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I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

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Notas del capitulo:

Hola, hermosuras. Traje sensualidad~

Así como cuando no actualizas en una semana porque te ponen a hacer de todo y apenas respiras, pues así.

Probablemente me odien en este cap o me quieran linchar, o bueno nosé¿

Solo disfruten.

Taekwoon se había retirado de la mesa mientras los demás celebraban la unión de Hakyeon y Hyuk, no quería estar allí viéndolos ser felices mientras él estaba destrozado. Era consciente de que fue su culpa que todo aquello ocurriera, que Hakyeon se enamorara de otra persona pero nunca esperó que fuera Sanghyuk. El chico era uno de los menores, era su bebé, y Hakyeon había escogido enamorarse de él.


 


Se adentró al baño y lavó sus lágrimas, las pruebas de su sufrimiento. Se sostuvo del lavabo y tomó alrededor de cinco respiraciones profundas pero el dolor no mermaba en absoluto, parecía incrementar. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Cómo podría encarar a Hakyeon sin derrumbarse cuando lo vea de la mano de Hyuk? Se sentía enfermo, patético.


 


—Hyung —Jaehwan entró al baño, se preocupó del estado en que podría estar Taekwoon.


 


—Tenías razón, Ken–ah. Fui un tonto, debí decírselo. Debí... ¡Dios! —golpeó la pared a causa de la impotencia, del dolor y la rabia que se entremezclaba en su interior.


 


—Hyung, basta. No te hagas daño —tomó a Taekwoon entre sus brazos, estaba helado y tembloroso.


 


Lo abrazó y consoló lo mejor que pudo, lo dejó llorar esa amargura que le asfixiaba el corazón. Taekwoon era un ser frágil en ese momento, estaba herido y él no podía hacer nada para remediarlo. Quería volver a esa mesa y golpear a Hakyeon pero él no tenía la culpa, estaba pasando por momento muy difícil de su vida.


 


Él también era frágil.


 


Sanghyuk probablemente también vio eso en Hakyeon, ese vacío, ese miedo a que el día de mañana no despertara, y se aprovechó. Buscó la manera de estar a su lado, de ser todo en su mundo, de enamorarlo y lo consiguió. Hakyeon era suyo ahora.


 


—¿Estas...mejor? —inquirió al verlo sentado en la tapa del retrete sin gimoteos y sin llanto, solo un cuerpo resignado.


 


—¿Qué haré, Ken–ah? —su mirada se dirigió al rostro, se veía perturbado y confuso.


 


—No lo sé... ser fuerte. Intentar ser ese buen amigo que has sido siempre —sus palabras no sonaban muy seguras, verdaderamente no tenía la menor idea que hacer ante esa situación. Quería apoyar a Taekwoon pero sabía que lastimaría a Hakyeon y viceversa—. No sé, hyung. Quisiera poder ayudarte y a la vez estar feliz por Hakyeon–hyung pero no puedo, no cuando tú estás así. Esto es una situación terrible.


 


Taekwoon rió. Una risa sin ganas, muy seca.


 


—Era nuestro bebé... él era la madre, yo el padre y Hyuk nuestro bebé —dijo llevándose las manos a la cabeza negando repetidas veces—. ¿Cómo ocurrió esto?


                                                                                           


—No sé —contestó Ken—. A veces la vida te patea de la peor manera.


 


 


******


 


 


—¡Por favor, por favor! ¡Dígannos! —gritaban los más pequeños del grupo claramente curiosos de saber desde cuando había empezado la relación de sus amigos.


 


—¿A dónde habran ido Taekwoonie y Jaehwanie? —inquirió Hakyeon preocupado de la repentina ausencia de sus dos amigos y porque quería ignorar las preguntas de sus dongsaengs.


 


Wonsik trataba de aparentar que estaba calmado, que no sabía nada, pero él era consciente de que orilló a Taekwoon a desaparecer así. No quería meterse en ello, no quería tener que tomar la decisión de elegir a quien apoyar de sus amigos, se suponía que las cosas no deberían ser de esa forma.


 


Otra cosa que lo traía incomodo era la expresión de Hongbin, estaba demasiado serio como si la noticia de la relación de Hakyeon y Hyuk le hubiera caído como una patada en los testículos. Esperaba que solo fueran ideas suyas porque no quería cargar con los problemas amorosos de su mejor amigo, eso ya sería el colmo considerando que incluso él estaba con el corazón roto.


 


—Hyung, no nos ignores —canturreó Taehyung—. Solo queremos como se empezaron a gustar.


 


—No lo recuerdo, todo se dio de forma repentina —dijo Hakyeon tratando de desviar el tema pero, bien sabía, los niños no se conformarían con esa respuesta.


 


—Es que esto debió surgir en algún punto, no simplemente te despiertas y dices “oh, creo que me gusta Hyuk” —comentó Jimin—. Tuvo que pasar algo para que se enamoraran.


 


—Ambos estábamos con el corazón roto —confesó Hyuk—, nos hicimos más cercanos gracias a eso y, al final, llegó el amor.


 


Hongbin lo miró entre sorprendido y curioso. No sabía porque la voz de Yura hacía eco en su cabeza, sus reclamos que siempre desembocaban en una misma razón, Sanghyuk. “A ese niño le gustas, Bin. ¿No ves que está siento molesto para separarnos?”, “Siempre está revoloteándote, es obvio que siente algo por ti”, “Seme sincero, Hongbin. ¿Te gusta ese niño?”.


                                                                                      


¿Le gustaba Sanghyuk?


 


—Oh, eso pone más interesante la cosa —la voz de Taehyung lo trajo de vuelta a la realidad—. ¿Quiénes eran?


 


—No vale la pena hablar de eso, son cosas del pasado —refutó Hyuk, no quería hablar de sus sentimientos pasados teniendo a Hongbin sentado frente a él y a la persona quien sanó su corazón sosteniendo su mano.


 


—¡Chicos! —Jaehwan se acercaba a ellos de la mano de Taekwoon quien no se veía muy bien—. Disculpen la demora.


 


—¿Qué te pasó, Woonie? —preguntó Hakyeon, tenía la intención de acercarse a él pero el brazo de Hyuk alrededor del suyo se lo impidió.


 


—Algo que comí me cayó mal, es todo —dijo neutral y retrocediendo un paso, si no fuera porque Jaehwan lo sostenía habría escapado hace mucho.


 


—Deberías ir a descansar, hyung —dijo Hyuk con una media sonrisa en el rostro, para él mejor si Taekwoon no los acompañaba.


 


—No, me aburriré si me quedó en la habitación —dijo con un tono de voz duro y procediendo a tomar asiento.


 


—Nos cambiaron el tema —chilló Jungkook quien también estaba desesperado por saber la historia de amor de Hyuk y Hakyeon.


 


—¡Cierto! ¿Desde cuándo están juntos? —preguntó Jimin dando saltitos en su silla, Yoongi negó varias veces con su cabeza.


 


—Desde… unos días después del cumpleaños de Jaehwanie —contestó Hakyeon tomando un poco de jugo.


 


—¿¡Tanto!? —gritaron todos sorprendidos, menos Sungjae, Minhyuk y Ravi quienes ya lo sabían de antemano.


 


Taekwoon sentía que podía ser capaz de desmayarse en cualquier momento, eso era más de lo que podía soportar. Se mordió la lengua tratando de distraerse del dolor que crecía y crecía en su roto corazón.


 


—Hyuk ya les dijo que nuestra relación llevó tiempo construirla. Fueron momentos difíciles para ambos, por eso empezamos a conocernos de forma romántica —Hakyeon observó a su adorable novio con las mejillas sonrosadas y esa sonrisa tan hermosa que poseía—. Además, Hyukkie es muy tierno como para no fijarse en él.


 


—Hyung, no soy tierno —reclamó el menor solo para ganarse un dulce beso de su pareja.


 


—¡Esto hay que celebrarlo! —gritó Namjoon y todos lo apoyaron.


 


Tardaron bastante en encontrar un lugar decente para pasar el rato, un bar–discoteca fue el lugar a donde fueron a parar. Hakyeon aún no entendía cómo fue que dejaron a sus niños entrar, solo bastó unas cuantas palabras entre Sungjae y el vigilante (palabras que no llegó a captar) y listo. Era sorprendente el poder que tenía el novio de Minhyuk.


 


Taekwoon se fue a la barra seguido de Ken, perdió de vista Wonsik y Hongbin, Jimin y Suga se fueron a bailar a la pista, y los demás buscaron una mesa que ocupar.


 


—¿Qué quieres hacer, bebé? —preguntó Hakyeon en la oreja de Hyuk mientras ambos caminaban al centro de la pista.


 


—Besarte hasta que los labios se me desgasten —susurró muy cerca de su rostro—, pero bailar suena bien —Hakyeon rió. Los delgados brazos de Hyuk se enroscaron en su cuello, mientras que los suyos reposaban en la cadera del más joven—. Me hiciste muy feliz, hyung.


 


—¿Lo hice?


 


—Sí. Gracias por decirles a los chicos sobre lo nuestro, gracias por compartir esta felicidad con las personas que quiero.


 


Dejaron que sus cuerpos se movieran al ritmo de la música sin apartar la mirada, algo definitivamente había cambiado luego de esa oficialización. Era un deseo fuerte, unas ganas inmensas de gritarle al mundo que se pertenecían, de que existía un sentimiento capaz de consumirlos con solo un beso.


 


Desde la barra Taekwoon los observaba, sus sonrisas y sus miradas. Bebió los últimos resquicios de su vaso y pidió otro.


 


—Hyung, deja de beber tanto. No estamos en Seúl —regañó Jaehwan.


 


—No los soporto…


 


—Nos hubiéramos quedado en el hotel o ido a algún lado si no querías verlos, hyung —Jaehwan apretó su hombro en señal de apoyo—. No tienes que obligarte a esto, no seas un masoquista como yo.


 


—Esta no será la última vez que los vea así, Ken–ah. Tengo que soportarlo, tengo que ser fuerte, mantener la distancia no servirá de nada —dijo tomando un trago de su licor—. Voy a volver a él como una maldita polilla atraída por la luz.


 


—Eres un masoquista de primera, Jung Taekwoon. Dame eso —tomó el vaso de su hyung y bebió un largo trago.


 


Una figura conocida se instaló a su lado y rodeó su cuello con el largo brazo que poseía. Solo pudo suspirar formando un tierno puchero.


 


—Hola, nene. Te estuve observando un largo rato y creo que puedes ser mi tipo.


 


—Oh. Cállate, Larva —Jaehwan enterró su codo en la costilla del nombrado.


 


—¡Auch! Y yo que quería ser un caballero —se quejó Wonsik por el fuerte golpe.


 


—¿Y tú no puedes ver que quiero ser miserable acompañado por este vaso licor? —señaló el objeto.


 


—Que es mío —aclaró Taekwoon quitándoselo de la mano.


 


—¿Y por qué está sufriendo mi lindo Jaehwanie? —preguntó en un tono de voz infantil y apretando los cachetes del mayor. Ken quería golpearlo, besarlo también pero, principalmente, golpearlo.


 


—¿No ves que hay una escena bastante deprimente frente a ellos? —Hongbin señaló a las dos parejas que bailaban felices en las pista.


 


—Y pensar que antes era Binnie quien tenía suerte en el amor.


 


—Vaya suerte —rodó los ojos el nombrado.


 


—Toma —Taekwoon le tendió un vaso de licor y él, gustoso, se lo tomó de un solo trago—. No es agua, ¿sabes?


 


—Lo sé —puso el objeto en la barra y se dedicó a ver a sus amigos bailar, sentía como el estómago se le revolvía.


 


Ravi sacudió su cabeza varias veces, él había decidido hacer ese viaje para deshacerse de sus problemas por un momento y no para contemplar problemas nuevos. Tomó la mano de Jaehwan y lo arrastró al centro de la pista, muy cerca de donde Hakyeon y Sanghyuk bailaban.


 


—¿Qué haces? —preguntó Ken alarmado.


 


—Bailar, supongo.


 


—Pero somos… —Ravi pasó uno de sus brazos por la cintura de Ken atrayéndolo muy cerca de su pecho.


 


—¿Somos qué? —preguntó rozando su nariz.


 


Jaehwan tuvo que callar, aquella cercanía le incomodaba. Ellos no eran nada, Wonsik no era consciente de sus sentimientos y probablemente nunca lo sería. Tenerlo así, tan cerca, era una tortura.


 


“Di que me amas, frente a frente,


Lo necesito más que tu abrazo”


 


Sintió un estirón en su estómago, un enorme estremecimiento recorrió su espalda. Las risas de Hakyeon y Hyuk lo confundieron, tuvo que voltear a verlos un momento solo para darse cuenta que reían entre ellos y se daban pequeños besos. Tuvo que dejar escapar el aire que estuvo conteniendo, nadie se había dado cuenta de lo que estaba sintiendo en ese momento.


 


—¿Qué pasa? —Ravi estaba curioso por la repentina reacción de su hyung.


 


—Nada. Solo que la canción es un poco… hummm…


 


—Perfecta —Ken frunció el ceño confundido—. Estar frente a la persona que amas, sin necesidad de un contacto físico, sin la necesidad de un beso, solo una palabra y eso basta para convertirte en la persona más feliz de la tierra —Wonsik escondió su rostro en el cuello de su hyung, aspiró su aroma y se dejó llevar por la música—. Cántame, hyung. Quiero escuchar tu voz.


 


—“Sólo di que me amas, sólo por hoy. Y no me des tiempo, porque no es lo mismo. Quiero sentir llamas ardientes cuando digas mi nombre, quiero sentir pasión fluyendo entre mis huesos como sangre a través de mis venas” —cantó suave en su oído, esperaba que pudiera escucharlo sobre la música. Un pequeño deseo también surgió dentro de su pecho, deseaba que aquella letra tocara los sentimientos de Wonsik y le hiciera ver todo el amor que en silencio le profesaba.


 


La noche se convirtió en un pequeño caos cuando el alcohol hizo de las suyas, Taekwoon fue el más afectado. El pobre chico se puso a cantar a viva voz todo lo que el DJ ponía, incluso trató de imitar un dubstep. Taehyung tuvo su momento de arrumacos con Jungkook cuando el Namjin se apartó un poco para tener algo de intimidad (que no era mucha pero ellos así lo creían), ¡bendito seas alcohol!


 


Hakyeon y Jimin tuvieron una especie de competencia de baile, cosa que emocionó a sus respectivos novios y a otra persona claramente borracha. Minhyuk se unió al extraño baile, mientras Sungjae, Hyuk y Yoongi brindaban por tener novios tan sexys. Hongbin solo podía bufar y vigilar que Taekwoon no se ahogara con el Vodka, como odiaba ser tan resistente al licor.


 


La noche en aquella discoteca concluyó con la escandalosa confesión de Minhyuk. El chico tomó las manos de su novio, besó sus nudillos con suavidad ante la atenta mirada de todos los presentes.


 


—Yook Sungjae, eres el amor de mi vida y quiero que estés a mi lado hasta el último día de mi existencia.


 


Luego cayó dormido sobre las piernas de Sungjae, el silencio reinó entre ellos. Todos volvieron al hotel, unos más conscientes que otros.


 


Después de que todos fueran a sus respectivas habitaciones y dejar a un dormido Hyuk sobre su cama, fue a llevar a Taekwoon a su habitación con ayuda de Hongbin. Su amigo era bastante pesado y borracho era un peso mayor, logró recostarlo sobre la cama pero el brazo de Taekwoon se enroscó alrededor de su cuello evitando que se fuera.


 


—No te va… yas. Tengo que —Taekwoon se esforzaba por sonar lo más claro posible. Apretó sus ojos fuertemente, luego parpadeó varias veces para enfocarlo— h–hablar contigo...


 


—Woonie, estás borracho. Mejor hablamos mañana, ¿sí?


 


—No, no, no... —repitió varias veces—. Bin, vete. Quiero... quiero hablar con Yeonie...


 


—Hyung, creo que deberías escucharlo —dijo Hongbin palmeando la espalda de Hakyeon y procediendo a abandonar la habitación.


 


Se adentró a la que compartían Hakyeon y Hyuk. Ver a su dongsaeng dormir tan pacíficamente, sin ser consciente del maremoto que se desataría en la otra habitación, lo hacía sentir pena. Hyuk siempre le pareció un niño inocente y encantador, nunca esperó que tuviera sentimientos por el mayor de sus amigos.


 


«Y tú tampoco esperabas sentir algo por él», susurró una voz en su cabeza.


 


Suspiró, pasó seguro a la puerta y se acomodó al lado de Sanghyuk. Detalló los bonitos rasgos de su rostro, esa nariz de chanchito que siempre le resultó tan adorable y sus labios abultados. Se inclinó sobre él y besó su frente arrancándole una sonrisa al chico dormido, quizás pensaba que era Hakyeon.


 


Envolvió el cuerpo de Hyuk en un abrazo y se dispuso a dormir así, con el cálido sentimiento de que por esa noche era suyo.


 


 


******


 


 


Hakyeon observaba a su amigo batallar por encontrar la coherencia en sus palabras, se veía muy nervioso o quizás era el alcohol.


 


—Wonnie…


 


—No… yo… debo… no…


 


—Woonie, por favor, duerme. Bebiste mucho y mañana te dolerá la cabeza —dijo Hakyeon con suavidad, le preocupaba el estado de su amigo.


 


—No te vayas —apresó los brazos del moreno entre sus manos, escondió su rostro en el pecho de su amigo y, sin poder contener las lágrimas, sollozó—. No me dejes, Hakyeon… Eres… lo más importante para mí… —los brazos de Hakyeon lo envolvieron al verlo tan desolado, tan roto, y él no sabía porque—. Te amo —eso último lo susurró.


 


—¿Qué… dijiste? —Hakyeon creyó haber escuchado mal, una confusión por la amortiguada voz de Taekwoon pero no fue así.


 


—Te amo, te amo… ¡Te amo! —gritó contra el pecho del moreno, apretando la tela de su camisa. Abrazándose a él como si su vida dependiera de ellos, aunque estaba lastimándolo en el proceso.


 


Hakyeon ya no era consciente del mundo que lo rodeaba, ni de la presión que su amigo ejercía en él. Sentía como si su vida fuese arrancada de su cuerpo, como si su corazón se convirtiera en una bola de cristal y fuera arrojado contra la pared rompiéndose en mil pedazos.


 


El silencio de la noche acompañado a los sollozos de Taekwoon envolvieron la triste escena en la que Hakyeon era el infortunado personaje principal, el telón parecía nunca querer bajar.

Notas finales:

OMG! Ahora, ¿que ocurrirá?

¿El Raken dejará de sufrir en silencio?

¿Hongbin hará algo?

¿Taekwoon recordará que se confesó a Hakyeon?

¿A quién más emocionó la confesión de Minhyuk? 7v7

Y nuestro pobre Haky solo sufre y sufre ;-;

La canción que canta Ken es "Say You Love Me" de Jessie Ware.

¡Feliz Navidad atrasada y Feliz Año Nuevo! Nos seguiremos viendo el próximo año, comenten que les pareció y denme mucho amor así como yo se los mando desde este lado del mundo.

Nos leemos pronto~


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