció para luego ejecutar la acción.


 


—Ken–ah…


 


—No los estoy viendo —canturreó.


 


Taekwoon apretó sus labios hasta dejarlos blancos, observaba a su amigo aun dormido. Él de verdad deseaba besarlo, probar sus dulces belfos pero era incorrecto. No podía hacerlo contra su voluntad.


 


Ken tarareaba tras él poniéndolo de los nervios. Taekwoon se armó de valor y se inclinó sobre el moreno, poco a poco juntó sus labios. Nunca creyó que lograría hacer eso y ni tampoco imaginó que aquellos labios fueran tan adictivos. Era como estar tocando el cielo. Sentía que debía ir más lejos, profundizarlo aún más, pero se separó abruptamente cuando el moreno abrió su boca.


 


Lo notó aun dormido, ¿fue un acto de reflejo? No lo sabía pero había disfrutado mucho ese contacto.


 


—¿A eso llamas un beso? —inquirió Jaehwan.


 


Taekwoon lo volteó a ver encontrándose con que su amigo tenía su teléfono en mano.


 


—¿Qué haces? —contraatacó con otra pregunta.


 


—Oh, les tomé una foto. Te la enviaré para que la enmarques.


 


El pelinegro suspiró cansado.


 


Hakyeon empezó a quejarse en sueños para luego abrir lentamente los ojos y encontrarse con sus amigos allí, al parecer discutiendo.


 


—¿Taekwoon? ¿Jaehwan? —intentó levantarse pero su amigo le impidió hacerlo—. ¿Qué hacen aquí?


 


—Nos enteramos que estabas aquí y vinimos a verte —le informó Taekwoon.


 


—Y pensar que una fiebrecita se te complicó tanto —comentó Jaehwan inocente de la situación.


 


—Así que no les contaron —afirmó para sí mismo Hakyeon pero sus amigos, de igual forma, lo escucharon.


 


La puerta se abrió dejando pasar a un hombre de bata blanca, posiblemente el doctor que atendía a Hakyeon.


 


—Pensé que tu madre estaba aquí —comentó el hombre.


 


—Cierto, ¿dónde está ella? —preguntó el moreno.


 


—Fue a ver a tu hermana, está dando a luz.


 


—¡¿Mi hermana está dando a luz?! —intentó colocarse de pie nuevamente y de nueva cuenta se lo impidieron.


 


—No vas a levantarte hasta que baje bien esa fiebre —comentó el doctor Cho—. Cuando la señora Cha venga, dile que pase por mi oficina para que recoja el récipe de tus medicinas y tu nueva dieta.


 


—¡No más comida insípida, por favor! —lloriqueó el moreno.


 


—Es por tu bien, Yeon. Si quieres llegar de pie y sin diálisis, debes cuidarte —comentó el doctor antes de retirarse—. Vendré a verte a la noche.


 


La habitación se sumó en silencio, Taekwoon y Jaehwan aun procesaba lo que acababa de decir el médico.


 


—¿Diálisis…?


 


—Hakyeon–ah, ¿Qué tienes en realidad?


 


El moreno tomó una respiración profunda y empezó a relatarles todo, desde su enfermedad hasta la operación y el como la había pospuesto para después de su graduación. Taekwoon no había soltado su mano en ningún momento y Ken solo podía apoyar las manos contra su boca para acallar sus sollozos, era demasiado para soportar.


 


Taekwoon se inclinó sobre él y lo abrazó sin decir nada, simplemente lo apresó entre sus brazos y llenó su rostro de besos. Eso a Hakyeon le resultó extraño y reconfortante al mismo tiempo, hacía falta un milagro para que Taekwoon tomara la iniciativa de darle cariño.


 


Ken se sumó a ellos e imitó la acción de Taekwoon, llenando a así a Hakyeon de besos, lágrimas y cariño. El moreno los abrazó y acarició sus cabellos, eran sus niños y necesitaban que él se pusiera bien. No podía seguir preocupando a sus bebés así.


 


 


******


 


 


Hyuk despertó algo desorientado, su cabeza dolía gracias a que estuvo llorando el día anterior. Miró a todos lados, su habitación estaba algo desordenada pero se encargaría de ella luego. Su mirada se detuvo en el cuerpo que dormitaba a su lado, su corazón se detuvo al darse cuenta de que era Hongbin y que este abrazaba su cintura.


 


Se levantó rápidamente de la cama y corrió hasta el baño, tropezando con algunas cosas en el camino, encerrándose en él. Su espalda chocó contra la puerta de madera, sentía el latir acelerado de su corazón. No se esperaba despertar así, al lado de Hongbin ni que este lo abrazara. Su mente se aclaró un poco y pudo respirar con normalidad. Hongbin solo se había quedado porque estaba preocupado y no quería dejarlo solo en su deplorable estado, su cabeza aun dolía por las horas que pasó llorando en el hombro del castaño.


 


Lavó su rostro al igual que sus dientes y tomó una respiración profunda, preparándose mentalmente para el largo día que debía afrontar. Hyuk observó su rostro en el espejo por última vez, tenía ojeras y el rostro demacrado. Trató de recomponerse, lo necesitaba, iba a ver a Hakyeon y no quería preocuparlo.


 


Salió del baño encontrándose a un adormilado Hongbin, quien bostezaba con sus ojitos achicados y su cabello despeinado. No podía evitar pensar que se veía adorable.


 


—Buen día, Hyuk.


 


—Buen día... pasa...


 


Se retiró de la puerta dándole paso a su hyung y fue a la cocina con pasos torpes, Seungho lo recibió con una taza de café humeante.


 


—Hongbin me medio relató lo que pasó con Hakyeon —informó Seungho—. Aun así, no creo que sea justo para él que pases la noche con alguien más.


 


Hyuk se quedó congelado con la taza de café a medio camino, trataba de procesar lo que había dicho su hermano.


 


—¿Qué? —fue lo único que pudo decir.


 


—Que se de tu relación con Hakyeon —confesó—. Puedo estar mucho tiempo afuera pero eso no quiere decir que no esté al pendiente de lo que te pasa, Sanghyuk. ¿Cuándo pensabas decírmelo? —a pesar de estar hablando con suavidad, las palabras salían como un reclamó hacia el menor.


 


—Yo… nosotros… pensábamos… quiero decir, creíamos que… no… —por primera vez se había quedado sin palabras, pensaba que cuando llegara el momento de sincerarse con su hermano Hakyeon estaría a su lado.


 


—Luego hablaremos eso, desayuna. Sé que debes ir a verlo.


 


Hyuk solo asintió, comiendo despacio y sin prestarle atención a su entorno. Ni siquiera reparó en la presencia de Hongbin a su lado, las cosas en su cabeza estaban inestables.


 


 


 


 


 


Taekwoon ayudaba a Hakyeon a llegar al ala de maternidad, quería conocer a su sobrina lo antes posible. La emoción le comía por dentro.


 


—Mírala —señaló el moreno a la única hembra entre los bebés.


 


—Es tan bonita —exclamó Taekwoon.


 


—Lo es. Después de todo, es mi sobrina —dijo con tono orgulloso provocando que su amigo riera.


 


—Que modesto eres, Cha Hakyeon —continuó contemplando a la niña—. Te imaginas que en un futuro tengamos hijos así, una pequeña parte salida de nosotros.


 


—Sí. Me imagino… que debe sentirse maravilloso concebir una vida y cuidarla junto a la persona que amas —sus ojos brillaron al imaginarse tener una familia en un futuro.


 


—¿Cuántos hijos quieres? —preguntó Taekwoon observando las hermosas facciones en el rostro de su amigo y de ese brillo tan especial en sus  mirada—. Yo quiero tres niñas y un niño.


 


—Para que sea como tú, rodeado de chicas —señaló Hakyeon—. Yo quiero… los que vengan. Sean niños o niñas, o dos niños y dos niñas. Los voy a querer de igual forma.


 


Taekwoon solo sonrió. Ambos volvieron sobre sus pasos, derecho a la habitación, Hakyeon no debía sobre esforzarse. Lo dejó sentado al borde de la cama, estaba preparado para despedirse pero sus pies no se movían ni sus labios se despegaban.


 


—Probablemente —rompió el silencio Hakyeon— nos veamos en la escuela dentro de dos días. Aunque, primero, deben hacerme unos exámenes y si todo sale bien me darán de alta.


 


—Eso es bueno —volvieron a sumirse en el mutismo, solo mirándose a los ojos con mucho que contar pero, al final, todo se limitó a eso—. Yo… debo irme. Mis padres deben estar preocupados.


 


—Ve, no te preocupes por mí.


 


Taekwoon se inclinó y besó la frente de su amigo, daba gracias a Dios que la fiebre haya bajado. Ahora podía irse más tranquilo.


 


—Nos vemos, entonces.


 


Se apartó rápidamente antes de tener que darle explicaciones a Hakyeon por ese beso, abrió la puerta de la habitación encontrándose a Hongbin y a Hyuk de pie en el pasillo, y sorprendidos por su presencia.


 


—Hyung, hola —saludó Hongbin efusivamente con un abrazo—. No esperaba verte aquí.


 


—Yo menos.


 


—¡Hakyeon–hyung! —se apartó y fue a abrazar al moreno, tumbándolo sobre la cama en el proceso, ignorando el pesado ambiente que se formaba alrededor de Sanghyuk y Taekwoon.


 


—Viniste temprano, hyung —señaló el menor.


 


—En realidad, pase la noche cuidando a Hakyeon. Su hermana entró en labor de parto y sus padres debían ir a verla.


 


—Ya veo —la mandíbula de Hyuk se tensó al punto de doler—. Bien, ya puedes irte. Yo cuidare a Hakyeon–hyung, adiós —entró a la habitación sin esperar una respuesta de Taekwoon.


 


A pesar de parecerla por demás de extraña esa actitud tan cortante por parte del menor, Taekwoon pasó de ella y se fue. Creyó que quizás solo era una mala mañana para Hyuk.


 


La realidad era que Hyuk moría de los celos, su rival estuvo cuidando de su pareja mientras él estaba hecho un mar de lágrimas. Las cosas simplemente no podían estar peor.


 


—¡Hyung! —Hyuk se acercó y abrazó a Hakyeon, se veía mucho mejor que el día anterior y eso lo alegró.


 


—Hyukkie, que bueno verte —la mano del moreno se entrelazó a la del menor.


 


—Hyuk estuvo muy preocupado por ti ayer, incluso lloró —informó Hongbin.


 


—¡Hongbin–hyung, no digas eso! —reprochó el menor con un notorio sonrojo en sus mejillas.


 


—¡Pero si es verdad! Hasta me tuve que quedar a dormir con él porque no paraba de llorar ni cuando intentaba calmarlo —aquello había sido dicho de la forma más inocente por el castaño sin saber lo que había desatado en su hyung.


 


Los músculos de Hyuk se tensionaron, el corazón le martilleó doloroso cuando la mano de Hakyeon ejerció una fuerte presión en la suya.


 


—¿Así que durmieron juntos?

Notas finales:

Chan...chan...CHAAAAAAAN!!!!

HYUKKIE LE DIJO A HONGBIN QUE AMABA A HAKYEON!!!

LEO BESÓ A HAKYEON!!!

HONGBIN Y HYUK DURMIERON JUNTOS!!!

Y Hakyeon se puso celoso, oie 7u7

-rueda feliz-

Hubo una conversación muy sugerente por allí, ¿Y ahora que pasará? ¿Habrá Neo y HyukBin o el ChaSang se pondrá las pilas?

 Nos leemos en el próximo capítulo. Denme mucho amor y denle mucho amor a VIXX *se va cantando Milky Way*


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