Era una soleada mañana en donde los rayos del sol entraban por las cortinas de las ventanas de una habitación del Olimpo.
Un chico de cabello negro y ojos verde mar estaba sentado en la cama con las manos en su cabeza tratando de recordar, que hacia en esa habitación, como terminó con dos hombres a sus lados, desnudos y lo peor de todo de quienes se trataban: su padre Poseidón y su tío Zeus.
—¿C...como fue que terminamos así?
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Flashback
La noche estaba cayendo y todos los dioses junto algunos dioses mestizos estaban en el Olimpo celebrando el cumpleaños del joven más querido de todo el campamento mestizo y sobre todo el héroe más importante, Percy Jackson era el nombre del chico.
La fiesta era divertida en cierto modo ya que Dionisio, el dios de vino, había llevado unas cuantas botellas de vino con una fuerte cantidad de alcohol pero fue tapado por el delicioso sabor de las uvas.
Los semidioses Percy, Annabeth, Nico, Thalia estaban en una mesa y riendo como tontos por las bromas y chistes malos que estaban contando, ya que su querido jefe del campamento mestizo, en otras palabras Dionisio, les coló unos vasos de vino sin que se dieran cuenta y ahora estaban un poco borrachos.
-Dionisio, solo a ti se te ocurre darle a los chicos vino, míralos como están - regaño el dios del mar y padre de Percy, Poseidón.
-Son adolescentes, ya tienen 17 años, deben de conocer el mundo de los adultos.
—pero... —Poseidón iba a decir más pero fue abrazado por unos brazos y un rostro en su pecho, bajo la mirada viendo que su hijo lo abrazaba fuerte.
—Papá hueles igual que el mar,me gusta el olor jajaja
Percy restrego su rostro en el pecho de su padre como gatito y después una mano en su hombro lo detuvo.
—Es hora de que se suelten — dijo el Dios del cielo, Zeus.
—no seas aguafiestas tío.
Dionisio se tuvo morder los labios para no soltar tremenda risa al igual que Poseidón.
—¿Que estas diciendo niño?
—lo que dije es la verdad o....¿Estás celoso por que abrazo a mi papá y no a ti?
El menor lo apunto con un dedo pero después sonrió y se tiró a los brazos de Zeus.
El Dios mayor abrió los ojos sorprendido por el abrazo y tuvo que toser para salir de su ensoñación.
—Poseidón quitamelo...
—no quiero, papá no lo hagas.
El ojo verde mayor quedó en medio de los dos por la decisión pero lo que hizo fue guiarlos a la habitación para que nadie viera esa escena.
Ya en la habitación Perseus no se separaba de su tío y lo olía.
—tío hueles a brisa fresca.... es muy reconfortante.
El otro no pudo evitar reír un poco.
—Enserio tu hijo está borracho.
—Lo se y mataré a Dionisio por eso después
Tardaron de quitar el koala que tenía Zeus agarrado a el y terminaron los tres acostados en la cama.
Miradas, dos verdes y una celeste se vieron fijamente y después empezaron los besos, caricias, jadeos, suspiros, gemidos, que se escucharon en esa habitación toda la noche.
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El príncipe del mar trataba de recordar por completo pero la parte donde lo hacia con su padre y tío estaban distorsionadas y por ello no podía recordar todo.
—Por tu cara veo que tratas de recordar que pasó ayer.
Salto al escuchar una voz izquierda, movió la vista para ahí topándose con la mirada celeste de su tío.
—déjalo en paz Zeus
Percy movió su rostro al otro lado encontrando la mirada verde igual a la suya.
—Papá
Dijo en un hilo de voz y fue envuelto en los brazos de su padre.
—Calma hijo, todo está bien....si es cierto que te quitamos la virginidad y lo sabemos por la sangre que salió de tu entrada.
—Y...yo
—No tienes que decir nada sobrino, sabemos que nosotros te atraíamos y... no lo voy a negar tu también nos gustas
Percy respiro hondo y después habló.
—¿U....ustedes....terminaron en mi interior?
Pregunto un poco angustiado y eso dejó un poco descolocados a los dioses.
—si, ¿Por qué? ¿Acaso querías que tuvieras tu primera vez con esa cosa plástica horrenda en nuestros miembros?
—Percy ¿Todo está bien?
—Hay algo...de lo que tu nunca supiste papá
Sus dedos jugaron con el borde de la cobija.
—dímelo hijo, no me preocupes así.
—no puede ser tan malo.
Se mordió los labios y se sonrojo mucho.
—Soy Doncel.
Soltó la bomba y después vio a dos de los dioses más fuertes desmayados en la cama.