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Siempre tú por Almaschmetterling

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Notas del fanfic:

Disclaimer: Kuroko no basquet y sus personajes son de tadatoshi fujimaki y yo los uso para pendejadas 

Notas del capitulo:

 Dedicado a AiAkafuri  por su cumpleaños feliz cumple atrasado C: 

Asistía  nuevamente a ese lugar aunque se suponía que debía mantenerlo en secreto ante sus amigos, nadie debía enterarse, al menos no si quería llevar una vida sencilla como cualquiera de ellos, se supone que era un simple estudiante un don nadie, un estudiante simple como cualquiera de ellos.

Entro al gimnasio de esa escuela a la hora en que supuestamente no habría nadie en ese lugar sin embargo allí estaba esperándolo aquella persona con una sonrisa. Kōki se emocionó tanto al verle que sus orejas de gato que estaban escondidas aparecieron así como su colita.

—Akashi-san, disculpa el retraso. Espero no haberte hecho esperar mucho.

—No te preocupes, aunque…—Se acercó a este y toco una de sus orejas con suavidad. —Tienes que aprender a esconder mejor tus orejas, hay gente que suele ser agresiva con los cambiaforma híbridos como tú.

—Pero tú también lo eres, digo, también lo es Akashi-san. —Miro al pelirrojo quien con cada toque lo hacía estremecer por completo.

Obviamente estaba enamorado de él, pero seguro que era imposible puesto primero que el pelirrojo es demasiado perfecto y segundo que fue el padre de este mismo lo recogió y lo cuido cuando hace años fue abandonado en la calle con forma de un pequeño y débil gatito castaño.

Fue cuidado y alimentado con cariño por el hombre rico y le hizo vivir una vida normal haciéndolo pasar como un chico que  vivía en Tokio una vida común, solo para que no lo molestasen por ser un recogido incluso tenía unos supuestos padres.

 Aunque los fines de semana iba a encontrarse con Masaomi y su hijo al cual le había pedido que le enseñara a mejorar en el baloncesto puesto que no era lo supuestamente bueno, jamás lo seria según él mismo, pero pedirle al pelirrojo que le ayudara era una perfecta excusa para tener a Seijūrō solo para él.

El pelirrojo sonrió mostrando sus propias orejas de gato y cola.

—Es cierto también soy como tu coincidentemente. —Le dedico una sonrisa que Furi a veces pensaba que le estaba coqueteando de alguna manera. No, eso no podía ser Akashi seguramente lo veía como un amigo y nada más. —Pero no es eso a lo que venimos, dijiste que querías mejorar para cuando me enfrentaras de nuevo con los de Seirin. —Tomo una ligera pausa. —Aunque deberías de controlarte y no ponerte tan nervioso cuando me ves podrían empezar a sospechar que nos conocemos.

—Lo siento, es que eso es…difícil. Además porque soy un malagradecido—Dijo con voz baja mirando al suelo.

— ¿Qué? ¿A qué te re-…?—Fue tomado de las ropas y besado impulsivamente por el castaño quien apenas termino miro culposo al pelirrojo y corrió lejos del alcance de este para que no lo pillara más sin embargo el de ojos rojos era más rápido que él y lo sostuvo en un abrazo que el gato castaño no se pudo zafar.

—Entonces te gusto. —No era una pregunta—Ya lo sabía, pero quería verte acercarte a mí.

— ¿Eso qué significa? ¿Se estaba burlando de lo que yo sentía Akashi-san? —Su mirada se volvió en una molesta.

El pelirrojo le hizo un sonido de ronroneo que relajo al otro híbrido haciendo que instintivamente ronroneara también aunque movía su cola de gato aun un poco molesto.

—Claro que no, quizás fue mi error al no hacer que supieras antes lo que yo sentía por ti. Pero siempre te he considerado mío Kōki, ya le eh dicho a mi padre que no me casaría con nadie que no fueras tú, te amo.

El corazón del mencionado resonó con tanta fuerza que temía que se cayera del pecho hacia afuera.

 — ¿Esta seguro? Yo, yo no creo que deba ser su pareja, soy solo un gato recogido de la calle…

— ¿Sabes quién le dijo a mi padre quien te recogiera? Fui yo. Nunca me a importado lo que eras, solo que me quisieras, aunque como siempre me evitabas pensé que eso no sería posible. Pero me alegra esta vez estar equivocado.

El castaño lo abrazo suavemente, ronroneando más fuerte esta vez pegándose más al cuerpo de su amado quien tomo sus labios en un beso tierno pero cargado de emociones.

Se mantuvieron abrazados bastante tiempo. Mimándose y ronroneando como la mitad gato que eran, luego de eso se pusieron a entrenar un poco hasta quedar lo suficientemente cansados para no dar más.

— ¿Quieres mañana tener una cita? Sería la primera. —Empezó el pelirrojo  a lamer cerca de sus orejas de gatito a lo cual Furi cerraba sus ojos y ronroneaba feliz—Quiero que me esperes a las cinco de la tarde en la estación de tren de siempre. Lamentablemente me debo ir ahora, pero mañana haré que nuestra relación sea oficial ¿Te parece?

—Si Sei, te esperare paciente.

Le dedico una mirada dulce
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Y en eso habían quedado pero…

Al día siguiente una fuerte lluvia empezaba a caer  y el pelirrojo no aparecía mientras Furihata esperaba hacía más de una hora en ese lugar pareciendo nada más que un animalito mojado por la lluvia  recordando esa  vez cuando fue recogido. Tuvo ganas de llorar en cierto momento pues se sentía frustrado cuando había pasado la primera media hora, pero se mantuvo allí firme esperando a que apareciera, porque tenía fe en que apareciera.

 Alguna gente le decía que por esperar tanto a la gente parecía más a un perro que a un gato por ser a veces tan ingenuo con la gente.

¿Y si Akashi solo se había burlado de él?

Suspiro con mucho frio, no tenía paraguas alguno y su cuerpo ya estaba demasiado mojado a pesar de que se había puesto a cubierto el techo de la estación no era suficiente  con el viento incesante que movía a la lluvia. Furihata se estremeció tratando de calentarse como fuese.

Sin embargo sus manos estaban tan heladas.

¿Esa es la forma en la que iba a morir? ¿Por hipotermia? No, quizás estaba exagerando, pero tenía demasiado frio. Demasiado helado estaba el ambiente, su cuerpo todo.

Pero no quería irse hasta que Akashi apareciese.

—Akashi…—Sus ojos estaban cerrándose solos, habían pasado ya 3 horas y el agua estaba completamente cayendo de manera incesante y cruel haciéndolo tiritar de frio.

— ¡Kōki!… ¡Kōki! —Una voz sonó pero no estaba seguro si era él o una alucinación ¿Era Akashi de verdad? ¿No era una alucinación?

Tenía tanto frio en ese momento.

— ¡No te duermas Kōki! —El pelirrojo había llegado pensando en que con la lluvia el castaño no había asistido, el clima  estaba muy frio y peligroso. Nunca imagino a su amado allí esperándole de esa manera. No podía morir, si el castaño se quedaba dormido era probable que se muriese.

—No…no puedo tengo sueño Akashi—El castaño apenas si podía moverse  y hablaba con un hilo de voz. El pelirrojo lo abrazo tratando de darle calor con su propio cuerpo. Envió un mensaje a su chofer para que los viniera a buscar inmediatamente.

No podía perder a quien amaba. No de esta manera.
—Por favor no mueras... ¡Te lo suplico!

¿De que servía ganar en todo si perdías a quien te importaba más en la vida?
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Kōki mas consiente ahora apenas si se dio cuenta estaba envuelto en mantas, muy cálido, seco, cerca de la chimenea de la casa de los Akashi y con la mirada de Seijūrō en él. Apenas se dio cuenta de que el pelirrojo había estado hablándole todo el tiempo.

—….Me hubiese muerto si tu morías, perdona por hacerte esperar. Debí acudir a la hora…No pensé que fueses a ir con ese clima.

 —Es que Akashi-san me dijo. No podía no ir. —Hablo con un hilo de voz pero ya más recuperado Furihata.

—Solo dime Sei, pero por eso te pido perdón. —Lo abrazo fuerte haciendo que este se sobresaltara un poco ante aquella acción—Te amo Kōki, no te quiero perder, desde ahora viviremos juntos ¿Cierto padre?

Furi recién se da cuenta de la otra figura y sintió algo de pena, pues se sentía un mal cachorro ante este hombre, se había metido con su hijo eso no estaba bien, más el hombre dijo:

—Si es lo que tanto tu como Kōki quieren está bien, pero más te vale que lo cuides Seijūrō.

—Lo haré, lo amo.

El de pelo castaño empezó a hacer un pequeño ronroneo no estando seguro si lo escuchado era cierto ¿Seguro no es un sueño?

—Estoy soñando ¿Verdad? —A lo que Akashi lo besa sorpresivamente haciendo que este se ruborice.

— ¿Te parece ese beso un sueño?

—N-no… ¡Pero Akashi-sama nos mira! ¡No hagas eso!

—Si yo soy el problema me voy—Dijo con una sonrisa el mayor—Me alegro que estés mejor Kōki.

Y se fue por la puerta.

—No quise decir eso…

Mientras tanto Seijūrō teniendo bien sujeto a Kōki ronroneando fuerte le lamia y besaba el cuello.

— ¿Quieres que te dé más pruebas de que no estas soñando? —Beso en una mejilla al castaño quien sonrió a su pareja y le lamio los labios de manera cariñosa.

—Te amo Sei.

—Y yo a ti mi Kōki.

Se besaron y se quedaron mimándose un rato, rato de mimos que volvería a repetirse muchas veces más en la vida de Furihata.

Fin

Notas finales:

Nos vemos en orta ocasión


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