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I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

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Notas del capitulo:

Hola, hermosuras. Traje sensualidad~

¡Primer capítulo del año, yeah!

No sé que hice aquí pero espero les guste :3

Sin más que decir, a leer~

Capítulo 18: Friends.

 

Ken y Ravi se habían recostado en la cama con la mirada hacia el techo, ambos reían sin saber exactamente por qué. Luego de unos segundos recobraron la calma, simplemente se quedaron mirando a la nada. El silencio no los perturbaba, el ambiente entre los dos era cómodo.

 

Wonsik jugaba con los dedos de su hyung, sus largos y suaves dedos. Los entrelazó con los suyos y rió nuevamente.

 

—¿De qué te ríes, larva? —preguntó Ken acompañando la risa de su dongsaeng.

 

—Calzamos —dijo mostrando sus manos entrelazadas.

 

Jaehwan rió por aquella tontería, pero dejó escapar un grito agudo cuando Ravi mordió su dedo medio. Iba a reprocharle pero el menor mordió sus otros dedos sacándole pequeños quejidos.

 

—Basta, larva.

 

Ravi lo ignoró y comenzó a hacerle cosquilla haciendo que se retorciera entre las sábanas, no importaba cuantas veces lo empujara él volvería a atacarlo. Al final, Wonsik enrolló sus brazos por el abdomen de Jaehwan atrayéndolo contra su pecho. Lo abrazó por la espalda y entrelazó sus pernas con las piernas de su hyung, estaban haciendo una especie de cucharita.

 

—¿Larva?

 

—Vamos a dormir así —los vellos en la espalda de Ken se erizaron—. Te quiero, hyung.

 

Ken tragó el grueso nudo en su garganta, posó su mano sobre la mano de Wonsik que descansaba en su abdomen.

 

—Yo también te quiero, larva —susurró con una sonrisa en su rostro.

 

 

******

 

 

Hakyeon se encerró en el baño de la habitación de Taekwoon, pegó su espalda contra la puerta de madera y se dejó deslizar hasta llegar al piso. Llevó sus largas piernas a su pecho y las apretó entre sus brazos, su respiración estaba agitada. Intentó contar hasta diez para calmarse pero los números revoloteaban en su cabeza, su concentración se había perdido.

 

Sollozó, pequeños sonidos abandonaban sus labios mientras las lágrimas descendían.

 

—Esto no puede estar pasando —gimoteó lastimero.

 

No lo quería creer. Por más que las palabras de Taekwoon resonaran en su cabeza, no lo quería creer. Golpeó la parte posterior de su cabeza contra la fina madera, esperaba que todo fuera una clase de sueño extraño pero no lo era. El dolor de aquellos golpes le dijeron con burla que cada una de las palabras de Taekwoon era verdad, estaba completamente despierto.

 

Mordió su labio inferior, intentaba que su llanto no despertara a su amigo que aun dormía. Lloraría en silencio como siempre, se tragaría su dolor como hacia siempre. Lloro, sufrió y se maldijo por dentro, luego se levantó y lavó su rostro. No podía ver a sus amigos como si el mundo se le hubiera caído encima.

 

Salió del baño, Taekwoon aun dormía ignorando la tormenta que había desatado en su interior. Se acercó a él y tomó asiento al borde de la cama, lo contempló dormir tan pacíficamente que no podía ser capaz de pensar en recriminarle algo.

 

—Woonie, no es tu culpa —susurró y acarició el rostro dormido de Taekwoon—. El único culpable aquí soy yo, el único idiota aquí soy yo —suspiró, intentó controlarse y no lanzarse a llorar nuevamente—. Este estúpido amigo que tienes solo sabe meter la pata.

 

Depositó un suave beso en la mejilla de su amigo y se retiró de la habitación.

 

Apenas amanecía y él no había podido pegar un ojo en lo que quedaba de noche, el sueño se había esfumado de su sistema. Fue hacia la piscina, se dejó caer en una de las sillas acolchadas mientras veía el sol salir. Deseaba tanto que Hyuk estuviera a su lado, que reafirmara su amor a él y detuviera ese ciclón de emociones dentro de él. Quería dejar de pensar que había hecho las cosas de la forma equivocada.

 

 

 

 

 

Hyuk restregaba sus adormilados ojos, su teléfono sonó con un mensaje entrante. Decidió ignorarlo y abrazar el cuerpo de su hyung a su lado, por nada del mundo quería acabar con esa comodidad. Aunque algo dentro de él le decía que no estaba bien, el cuerpo de su hyung se sentía más grande y el olor no era el mismo.

 

En contra de su voluntad tuvo que abrir sus ojos, enfocó el rostro frente a él llevándose una gran sorpresa. No era Hakyeon quien dormía junto a él si no Hongbin. Se irguió rápidamente y revisó su cuerpo, estaba aun con la ropa de la noche anterior. Suspiró aliviado.

 

¿Qué había pasado? Recordaba estar bailando con Hakyeon toda la noche, ¿Cómo acabó durmiendo con Hongbin en lugar de su novio?

 

Se levantó de la cama, buscó algo de ropa en su maleta y se metió a darse una ducha, olía a alcohol y a alguna cosa rara. Dejó que el agua cayera sobre él, lavó lo mejor que pudo su cuerpo. Su cabeza empezaba a doler y eso solo podía significar una cosa, resaca. Tenía que preguntar a su hyung si tenía algo para quitar la resaca, aunque primero le reclamaría por dejarlo dormir con Hongbin. No estaba bien, Hakyeon era su novio y no era posible que lo dejara a merced de su antiguo crush (Hongbin no lo sabía pero era peligroso).

 

Salió del cuarto de baño ya arreglado, vistiendo una camiseta amarilla holgada y unos pantalones que llegaban a sus rodillas. Tomó su celular comprobando que el mensaje era de su hermano, le contestó y volvió a ponerlo en su lugar.

 

Hongbin estaba despertando, Hyuk no podía negar que se veía adorable recién despierto, con sus cabellos alborotado y sus mejillas hinchadas.

 

—Hyung, buenos días —dijo tratando de sonar alegre y no incómodo—. Deberías darte un baño, es tarde y apestas. Voy a buscar a Hakyeon–hyung —sin más salió disparado por la puerta dejando tras él a un Hongbin con cara de estupefacción.

 

Al estar en el pasillo se dio cuenta que si Hongbin durmió a su lado, entonces Hakyeon durmió con Taekwoon. Intentó que la espina de los celos no le afectara, se mentalizó que Hakyeon solo dormía al lado de su amigo y nada más pero su pecho dolía. Fue hasta la habitación de Taekwoon, abrió la puerta con cuidado tratando de no hacer mucho ruido y asomó su cabeza. Encontró a Taekwoon acostado en la cama, estaba con la boca abierta emitiendo ronquidos. A su punto de vista no era nada lindo, comparándolo con Hongbin, ¿Cómo Hakyeon se fijó en él?

 

Al comprobar que su novio no estaba en esa habitación fue a buscarlo por el hotel, no pudo haber ido lejos y esperaba que así fuera porque el dolor de cabeza se estaba tornando insoportable. Fue al salón comedor, era un amplio lugar con mesas y sillas de madera pulida, donde escasas personas se encontraban desayunando. Entre ellas estaba Hakyeon.

 

—¡Hyung! —se acercó a la mesa que ocupaba Hakyeon y le plantó un beso en sus abultados labios—. ¿Por qué me dejaste durmiendo con Hongbin–hyung?

 

—Oh, Hyukkie, lo que pasa es que Taekwoonie se puso pesado en querer hablar conmigo…

 

—¿Qué te dijo? —la alarmas en Hyuk se activaron, el miedo empezó a ascender por su espina dorsal e instalarse en su cabeza.

 

—Nada… nada importante —Hakyeon sacudió su cabeza varias veces—. Solo que, creo, debí confiar más en él.

 

—¿A qué te refieres?

 

Hakyeon tomó las manos de Hyuk, su mirada se veía brillante y Hyuk simplemente temió lo peor.

 

—Que debí decirle de lo nuestro, es mi mejor amigo y le oculté que estaba contigo. Debí confiar en que él no me daría la espalda —dejó salir el aire de sus pulmones de forma pesada—. Fui un mal amigo.

 

—No, no lo eres —Hyuk juntó su frente con la del moreno—. Eres la mejor persona que he podido conocer, Hakyeon–hyung —se separó quejándose un poco—. Aun me duele la cabeza.

 

—¡Toma! —le tendió la funda de unas tabletas—. Son para la resaca.

 

—Cada día me enamoras más —dijo y ambos rieron.

 

No pasó mucho tiempo y Hongbin se unió a ellos, el chico tuvo que poner su mejor cara y soportar las miradas que su hyung y Sanghyuk se dedicaban. Le daba asco, no ellos sino él mismo. Asco de sentir celos de la felicidad de sus amigos, asco de desear a Sanghyuk como se desea a la persona amada, asco de querer interponerse entre ellos dos.

 

Trataba de no pensar en cómo se sentiría tomar la mano de Sanghyuk, ir a una cita, besar… pensar en ello era ir demasiado lejos.

 

Por otro lado, Ken despertaba envuelto en los brazos de su dongsaeng. Muchos de los recuerdos de la noche anterior llegaron a su cabeza haciéndolo sonrojar, Wonsik le dijo que lo quería y eso fue suficiente para que su mundo se tiñera de colores pasteles.

 

Cuando vio su carita dormida y su boca entreabierta solo sintió ganas de besarlo. No importaba que sonara como un cerdo con bronquitis, quería besarlo hasta que sus labios se desgastaran.

 

Una sonrisa juguetona se dibujó en su rostro. Taekwoon lo había hecho con Hakyeon, ¿por qué él no podría hacerlo con Ravi? Se acercó a su rostro, sus labios a centímetros de tocarse, sentía la electricidad apoderarse de él. Todo habría resultado como esperaba de no ser por un sonido emitido por la voz de Wonsik.

 

—Taemin…

 

Ken se levantó de la cama como si hubieran accionado el interruptor de robot. Recto, con los brazos tensos y las manos empuñadas. La ira se lo estaba comiendo vivo. Los deseos de besarlo fueron reemplazados por las ganas de molerlo a golpes, ¿cómo se le ocurrió decir ese nombre justo en ese momento?

 

Levantó su pierna derecha y con toda la fuerza que poseía pateó a Wonsik fuera de la cama. Ravi miraba a todos lados desconcertado y con un inmenso dolor en su coxis.

 

—¡Levántate, sinvergüenza! ¡Mira la hora que es y tú todavía duermes! —se metió rápidamente al baño antes de soltarle algún improperio.

 

—¿Mamá…? —dijo Ravi al ver el extraño regaño de su hyung.

 

 

******

 

 

Fue un día extraño y todos lo podían sentir. Jaehwan y Jin evitaban a Namjoon y Wonsik,  Hongbin tuvo que lidiar con un deprimido Taehyung ya que su novio estaba siendo acaparado por su hermano, Sungjae parecía huir de Minhyuk y arrastrar a Jimin con él, a Suga eso lo frustraba. 

 

Taekwoon despertó a media tarde con un terrible dolor de cabeza, fue mala idea beber para olvidar. Llevó sus manos a su rostro, los ojos le ardían. Rápidamente levantó su cabeza y enfocó la mira en su entorno, estaba solo. Recordaba escasamente estar hablando con Hakyeon pero ¿qué dijo? No recordaba que había dicho, ¿y si dijo una estupidez? ¿Y si se confesó? Dios, quería que la tierra se lo tragara.

 

Hakyeon y Sanghyuk se encerraron en su habitación e ignoraron al mundo, querían algo de privacidad. Estaban envueltos en cálidas sábanas, abrazados, aferrados el uno al otro. Hakyeon necesitaba de Sanghyuk, necesitaba olvidarse de todo lo que le rodeaba y solo Hyuk podía hacerlo. Con su dulce olor y su suave piel rozándolo pudo disfrutar de unas horas de sueño sin preocupaciones.

 

Afuera, Taekwoon se había sentado al lado de Yoongi mientras recorría la piscina con la mirada. El pálido chico le ofreció un vaso de jugo y una pastilla.

 

—Todos despertaron con resaca.

 

—Me alegro no ser el único —dijo tomando la pastilla. Suga solo sonrió, Taekwoon siempre pensó que tenía una sonrisa adorable y que junto a Jimin hacían una pareja adorable.

 

—Mira, ahí va Sungjae secuestrando a mi novio —señaló a los dos chicos que se adentraban a hotel con rapidez.

 

—¿No te molesta?

 

—Para nada, yo confío en Jimin y sé que Sungjae es solo su amigo —expresó confiado—. Además, el chico está pasando por una situación complicada.

 

—¿Cómo así?

 

—¿No te acuerdas? —Taekwoon negó con la cabeza—. Minhyuk prácticamente le pidió matrimonio a Sungjae y ahora el chico no sabe qué hacer.

 

Taekwoon abrió ampliamente los ojos, no esperaba que Minhyuk hiciera una proposición tan osada. Cayó en cuenta que Hyuk no estaba con Sungjae, así que debía estar con Hakyeon.

 

—¿Dónde están Hakyeon y Sanghyuk?

 

—Deben estar en su habitación, hyung no se sentía muy bien —Taekwoon se levantó de la mesa y estaba dispuesto a ir a la habitación de su amigo—. ¿Y mi beso? No creas que doy información de gratis.

 

El mayor negó con la cabeza y sonrió, se acercó a su pálido amigo y besó su mejilla. Emprendió de nuevo su camino a la habitación de Hakyeon, su estomagó estaba revuelto y su garganta seca, quería culpar a la resaca pero sabía que eso era lo de menos. Al llegar al pasillo vio a Sungjae tocar insistentemente la puerta y gritando el nombre de Hyuk, se veía bastante nervioso.

 

Su dongsaeng no tardó en salir, tenía el cabello despeinado y una mirada somnolienta. Sungjae lo tomó del brazo y se lo llevó en dirección contraria a la de él. Taekwoon no desaprovechó esa oportunidad y se apresuró hasta la habitación de Hakyeon.

 

La puerta estaba entreabierta, y, en contra de sus buenos modales, entró sin anunciarse. Se quedó congelado al ver el cuerpo de Hakyeon de espaldas a él, una toalla alrededor de su cintura era lo único que lo cubría.

 

—Hyuk, ¿has visto mi…? ¡Ya lo encontré! —dijo sacando una camiseta de color negro de su maleta.

 

—Hakyeon–ah —lo llamó Taekwoon, tuvo que armarse de valor para poder emitir una palabra con Hakyeon en ese estado.

 

El moreno se irguió al escuchar la voz de Taekwoon, tragó el grueso nudo en su garganta y encaró a su mejor amigo.

 

—Taekwoonie… ¿Pasa algo?

 

—Yo quería hablar contigo… es importante…

 

—Claro, espera a que me termine de vestir —Hakyeon se metió al cuarto de baño, Taekwoon no tuvo más opción que sentarse en la cama y esperarlo.

 

Para su sorpresa, y sin que Hakyeon lo notara, tuvo una vista de lo que sucedía en el baño gracias al espejo del armario. Podía ver el cuerpo desnudo del moreno, de su cadera, sus torneadas piernas y de su… tuvo que agachar la mirada, eso no era bueno para él. Su amigo pensaría que es un pervertido por estarlo espiando.

 

Escuchó sus pasos acercarse y su peso caer a un lado de la cama, estaban a solo centímetros de tocarse.

 

—¿Qué querías decirme? —preguntó Hakyeon sin voltearlo a ver.

 

—Yo… anoche… estaba muy borracho y no recuerdo que hice o dije… ¿Dije algo raro?

 

Hakyeon tenía los hombros tensos pero fue relajándose al escuchar que Taekwoon no recordaba nada, quizás eso era lo mejor.

 

—Oh, no… solo me reclamaste por no confiar en ti y lo demás no tuvo sentido.

 

—¿Te… reclamé?

 

—Sí, me gritaste un poco —dijo haciendo un puchero—. Pero lo entiendo, fue mi culpa. Yo me guardé muchas cosas y no te las conté, fui un pésimo amigo —su mirada se encontró con la de Taekwoon, sus ojos se estaban cristalizando—. Yo fui un tonto, debí hablar contigo en primer lugar y no lo hice. Merezco que me grites.

 

—Sí, eres un tonto.

 

—¡Hey! —se quejó pero fue cayado con un abrazo.

 

Aquel abrazo lo había tomado por sorpresa a ambos pero Taekwoon no se separó, necesitaba de ese pequeño contacto para asegurarse que todo estaba bien. Unos segundos después Hakyeon el correspondió, se sentía bien.

 

—Sabes que siempre estaré para ti —dijo Taekwoon—. En las buenas y en las malas porque, por sobre todas las cosas, soy tu amigo y los amigos están para apoyarse.

 

—¿Aun si es doloroso o si el cielo se nos cae encima? —la mano de Hakyeon fue hasta los negros cabellos de su amigo, enredó sus dedos con las lizas hebras.

 

Taekwoon separó un poco su cabeza y contempló el bello rostro de quien amaba, de quien siempre fue su amigo por muchos años. Su amistad era fuerte, pese a su personalidad y a sus constantes peleas, siempre se mantuvieron juntos. Una amistad debía ser fuerte y leal ante todo.

 

—Aunque me estén torturan, yo siempre voy a estar para ti.

 

Vio los labios de Hakyeon temblar, quería besarlos. Tomó el rostro de su amigo en sus manos y besó con suavidad su frente, no podía traicionarlo ahora. Escuchó a Hakyeon gimotear, en un parpadeo estuvo contra la cama y el rostro de su amigo oculto en su pecho con sus manos apretando su camisa. No entendía porque lloraba y no pudo preguntarle, sus palabras murieron en su garganta. Solo lo abrazó, lo acunó en su pecho como un niño en busca de consuelo y por más retorcido que se viera, ese momento fue perfecto para él.

 

«Te amo y aun si me matas lentamente, no te dejaré ir jamás».

 

 

******

 

 

Hyuk, Sungjae y Jimin fueron en busca de Taehyung, necesitaban de toda la ayuda del mundo y un lugar donde esconderse así que Taehyung era su única oportunidad.

 

Lo vieron en una de esas sillas largas junto a la piscina o, más bien, sobre el individuo que ocupaba esa silla. Taehyung tenía su cuerpo desparramado sobre Hongbin, quien lo achuchaba y acariciaba sus cabellos. Hyuk sintió calambres en su estómago al verlos así pero se regañó mentalmente por eso, a Tae le gustaba el hermano de Jin y él estaba de novio con Hakyeon. Era ilógico que estuviera así por ellos.

 

—Tae, te necesitamos urgente —dijo Jimin al estar frente a ellos.

 

—Déjame la vida en paz, ChimChim. Nada tiene sentido para mí.

 

—Está así por Jungkook —dijo Hongbin encogiéndose de hombros— y Jungkook está así por él.

 

Los tres amigos giraron la vista al otro lado de la piscina donde Jungkook era apresado por los protectores brazos de su hermana, y este hablaba con Ken. El chico se veía en extremo aburrido, prácticamente tenia escrito en su cara “acaben con mí sufrir”.

 

—Tae —Jimin volvió a tomar la palabra—, si vienes con nosotros haré que Jin suelte a Jungkook y pases tiempo con él.

 

Taehyung lo miró con los ojos brillantes, una mirada de esperanza. Se puso de pie y adquirió una posición firme.

 

—¿Para que soy bueno, mi capitán?

 

—Interesado —dijo Sungjae.

 

Los amigos iban a irse pero Hongbin detuvo a Hyuk.

 

—Hey, Hyuk, espera —el nombrado lo miró confundido cuando se acercó a él y empezó a acomodar los mechones de su cabello. Su mano, sin querer o con toda la intención del mundo, acarició la mejilla de Sanghyuk—. Listo —dijo para luego guiñarle un ojo.

 

De no ser por Sungjae quien lo haló y se lo llevó consigo, se habría derretido a los pies de Hongbin. Se repitió mil veces en su cabeza que su novio era Hakyeon y que Hongbin era su amigo, solo su amigo.

 

 

Entonces, ¿por qué su corazón latía de esa manera?

Capítulo 18: Friends.

 

Ken y Ravi se habían recostado en la cama con la mirada hacia el techo, ambos reían sin saber exactamente por qué. Luego de unos segundos recobraron la calma, simplemente se quedaron mirando a la nada. El silencio no los perturbaba, el ambiente entre los dos era cómodo.

 

Wonsik jugaba con los dedos de su hyung, sus largos y suaves dedos. Los entrelazó con los suyos y rió nuevamente.

 

—¿De qué te ríes, larva? —preguntó Ken acompañando la risa de su dongsaeng.

 

—Calzamos —dijo mostrando sus manos entrelazadas.

 

Jaehwan rió por aquella tontería, pero dejó escapar un grito agudo cuando Ravi mordió su dedo medio. Iba a reprocharle pero el menor mordió sus otros dedos sacándole pequeños quejidos.

 

—Basta, larva.

 

Ravi lo ignoró y comenzó a hacerle cosquilla haciendo que se retorciera entre las sábanas, no importaba cuantas veces lo empujara él volvería a atacarlo. Al final, Wonsik enrolló sus brazos por el abdomen de Jaehwan atrayéndolo contra su pecho. Lo abrazó por la espalda y entrelazó sus pernas con las piernas de su hyung, estaban haciendo una especie de cucharita.

 

—¿Larva?

 

—Vamos a dormir así —los vellos en la espalda de Ken se erizaron—. Te quiero, hyung.

 

Ken tragó el grueso nudo en su garganta, posó su mano sobre la mano de Wonsik que descansaba en su abdomen.

 

—Yo también te quiero, larva —susurró con una sonrisa en su rostro.

 

 

******

 

 

Hakyeon se encerró en el baño de la habitación de Taekwoon, pegó su espalda contra la puerta de madera y se dejó deslizar hasta llegar al piso. Llevó sus largas piernas a su pecho y las apretó entre sus brazos, su respiración estaba agitada. Intentó contar hasta diez para calmarse pero los números revoloteaban en su cabeza, su concentración se había perdido.

 

Sollozó, pequeños sonidos abandonaban sus labios mientras las lágrimas descendían.

 

—Esto no puede estar pasando —gimoteó lastimero.

 

No lo quería creer. Por más que las palabras de Taekwoon resonaran en su cabeza, no lo quería creer. Golpeó la parte posterior de su cabeza contra la fina madera, esperaba que todo fuera una clase de sueño extraño pero no lo era. El dolor de aquellos golpes le dijeron con burla que cada una de las palabras de Taekwoon era verdad, estaba completamente despierto.

 

Mordió su labio inferior, intentaba que su llanto no despertara a su amigo que aun dormía. Lloraría en silencio como siempre, se tragaría su dolor como hacia siempre. Lloro, sufrió y se maldijo por dentro, luego se levantó y lavó su rostro. No podía ver a sus amigos como si el mundo se le hubiera caído encima.

 

Salió del baño, Taekwoon aun dormía ignorando la tormenta que había desatado en su interior. Se acercó a él y tomó asiento al borde de la cama, lo contempló dormir tan pacíficamente que no podía ser capaz de pensar en recriminarle algo.

 

—Woonie, no es tu culpa —susurró y acarició el rostro dormido de Taekwoon—. El único culpable aquí soy yo, el único idiota aquí soy yo —suspiró, intentó controlarse y no lanzarse a llorar nuevamente—. Este estúpido amigo que tienes solo sabe meter la pata.

 

Depositó un suave beso en la mejilla de su amigo y se retiró de la habitación.

 

Apenas amanecía y él no había podido pegar un ojo en lo que quedaba de noche, el sueño se había esfumado de su sistema. Fue hacia la piscina, se dejó caer en una de las sillas acolchadas mientras veía el sol salir. Deseaba tanto que Hyuk estuviera a su lado, que reafirmara su amor a él y detuviera ese ciclón de emociones dentro de él. Quería dejar de pensar que había hecho las cosas de la forma equivocada.

 

 

 

 

 

Hyuk restregaba sus adormilados ojos, su teléfono sonó con un mensaje entrante. Decidió ignorarlo y abrazar el cuerpo de su hyung a su lado, por nada del mundo quería acabar con esa comodidad. Aunque algo dentro de él le decía que no estaba bien, el cuerpo de su hyung se sentía más grande y el olor no era el mismo.

 

En contra de su voluntad tuvo que abrir sus ojos, enfocó el rostro frente a él llevándose una gran sorpresa. No era Hakyeon quien dormía junto a él si no Hongbin. Se irguió rápidamente y revisó su cuerpo, estaba aun con la ropa de la noche anterior. Suspiró aliviado.

 

¿Qué había pasado? Recordaba estar bailando con Hakyeon toda la noche, ¿Cómo acabó durmiendo con Hongbin en lugar de su novio?

 

Se levantó de la cama, buscó algo de ropa en su maleta y se metió a darse una ducha, olía a alcohol y a alguna cosa rara. Dejó que el agua cayera sobre él, lavó lo mejor que pudo su cuerpo. Su cabeza empezaba a doler y eso solo podía significar una cosa, resaca. Tenía que preguntar a su hyung si tenía algo para quitar la resaca, aunque primero le reclamaría por dejarlo dormir con Hongbin. No estaba bien, Hakyeon era su novio y no era posible que lo dejara a merced de su antiguo crush (Hongbin no lo sabía pero era peligroso).

 

Salió del cuarto de baño ya arreglado, vistiendo una camiseta amarilla holgada y unos pantalones que llegaban a sus rodillas. Tomó su celular comprobando que el mensaje era de su hermano, le contestó y volvió a ponerlo en su lugar.

 

Hongbin estaba despertando, Hyuk no podía negar que se veía adorable recién despierto, con sus cabellos alborotado y sus mejillas hinchadas.

 

—Hyung, buenos días —dijo tratando de sonar alegre y no incómodo—. Deberías darte un baño, es tarde y apestas. Voy a buscar a Hakyeon–hyung —sin más salió disparado por la puerta dejando tras él a un Hongbin con cara de estupefacción.

 

Al estar en el pasillo se dio cuenta que si Hongbin durmió a su lado, entonces Hakyeon durmió con Taekwoon. Intentó que la espina de los celos no le afectara, se mentalizó que Hakyeon solo dormía al lado de su amigo y nada más pero su pecho dolía. Fue hasta la habitación de Taekwoon, abrió la puerta con cuidado tratando de no hacer mucho ruido y asomó su cabeza. Encontró a Taekwoon acostado en la cama, estaba con la boca abierta emitiendo ronquidos. A su punto de vista no era nada lindo, comparándolo con Hongbin, ¿Cómo Hakyeon se fijó en él?

 

Al comprobar que su novio no estaba en esa habitación fue a buscarlo por el hotel, no pudo haber ido lejos y esperaba que así fuera porque el dolor de cabeza se estaba tornando insoportable. Fue al salón comedor, era un amplio lugar con mesas y sillas de madera pulida, donde escasas personas se encontraban desayunando. Entre ellas estaba Hakyeon.

 

—¡Hyung! —se acercó a la mesa que ocupaba Hakyeon y le plantó un beso en sus abultados labios—. ¿Por qué me dejaste durmiendo con Hongbin–hyung?

 

—Oh, Hyukkie, lo que pasa es que Taekwoonie se puso pesado en querer hablar conmigo…

 

—¿Qué te dijo? —la alarmas en Hyuk se activaron, el miedo empezó a ascender por su espina dorsal e instalarse en su cabeza.

 

—Nada… nada importante —Hakyeon sacudió su cabeza varias veces—. Solo que, creo, debí confiar más en él.

 

—¿A qué te refieres?

 

Hakyeon tomó las manos de Hyuk, su mirada se veía brillante y Hyuk simplemente temió lo peor.

 

—Que debí decirle de lo nuestro, es mi mejor amigo y le oculté que estaba contigo. Debí confiar en que él no me daría la espalda —dejó salir el aire de sus pulmones de forma pesada—. Fui un mal amigo.

 

—No, no lo eres —Hyuk juntó su frente con la del moreno—. Eres la mejor persona que he podido conocer, Hakyeon–hyung —se separó quejándose un poco—. Aun me duele la cabeza.

 

—¡Toma! —le tendió la funda de unas tabletas—. Son para la resaca.

 

—Cada día me enamoras más —dijo y ambos rieron.

 

No pasó mucho tiempo y Hongbin se unió a ellos, el chico tuvo que poner su mejor cara y soportar las miradas que su hyung y Sanghyuk se dedicaban. Le daba asco, no ellos sino él mismo. Asco de sentir celos de la felicidad de sus amigos, asco de desear a Sanghyuk como se desea a la persona amada, asco de querer interponerse entre ellos dos.

 

Trataba de no pensar en cómo se sentiría tomar la mano de Sanghyuk, ir a una cita, besar… pensar en ello era ir demasiado lejos.

 

Por otro lado, Ken despertaba envuelto en los brazos de su dongsaeng. Muchos de los recuerdos de la noche anterior llegaron a su cabeza haciéndolo sonrojar, Wonsik le dijo que lo quería y eso fue suficiente para que su mundo se tiñera de colores pasteles.

 

Cuando vio su carita dormida y su boca entreabierta solo sintió ganas de besarlo. No importaba que sonara como un cerdo con bronquitis, quería besarlo hasta que sus labios se desgastaran.

 

Una sonrisa juguetona se dibujó en su rostro. Taekwoon lo había hecho con Hakyeon, ¿por qué él no podría hacerlo con Ravi? Se acercó a su rostro, sus labios a centímetros de tocarse, sentía la electricidad apoderarse de él. Todo habría resultado como esperaba de no ser por un sonido emitido por la voz de Wonsik.

 

—Taemin…

 

Ken se levantó de la cama como si hubieran accionado el interruptor de robot. Recto, con los brazos tensos y las manos empuñadas. La ira se lo estaba comiendo vivo. Los deseos de besarlo fueron reemplazados por las ganas de molerlo a golpes, ¿cómo se le ocurrió decir ese nombre justo en ese momento?

 

Levantó su pierna derecha y con toda la fuerza que poseía pateó a Wonsik fuera de la cama. Ravi miraba a todos lados desconcertado y con un inmenso dolor en su coxis.

 

—¡Levántate, sinvergüenza! ¡Mira la hora que es y tú todavía duermes! —se metió rápidamente al baño antes de soltarle algún improperio.

 

—¿Mamá…? —dijo Ravi al ver el extraño regaño de su hyung.

 

 

******

 

 

Fue un día extraño y todos lo podían sentir. Jaehwan y Jin evitaban a Namjoon y Wonsik,  Hongbin tuvo que lidiar con un deprimido Taehyung ya que su novio estaba siendo acaparado por su hermano, Sungjae parecía huir de Minhyuk y arrastrar a Jimin con él, a Suga eso lo frustraba. 

 

Taekwoon despertó a media tarde con un terrible dolor de cabeza, fue mala idea beber para olvidar. Llevó sus manos a su rostro, los ojos le ardían. Rápidamente levantó su cabeza y enfocó la mira en su entorno, estaba solo. Recordaba escasamente estar hablando con Hakyeon pero ¿qué dijo? No recordaba que había dicho, ¿y si dijo una estupidez? ¿Y si se confesó? Dios, quería que la tierra se lo tragara.

 

Hakyeon y Sanghyuk se encerraron en su habitación e ignoraron al mundo, querían algo de privacidad. Estaban envueltos en cálidas sábanas, abrazados, aferrados el uno al otro. Hakyeon necesitaba de Sanghyuk, necesitaba olvidarse de todo lo que le rodeaba y solo Hyuk podía hacerlo. Con su dulce olor y su suave piel rozándolo pudo disfrutar de unas horas de sueño sin preocupaciones.

 

Afuera, Taekwoon se había sentado al lado de Yoongi mientras recorría la piscina con la mirada. El pálido chico le ofreció un vaso de jugo y una pastilla.

 

—Todos despertaron con resaca.

 

—Me alegro no ser el único —dijo tomando la pastilla. Suga solo sonrió, Taekwoon siempre pensó que tenía una sonrisa adorable y que junto a Jimin hacían una pareja adorable.

 

—Mira, ahí va Sungjae secuestrando a mi novio —señaló a los dos chicos que se adentraban a hotel con rapidez.

 

—¿No te molesta?

 

—Para nada, yo confío en Jimin y sé que Sungjae es solo su amigo —expresó confiado—. Además, el chico está pasando por una situación complicada.

 

—¿Cómo así?

 

—¿No te acuerdas? —Taekwoon negó con la cabeza—. Minhyuk prácticamente le pidió matrimonio a Sungjae y ahora el chico no sabe qué hacer.

 

Taekwoon abrió ampliamente los ojos, no esperaba que Minhyuk hiciera una proposición tan osada. Cayó en cuenta que Hyuk no estaba con Sungjae, así que debía estar con Hakyeon.

 

—¿Dónde están Hakyeon y Sanghyuk?

 

—Deben estar en su habitación, hyung no se sentía muy bien —Taekwoon se levantó de la mesa y estaba dispuesto a ir a la habitación de su amigo—. ¿Y mi beso? No creas que doy información de gratis.

 

El mayor negó con la cabeza y sonrió, se acercó a su pálido amigo y besó su mejilla. Emprendió de nuevo su camino a la habitación de Hakyeon, su estomagó estaba revuelto y su garganta seca, quería culpar a la resaca pero sabía que eso era lo de menos. Al llegar al pasillo vio a Sungjae tocar insistentemente la puerta y gritando el nombre de Hyuk, se veía bastante nervioso.

 

Su dongsaeng no tardó en salir, tenía el cabello despeinado y una mirada somnolienta. Sungjae lo tomó del brazo y se lo llevó en dirección contraria a la de él. Taekwoon no desaprovechó esa oportunidad y se apresuró hasta la habitación de Hakyeon.

 

La puerta estaba entreabierta, y, en contra de sus buenos modales, entró sin anunciarse. Se quedó congelado al ver el cuerpo de Hakyeon de espaldas a él, una toalla alrededor de su cintura era lo único que lo cubría.

 

—Hyuk, ¿has visto mi…? ¡Ya lo encontré! —dijo sacando una camiseta de color negro de su maleta.

 

—Hakyeon–ah —lo llamó Taekwoon, tuvo que armarse de valor para poder emitir una palabra con Hakyeon en ese estado.

 

El moreno se irguió al escuchar la voz de Taekwoon, tragó el grueso nudo en su garganta y encaró a su mejor amigo.

 

—Taekwoonie… ¿Pasa algo?

 

—Yo quería hablar contigo… es importante…

 

—Claro, espera a que me termine de vestir —Hakyeon se metió al cuarto de baño, Taekwoon no tuvo más opción que sentarse en la cama y esperarlo.

 

Para su sorpresa, y sin que Hakyeon lo notara, tuvo una vista de lo que sucedía en el baño gracias al espejo del armario. Podía ver el cuerpo desnudo del moreno, de su cadera, sus torneadas piernas y de su… tuvo que agachar la mirada, eso no era bueno para él. Su amigo pensaría que es un pervertido por estarlo espiando.

 

Escuchó sus pasos acercarse y su peso caer a un lado de la cama, estaban a solo centímetros de tocarse.

 

—¿Qué querías decirme? —preguntó Hakyeon sin voltearlo a ver.

 

—Yo… anoche… estaba muy borracho y no recuerdo que hice o dije… ¿Dije algo raro?

 

Hakyeon tenía los hombros tensos pero fue relajándose al escuchar que Taekwoon no recordaba nada, quizás eso era lo mejor.

 

—Oh, no… solo me reclamaste por no confiar en ti y lo demás no tuvo sentido.

 

—¿Te… reclamé?

 

—Sí, me gritaste un poco —dijo haciendo un puchero—. Pero lo entiendo, fue mi culpa. Yo me guardé muchas cosas y no te las conté, fui un pésimo amigo —su mirada se encontró con la de Taekwoon, sus ojos se estaban cristalizando—. Yo fui un tonto, debí hablar contigo en primer lugar y no lo hice. Merezco que me grites.

 

—Sí, eres un tonto.

 

—¡Hey! —se quejó pero fue cayado con un abrazo.

 

Aquel abrazo lo había tomado por sorpresa a ambos pero Taekwoon no se separó, necesitaba de ese pequeño contacto para asegurarse que todo estaba bien. Unos segundos después Hakyeon el correspondió, se sentía bien.

 

—Sabes que siempre estaré para ti —dijo Taekwoon—. En las buenas y en las malas porque, por sobre todas las cosas, soy tu amigo y los amigos están para apoyarse.

 

—¿Aun si es doloroso o si el cielo se nos cae encima? —la mano de Hakyeon fue hasta los negros cabellos de su amigo, enredó sus dedos con las lizas hebras.

 

Taekwoon separó un poco su cabeza y contempló el bello rostro de quien amaba, de quien siempre fue su amigo por muchos años. Su amistad era fuerte, pese a su personalidad y a sus constantes peleas, siempre se mantuvieron juntos. Una amistad debía ser fuerte y leal ante todo.

 

—Aunque me estén torturan, yo siempre voy a estar para ti.

 

Vio los labios de Hakyeon temblar, quería besarlos. Tomó el rostro de su amigo en sus manos y besó con suavidad su frente, no podía traicionarlo ahora. Escuchó a Hakyeon gimotear, en un parpadeo estuvo contra la cama y el rostro de su amigo oculto en su pecho con sus manos apretando su camisa. No entendía porque lloraba y no pudo preguntarle, sus palabras murieron en su garganta. Solo lo abrazó, lo acunó en su pecho como un niño en busca de consuelo y por más retorcido que se viera, ese momento fue perfecto para él.

 

«Te amo y aun si me matas lentamente, no te dejaré ir jamás».

 

 

******

 

 

Hyuk, Sungjae y Jimin fueron en busca de Taehyung, necesitaban de toda la ayuda del mundo y un lugar donde esconderse así que Taehyung era su única oportunidad.

 

Lo vieron en una de esas sillas largas junto a la piscina o, más bien, sobre el individuo que ocupaba esa silla. Taehyung tenía su cuerpo desparramado sobre Hongbin, quien lo achuchaba y acariciaba sus cabellos. Hyuk sintió calambres en su estómago al verlos así pero se regañó mentalmente por eso, a Tae le gustaba el hermano de Jin y él estaba de novio con Hakyeon. Era ilógico que estuviera así por ellos.

 

—Tae, te necesitamos urgente —dijo Jimin al estar frente a ellos.

 

—Déjame la vida en paz, ChimChim. Nada tiene sentido para mí.

 

—Está así por Jungkook —dijo Hongbin encogiéndose de hombros— y Jungkook está así por él.

 

Los tres amigos giraron la vista al otro lado de la piscina donde Jungkook era apresado por los protectores brazos de su hermana, y este hablaba con Ken. El chico se veía en extremo aburrido, prácticamente tenia escrito en su cara “acaben con mí sufrir”.

 

—Tae —Jimin volvió a tomar la palabra—, si vienes con nosotros haré que Jin suelte a Jungkook y pases tiempo con él.

 

Taehyung lo miró con los ojos brillantes, una mirada de esperanza. Se puso de pie y adquirió una posición firme.

 

—¿Para que soy bueno, mi capitán?

 

—Interesado —dijo Sungjae.

 

Los amigos iban a irse pero Hongbin detuvo a Hyuk.

 

—Hey, Hyuk, espera —el nombrado lo miró confundido cuando se acercó a él y empezó a acomodar los mechones de su cabello. Su mano, sin querer o con toda la intención del mundo, acarició la mejilla de Sanghyuk—. Listo —dijo para luego guiñarle un ojo.

 

De no ser por Sungjae quien lo haló y se lo llevó consigo, se habría derretido a los pies de Hongbin. Se repitió mil veces en su cabeza que su novio era Hakyeon y que Hongbin era su amigo, solo su amigo.

 

Entonces, ¿por qué su corazón latía de esa manera?

Notas finales:

Pregunta fuera del fic: ¿Alguien ya vio el video de Bomb? Yo lo vi a medias, la VApp me falla >:c

Las emociones estuvieron muy revueltas, todos sienten culpa y/o tristeza.

¿Creen que Hakyeon podrá sostener la mentira de que Leo nunca se confesó? 

¿Ken le dirá lo que siente a Ravi? ¿Y este dejará de ser tan tonto y olvidará a Taemin?

¿Sungjae dejará de huir de Minhyuk?

Y Hongbin... ya se le están metiendo ideas raras a la cabeza... u.u

Y si, hermosuras, yo shippeo a Leo con Suga, a Hongbin con Taehyung y a Ken con Jin, ¿alguien más? ¿No? ¿Nadie? Ok :c

Dsiculpen cualquier horror ortográfico u.u

Nos leemos en el próximo cap, denme amor para seguir escribiendo esta cosa rompecorazones y denle amor a Ravi. Nos leemos luego~


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