Era fin de semana y el Maou acababa de llegar a la tierra, dispuesto a pasar ese día descansando, pero un invitado hecho por la borda esa mentalidad.
-“Waaaa Wolf-chan ¡¡Bienvenido!!”- gritaba la castaña totalmente alegre abrazando al rubio.
-“Miko-san”- brindándole una sonrisa, mientras el pelinegro solo los veía de reojo con cara desanimada, aun se encontraban dentro de la bañera.
-“¡¡Qué bueno que viniste!! ¿Entonces si recibiste mi mensaje?”- muy mocionada.
-“Sí. Su Alteza me lo dijo”- ^^
-“Waaa ¡¡Que alegría!!”- pegando su cachete al del ojiverde muy feliz.
-“¡¡¡Esperen!!!”- grita el pelinegro quien se pone en medio de los dos- “No entiendo nada ¿Cuál mensaje?”
-“El que le di a Ken-chan, para Wolf-chan”- con una sonrisa en sus labios.
-“Entonces, ¡¡¿Todo esto es obra de Murata?!!”
-“Así es, el Gran Sabio me dijo que Miko-san quería que viniera”- menciona el rubio quitado de la pena.
-“Siiiiii. Porque sí le decía a Yuu-chan que te diera mi mensaje, seguro no te lo daría”
-¬¬U- “¿C-Cómo sabes eso madre?”
-“Porque te conozco muy bien Yuu-chan y dime ma-ma. Tu también Wolf-chan”- volteando a ver ahora al rubio- “¿Por qué ahora solo me dices Miko-san? ¿Es que ya no quieres ser mi hijo?”- fingiendo tristeza, la cual conmovió por completo al ojiesmeralda.
-“N-No, no es eso, pero…”- haciendo una pausa- “Yuuri menciono que no éramos nada aun, así que pensé que sería descortés llamarla madre”
-“Para nada Wolf-chan, tu puedes decirme como quieras”- ^^- “Mmmm y con que dijo ¿aun?”- con una cara picara.
-“Sí ¿Por?”- sin comprender.
-“Porque eso quiere decir que….”
-“¡¡Madre!! P-Porque no ayudas a Wolfram a cambiarse”- grita interrumpiendo a su madre que estaba a punto de decir algo muy peligroso.
-“Mmmm. Tienes razón”- ^^- “Vamos Wolf-chan y después me ayudas a preparar la comida ¿Qué te parece?”—con una sonrisa, cubriéndolo con una toalla.
-“Claro”- ^^- muy ilusionado.
-“Ahhh. Y podrás estrenar el nuevo delantal rosa que te compre”
-“Sí”- saliendo del baño junto a la castaña.
-suspirando- “Hasta que se fueron. Ahhh de verdad que Wolf se ha ganado a los suegros ¿Qué se supone que era esa platica?”- u_u- “Bueno ya que estará con mi madre supongo que podré relajarme un poco”- dirigiéndose a su habitación.
Tras cambiarse de ropa el Maou para después comenzar a practicar con su bate de beisbol, así paso un rato hasta que escucho el grito de la ojiavellana desde la parte de abajo.
-“¡Yuu-chan! Ya está la comida ¡Baja!”
-“¡Ahora voy!”- bajando las escaleras no sin antes guardar su bate; al entrar al comedor se encontró al rubio colocando los platos muy alegre con un delantal rosa lleno de encajes, no pudiendo evitar que un leve sonrojo se colará por sus mejillas.
-^^- “Ya está la comida. Yuuri”- menciona de muy buen humor.
-“Haa”- desviando un poco su rostro, para así ocultar el sonrojo que tenia.
Los tres se dispusieron a sentarse en la mesa, donde los platos estaban ya colocados.
-“Mira. Yuu-chan ¿Verdad que Wolf-chan hizo un buen trabajo?”
-“¿Eh? ¿Sobre qué?”
-“Las verduras…… Wolf-chan me ayudo a cortarlas para el curry. Le enseñe como se hacía ya que es tu plato favorito. Así cuando estés en Shin Makoku el te lo puede preparar, sin mencionar cuando estén casados, mientras más amor le pongas, más delicioso sabrá”- mirando a su hijo con una sonrisa.
-“Haa…”- mirando las verduras con detenimiento, tras un minuto- “¡Espera! ¡¿Quién dijo que yo me iba a casar?!”
-“Es obvio. ¡¡Somos prometidos!!”- suelta el rubio orgullosamente cruzándose de brazos.
-“Sí, Wolf-chan tiene razón. Lo que pasa es que eres un poco tímido… pero no te preocupes”- ^^
-“¡¡Que no!!”- llorando internamente.
-“Yo soy tu madre Yuuri”- pronunciaba la castaña adquiriendo un semblante serio- “Te conozco muy bien. Deberías ser más honesto contigo mismo y como sabia que de todas formas ya estabas decidido a decirlo, te quise dar una mano”- O.<
-“¿EH?”- mirando extrañado por su repentino cambio de actitud, quedándose pensativo por unos segundos.
-“Bueno, Bueno. Hay que comer o se enfriará. Wolf-chan asegúrate de comer como es debido ¿Ok? Desde la última vez que te vi has adelgazado un poco”- hablando ya con su típico carácter.
-“Eso es porque hemos estado en muchas misiones y hago mucho entrenamiento, no creo que sea por no comer”- brindándole una sonrisa- “Pero seguiré su consejo madre”
-“Kyaaa. ¡Ese es mi hijo!”- no pudiendo evitar abrazarlo con emoción.- “Ok, entonces a comer”
-“Gracias por la comida”- dijeron los tres al unisonó y así paso la comida de los más tranquila, a excepción de la plática sobre Shin Makoku y sus habitantes que el rubio relato con una pequeña sonrisa en sus labios; por unos instantes el pelinegro se vio inmerso en la voz y facciones de su prometido, sin notar nada a su alrededor más que a él.
-“¿Yuu-chan? ¡Yuu-chan!”
-“¿Eh?”- volteando a ver a su madre, que lo llamaba desde hace un rato, saliendo del trance- “¿Q-Qué pasa?”
-“Te decía que ya puedes ayudar a recoger los platos. Wolf-chan te ayudará”
-“Sí…”- contestando en un hilillo de voz aun algo pensativo.
-“¿Estás bien Yuuri? Acaso, ¿Tienes fiebre?”- pregunta el rubio mirándolo algo preocupado.
-“No te preocupes Wolf-chan es solo porque se pierde pensando en su amado”- con una sonrisa.
-“¿Mmmm? ¿Se pierde viendo a su amado?”- ¬¬- “De nuevo estás engañándome. ¡¡Traidor!!”
-“¡¡Madre!! E-Eso no es cierto”- intentando negarlo, pero un leve sonrojo volvió a aparecer en sus mejillas.
-“Lo ves ya reaccionaste. No holgazanes~~”
-“Hai, Hai”- suspirando con algo de pereza y resignación.
-“Acabo de recordar. ¿Puedes ir a comprar algunas cosas por mi?- ^^
-“¿Ahora?”
-“Sip tiene que ser ahora. Que Wolf-chan te acompañe, sirve que conoce los alrededores y pueden pasar por el parque que está aquí cerca”
-“Pero madre…”
-“Nada de peros”- n.n
-“Esta bien. Ya entendí. ¿Q-Quieres ir Wolfram?”- dirigiéndose tímidamente al rubio.
-“S-Sí”- algo desubicado.
Ambos ya se encontraban en la puerta principal pero al abrirla se encontraron con algo inesperado.
Lluvia……………
El ojinegro le hablo en voz alta a su madre que se encontraba en la cocina.
-“¡¡Creo que tendrás que esperar!! Está lloviendo…”
La castaña sin hacerlos esperar fue hasta donde los dos chicos para después hacer una sonrisa de lo más reluciente.
-“No es muy fuerte. Sólo pónganse unas chamarras y lleven un paraguas”
-“¿No pueden esperar las compras?”
-“¡No digas eso Yuu-chan!”- reprendiéndolo al momento que se acerca para susurrarle al oído- “Además, tienes la oportunidad de compartir una sombrilla con Wolf-chan ¿No crees que es una estupenda oportunidad? Ahh~~ me recuerda a las citas que tenia con Uma-chan~~”- comenzando a hablar con emoción.
-“jeje Eto…”- a decir verdad no le desagradaba del todo la idea, riéndose nerviosamente tratando de ocultar su vergüenza, mientras el rubio los miraba expectante.- “Voy por algo para cubrirnos”-corriendo escaleras arriba hasta su habitación.
-“¿Qué pasa con Yuuri? Ha estado actuando un poco extraño”- pregunta el rubio algo confuso.
-“No es nada Wolf-chan, sólo piensa que hoy va a ser un día muy especial para los dos”.
-O.o- “¿Eh?”- sin comprender lo que decía la ojiavellana; en ese momento el pelinegro apareció con dos chamarras en sus manos, una de color azul casi del mismo tono que su usual uniforme se la dio al rubio, mientras él se quedo con una gris con negro.
-“Muy bien ya están listos. Que les vaya bien”- hablo la madre del Maou mientras los veía con una sonrisa y le entregaba a su hijo un paraguas azul marino- “¡¡Diviértanse!!”
-“Sí……”- responde el moreno en voz baja mientras salían de la casa.
Yuuri abrió el paraguas cubriendo al rubio de inmediato y acercándose a él un poco nervioso.
-“Con que esto se usa para cubrirse”- mirando curioso la sombrilla, mientras se apegaba más a su prometido al momento que caminaban.
-“S-Sí”- sintiendo que un leve sonrojo se apodero de sus mejillas por su acercamiento.
Pasaron así algunos minutos en los que ambos observaban los alrededores sin poderse mirar el uno al otro, las calles estaban casi solitarias y la suave lluvia caía rítmicamente; mientras cada uno sentía sus corazones latían al mismo compas que las suaves gotas de agua.
En Japón el compartir una sombrilla se considera romántico y esa idea no se le quitaba de la cabeza al Maou que nunca antes había compartido un paraguas con otro que no fuera su madre.
Lo sabía, todo el tiempo que había convivido con Wolfram no paso en balde fue poco a poco, primero cada uno se fue aceptando y conociendo, hasta convertirse en amigos, cómplices y últimamente algo más, la calidez que en esos momentos sentía en su pecho le decía algo.
-“¿N-No tienes frío?”- ¬///¬- preguntó el pelinegro tímidamente aun sin mirarlo a los ojos.
-“No. En Shin Makoku es más fuerte el frio así que no pasa nada, pero deberíamos habernos traído los gorros que nos tejió mi hermano Gwendal”
-“Jejeje. Se vería un poco extraño si lo usáramos aquí”
-“¿Por qué?”- mirándolo de forma confusa.
-“Normalmente aquí no se usan ese tipo de gorros”
-“Mmmm. Pues en Shin Makoku son muy populares”- con su típica voz.
-“Jeje. Tienes razón”- sin darse cuenta el ambiente incomodo que tenían fue disuelto y ahora hablaban con normalidad y armonía.
Yuuri era un chico tímido y torpe pero cuando tomaba una decisión no había poder humano ni Mazoku que lo hiciera cambiar de parecer.
-“Wolf…”- volteando para mirarlo, ya se encontraban en el parque, solo con un par de parejitas rondándolo debido a la lluvia.
-“¿Mmmmm?”
-“Eto…”- mirándolo con algo de determinación en sus ojos al momento que colocaba sus manos sobre los hombros del hermoso Mazoku de fuego, pero en un par de segundos esa determinación acumulada se esfumo haciéndolo voltear a un lado, soltando una risilla nerviosa- “Jejeje. ¿Q-Qué te parece si compramos algo caliente para tomar?”
-“¿Algo caliente?”- un poco confundido, ¿para eso lo sujeto de los hombros? En verdad hoy su prometido se comportaba muy extraño.
-“Sí jeje. Espérame aquí”- entregándole el paraguas y corriendo hacia un puesto cercano.
El ojiverde miraba sus alrededores, después de la escenita; era un lugar pacifico y lindo por así decirlo, pero al voltear a su derecha observo a un parejita que se besaba frenéticamente sin importarles que los vieran. El rubio de inmediato volteo al lado contrario disimuladamente pero ya con un pequeño sonrojo en sus mejillas.
-“¡Ya estoy aquí!”- gritaba el pelinegro al momento que llegaba con dos vasos medianos en sus manos.
-“S-Sí”- un poco distraído por lo ocurrido momentos antes.
-“¿Qué ocurre?”- mirándolo confuso mientras soplaba sobre uno de los vasos.
-“N-No es nada”
-“Toma”- ^^- dándole el vaso que estaba enfriando.
-“G-Gracias”- tomadlo con ambas manos, algo inseguro.
-“No te preocupes, ya debe estar listo. Es chocolate caliente”
El ex príncipe acerco el vaso a sus labios probando un poco de liquido café-“E-Esta bueno”- ¬///¬
-^^- “Que bueno que te gusto”- probando el suyo, olvidándose por completo que no lo enfrió provocando que hiciera una mueca de dolor al quemarse la lengua.
-“¿Qué te paso Yuuri? ¿Estás bien?”- un poco asustado por la acción del pelinegro.
-“Sí, estoy bien, solo me queme un poco la lengua, jejeje”- rascándose su nuca mientras reía disimuladamente, estaba tan ensimismado en las facciones de su prometido que olvido por completo enfriar su propio chocolate.
-“Serás debilucho. Pon más atención a lo que haces”- hablando con algo de molestia, pues hizo que se preocupara.
-“¡¡No soy un debilucho!!...... solo fue un descuido”- ¬3¬- lo ultimo pronunciándolo en voz baja, pero al voltear su rostro se encontró con la misma parejita que había visto el rubio, dejándolo igual o peor que él al verlos, sin saber para donde voltear. –“Eto… jejeje… s-será mejor que nos vayamos por el p-pedido de mi madre”- tomando la sombrilla y caminando junto al Mazoku disimuladamente para no “interrumpir” a la parejita.
A paso lento y con total nerviosismo caminaron hasta las “tiendas” donde la castaña los mando. Yuuri se dedicaba a comprar las cosas mientras observaba de reojo al rubio que miraba a todos lados con algo de emoción después de todo era un mundo desconocido para él.
Tras unos minutos el Maou termino de comprar los encargos, partiendo de vuelta a la casa, pasando de nuevo por el pequeño parque y como sí el destino estuviera de acuerdo los recuerdos de lo que había pasado vino a ambos, que miraron en diferentes direcciones ocasionando que se sonrojaran de repente.
Después de unos segundos ya estaban en la avenida principal, donde de repente un carro paso muy seca de los dos. El pelinegro rápidamente movió el paraguas que tenía en sus manos al lado del rubio para cubrirlo del chorro de agua que brinco hacia ellos; quedando muy cerca el uno del otro con su mirada fija en la ajena y como sí un imán invisible existiese Yuuri junto lentamente sus labios a los de su prometido; ya desde hace tiempo esperaba por la oportunidad, aunque ahora pensaba en nada más que en las sensaciones que le brindaba ese beso.
-“Wolf yo…”- pronuncio el pelinegro bajando la mirada, después de aquel contacto.
El ojiesmeralda no pronuncio nada y de igual forma inclino su cabeza dejando que sus mechones rubios cubrieran su rostro y el amplio sonrojo que se formo en sus mejillas.
-“Yo…… es decir tú…”- continuo diciendo nerviosamente el Maou- “Siento que m-me g-gustas”- casi en un susurro; sin embargo el Mazoku no tuvo ninguna reacción, solo un pequeño respingo al escuchar aquellas palabras, casi imperceptibles- “No… es decir t-te q-quiero pero… eto… eso no quiere decir que no me gustes… b-bueno jejeje creo que me entiendes ¿no? jeje-- ¿Wolfram?”- llamo un tanto preocupado al no obtener ninguna respuesta, ¿Tal vez por tardarse tanto ya no lo quería o se había arrepentido de ser su prometido? Lo dejaría y se buscaría a otra persona y—.
-“Por—“- interrumpiendo los pensamientos del pelinegro que ya estaba volando muy lejos- “¡¿Por qué haces eso en público?! ¡¡Henachoko!!”- elevando la voz con un tono molesto pero sin poder ocultar más el sonrojo que tenía.
-“¡¿Ah?!”- O_O- “¿Eso quiere decir que estás así por el b-beso que te di?”
-“¡¡¡Por supuesto!!! ¡¿Por qué más estaría así? ¡Eres un desvergonzado!”- ¬///¬
-“P-pero e-eso es normal… ¿No viste a los chicos del parque?”- un poco inseguro.
-“¡¡Claro que los vi!! ¡¡¿Es decir que tú te pones a hacerlo con cualquiera?!! ¡¡¿Eh?!!”- ó.o- tomándolo del cuello de su chamarra.
-“¡¡P-Por supuesto que no!!”- en un leve chillido- “Ya te dije que lo hice porque ¡¡Te quiero!! Sólo contigo podría hacerlo”- ¬///¬
El rubio bajo de nueva cuenta su mirada pronunciando en voz baja- “Ya te escuche… henachoko. Hasta que lo admites”
-“¡No soy un henachoko!”- en el mismo tono de voz, moviendo su mano para sujetar tímidamente la de su prometido, y después intentar acercarse de nuevo a sus labios, pero este volteo el rostro para impedirlo- “¿Wolf?”- O///O
-“Te dije que no hicieras eso en público”- ¬///¬
-“P-Pero no tiene nada de malo”- quedándose pensativo mirando a todos lados.
-“N-No estoy acostumbrado”- ¬///¬- “Además no eras tú el que negaba lo nuestro!!”
-suspirando con algo de resignación, ahora que por fin había dado el primer paso, quería volver a repetir la sensación que le provoco aquel beso- “E-Está bien”- u///u- “Lo siento… pero entonces ¿estaría bien cuando lleguemos a casa?”
-“¿E-Eh? N-No dije eso…”- sin mirarlo a los ojos.
-“Pero ahí nadie nos vera ¿verdad?”-^^- “Así que vamos…”
-“H-Hum”- comenzando a caminar junto a su prometido con algo de timidez, hasta llegar a la casa y entrar en ella.
-“¡Estamos en casa!”-pronuncio el Maou de lo más alegre. La castaña que estaba en la cocina camino inmediatamente hacia la entrada.
-“Bienvenidos”- mirándolos por unos segundos detenidamente para después sonreírles de manera cómplice sujetando la bolsa que traía el pelinegro- “Tendremos que pedir formalmente la mano de Wolf-chan, ahhh por fin viajare a Shin Makoku qué emoción!!”- murmurando lo ultimo mientras caminaba hasta la cocina, sin que ambos chicos la alcanzaran a escuchar, dejándolos solos.
-“¿Qué fue eso?”
-“No tengo idea”- suspirando al unisonó- “Oye Wolf…”
-“¿Mmm?”- volteando a verlo de los más normal, siendo recibido por los labios del moreno por segunda vez, dejando sus ojos abiertos de par en par.
El beso era tierno y lento durante el cual ambos fueron relajándose. Yuuri coló una de sus manos por el lindo y sedoso cabello de su prometido, mientras el rubio coloca ambas manos por su espalda, aferrándose más por cada segundo que pasaban unidos.
Después de unos segundos se separaron para después verse significativamente algo avergonzados por lo que estaban haciendo pero sin arrepentirse de lo sucedido.
-“Wolfram… te amo”- ^///^
-“No necesito decírtelo…”- ¬///¬- después de unos segundos- “yo también”- bajando un poco la voz para después abrazarse de nueva cuenta.
Esta era una de las tantas demostraciones públicas/privadas que estaban por venir, todo en aquella tarde lluviosa que al igual que sus sentimientos se disipo para poder ver aquellas brillantes estrellas.
FIN