Percy Jackson en todos sus años de vida nunca pensó ver a sus propio padre y tío desmayados en el suelo, y menos ellos siendo dos de los dioses mayores, lo único que pudo hacer fue reírse con una tremenda carcajada para después darle paso a algunas lágrimas ya que tenia miedo de lo que podría pasar ahora y mas que Zeus tenia de esposa a una mujer que odiaba a los amantes de este y hacia de cualquiera de sus trucos para desaparecerlas, no importaba si eran hombres o mujeres, Hera siempre se salía con las suyas. Con Poseidon no tenia mucho problema ya que hace unos dos años había descubierto que su "madrastra" Anfítrite, y otras diosas, le gustaba ver a los hombres teniendo sexo, cosa que lo dejo atónito.
Pasaron unos minutos en donde Percy de lamentaba solo y decidió despertar a su padre y tío, por supuesto haciendo uso de sus poderes. Levanto el agua de una fuente que decoraba la habitación y la tiro en dos disparos a los bellos durmientes.
Los dos hombres se despertaron de un tirón al sentir el agua en su cuerpo. Poseidón vio hacia su hijo y se le rompió el corazón al notar el rastro de lágrimas en ese bello rostro, se levantó y abrazo fuerte a Percy.
El héroe del Olimpo al sentir como era abrazado por su padre, le devolvió el abrazo y se hecho a llorar en su pecho soltando sus miedos.
Zeus llegó por detrás de menor y lo abrazo también dando suaves besos en el hombro de este mientras Poseidón le daba besos en su cabeza.
Estuvieron así por un gran rato y después Percy fue acostado en la cama por su padre. Los dos dioses se sentaron al lado del menor y llevaron sus manos acariciando el estómago del otro con cariño.
—Percy siempre te protegeremos, yo te amo mi pequeño y si estás en cinta también voy a amar a ese pequeño ser.
—papá....
—Perseus yo también estoy enamorado de ti, eres una persona que es igual que el cielo, acepta y perdona a las personas aún si te hacen daño.
—Zeus....
Percy se mordió los labios y respiro profundo mientras acomodaba sus pensamientos.
—la verdad yo no se como fue que pasó pero me enamoré de ti papá.
Agarró la mano de su padre apreyandola y después agarró la de su tío.
—contigo fue igual tío Zeus, me enamoré de los dos y no se como fue que pasó.
Los dos dioses estaban felices por lo que dijo el menor, se acostaron a su lado mientras lo abrazaba fuerte.
—nosotros te protegeremos con todas nuestras fuerzas.
—nadie te hará daño Percy, primero deben pasar por encima de nosotros.
—También tienen que pasar por encima mío.
Se escucho una tercera voz haciendo que los tres se sentarán como resortes en la cama.
—Amphi!! Dita!!
Grito Percy feliz mientras la diosa corrió a Percy y lo abrazo como peluche, la otra diosa también se acercó y se unió al abrazo.
Amphitrite y Afrodita, las dos diosas querían mucho a Percy, lo querían como su hermanito pequeño a pesar de que una al principio lo odiara.
Zeus y Poseidón estaban que no se lo creían pero después fueron sacados de sus pensamientos por unos tomó s en sus cabezas por parte de las diosas.
—ustedes dos se harán cargo de que Hera no se de cuenta.
—lo lamentamos pero Percy tendrá que ir a vivir conmigo a mi Palacio.
—pero Afrodita...
—nada Poseidón, debemos hacer todo lo posible para que Hera no se de cuenta, lo mejor sería que se quede con Afrodita y si, ustedes pueden ir a visitar a Percy pero no muy seguido ir que podrían levantar sospechas.
Tuvieron que aceptar ya que no querían que su amado pequeño siguiera por su indiscreción.
Al final decidieron que Percy se iría con Afrodita, ella sería también la que le diría a todos que Percy acepto ser su ayudante.
Después de un rato las diosas dejaron a Percy junto con los dioses ya que estos se tendrían que despedir ese mismo día.
—mi Percy, daré todo de mi para que no te pase nada. Te Amo hijo.
El nombrado sonrió y después Zeus llamó su atención apretando su mano.
—te mantendremos a salvo.
Percy no pudo más y soltó unas cuantas lágrimas para después besar primero a su padre y después a su tío, a los dos les dio un beso tan apasionado que los dejo bobos.
—nos vemos.
Se despidió con un pequeño besito y luego se fue de la habitación para encontrarse con sus diosas más queridas.