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La chica es en realidad...¿¡Un chico?! por nagicha01

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Notas del fanfic:

Luego de mi primer fanfic "acrofilia" me decidi por escribir este xD

A diferencia del primero, este se basa mas que nada en el humor, por lo que fue mas facil para mi escribirlo, el lemon estara presente pero a su tieeempo. Espero que les guste :)

La cafetería en donde me encontraba era tan pequeña que no debían de haber mas de 50 personas. Sin embargo, a mí me gustaba visitarla con regularidad por la decoración retro que poseía, la música relajante que acostumbraban a poner y principalmente por el batido al que me estaba volviendo adicto y que últimamente tomaba con frecuencia. Cuando no iba simplemente para pasar el rato o para despejarme, solía visitarla con mis amigos para hacer algún trabajo de la universidad mientras comíamos algún postre entre risas y bromas. El olor dulzón a café inundo el local por completo, haciéndome suspirar.

Me hallaba sentado en una mesa de dos personas que compartía con Madison. Junto a nosotros, estaba una gran pared de vidrio que dividía la cafetería de la calle que estaba llena del típico ajetreo mañanero característico de todos los dias.

Madison era mi "novia"

La palabra "novia" no describía para nada mi relación con ella, pero era más decente que ir por ahi presentándola como "la zorra con la que menudeaba follar cuando no tenía nada mejor que hacer"

Y no digo que sea una zorra solo porque fuera por ahi metiéndose con todo lo que tuviera pene, su apariencia tampoco dejaba mucho a la imaginación. Cada vez que se inclinaba para revolver el café que estaba sobre la mesa, sus tetas parecían querer salir a decir "hola" de la escotada camisa que traía puesta. Cada pocos segundos agarraba algún mechón de su cabello castaño y largo para revolverlo entre sus dedos con indiferencia. Los labios rellenos y pintados de un pronunciado color durazno parecían demasiado lindos como para siquiera imaginar que probablemente habían pasado por mas penes de los que quisiera contar. No me molestaba, de hecho, a lo que más le daba importancia era a que fuera por ahi con cualquier tipo y después viniera conmigo. ¿O sea que mientras la beso también estoy besando la polla de otros 10 más? fantástico.


Aparte de todo, se llamaba Madison. Oye, yo no era un racista que iba por ahí en contra de los nombres, pero ¿Has escuchado alguna vez de alguna monja de 24 años llamada Madison? Yo no. Era el típico nombre de la típica porrista rubia y superficial que solías ver en las películas. Madison no era rubio pero de superficial no le faltaba nada. 

Tome un sorbo de mi batido hecho de fresa y banana y pellizque mi nariz, irritado. No me importa sobre la camisa purpura que compraste ni que el encargado de la tienda estuviera demasiado pendiente de su revista como para prestarte atención, de seguro el si tenía un poco de sentido común. Mucho menos que hayas reprobado tu examen la semana anterior ¿De verdad te sorprende? de seguro estabas muy ocupada cepillando tu cabello o limando tus uñas como para siquiera acordarte de que estas en la universidad. Solo te traje aquí para que no pensaras que soy un cabron que simplemente quiere meterse entre tus piernas. Divertido considerando que eso es justamente lo que quiero hacer.

Ella siguió parloteando sobre otra cosa que no me tome la molestia de escuchar. Por el rabillo del ojo, vislumbre a una chica tomando una bandeja que le extendía el vendedor detrás de la barra con dos cafés encima, caminando nuevamente a donde fuera que se suponía estaba sentada. Estaba tan centrada en no derramar ni una gota de la bebida, que no se fijo en el pequeño cartel que advertía tener cuidado por el piso recién trapeado. Demasiado tarde.

La bebida fue a parar encima de nosotros, ensuciando el cabello de Madison, salpicando la mesa y manchando gran parte de mi camisa. Las tazas se estrellaron en el piso con un estruendoso crujido y los pedazos se desparramaron alborotados.

-¡¿Qué demonios?!- Madison palpo su cabello, levantándose furiosa. Poso la mirada sobre la chica que se había caído all suelo dándose cuenta que ahora su-no-tan-perfecto-cabello estaba arruinado gracias a ella-¡¿Tienes algún tipo de problema que te impide caminar como a la gente normal o tu cerebro es muy pequeño como para al menos poder hacerlo?!

Así que cerebro pequeño, tú debes entenderla a la perfección, ¿No, Madison?

Las protestas histéricas atrajeron la atención de algunos clientes quienes miraban con pena y curiosidad a la avergonzada chica que intentaba disculparse.

-¡N-No fue mi intención!-profirió asustadiza- No me fije en que el piso estab-

-¡Tus inútiles explicaciones no me van a quitar este asqueroso café del cabello!- Pero Madison, ¿No tomabas también ese tipo de café hace unos segundos?

Está bien, era bastante canalla de mi parte estar burlándome de ella cuando estaba tan furiosa insultando a la chica. Como buen caballero, debería acercarme a algún trabajador del local y pedirle algún pañuelo para ayudar a secarla, susurrarle palabras tranquilizadoras y llevarla hasta mi auto para conducir a la universidad y despedirme de ella con un beso. Pero vamos, ¿En qué punto se especificó que yo era un caballero?.

Me dio un poco de pena por la muchacha. Cuando la "perra-iracunda" de Madison salía a flote, arrasaba con todo a su paso, justo como con esta chica, que se limitaba a seguir escuchándola temerosa de hacerla enojar más.

Como si no me fuera despertado lo suficientemente irritado esa mañana, ahora tendria que devolverme a mi departamento para un cambio de ropa y las clases empezarían en menos de 20 minutos. Malditamente genial.

-Déjalo ya-interrumpí por primera vez con un deje de exasperación-Solo sécate y vámonos.

Uno de los meseros (mas caballero que yo) que hasta ese momento se mantenía observando, se acercó a ofrecernos un par de servilletas, intimidado.

-¿Acaso no estás viendo como estoy y quieres que me limite a irme sin más?

Definitivamente ahora toda la atención de los presentes estaba centrada en nosotros. Comenzando a cabrearme, la observe con frialdad.

-Ya te explico que no fue apropósito, no es su culpa que quieras llamar la atención tan inmaduramente como haces siempre.

Unas risitas disimuladas se escucharon a unas mesas de distancia (un pequeño trio de estudiantes) y ella les dirigió una mirada colérica para seguidamente hacer lo mismo conmigo. Roja de la vergüenza y el enojo, agarro su pequeño monedero y salió sin mirarme una última vez.  Joder, que yo solo quería pasar la mañana tranquilamente antes de ir a clases teniendo un revolcón asegurado, ¿Pero que me llevo a cambio? Café.

Recogí el bolso con mis cuadernos y mi macbook dentro dispuesto a largarme rápidamente de ahí, camine hacia la salida a toda prisa evadiendo meseros que venían hacia la mesa en donde estaba todo el desastre y una voz a mis espaldas me detuvo.

-Gracias por detener a tu novia hace un momento, no sabía que decirle para que se calmara un poco.

Por poco suelto una risotada. ¿Tratar de calmar a Madison? Si claro, primero ella se vuelve monja antes de que lo logres. Eres casi tan ilusa como torpe. De todos modos no lo hacía por ti, ¿Por qué lo haría? Ah, casi se me olvidaba, me bañaste de café (que por cierto te agradezco también, nunca había sufrido de diabetes pero ahora tengo más o menos una idea más clara de lo que es) estropeaste aún más mi mañana y ahora mi "novia" está enojada por lo que ahora tendré que buscarme otra vagina para desahogarme ya que dispongo de bastante tiempo para hacerlo, así que defendiéndote pensé que podría agradecértelo. 

Di la vuelta, más que preparado para decirle toda la mierda que pensaba pero ni una palabra salió de mis labios. La chiquilla (que ahora podía ver bien) me observaba con curiosidad. Su cabello era incluso más largo que el de Madison y parecía mas sedoso a la vista. Seguía mirándome igual que antes con sus penetrantes ojos turquesa desde abajo, ya que era unos centímetros más baja que yo. Lo que más destacaba de su apariencia, era su cabello tintado de un color grisáceo y el piercing tipo aro que tenía en la nariz. Parecía una de esas frikis raras que acostumbrabas a ver por doquier en la universidad. Pero una friki condenadamente buena. 

Al ver que seguía sin decir nada, hablo nuevamente.

-Soy lucas-se presentó- cuando hables de nuevo con tu novia discúlpate nuevamente de mi parte, y por cierto-Me sonrió-Siento lo de tu camisa, hasta luego-se despidió con un gesto de mano y se fue, dejándome completamente pasmado.

Espera ¿Que? ¿la chica es en realidad...¡¿Un chico?! ¡Pero si tenía pinta de chica! Oh por dios, y hasta me pareció linda. Por un momento estuve a punto de decirle "oye, ya que le arruinaste la diversión a mi amiguito ¿Por qué no te prestas como voluntaria?" pero no era "voluntaria" sino "voluntario" ¡Porque era un jodido chico! Respira, cálmate, tal vez es una chica en verdad, su voz era muy suave y tenía la piel demasiado tersa y pálida como para tratarse de un muchacho ¡Pero oh por dios si se llamaba Lucas! ¿Tal vez los padres tienen algún tipo de retraso mental y por eso le pusieron nombre de chico? Ya me parecía raro a mí que no tuviera tetas. Digo, algunas chicas son de verdad planas pero ¿En serio? ¿Cómo iba a imaginarme que una chica plana era de verdad un chico? Desde ahora jamás confiare en las chicas planas. ¿Acaso tiene un fetiche raro que lo hace vestirse como mujer?

Salí pitando de ahí, prácticamente corriendo hacia mi auto y metiéndome velozmente en el asiento del conductor. Me quede tanto tiempo pensando sobre "La chico" que no me quedaba mucho tiempo para llegar a mi primera clase y ni drogado iría apestando a café. Tenía la completa convicción de que esta mañana no podría ser más insólita pero me equivoque. Me equivoque como el maldito infierno, así como llevo haciendo gran parte del día hasta ahora. Una breve ojeada a la hinchazón en mis pantalones casi me hace desfallecer.

Está bien, no me alarmare, esto es completamente normal, conduciré con calma a mi departamento para luego ir a la facultad a seguir con mi aburrida vida diaria.

Pero era bastante difícil hacerle caso omiso a tu pene cuando este quería salir a saludar. Y todo por un mocoso que no puede ser normal y vestirse como lo que realmente es.

Luego de llegar al departamento sin siquiera darme tiempo de tomar un baño, me coloque la primera camiseta que me encontré. Tengo que decir (completamente avergonzado conmocionado) Que tuve que encargarme de mi "pequeño problema" antes de salir. Maldita sea "Lucas" y maldita sea sus delirios de travesti. Trate de engañarme, repitiéndome una y otra vez que solo tenia tiempo sin nada de sexo y por eso mi polla reaccionaba como el de un nerd en plena pubertad al ver a su primera chica desnuda. Pero yo no era un nerd en plena pubertad. Era lo suficientemente grandecito, cursando mi carrera universitaria con 22 años de edad y mis hormonas ya deberían de saber controlarse mejor, pero al parecer era lo contrario.

Los pasillos de la universidad estaban atestados de los estudiantes de diferentes edades que iban y venían. Algunos en pequeños grupos, otros en más grandes, otros hablando a través del teléfono con una mano mientras que con la otra llevaban cuadernos u otra cosa sin importancia, las típicas parejitas que iban por ahi agarrados de la mano, demasiado metidos en su mundo como para darse cuenta de que algunos se les quedaban viendo con burla y también estaban otros (como yo) demasiado centrados en no llegar tarde como para fijarse en los demás.

....

-Hey, Thiago ¿Estas presente?- Matias agito la mano frenéticamente tratando de hacerme reaccionar.

No, de hecho, la mayor parte del día se me había pasado demasiado apresurado, yendo de acá para allá, pasándome de una clase a otra pero sin estar "presente" realmente. Me sentía frustrado, en pocos días tendría algunos exámenes y no había prestado mucha atención a las clases que había visto hasta ahora.

-Dejalo tranquilo, Katherine me conto que el pobre Thiago estará en abstinencia un tiempo por...¿Cómo fue que dijo?-Steve fingió estar pensativo- ¡Ah si! "por ser un cabron imprudente que usa con más frecuencia la polla que el cerebro" O algo así.

Katherine era el perrito faldero que seguía a todas partes a Madison. Eso no impedía que fuera casi tan zorra como ella, por lo que Steve solía acostarse con ella algunas veces.

-¡Oh vaya!- Matias exclamo, carcajeándose-¿te lo dijo mientras te la chupaba? Al menos ella si usa el cerebro, matando dos pájaros de un tiro ¿Ves, Thiago? Deberías ser más como ella, sigue su ejemplo.

Le mostré el dedo del medio, asqueado.

-Al menos yo uso la polla, ¿Cuándo fue la última vez que la tuya salió a tomar aire? Debes tener telarañas ahí abajo.

-Espera espera-me reprendió Steve- Estoy seguro que no fue hace mucho-se volvió hacia Matias-Despues de todo, tu mano de seguro la recibió gustosa, ¿No es así?

Nuestras carcajadas murieron en el bullicio que ensordecía el comedor y Matias nos emitió una mirada asesina. Generalmente, los tres habituábamos a sentarnos en el comedor, hacer algunos trabajos juntos, o quedar en salir los fines de semana a lo primero que se nos ocurriera. Naturalmente, frecuentábamos a tener conversaciones estúpidas e indiferentes como las de ese momento mientras comíamos o bebíamos algo.

-Ok paremos de hablar de pollas antes de que empiece a pensar que tenemos una mariposa homosexual interior esperando salir a flote- se burló Steve- En vez de eso, ¿Por qué no explicas tu repentina abstinencia?

Suspire, fastidiado.

-Simplemente estábamos bebiendo un café y se puso a gritar como lunática cuando una chica-evite contarles sobre la grata sorpresa que me lleve al descubrir que en realidad era un chico, quería ahorrarme esa burla que probablemente duraría semanas- arrojo una bebida sobre nosotros.

-¿Y cuál es el problema?-pregunto Matias- La escuchas gritar todos los días- El tono insinuante con el que lo dijo me hizo gruñir.

-El caso es-lo ignore- que se comportó como una perra dramática y toda la cafetería nos veía como si tuviéramos algún tipo de problema.

-Amigo-Steve me dio un apretón en el hombro-¿De cuándo acá Madison no se comporta como una perra dramática?

Nuestra "relación" con Katherine y Madison no era necesariamente buena solo porque folloramos a veces, de hecho, vivíamos burlándonos de ellas, haciéndoles burlas o quejándonos de lo superficiales que solían ser algunas veces (siempre). Todos unos caballeros hablando sobre las chicas que nos traían locos, pero oye, lo superficial lo recompensaban en la cama, y eso está bien para Steve y para mi.

-Deja de ser "dramática" y solo es perra cuando se la metes-definitivamente de los tres, el que más bromeaba al respecto era Matias, haciéndonos reir hasta que alguno decía otro comentario listillo y se nos pasaba la hora volando entre carcajadas y comentarios malintencionados.

-Pero hablando en serio-trate de hablar a través de las risotadas que invadían nuestra mesa- La última vez que te vi con una chica fue hace semanas- eso no me sorprendía. Matias era el más cabron y el más bocazas de los tres también, por lo que, cuando salíamos con la intención de enrollarnos con alguien, el regresaba algunas veces solo, con un moratón en la mejilla, resultado de alguna chica furiosa víctima del precipitado Matias.

-Tal vez estoy considerando el enseriarme con alguien, ¿No crees?

-Pues....-Steve pareció tenerlo en cuenta-No, antes Thiago se corta el pene antes de que tú te tomes en serio algo.

-Oye no, ¿Por qué pones de ejemplo mi pene y no el tuyo?

-¿Con que crees que callo a Katherine cuando no para de hablar?

-¡Que asco!

-Deja de ser tan nenaza. El punto es que nuestro amigo aquí-Palpo la cabeza de Matias como si se estuviera refiriendo a un perro- Lleva más días sin sexo de los que tengo paciencia de contar.

-¿Por qué hablan de mi como si no estuviera aquí?-Gruño

-Calla-lo corto. Derrotado, me observo, poniéndose mas serio-¿Qué me dices tú? ¿Hora de ir a Octagon?

Casi me desplome de mi asiento al escucharlo. Octagon era nada más y nada menos que una disco a la que no íbamos mucho (ya que la ex de Steve frecuentaba a ir, por lo que a él no le gustaba demasiado) pero el lugar para mí era como el propio cielo lleno de musica y alcohol. No era fácil la entrada, pero teníamos un conocido que trabajaba como guardaespaldas que nos permitía la entrada rápida y barata.

Jodidamente como el infierno que iría. Este fin de semana me la pasaría brutal, olvidaría por completo al chico "estoy-demasiado-ocupado-vistiendome-como-chica-como-para-preocuparme-de-lo-que-pienses" y me emborracharía hasta quedar inconsciente

¿O no?

Notas finales:

Como dije en las notas del principio, este es mi segundo fanfic apenitas, asi que soy bastante principiante en esto de escribir, disculpen si hay faltas ortograficas.

No estoy segura de cada cuanto actualizare (de todos modos sera un fanfic corto) pero no creo que tarde mas de dos dias en publicar, saludos :D


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