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Intruso por Na Na

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Notas del fanfic:

La quinta parte!

Lamento la demora u.u'

 

Notas del capitulo:

La quinta parte, al fin xD

Tenía una copa en las manos y estaba sentado en el sofá mirando a SiWon y al chico que lo acompañaba. Casi tan alto como el menor, blanco, cabello castaño y una sonrisa que, muy a su pesar, era encantadora. Bebió de su copa y se acercó a Sora.

— ¿Sabes quién es él? —Sora supo de quien hablaba.

Todos sus amigos estaban en la casa: Hae, Hyuk, ZhouMi, Victoria, SungMin y YoungWoon. Y a todos ellos HeeChul conocía.

—La verdad es que no, HeeChul. JungSoo sólo supo decirme que es amigo de SiWon. Un nuevo amigo de SiWon —aclaró al ver la expresión confusa de HeeChul.

HeeChul conocía a todos los amigos de SiWon, porque, al fin y al cabo, también fueron sus amigos. Claro que estaban algo molestos con él, pero ese no era el caso ahora.

Estaba en el departamento de JungSoo. Sora, su esposa, había regresado de Estados Unidos tras culminar su especialización en economía. Así que JungSoo organizó una cena con todos sus amigos cercanos.

Sora se disculpó con HeeChul y se fue a la cocina. HeeChul regresó al sofá y siguió viendo al muchacho. Era sociable porque ya hablaba con todos los invitados, menos con él. Aunque es como si quisiera que el muchacho le hablara. Notó que Victoria lo miraba y le sonrió. La chica se disculpó con ZhouMi y se acercó a él.

— ¿Qué tienes? —se sentó a su lado.

—Te ves bonita —la chica llevaba una falda negra desde la cintura hasta las rodillas, una blusa rosa manga larga y unos botines del color de la falda.

—Gracias, pero no respondiste mi pregunta —HeeChul dejó de mirarla para ver al castaño al lado de su ex pareja.

— ¿Quién es?

—Cho KyuHyun, 24 años, pasante de economía en la empresa de SiWon. Es muy amigable —HeeChul la miró y levantó una ceja—. ¿Qué? Es la verdad.

— ¿Están saliendo?

—Eso es algo que no se dice cuando conoces a alguien en una cena —la chica movió su cabello.

HeeChul estuvo a punto de responderle, pero entonces apareció JungSoo pidiendo a todos que pasaran a la mesa.

JungSoo y Sora se sentaron a la cabeza de la mesa y los demás ocuparon sus asientos.

—HeeChul hyung —el aludido se quedó estático.

Desde hace mucho tiempo que SiWon había dejado de llamarlo hyung, y desde hace mucho tiempo que no pronunciaba su nombre. Giró sobre sus talones y lo encaró. Llevaba unos jeans y una camisa algo ajustada que contorneaba sus músculos.

—Hola —SiWon lo reverenció y una ligera sonrisa quiso hacer acto de presencia, pero nunca llegó.

—Quiero presentarte a Cho KyuHyun —señaló al castaño a su lado.

El chico lo reverenció y se presentó a sí mismo. HeeChul hizo lo mismo y, tras ser llamados por JungSoo, fueron a la mesa. HeeChul se sentó al lado de Victoria, en la misma fila que SiWon y KyuHyun, quienes estaban juntos.

Después de un brindis por el regreso de su esposa, JungSoo los invitó a comer. Todos conversaban a gusto unos con otros. Sin embargo, HeeChul se sentía algo incómodo. No quería ver a Hyuk, YoungWoon lo miraba algo molesto y estaba celoso de que SiWon no le prestara atención.

Aunque en realidad estaba celoso del chico.

Cuando todo hubo terminado, todos se retiraron.

Sora abrazó a HeeChul y le dijo que debía hablar con él. Que ya lo visitaría en su departamento.

—El departamento de SungMin —le corrigió, para luego hacer una reverencia, sonreírle e irse.

Se apresuró en ir al ascensor en dónde todos cupieron sin apretujarse. HeeChul avanzó hasta al lado de Victoria.

No había tensión, ni se respiraba un aire incómodo. HeeChul agradeció aquello.

—SiWon, ¿estás saliendo con KyuHyun? —Hae había hecho la pregunta.

De pronto, el aura en el elevador se había tornado pesada, casi asfixiante. Todos los del ascensor lo sintieron, menos DongHae quien esperaba paciente por una respuesta.

Victoria se apresuró a tomar la mano de HeeChul, SungMin lo miró desde el otro lado del aparato al igual que HyukJae a SiWon.

—No, hyung. No estamos saliendo —HeeChul se fijó en el chico. Lo vio removerse incómodo, por lo que la respuesta de SiWon no lo satisfizo.

Ya habían pasado casi cinco meses desde que terminaron, y ese muchachito había llegado hace cuatro a la empresa de SiWon. Su incomodidad no le gustó.

—Que mal. Se ven bien juntos —comentó DongHae, dando por finalizada la conversación.

Si pensaban que no podía volverse más tenso, se habían equivocado.

Cuando el ascensor se detuvo, los primeros en bajarse fueron SiWon y KyuHyun, siendo seguidos de DongHae y HyukJae.

SungMin salió y esperó a que HeeChul lo hiciera. Lo interceptó y habló con él.

—Debes disculpar a DongHae. Sabes cómo es…

—No te preocupes —puso una mano en el hombro de su amigo y sonrió. SungMin se ofreció a llevarlo pero negó diciendo que ZhouMi se había ofrecido primero.

Fue al estacionamiento y vio a SiWon salir en auto, con KyuHyun.

—Si vino con él es obvio que lo lleve —comentó ZhouMi avanzando al auto.

Durante todo el trayecto fueron en silencio, un silencio roto cuando llegaron al edificio y les agradeció por el aventón.

Suspiró mientras iba en el elevador y pensó que iría por su auto al taller a primera hora del día.

********

Necesitaba despejar su mente. Necesitaba un trago. Pensó en ir a Sugar y llamar a JaeJoong, pero tan pronto como tuvo la idea la desechó.

Eran las cuatro de la tarde de un viernes. Buscó su billetera y su teléfono y pudo ver la fecha. Catorce de febrero. Bufó y pasó una mano por su rostro. En verdad necesitaba un trago.

Salió directo al estacionamiento, pero decidió caminar. La tienda a la que iría no estaba tan lejos. Pero tan pronto llegó a la calle se arrepintió. A cada paso que daba sólo veía parejas, con sus manos juntas, globos, peluches, cajas de chocolate y más cursilerías. Se apresuró a la tienda y fue hasta la sección de alcoholes. Tomó una botella de whisky y la pagó. Salió y más parejas inundaron su campo visual.

Miró al frente y vio una feria de chocolate. Pensó en que era algo ridículo. El chocolate estaba sobrevaluado. Estaba a punto de irse cuando una figura se le hizo conocida. Reconocería esa espalda donde sea, cuando fuera. La había acariciado muchas noches. Era SiWon.

—No puede ser —se quedó un rato más mirándolo, hasta que pudo notar a alguien acercársele. Era KyuHyun.

No pudo moverse. Su mente empezó a trabajar rápido. SiWon. KyuHyun. Salida. Chocolate. San Valentín.

—Una cita… —no pudo evitar murmurar mientras sentía que algo dentro de su pecho se rompía.

Quiso más alcohol del que su cuerpo resistiría. Regresó al supermercado y tomó botellas de vodka y whisky y recorrió la tienda durante un buen tiempo. Tiempo que pensó demorarían SiWon y KyuHyun en salir de la tienda. Suspiró cansado. SiWon en serio estaba olvidándolo, mientras él se revolvía en su cama pensando en la estupidez que había cometido.

Pagó las botellas de alcohol y unas fundas de chucherías y salió. Caminó despacio, ya ignorando todas las parejas alrededor de él. Sólo quería llegar a casa y ahogarse en alcohol. Bueno, no ahogarse. Aun quería vivir.

Pensó en su primer San Valentín con SiWon. El moreno lo había llevado a comer a uno de los restaurantes de la familia Choi. SiWon se había encargado de que nadie más que ellos dos estuvieran en el lugar y...

— ¿HeeChul hyung? —sus pensamientos se vieron interrumpidos, su deprimente caminata detenida al igual que su corazón.

— ¿Hyung? —ese era SiWon. Su voz salió forzada.

HeeChul no tuvo más remedio que darse la vuelta y encararlos. Y lo que vio no le gustó, pero pudo fingir que no le importó.

—Hola —fingió una sonrisa. Los dos chicos frente a él lo reverenciaron—. Que sorpresa verlos.

—Igual para nosotros —comentó el menor de los tres y HeeChul vio que SiWon tan sólo levantó los labios. Se sentía incómodo pero el chico a su lado no lo notaba.

— ¿Qué haces por aquí? —el mayor levantó las fundas provocando que las botellas chocaran entre sí—. Oh. Armarás una fiesta en tu casa, ¿eh? —KyuHyun movió las cejas insinuante

SiWon se pasó la mano por la parte de atrás de su cuello. El comentario de KyuHyun lo incomodó aún más.

—Algo así —miró al moreno.

SiWon trataba de no verlo, se enfocó en algo al otro lado de la calle. HeeChul supuso que sería doloroso para SiWon estar con él, en San Valentín. Sobre todo por todas las cosas cursis que habían hecho por esas fechas.

—Bueno, nosotros nos vamos —reverenció a HeeChul. SiWon imitó a su acompañante. HeeChul no tuvo más remedio que hacerlo. Le sonrió y le dio una rápida vista a la caja de chocolates que KyuHyun tenía entre las manos. Era la misma caja de chocolates que SiWon le compraba a él.

Fue a casa con la mirada en el piso y el pecho punzándole.

*********

No supo en qué momento se había dejado convencer de SungMin, pero ahí estaba, con el menor a su lado usando una botella de soju como micrófono y cantando ‘’You raise me up’’ de Lana Park. Cuando fue el momento del agudo HeeChul se lo dejó a SungMin. Se lanzó al sofá y le dio un sorbo a su botella. Min se sentó a su lado e hizo lo mismo.

— ¿Otra? —HeeChul asintió.

En cuanto había regresado del supermercado vio a SungMin frente a su puerta. Se sorprendió y le preguntó qué hacía ahí.

—Vine a ser tu Valentín, hyung —hizo aegyo y HeeChul hizo una mueca de asco que hizo reír a SungMin—. Vine a acompañarte, hyung —se encogió de hombros y lo apresuró a abrir la puerta.

— ¿Y KangIn?

—Fue con su familia a Jeju. Me invitó pero me dijo que también podía venir contigo, y escogí lo segundo. Traje soju —levantó las bolsas de tela de sus manos.

—Y yo whisky y vodka.

—Eso es muy fuerte. A la primera botella estarás en el suelo —Min hizo un puchero.

— ¿Qué insinúas, mocoso? —Min rio y entraron.

SungMin había llevado nachos y lo necesario para hacer una salsa. Luego propuso la idea del karaoke para ahogar penas.

— ¿Y qué penas vas a ahogar tú? —quiso saber HeeChul.

—La pena de no haber ido a Jeju —y un cojín le aterrizó en la cara a SungMin.

HeeChul fue el primero en embriagarse, el primero en llorar y el primero en caer dormido. Quedó tendido en toda la extensión del sofá. SungMin fue por una manta, lo cubrió, recogió lo de la sala y fue a la habitación a dormir.

—Te extrañé —le dijo a la cama, acurrucándose.

******

Había olvidado lo horrible que era la resaca después de una gran noche. Y también la sensación de dormir en el sofá. Tiró de la manta y se sentó. Pasó las manos por su cara y suspiró. No volvería a beber en su vida. Se levantó y caminó hasta la habitación esperando poder lanzarse a la cama, pero cierto rubio yacía tendido en ella.

HeeChul respiró pesado y entrecerró los ojos. No pudo compartir un poquito de cama. Pero ahora vería. Tomó la almohada que estaba en las piernas del menor y empezó a golpearlo. SungMin se despertó y empezó a refunfuñar. HeeChul dejó su ataque y se lanzó al lado de la cama que estaba libre de SungMin. El menor entonces volvió a dormir abrazando a HeeChul.

*******

SungMin puso un plato de arroz frito en la mesa y regresó a la cocina por el jugo de manzana y los vasos.

—Había extrañado tu arroz frito —murmuró SiWon llevándose un bocado.

—Lo sé. Todos aman mi receta de arroz frito —sonrió dulce y se sentó al lado de SiWon. Era hora del interrogatorio—. ¿Cómo te fue con KyuHyun? —SiWon lo miró. Dejó los palillos de lado y bebió jugo.

— ¿Cómo me fue de qué?

—Tu salida con él el viernes, SiWon. ¿O no salieron? —SiWon negó con la cabeza.

—Sí salimos —siguió con su comida.

— ¿Y cómo te fue? —Min repitió la pregunta después de unos minutos de silencio.

—Pues... —se encogió de hombros—. Bien —llenó su boca con arroz.

— ¿Sólo bien? —SiWon asintió—. ¿Nada más? —el menor negó con la cabeza para luego beber jugo—. SiWon, no me hagas sacarte las palabras con cuchara, ¿sí? —el aludido lo miró.

— ¿Y qué quieres que te diga?

—Salieron al parque, lo llevaste a la playa, lo compraste algo... No sé. Al menos dime el clima —la respiración de Min se había alterado.

SiWon rio ligero y dejó los palillos, de nuevo.

—Fuimos a un restaurante al que KyuHyun había querido ir desde hace mucho. Luego paseamos un poco, y no sé cómo, pero terminamos caminando por la calle de tu departamento.

— ¿Por aquí? —SiWon negó—. ¿Por dónde HeeChul? —el moreno asintió.

— ¿Él no te dijo que nos encontramos?

— ¿Se encontraron? ¿Tú, KyuHyun y él? —el menor asintió. Bebió de su vaso y tomó los palillos dispuesto a comer. La conversación se estaba volviendo incómoda.

—Qué raro que no te lo haya dicho —SiWon llenó su boca de nuevo.

—Sí, es raro —calló unos segundos, dudando de si seguir con la conversación o no—. ¿Cómo te sentiste? —SiWon pudo notar la cautela en su voz.

Suspiró y contestó.

Frustrado, incómodo, y hasta algo molesto.

—Al inicio no estaba seguro de si era él, pero cuando KyuHyun lo reconoció y quiso ir a saludarlo... Internamente grité. No quería verlo —lo último fue un susurro que Min ligeramente pudo escuchar. Esperó paciente a que el menor continuara—. Sigue siendo él, a pesar de todo. Aunque —rio, como si se burlara de algo—, no es cómo si hubiera pasado algo tan grave como para que cambie. KyuHyun sintió la tensión entre nosotros —se atrevió a mirar a su hyung. Min lo miraba paciente, comprensivo—. Fue entonces cuando se despidió de HeeChul hyung —se reclinó en la silla y dejó un brazo sobre la mesa, jugando con los palillos—. Luego preguntó si entre él y yo había sucedido algo. No pude mentirle, pero tampoco le dije toda la verdad —suspiró—. Es muy perspicaz —sonrió—. Cuando estuvimos por la calle de tu departamento, KyuHyun reparó en la tienda de dulces cerca de ahí. Estaba como... Ah, como si fuera una feria de dulces, con mesas afuera y muchos dulces.

— ¡Y no reparé en ella! —su amigo se alarmó. Eso provocó que riera. Min lo instó a seguir.

—Fuimos ahí. KyuHyun quiso ser cortés y me invitó unos dulces que rechacé. No tenía ganas de seguir con la tradición de comer dulces en San Valentín —Min sonrió—. Él tampoco compró nada. Entonces  quiso llevarle algo a su hermana. Y buscó y buscó hasta que halló la misma caja de chocolates que yo compraba para HeeChul.

—Eso explica por qué se me hacían conocidas las cajas.

—Al salir nos topamos con HeeChul hyung. Él llevaba una bolsa con botellas, y cuando KyuHyun insinuó que iba a hacer una fiesta me sentí molesto —cerró en un puño la mano que tenía sobre la mesa—. Creí que se vería con... Con él —susurró lo último.

Min apoyó una mano sobre la  de SiWon. Eso logró que el menor deshiciera el puño.

—Aún me afecta saber que sigue encontrándose con él.

—No lo hace —Min intentó consolar a su amigo.

— ¿Cómo estás tan seguro?

—Ya me lo habría dicho... —le sonrió—. A él también le duele la situación. Quizá y le duele más que a ti —SiWon bufó, y luego rio amargo.

—Claro... —sacó su mano de la de Min—. Yo lavo los platos —tomó el suyo, su vaso vacío y fue hasta el fregadero.

— ¿Vas a tomar en serio a KyuHyun?

— ¿De qué hablas? —Min giró sobre su silla y encaró al menor.

—Tú sabes —sus ojos entrecerrados hicieron a SiWon apartar la mirada.

—Dijo que él no iba a forzar nada. Que iba a ser paciente...

—Eso lo sé, SiWon. ¿Tú qué harás?

—No tengo nada que perder, hyung. Además, no es como si fuéramos a casarnos o así —se encogió de hombros—. Ya es hora de avanzar —miró a su amigo, le sonrió y siguió en su labor.

SungMin no supo de qué lado estar*.

Notas finales:

*SungMin y HeeChul llevan más tiempo siendo amigos que SiWon y SungMin. Es por eso que SungMin duda.


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