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I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

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Notas del capitulo:

Hola hermosuras, traje sensualidad~

Como este capítulo el algo corto y no se si vaya a actualizar la próxima semana (motivos escolares que me están asfixiando la vida) haré actualizacion doble —además de que amo sus comentarios así que considerenlo un regalo >u<—

Sus ojos miraban nervioso al hombre frente a él, su rostro era demasiado neutral para saber lo que pensaba o iba a decirle. El hombre finalmente bajó la hoja y empezó a hablar de la forma más insípida posible.

 

—Está mejor de lo previsto, señor Cha. No necesitará de la diálisis después de todo.

 

Un largo suspiro de alivio escapó de sus labios, estaba aterrado de que su condición hubiera empeorado.

 

—Entonces la operación no será necesaria tampoco, ¿no es así? —su madre tomó su mano mientras hablaba directamente con su doctor, se notaba la creciente felicidad en sus ojos.

 

—Si quiere tener una vida plena, es necesaria la operación, señora Cha.

 

—Me la haré después de mi graduación, será dentro de pocos meses —dijo Hakyeon. Sabía que si se operaba en ese momento tendría que pasar por una larga recuperación, sus amigos se darían cuenta y preocuparía innecesariamente a las personas que amaba.

 

Su madre lo miraba un poco preocupada, respetaba sus decisiones y sabía porque las hacía.

 

—¿Estás seguro, Yeonie?

 

—Muy seguro.

 

—Bien, si esa es su decisión, todo será organizado para dentro de unos meses. Ya encontramos varios donantes, así que no tienen por qué preocuparse —el doctor anotaba una receta en una hoja blanca—. Solo aumentaras un poco la dosis y seguirás esta dieta para no tener ninguna complicación, ¿entendido?

 

—Entendido.

 

 

*****

 

 

Hyuk estaba recostado en la terraza, sus dos brazos entrelazados por debajo de su cabeza mientras observaba el cielo. Amaba ese momento de paz antes de entrar a clases, un momento solo para él.

 

—¡Aquí estás! —la chillona voz de Sungjae hizo eco en sus oídos. Adiós momento de paz—. Llevo buscándote desde hace rato.

 

—Pensé que seguías enojado conmigo —Sanghyuk se irguió apoyando su peso en sus brazos.

 

—Claro que sigo molesto, pero no tanto —dijo haciendo un leve puchero a lo que Hyuk solo pudo reír—. Me dejaste a mi suerte con ese idiota de Minhyuk.

 

—No pude hacer nada contra la persistencia de Minhyuk–hyung.

 

—¡Aish! Ya lo sé —se pegó al hombro de su amigo, encogiéndose como una bolita con sus brazos alrededor de sus piernas flexionadas—. Se comporta como un idiota. Lo escuché decirme que me quería cuando estábamos acostados en su cama, pero en la mañana actuó como si nada hubiera pasado. Me frustra que solo esté jugando conmigo.

 

—¿Durmieron juntos?

 

—Sí, pero solo dormir, no me tocó ni nada parecido —Sungjae miró intensamente a su amigo, con sus ojos entrecerrados acusadoramente—. ¿Tienes algo que decirme, Sanghyuk?

 

—Besé a Hakyeon–hyung.

 

Sungjae lo miró con la boca abierta y los ojos como platos, apenas pudo exclamar un sonoro:—¿¡QUÉ!?

 

—Que me besé con Hakyeon–hyung y no sé qué hacer. He intentado hablar con él sobre eso pero me acobardo cuando trato de hacerlo, a él parece no molestarle en lo absoluto.

 

—Es obvio que él no se va a expresar por ello, es nuestro hyung y debe actuar cool. Además, él no querría que te sintieras incómodo y que los demás se dieran cuenta, lo conoces mejor que yo, Sanghyuk. Sabes que él es así.

 

—¡Lo sé! Y por eso es que estoy matándome la cabeza tratando de pensar en una forma de hablar con él sin que sea incómodo, sé que él está contrariado por lo que paso, Sungjae —suspiró revolviéndose los cabellos, frustrado—. No quiero molestarlo ni que nuestra amistad se destruya por lo que pasó. Él quiere a alguien más y yo a… —no pudo terminar de pronunciar su nombre, no quería que algún chismoso entrará a la azotea y se enterara de ello.

 

—¿Tu querías que eso pasara? —Hyuk miró a Sungjae con el ceño fruncido, tanto por el drástico cambio en su tono de voz como por la pregunta—. Tú lo dijiste, tú quieres al innombrable pero aun así lo besaste. Eso me hace pensar que querías que eso pasara.

 

—No, yo… yo… no sé porque lo hice. Fue un impulso.

 

—Sinceramente, yo siendo tu hubiera aprovechado ese impulso —dijo recostándose en el suelo mientras era observado por Hyuk, podía decir que esa cara era algo parecido a la indignación—. No me mires así. ¿Crees que yo teniendo a alguien tan sexy como Hakyeon–hyung estaría sufriendo por Minhyuk? Sé que son amigos y toda la cosa, es por eso que no lo intento, pero no puedes negarme que él es guapo. Además, baila muy bien, se viste muy bien, es muy cariñoso y atento, y por eso tiene tantas admiradoras menores y mayores que él.

 

Hyuk se quedó un momento procesando lo que Sungjae le decía, era cierto que él muchas veces antes había dicho lo guapo que era pero también se los dijo a los demás hyungs. Si, admiraba la forma en que él se desenvolvía al bailar, era muy sexy cuando estaba concentrado y disfrutando lo que hacía.

 

—Ya me siento como una fangirl hablando de él así —la campana sonó por lo que los dos amigos se pusieron de pie y fueron hasta su aula de clases. Sungjae rodeó los hombros de Sanghyuk con su brazo y susurró en su oído—. ¿Hablaras con hyung?

 

—Sí, lo haré.

 

 

 

 

 

Taekwoon miraba detenidamente la espalda de su mejor amigo. Si su expresión no fuera siempre la misma, más de medio salón se habría dado cuenta de que estaba molesto y nada más y nada menos que con Hakyeon. Lo había ignorado, bueno, no del todo, pero se sentía ignorado. Simplemente lo saludó con un poco caluroso “hola”, no lo abrazó ni se colgó de su hombro como siempre lo hacía.

 

Por su parte, Hakyeon estaba medio perdido en sus pensamientos. Quizás no debía hacer un cambio tan drástico con Taekwoon, pero de seguro a él no le importaba, seguro le aliviaba no tenerlo pegado cual parasito a su persona. Además, las palabras que su hermana le había dicho la noche anterior lo habían dejado algo choqueado y resentido consigo mismo.

 

“Quizás no estés enamorado de Taekwoon, quizás solo estas encaprichado con ese sentimiento”. No creía estar encaprichado con Taekwoon, él había sido su primer amor verdadero, alguien por el que si estaba dispuesto a sacrificarlo todo. Aun así las palabras de su hermana seguían retumbando en sus oídos, y quizás, se dijo, no era un capricho sino una costumbre. Estaba acostumbrado a estar enamorado de Taekwoon. Una muy mala costumbre, considerando el estado en que lo tenía.

 

La campana sonó para el receso. Hakyeon se levantó dispuesto a ir con Wonsik y decirle que aceptaba su propuesta, pese a estar entre semana pero sencillamente no podía esperar al fin de semana. Sintió una fuerte mano anclarse a su brazo, sorprendido se dio la vuelta encarando a Taekwoon.

 

—¿A dónde vas?

 

—Iba a buscar a Wonsikie —dijo de lo más casual, no tenía por qué ocultar su salida con su amigo.

 

—Vamos, entonces —dijo su amigo y lo sacó a rastras del salón de clase.

 

Eso lo había sorprendido, ¿estaba molesto? Que él supiera no tenía por qué estarlo. Por un momento el brillo de la esperanza se encendió en sus ojos pero se obligó a apagarla, simplemente el hecho de que Taekwoon estuviera celoso era ridículo. Solo no quería que su amigo lo ignorara en sus planes, si, solo eso. Los buenos amigos no se ocultaban nada.

 

Vio a Wonsik acompañado por Jongin, parecían platicar de algo muy divertidos pues ambos reían fuertemente llamando la atención de las personas.

 

—¡Ravi–ah! —exclamó Hakyeon antes de llegar a su lado.

 

El nombrado no sabía si reírse o asustarse por la cara que traía Taekwoon, a lo lejos se le veía molesto pero rió por lo bajo al ver como este halaba a Hakyeon. El menor miró a su amigo guiñándole un ojo.

 

—Omma, appa, les juro que sea lo que sea, yo no lo hice —dijo el chico con las manos en alto.

 

—Hakyeon tenía algo que decirte —Taekwoon miró a su amigo, aun sin soltar su mano—. Habla.

 

—¡Oh, ya sé! —articuló Wonsik al saber que era lo que su hyung iba a decirle—. Olvidé en casa tus audífonos, hyung. Lo siento, no volverá a pasar. Podemos ir a buscarlos después de clases.

 

El moreno miró a su donsaeng, diciendo un “está bien, que no vuelva a pasar”. Hakyeon no era bueno mintiendo, así que aquella escusa no hubiera resultado si salía de sus labios pero si podía seguirle la corriente. En primera, porque no era del todo mentira lo de sus audífonos, solo que no los olvidó en casa de Wonsik sino en la suya propia. Los nervios habían hecho que los olvidara en su escritorio. En segunda, no quería tener a Taekwoon presente cuando intentaba olvidarlo.

 

 

 

 

 

Hongbin miraba su celular sentado en el último escalón de aquellas escaleras que conducían a la terraza, Yura le había dicho que solo se tardaría cinco minutos en el baño pero ya llevaba casi quince. No le volvería a creer cuando dijera que no se tardaría.

 

Escuchó voces venir desde el pasillo, luego fueron tomando forma hasta que las reconoció. Eran Sanghyuk y Sungjae.

 

—Estas es tu oportunidad —decía el pelinegro—. Ve allá y róbale otro beso —wow, eso lo había sorprendido. Que osado era Sanghyuk—, ¿o tienes miedo que el innombrable los vea? Porque de él ni sus luces, así que despreocúpate.

 

—No voy a besarlo, solo vamos a hablar. Además, él ni me preocupa, no le importa lo que yo haga —dijo Hyuk resignado—. Él debe estar por ahí feliz de la vida sin saber de mí.

 

—Entonces, ¿cuál es el problema? Ve y lánzate al mar.

 

—¡Sungjae!

 

—Hablaba metafóricamente —aclaró el chico—. ¿No lo viste cuando llegó? Parecía buscar a alguien, supongo que te buscaba a ti para apagar ese fuego que desataste —Sungjae se pegó al hombro de su amigo y le susurró muy sensualmente—…pirómano.

 

Hyuk se echó a reír, no podía con las ocurrencias de su amigo.

 

—Oh, no. Yo no ando perdiéndole fuego a la gente —articuló Sanghyuk entre risas.

 

—¿Qué no me dijiste que aquello había sido un beso caliente?

 

Iba refutarle pero un carraspeó los alertó, al girar la vista se dieron cuenta de que Hongbin los veía con una ceja elevada, estaba recostado el borde de la barandilla de las escaleras.

 

—¿Quién está caliente?

 

El alma casi se le escapó del cuerpo, tuvo que tomar una respiración profunda y nada discreta. Sungjae lo veía con una clara expresión de “ya valimos”.

 

—Hyung, ¿qué haces aquí? —se aventuró Sungjae al percatarse de que Hyuk apenas y se recuperaba del susto.

 

—Esperaba a Yura, fue al baño. Ahora, no me cambien el tema.

 

—¿Baño? La cabo de ver yendo a la cafetería —dijo Hyuk ya más calmado.

 

Hongbin lo miró sorprendido para luego hacer una mueca y exclamar:

 

—Esa mujer… —iba a decir algo inapropiado pero guardó silencio.

 

—Deberías ir por ella, nosotros tenemos algo importante que hacer —Hyuk tomó la mano de su amigo para llevárselo a rastras, esperando que su amor imposible no se diera cuenta de su nerviosismo.

 

—¿Eso importante es robarle otro beso a esa persona? —preguntó Hongbin con una media sonrisa al ver pasar por su lado a Hyuk.

 

El menor se detuvo por un segundo, tomó aire para reclamarle.

 

—¡Ese no es tu asunto, Hongbin–hyung! —exclamó más que disgustado para luego darse a la fuga con Sungjae. A lo lejos puedo escuchar la carcajada de Hongbin. ¡Oh, cielos! Como amaba su risa. Tan suya, seguro sus hoyuelos estarían adornando preciosamente su rostro en ese momento, pero no debía pensar en ello. Eso solo aumentaría su dolor.

 

Sin darse cuenta iba muy rápidamente hacia donde estaban Hakyeon, Taekwoon, Wonsik y Jongin junto a un grupo de chicas. Sus pies lo habían traicionado al llevarlo justo en donde estaba la persona con la que debía hablar y aclararse. Se detuvo a tiempo antes de que sus amigos se dieran cuenta de su presencia, soltó a Sungjae quien se quejaba de su pobre y delicado brazo.

 

—¿Por qué te detienes? —preguntó Sungjae moviendo su brazo adolorido—. Ve y habla con él.

 

—Está ocupado —hizo el amago de irse pero esta vez Sungjae lo haló del brazo para acercarse a los mayores.

 

—¡Hola , hyungs! Vengo a alegrarles el día con mi hermosa presencia —dijo Sungjae acercándose para luego pasar su brazo sobre el hombro de una de las chicas—. Hola, tú también eres preciosa —la chica rió tiernamente ante eso.

 

—Pasar mucho tiempo con Ken–hyung y Minhyuk–hyung te está afectando —dijo Ravi extrañado ante la actitud del menor—. Hola, Hyuk.

 

—Hola —dijo algo apenado.

 

—¡Hyukkie! —Hakyeon estaba dispuesto a lanzarse y abrazar al menor pero fue detenido por la mano de Taekwoon y el abrazó de la chica a su lado.

 

—Deja de fastidiarlo —dijo Taekwoon en un tono molesto.

 

—¡Oppa! —exclamó la chica—. Ellos también pueden acompañarnos, así no estaremos disparejos.

 

—¡Oh! ¡Es cierto! Que buena idea, Seohyun–ssi —exclamó Hakyeon—. ¿Chicos, nos acompañan al parque de diversiones?

 

—¡Encantadísimos! —respondió Sungjae mirando a Sanghyuk por encima del hombro haciéndole seña de que no se negara a ir.

 

—Van a tener que ir sin mí, tengo un asunto que atender —dijo Jongin retirándose poco a poco sin apartar la vista del celular.

 

—¡Dile a Kyungsoo que aun tienes clases mañana! —exclamó Wonsik para luego carcajearse al verlo correr y casi tropezar—. Llamaré a Jaehwan–hyung, así no quedaremos disparejos —elevó las cejas insinuadoramente hacia Hakyeon—. Entonces… ¿cita múltiple?

 

Sanghyuk miraba a Hakyeon quien sonreía coquetamente hacia la chica. Excelente, se dijo. Quizás no había nada que aclarar, él podría estar con alguien que no estuviera aun sufriendo por un amor correspondido y que le pudiera curar su corazón con un cariño limpio. Aunque, sin querer admitirlo, sentía un disgusto horrible en el estómago, no le entusiasmaba la idea de ver a Hakyeon con alguien más.

 

 

*****

 

 

Agradecía a todos los cielos que Seohyun hiciera la plática amena y versátil, y para nada incomoda. También agradecía que Tiffany no soltara ni un solo segundo a Jaehwan, así no tendría que preocuparse de su cuchicheo y cercanía con Taekwoon. Por otro lado, estaba preocupado por Sanghyuk pues parecía algo cohibido e incómodo al lado de Yoona. La chica no parecía notarlo, o quizás aparentaba no darse cuenta para no incomodarlo más, mientras “platicaban”.

 

Se subieron a distintos juegos, entre ellos el carrusel, los autos chocones, hasta que decidieron subir a la montaña rusa. Hakyeon perdió el color y empezó a sudar frío, mataría a Ravi.

 

Luego de aquel recorrido mortal, y aquel descenso en el que casi pierde el corazón, Hakyeon tuvo que sentarse y tomar aire pausadamente.

 

—Oppa, ¿estás bien? —pregunto Seohyun preocupada por él.

 

—Es obvio que no está bien —dijo Taekwoon para luego posar sus manos en los hombros de su amigo y masajearlos—. Estas tenso.

 

—Y medio muerto —soltó en un suspiro—. ¡Todo es culpa de Ravi!

 

—Soy el mal que llena tu vida —dijo extendiendo los brazos teatralmente, Jaehwan lo pellizco—. ¡Auch! —se quejó—. ¡Hey! ¿Por qué no vamos a la casa de los espantos?

 

—¡Seohyun, ¿quieres un halado?! —dijo rápidamente Hakyeon para luego casi salir corriendo sin esperar respuesta de la chica. Odiaba las casas encantadas, odiaba las cosas peligrosas y odiaba a Wonsik por arrastrarlo a esa “cita múltiple”.

 

—¡Hyung, espéranos! —escuchó decir a Hyuk tras él, lo vio acercarse junto a Yoona. El mayor no pudo evitar sonreír al verlo acercarse con un pequeño amago de sonrisa en el rostro.

 

Yoona se puso a lado de Seohyun y ambas hablaban y reían de lo que decían, Hakyeon no entendió mucho de su conversación pero con tal de no ser víctima de ellas estaba bien. Sintió como Hyuk tiraba del borde de su camisa, eso hizo que él disminuyera la velocidad para estar a su lado.

 

—Hyung, necesitamos hablar —le susurró el menor inseguro—. De verdad necesitamos hablar, no esteré tranquilo hasta que aclaremos lo que paso.

 

Hakyeon miró a las chicas, cerciorándose de que no habían escuchado aquello. El mayor asintió tranquilamente, aunque por dentro sus nervios le carcomían las entrañas. Por un momento pensó en que sería buena idea irse a la casa embrujada.

 

—Está bien, pero luego de que termine la cita —le susurró igualmente pero Hyuk lo escuchó claramente.

 

El menor dejó caer su mano y sus dedos se rozaron con los de Hakyeon, una sonrisa tímida se dibujó en su rostro. No dijeron nada, solo caminaron a solo un paso más cerca del otro.


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