Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

I'll Waiting For You [VIXX] por Kris Kuro Angel

[Reviews - 83]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, hermosuras. Traje sensualidad acompañado de dolor~ (al menos la traje xd)


No sé que tal quedó, mi cabeza estaba en otro lado mientras escribía así que espero haya salido lo más coherente posible. 


Esta semana pasamos un susto por la caída de N, pero al menos está bien y descansando. Yo sé lo que es desmayarse por altas temperaturas (ya que me he calado mis buenas colas) y créanme que no es nada bonito. Sumado a eso, BTS se puso a lanzar posters para su nueva serie y comeback, ¿Es que quieren acabar con mi existencia? ¿Alguien más se quiere hundir conmigo en la desesperación?


Ahora si, disfruten el fic...

Las puertas de cristal se abrieron dejando pasar a la multitud de personas que llegaron de Inglaterra a Corea, entre ellos estaba Yook Sungjae. Al verlo, Hyuk pudo asegurar que los años no pasaban en vano. Su amigo estaba más alto, su cabello corto y lacio, vestía elegante y su caminar era agraciado.


 


Sungjae lo reconoció en medio de la multitud y fue a parar a sus brazos, un fuerte abrazo después de muchos años de no verse.


 


—Casi no te reconocí —comentó Sungjae separándose—. Estás más guapo y alto, ¿estos son músculos? —apretó los brazos de su amigo quien rio con ganas.


 


—No perdí mi tiempo, necesitaba hacer algo con todo el tiempo libre —dijo Hyuk encogiéndose de hombros.


 


—Admite que lo hiciste por Hongbin, con eso de que viven juntos. Ya hasta puedo imaginar sus noches.


 


Hyuk agachó la cabeza apenado y negó.


 


—No, no. No ocurre nada de eso entre los dos. No tengo cabeza ni corazón para eso.


 


—Hyuk, han sido casi una década. Hyung te pidió rehacer tu vida y tú no aprovechas —sujetó las manos de su amigo entre las suyas—. Estando lejos aprendí que hay cosas que debemos aceptar y dejar ir. No te estoy diciendo que lo olvides pero hónralo volviendo a vivir.


 


—Siento... que debería hacerlo pero me es difícil —expresó con una mirada triste.


 


—Nadie dijo que el amor sería fácil y las perdidas indoloras, pero es pare de vivir, crecer y ser un humano.


 


—Te volviste sabio —comentó en tono de burla.


 


—Mi compañero de cuarto era uno de esos poetas hippies que se la pasaba recitando a John Donne, algo se me pegó de su forma de ver la vida —se encogió de hombros—. Ahora, vayamos a descansar o comer algo, más tarde debo ver a mi prometida.


 


 


 


 


 


Ken llegaba al estudio de Leo, el mayor le había pedido con urgencia que fuese a verlo. Lo encontró con las manos en la cabeza mientras una pieza se reproducía en su tablero.


 


—Hey, me gusta. ¿Es tu nueva creación? —preguntó tomando asiento en el sofá del estudio. Cuando estaban fastidiados de su rutina, se reunían allí con dos tazas de café para hablar hasta hartarse.


 


—Es para las chicas, tienen unas voces increíbles y llenas de color —dijo volteándolo a ver y deteniendo la música.


 


—Si no logran entrar al top 10 con eso, no sé con qué lo harán —expresó Ken.


 


—Son rookies y son de una compañía relativamente nueva, estaré orgulloso aun si no lo hacen —señaló el sillón frente a él—. Siéntate, tenemos algo de qué hablar.


 


—A ver, quiero saber que es ese tema tan importante del que quieres hablar —tomó asiento en el sillón y cruzó sus piernas con elegancia.


 


—Es sobre el Ceo de Hex Sign —Ken se inclinó más cerca de Taekwoon al verlo masajearse el cuello.


 


—¿Está bueno? —preguntó curioso el menor.


 


—Si... pero no es eso.


 


—Ya me había emocionado y perturbado a la vez. ¿Hay algo con él? ¿Es casado?


 


—No, no. Dios no lo permita —imploró aunque muy poco estuviera en contacto con su lado religioso—. Él es... Bueno... Es la viva imagen de Cha Hakyeon.


 


—Leo —articuló en tono de advertencia—, ya pasamos por esto antes. No creo que exista alguien exactamente igual a nuestro Yeonnie–hyung.


 


—Pero él lo es. Tiene sus mismos rasgos, sus mismos ojos, el tono de su voz... Es un poco más grueso pero estoy seguro que es su voz, Ken–ah.


 


Jaehwan tomó las manos de su hyung entre las suyas, estaban heladas.


 


—Hyung, no deberías ilusionarte con algo tan delicado como esto. Nuestro hyung... murió —dijo con un nudo en la garganta—. Un doctor nos lo dijo con pruebas, su hermana lo confirmó con esas cartas. Por favor, no te lastimes más.


 


—No sé qué me pasa, Ken–ah. Desde que lo conocí, he estado viviendo con la loca idea de que es mi Hakyeon en un cuerpo nuevo. Que me han dado una segunda oportunidad para estar con él... pero no es él. No sabe nada de mí, no tiene nuestras memorias, no tiene nuestra promesa... no es él y, aun así, sigo viéndolo en cada una de sus expresiones.


 


Ken acarició el hombro de su hyung mientras este secaba sus lágrimas. Era doloroso ver esa imagen y no poder hacer nada para quitar su dolor.


 


—Creo... que alguien allá arriba si quiere que seas feliz y te está dando la oportunidad de conocer a una nueva persona... con su apariencia para que te dejes el pasado atrás.


 


—Puede... ser —parpadeó varias veces para disipar las lágrimas—. Tú también tenías algo que decirme.


 


—¡Si! ¿Recuerdas la casa hogar que los chicos y yo rescatamos? —Leo asintió—. Conocí unos niños preciosos que se han robado mi corazón, se llaman MyungJun y JinWoo. Son unas bellezas, parecen hechos de algodón de azúcar.


 


—Oh, parece que de verdad te has enamorado de ellos —comentó al ver los ojos de su amigo llenos de ilusión.


 


—Es que si los conocieras hasta tu caerías embobado, excepto por larva. No me quiere escuchar hablar de ellos, se queja que es el único tema de conversación que tengo. Ese insensible —se quejó para luego dar un brinco que exaltó a Leo—. El otro día Jinwoo estuvo revisando mi celular y se encontró con canciones de Ravi, se hizo su fan, ¿puedes creerlo?


 


Estuvo hablando por cerca de una hora sobre aquellos niños, Leo se convencía más y más de que aquellos niños habían flechado por completo a su amigo quien, con ojos brillantes de emociona, relataba todas las peripecias de aquellos hermanos. Al final de su visita, el pelinegro no pudo contener una sugerencia que había rondado en su cabeza.


 


—Creó que deberías considerar en adoptar a esos niños.


 


El menor abandonó el estudio de su amigo con aquella idea palpitando y haciéndose cada vez más tentadoras, como un postre recién horneado en la encimera de su cocina. Pero, ¿eso querría Jinwoo y MyungJun? ¿Ravi estaría de acuerdo?


 


Acompañado de la soledad, Leo se dispuso terminar la pieza y ponerse a trabajar en los otros demos para enviárselos lo antes posible a Xiumin. En eso estaba cuando tocaron a la puerta, pensó que era Ken quien había olvidado algo pero para su sorpresa fue N quien apareció tras la puerta.


 


—¡Hola, Leo–ssi! Espero no interrumpir, traje café —dijo enseñando los envases.


 


—PD–nim, pase.


 


N entró y contempló el estudio de Leo, perfectamente ordenado con alguno que otro adorno peculiar y los discos que había producido o colaborado.


 


—Wow, es como una sala de trofeos.


 


—Algo así, son mis creaciones de las que me siento completamente orgulloso.


 


—Es de estarlo —expresó recorriendo con su mirada todo el lugar hasta llegar al tablero—. ¿Es el demo?


 


—Sí, ¿quieres escucharlo?


 


N asintió y Leo empezó a reproducir la pieza. Vio diferentes expresiones en la faz de N, al principio confusión, después una sonrisa para luego cerrar los ojos y disfrutar de la instrumentalización.


 


—Es hermosa y melancólica —dijo cuando finalizó—. Siendo sincero, sin ánimos de ofender, esperaba algo un poco más alegre para mis chicas.


 


—Esto es simplemente el inicio, tengo diferentes propuestas —le aseguró—. Estuve conversando con las chicas y escuchándolas practicar su canto, tienen voces fuertes y coloridas, crearé canciones que resalten esas cualidades. Crearé la canción perfecta para ellas.


 


—Oh, Leo, sabía que tú podías ver lo que yo. Y déjame decirte que si quiero esta canción —señaló el tablero—, no como la principal pero si la quiero en el disco. ¿Tienes la letra?


 


—No completamente pero si la primera estrofa y el coro —informó Leo.


 


—Quiero escucharla de tu voz, por favor.


 


Leo río. N se veía como un niño haciendo pucheros, era adorable a sus ojos. Calentó un poco su voz y se preparó para entonar su canción.


 


"Nunca tuve la oportunidad de decir que te extraño, que te extraño


Pensé que siempre estarías a mi lado.


Pero estás en los brazos de otro hombre siendo amado..."


 


La imagen de Hyuk y Hakyeon besándose, tocándose, llegaron a su cabeza y atravesaron su corazón como una daga impregnada de veneno.


 


"Esa imagen cariñosa me vuelve loco,


Se siente como si mi corazón se rasgara, como me arrepiento


Estoy tan enojado conmigo mismo por sólo quedarme aquí de pie.


 


No seas feliz, ni se te ocurra ser feliz.


Me has dejado así que no te atrevas a sonreír.


No seas feliz, ni se te ocurra ser feliz.


No necesito escuchar mentiras que nada van a cambiar”


 


El Ceo aplaudió embobado por la interpretación de Leo, su voz definitivamente era hermosa.


 


—Me encanta, transmites tan bien los sentimientos —dijo con una radiante sonrisa—. Iba a decirte que debíamos cambiar la letra a femenino, pero mejor deja esa parte así. Puedo pedirle a alguno de los solistas que haga un feat con las chicas, ¡será maravilloso! —N se había puesto de pie y recorrido todo el estudio de la emoción siendo contemplado por Taekwoon, quien sonreía a más no poder—. Lo siento —volvió y se detuvo frente a Leo—. Es que este proyecto me tiene emocionado y quiero que salga lo mejor posible.


 


—Sé que lo va a ser —Taekwoon sujetó las manos temblorosas de N—. Voy a honrar mi palabra y haré de tus chicas uno de los grupos más codiciado, N–PD.


 


—Gracias, Leo. Confío plenamente en que lo harás —Leo no supo en que momento su cabeza se recostó del abdomen de N pero sí pudo sentir plenamente la mano del Ceo acariciar su cabello—. ¿Tanto me parezco a él?


 


Elevó su cabeza para contemplarlo, la mano que antes acariciaba sus cabellos pasó a su mejilla repitiendo la acción. Inconscientemente, Leo le producía a N una extraña sensación de ternura y adoración. Era algo inevitable querer protegerlo y más cuando le mostraba una expresión abatida y triste como la que poseía.


 


—Hakyeon... tenía el pelo más largo, su cintura era pequeña... él era pequeño —se puso de pie y colocó una mano en la cabeza del Ceo—. Tú también eres pequeño.


 


—Más respeto con tu mayores, mocoso imprudente —le dijo con falso enojo.


 


—Eres un hyung pequeño.


 


—Solo son unos pocos centímetros —N hizo un puchero.


 


—N, ¿puedo preguntarte algo? —el moreno asintió extrañado de que Taekwoon mirara un punto fijo en su cuello—. ¿De dónde eres?


 


—He vivido toda mi vida en Boston hasta donde recuerdo, era un niño muy enfermizo y me la pasaba en casa o internado en el hospital.


 


—¿Por qué? ¿Qué tenías? —inquirió interesado, casi esperanzado.


 


—Mi cuerpo era muy débil, no recuerdo con exactitud pero era algo de mis defensas. Aunque cuando crecí eso fue desapareciendo, claro hasta que tuve el accidente de auto y volvieron a internarme —dijo desinteresadamente.


 


—Un accidente de auto… —Leo susurró evocando un terrible recuerdo, una imagen que jamas desaparecería y lo atormentaría el resto de su vida.


 


—Si, hace como unos diez años antes de entrar a la universidad. Que bonito regalo, ¿no?


 


—Para nada.


 


El teléfono de N comenzó a sonar interrumpiendo la conversación, el moreno lo tomó y contestó rápidamente al ver el remitente.


 


—¿Si, cariño? —la espalda de Leo se erizó al escuchar aquel apelativo cariñoso—. Lo siento pero yo te dije que debía ir a ver al productor… Aja, lo sé. Si. Tranquila, ya voy para allá —y colgó—. Siento la interrupción, era mi novia.


 


—N–No sabía que… que tenías una novia —su cabeza seguía en shock tratando de procesar lo que había escuchado, punzada dolorosas se hacían sentir en su pecho como alfileres calientes.


 


—No he tenido la oportunidad de presentártela, es un encanto de persona —dijo con una sonrisa risueña—. Su nombre es Joo Eunyoung, es escritora de novelas y también compositora de canciones.


 


—Creo que he escuchado acerca de ella —un pequeño recuerdo de Namjoon leyendo uno de sus libros llegó como un flash a su cabeza—. Que extraño es el mundo.


 


—El mundo siempre ha sido extraño y eso lo interesante de él —dijo N—. ¿Te digo un pequeño secreto? —Leo asintió mecánicamente, sin un atisbo de emoción o interés—. Eunyoung es mi única familia aquí, yo escapé de mi padre hace tres años cuando Xiumin me propuso la idea de crear nuestra empresa, mis padres están separados y no conozco a mis hermanos. De no ser por ella y por Xiumin, estaría solo en el mundo.


 


La sensación de ser herido mortalmente se apoderó de Leo. Se puso de pie y enrolló sus manos en el cuerpo de N, fundiéndose en un confortante abrazo. El más bajo tardó unos momentos en comprender lo que pasaba y poder corresponder, su cabeza encontró un refugio entre el hombro y cuello de Leo y, sin querer, aspiró su masculino aroma.


 


—No estás solo, N —dijo Leo en un susurro—. Ya no más, me tienes a tu lado.


 


—Gracias —su cabeza tuvo que separarse a regañadientes de su pequeño refugio para poder mirar al pelinegro a los ojos—. ¿Sabes? Cuando te vi por primera vez en el show de aquel rapero, hiciste que mis ojos se llenaran de lágrimas. Fue algo extraño porque… sentí como si había encontrado algo que estuve buscando por mucho tiempo y no lo sabía. No te conozco, no lo suficiente, pero quiero hacerlo y quiero confirmar si lo que esta loca voz en mi cabeza dice es verdad.


 


—¿Qué dice? Anda, dímelo. A ver si concuerda con lo que dice la mía.


 


—Me dice que el destino nos unió por una razón muy grande y que no debo perderte de vista —dijo N con algo de timidez.


 


Una pequeña sonrisa se asomó por la comisura de los labios de Leo, una extraña paz interior.


 


—Es lo mismo para mí.


 


—Aja —fue separando poco a poco los brazos de Leo de su cuerpo—. Bueno, productor–nim, debo marcharme. Mi novia me está esperando y debo pasar a supervisar algunas cosas por la empresa. No te preocupes, me tendrás revoloteando por aquí seguido.


 


El estómago de Leo se apretó dolorosamente al escuchar la palabra “novia” provenir de los labios de N, se negaba a creer que uviera una pareja.


 


Lo vio salir por la puerta, llevándose su café a medio acabar, dejándolo con el vacío y sus conflictivos sentimientos asfixiarle como una cuerda alrededor de su cuello. Llevó las manos a su cabeza, tal y como Ken lo había encontrado, viendo como su mundo volvía a desmoronarse ante sus ojos.


 


—¿Otra vez te estoy perdiendo? —su cabeza negó fuertemente intentando alejar esa idea—. No, no voy a permitir que eso suceda otra vez. No volviste a mí para perderte de nuevo, Yeon–ah.


 


 


 


 


 


Hongbin terminaba de arreglar su cabello, debía ir a una sesión de fotos para promocionar unos jeans. Se colocó ropa casual, no muy llamativa. Pantalones negros, un suéter blanco y una chaqueta de igual color.


 


Salió de su habitación encontrándose a Hyuk en la sala con sus libros y apuntes desplegados en la mesa, se vía tan adorable concentrado.


 


—Hyuk, ya me voy —anunció acercándose.


 


—Hyung, ¿vendrás para la cena? —preguntó poniéndose de pie—. Es que, no te conté, Sungjae volvió y estamos preparando una pequeña reunión de bienvenida.


 


—Oh, vaya. Eso si me tomó por sorpresa. Yo te llamaré si no alcanzo a llegar a tiempo —dijo con su hermosa sonrisa de anuncio de pasta dental.


 


—Esta bien, cuídate. Oh, espera —se acercó a él y arregló su chaqueta.


 


Hongbin vio aquella acción como algo extraño, Hyuk no solía preocuparse por esas cosas pero no podía negar que le encantaba su cercanía, la cual se iba acentuando más. Un paso, luego dos, y tuvo a Hyuk presionando sus labios con los propios dejándolo en shock.


 


—Que te vaya bien, hyung —dijo al separarse con una aptitud tímida.


 


Hongbin no lo dejó allí, no podía. Fue más osado, más egoísta, y tomó a Hyuk de la cintura volviendo a tomar sus labios en un beso más profundo y apasionado. Sintió su pecho estallar como si hubiese ingerido fuegos artificiales.


 


—H–Hyung, se–e te ha–hace tarde —dijo al separarse con la voz entrecortado, temblando por la repentina acción.


 


—Lo siento, me descontrolé —se excusó el mayor—. Yo… debo irme.


 


Se apartó del menor con una sensación parecido a la felicidad mezclado con incertidumbre y desasosiego, ¿Hyuk estaba dispuesto a aceptar sus muestras de amor?


 


No pudo contestarse puesto que al llegar a la puerta, antes de poder abrirla, sintió los brazos de Hyuk anclarse alrededor de su pecho.


 


—¿Puedes darme un poco de tiempo... para acostumbrarme a esto? Yo... aún estoy un poco asustado —lo escuchó hablar y sintió alivio.


 


—¿Eso significa que me correspondes? —inquirió dándose la vuelta para enfrentar a Hyuk.


 


—Eso intento. Yo te quiero, hyung, y no puedo pasar por alto todo lo que has hecho por mí —contestó con sinceridad—. En el pasado, antes de estar con Hakyeon–hyung, me enamoré de ti profundamente. Pienso que ese sentimiento sigue aquí —tocó su pecho, sobre su corazón— y puede volver a surgir si me doy una oportunidad, solo... tenme paciencia. Es aun difícil para mí aceptar y dejar todo lo que viví al lado de Hakyeon–hyung atrás.


 


—Entiendo, puedo entender cómo te sientes porque he perdido un amor antes —dijo recordando a Yura y el cómo la quiso profundamente—. No de la misma manera, claro está. Seré paciente, voy a hacer que me ames de nuevo y con más intensidad.


 


Hyuk correspondió sus palabras con una sonrisa. Hongbin tomó el rostro del menor entre sus manos y lo besó con más emoción, intenso, apasionado, cargado del amor que le profesaba. Se separaron para después juntar de nuevo sus labios, besos cortos pero igualmente apasionados.


 


—Ya, hyung. Vas a llegar tarde y manager–nim se enojará —dijo en medio de los besos y soltando una pequeña risa.


 


—Te amo, Hyuk, y no sabes lo feliz que me hace saber que estás dispuesto a corresponderme —expresó con felicidad.


 


Se despidió de nuevo con un beso y se marchó. Hyuk se quedó acompañado del silencio y sus pensamientos contradictorios, solo esperaba que el consejo de Sungjae diera frutas y le arrancara el dolor que llevaba en el alma.


 


Hongbin, por su parte, iba camino a su sesión con una enorme sonrisa. Saludó a todo el mundo, incluso a los perros y gatos que se encontraba en las calles. Su manager lo miró extraño y más aún cuando lo abrazó. Todo el staff quedó embobado por esa sonrisa del hombre más feliz de la tierra, hasta su compañera modelo.


 


La sesión de fotos pasó volando, no sintió el cansancio ni la pesadez de estar posando por horas en diferentes ángulos y poses.


 


—¡Unas fotos más y estaremos listos! —anunció el camarógrafo.


 


Los flashes no se hicieron esperar, la sesión concluyó de manera exitosa. Fue felicitado por todo el mundo, su compañera lo había alagado hasta el cansancio y eso lo animó aún más. Ser el ejemplo a seguir de alguien tan joven y bella era como un trago de miel a su orgullo.


 


—¡Ceo–nim! —la escuchó exclamar para luego correr hacia la figura de un hombre—. ¿Vio la sesión? ¿Lo hice bien?


 


—Lo hiciste excelente, Nayoungie.


 


Desde la punta del pelo hasta la punta del pie, el cuerpo de Hongbin sufrió una sacudida por un escalofrío. Por un momento se sintió como si regresara diez años atrás, no podía ser posible que esa voz volviera a ser escuchada por sus oídos.


 


—Hongbin–oppa, quiero presentarte al Ceo de mi empresa. El señor Choi Enseung.


 


Hongbin se quedó petrificado al ver al hombre junto a la modelo, creyó haber visto un fantasma. Su cabeza empezó a pulsar de una forma horrible, por un momento casi se desmaya.


 


—Oh, no me digas señor que me siento viejo —incluso su voz le causó un fuerte latigazo a su sistema—. Es un gusto conocerte, Hongbin–ssi. Vi la sesión y me pareció un excelente trabajo, mis felicitaciones para ti.


 


—¿Usted... dijo que se llama Enseung?


 


—Efectivamente, mi nombre es Choi Enseung pero puedes decirme N.


 


¿Qué en el mundo estaba jugando con su vida de esa manera? ¿Qué clase de juego de mal gusto era ese? ¿Por qué justo en ese momento, donde era el hombre más feliz del mundo, aparecía algo tan macabro y visceral como la imagen que tenía en frente?


 


Quería llorar, gritar, de felicidad y tristeza. Quería abrazar al hombre frente a él y a la vez poder golpearlo si comprobaba que era una mera ilusión de su cerebro. Quería quedar y quería huir de ese hombre que era similar a su Hakyeon–hyung.


 


 


******


 


 


Minhyuk salía de la tintorería luego de recoger su uniforme del equipo de fútbol, pese a estar entrenando a adolescentes también prestaba sus servicios al equipo nacional. Ese día se sentía extrañamente agotado sumado a su preocupación por Leo, su amigo volvía a tener alucinaciones con Hakyeon y se preguntaba si sería bueno volver a llevarlo al psicólogo. Nunca debió permitir que abandonara las terapias.


 


Metió la ropa en la parte trasera de su nuevo auto, las maravillas de tener buena paga. Cerró la puerta y levantó la vista, su mundo dio un giro inesperado al dirigir su mirada en la acera de enfrente. Allí, Sungjae caminaba despreocupadamente mientras hablaba por teléfono.


 


Se veía precioso, estaba más alto, su cabello un poco más corto, pero seguía siendo su Sungjae.


 


Sin pensarlo dos veces, cruzó la calle para alcanzarlo. La emoción burbujeaba en sus venas, su corazón martilleaba y la sonrisa en su rostro deslumbraba. Posó su mano en el hombro del muchacho, este se giró y retrocedió dos pasos sorprendido.


 


—¿Minhyuk… hyung?


 


El más bajo no esperó a que su menor asimilara su presencia y lo abrazó, tuvo que parar sobre la punta de sus pies pero lo hizo. Por primera vez en mucho tiempo, Minhyuk se sintió completo, aliviado, como si la pieza faltante volviera a su lugar luego de tanto tiempo.


 


Lastima que la realidad era otra.

Notas finales:

Chan, chan, CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN!

Leo está determinado a luchar por N, ya no es el chico tímido que solo quería lo mejor para su amigo y por eso calló sus sentimientos. ¿Les gusta este Leo?

Hyuk le está abriendo su corazón a Hongbin pero a la vez se ha puesto una traba en el camino: N. ¿Surgirá el Hyukbin o Hyuk se encontrará con N antes de que eso pase?

Sungjae y Minhyuk se han encontrado, ¿que pasará con ellos? 

¿Habrán bebés Raken o Ravi no los querrá?

¿Alguien vio el debut de MYTEEN? Ya los adopté, son preciosos y la coreografía que hizo nuestro líder quedo espectacular 7u7

Nota: Disculpen cualquier horror ortográfico. 

Comenten y mandenme mucho amor para seguir escribiendo esta tortura. Nos leemos pronto o/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).