Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tiempo valioso por Sigma

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Free! Eternal Summer
Serie basada en la novela "High Speed!" (ハイスピード!

High Speed! (ハイスピード!) © Kōji Ōji.

Notas del capitulo:

Ya había publicado este fanfic, pero lo borré y ahora traigo la versión corregida.

• SPOILER ALERT •
¡Atención! Este fanfic contiene un spoiler del episodio número 13 de Free! Eternal Summer. Si todavía no lo has visto y quieres evitar cualquier tipo de spoiler, por favor no leas este fanfic. Sobre aviso, no hay engaño.

¡Hola~!

Pues ya vi el último episodio de Free! Eternal Summer y me llené el corazón de feels muy bonitos. Pero lo más importante (?) fue mi pequeño y querido momento Rintori~ Oh, sí. Me inspiró lo suficiente para escribir este oneshot. Espero que sea de su agrado.

Ahora, sé que en las advertencias dice "lemon", pero en realidad es algo suave, creo que le dicen "lime" (advertencia que todavía no está en la lista). Mi cerebro no me dio para más, perdón.

Tiempo valioso

En verdad estaba pasando… La mezcla de sentimientos en el corazón de Aiichiro era indescriptible. Estaba de pie junto con sus demás compañeros de equipo, sintiéndose algo débil mientras escuchaba con atención las palabras de despedida del capitán. Ya era momento de que Rin, Sousuke y el resto de los jóvenes de tercer año que habían terminado con éxito la preparatoria se fueran de ese instituto para seguir con sus propios caminos y para alcanzar sus sueños.
Era doloroso, por supuesto. Sus ojos azules ya se habían puesto llorosos. Las despedidas y las separaciones no eran el fuerte de Nitori, pues siempre se le habían hecho muy difíciles y tristes. Además, él se había enamorado de Rin, cosa que sólo dificultaba más la situación para él. Siempre se había esforzado por calmarse, por mantener sus sentimientos como un secreto y por no pensar demasiado en el día en el cual el pelirrojo tuviera que irse, pero sin darse cuenta, ese día ya había llegado.
—Ai…
—¿S-Sí? —El menor reaccionó y se llevó rápidamente el dorso de la mano al rostro para secar sus lágrimas y fingir que no se sentía triste por el final de ese año escolar, el cual marcaba la partida definitiva de su querido superior pelirrojo.
—Tú serás el nuevo capitán —pronunció Rin, muy seguro de lo que estaba diciendo—. Quiero que cuides bien a este equipo.
Aiichiro sintió cómo el llanto se apoderaba de él una vez más, pero lo siguió resistiendo para parecer un chico firme y casi tan seguro como Rin.
—¡Sí! —Así, dejando las emociones para después, aceptó la gran responsabilidad de ser el nuevo capitán.
El resto de los integrantes del equipo de natación se animaron con la idea y no tardaron nada en acercarse al más bajo para felicitarlo, algunos hasta empezaron a llamarlo "Capitán Nitori".
Esa misma noche, el equipo de natación decidió organizar una pequeña fiesta de despedida para los recién graduados. Todos aceptaron ir, excepto Aiichiro. Su excusa fue una rara combinación de cansancio, muchos planes por hacer para el equipo de natación y una montaña de tarea pendiente que debía entregar a tiempo si no quería ser un estudiante de segundo año por segunda vez. Sin embargo, la única verdad era que no se sentía con ánimos para ir a una fiesta.
Rin no podía negar que estaba preocupado por el joven de cabello grisáceo, sin contar que no se había creído ni una sola palabra de sus excusas. El pelirrojo pidió a los demás que se adelantaran hacia el lugar en el cual sería el festejo y aseguró que no tardaría mucho en alcanzarlos después.
Caminó lentamente por el pasillo de los dormitorios, hasta llegar a la habitación que antes compartía con Nitori.
—Oye, Ai… —Tocó la puerta un par de veces—. ¿Puedo pasar?
Aiichiro estaba sentado en la cama, pensando en un montón de cosas que lo torturaban. Al escuchar golpes en la puerta, se levantó y se acercó a abrirla.
—Rin-senpai… ¿Cómo?… Eh… ¿No deberías estar con los demás? —Preguntó tímidamente, tratando de ocultar su sorpresa por ver al más alto ahí.
—Los alcanzaré pronto, descuida —sonrió de lado y pasó a la habitación—. ¡Vaya! Parece que ya eres un poco más ordenado —comentó al ver que el escritorio de Aiichiro estaba más limpio de lo que se esperaba.
—S-sí… Algo… —No estaba seguro de qué decir.
Rin soltó un suspiro algo pesado y se acercó al menor. Pensaba que era innecesario y tonto no ir directo al asunto, así que sólo dejó salir lo que creía conveniente.
—Sé bien que te pasa algo, Ai. Dime, ¿qué es? —No podía ser más directo.
—Ah… Rin-senpai… —El menor se puso un poco nervioso. ¿Tan obvio había sido que no había dicho más que mentiras para poder escaparse de la fiesta de despedida?
—Ai… Me tienes preocupado —confesó, sentándose en la cama segundos después y mirando fijamente al más bajo.
—Lo siento, Rin-senpai —dijo avergonzado, ya que no era su intención preocupar a nadie. ¡Y mucho menos a su amado superior!
—Sólo dime qué pasa. Te ves deprimido… ¿Es por el final de este año escolar? —Se atrevió a preguntar.
Nitori se sonrojó, pero asintió lentamente un par de veces. No quería que Rin se fuera. Lo tenía justo en frente y no era capaz de decírselo. Qué frustrante.
Claro que deseaba con todas sus fuerzas que el pelirrojo hiciera realidad todos sus sueños, pero eso no quería decir que no iba a echarlo mucho de menos. Incluso cuando habían tenido que distanciarse un poco sólo por un cambio de habitación, Nitori se había sentido algo mal. Las primeras noches compartiendo la habitación con Momotarou habían sido muy complicadas, a decir verdad.
—Ya veo —Rin volvió a suspirar.
—Rin-senpai… —Cerró sus puños y se armó de valor—. Hay algo que… debo decirte…
—¿Qué cosa?
—Es… acerca de algo que sucedió sin que yo me diera cuenta —comenzó—. Cierto día, yo sólo descubrí que… —Se calló, sintiendo que estaba perdiendo toda la valentía que le había costado tanto encontrar dentro de él.
—¿Qué descubriste? No te detengas. Suéltalo ya —insistió el mayor.
—Rin-senpai… —Su mirada se clavó en el suelo, no se sentía capaz de mirar directamente el rostro de Rin—. Yo… en verdad me he enamorado de ti —dijo en voz baja, aunque fue lo suficientemente audible para la otra persona que estaba en la habitación.
—¿Eh?
El pelirrojo alzó una ceja, confundido. Apenas y podía creer lo que sus oídos acababan de escuchar. Semejante confesión por parte de Nitori le pareció extraña, pues hasta ese día, Rin pensaba del menor como una persona que simplemente lo admiraba mucho y ya.
—L-lo siento…
—¿Estás enamorado de mí?
Aiichiro asintió nuevamente, con el rostro más rojo que nunca.
Después de unos segundos atrapados en un silencio incómodo, volvió a hablar.
—No me atreví a decírtelo antes, tenía miedo —admitió, levantando la cabeza sólo un poco—. Pero creo que ya no puedo ocultarlo más. Ya no tiene caso… Y no quería que te fueras sin saber lo que verdaderamente siento por ti y sin saber que te voy a extrañar mucho.
Bien. Ya lo había dicho. El valor había regresado a su cuerpo de alguna manera y por fin había soltado frente a Rin todo lo que consideraba importante.
—Ai… —Rin no sabía siquiera cómo reaccionar.
—Deberías ir a la fiesta, Rin-senpai —dijo en lo que pareció más bien un débil susurro.
—¡No! ¡No es momento para pensar en una fiesta! —Reclamó, poniéndose de pie—. Ai, ¡¿por qué te quedaste callado tanto tiempo?! ¡¿Por qué no me dijiste nada de esto antes?!
—Porque tenía miedo, ya lo expliqué.
Tenía sentido, claro. Rin podía comprenderlo. Después de todo, él estaba en una situación parecida, muy parecida… Con el tiempo, se había enamorado perdidamente de Aiichiro y nunca se había animado a decírselo.
—Ai… Yo… —Se rascó la nuca con algo de nerviosismo—. Agh, si tan sólo supieras por qué me veo tan frustrado justo ahora… Tú… me gustas mucho, ¿sabes?
—¿Eh?
—Ya lo dije —hizo una breve pausa—. Me gustas mucho.
—Rin-senpai…
El mayor se sentía tonto por el tiempo que había dejado pasar, el tiempo que ahora no podría recuperar de ninguna manera. Al pensar en eso, decidió no perder ni un instante más. Se acercó a Aiichiro y besó sus labios, silenciando así cualquier cosa que éste fuera a decir.
Lo fue guiando lentamente hacia la cama, recostándolo ahí y posicionándose sobre su cuerpo sin dejarle caer encima todo su peso. En ese momento, existían únicamente Nitori y él en el mundo. La fiesta de despedida podía irse a cosechar patatas.
Entrelazó sus dedos con los del menor y comenzó a repartir besos por su delicado cuello, intentando expresar todo lo que sentía con ayuda de sus acciones.
—R-Rin-senpai… —El menor dejó salir un suspiro placentero.
—Ai… —Acarició su mejilla—. He desperdiciado mucho tiempo valioso. No puedo perdonarme —volvió a besar sus labios, bajando después por su barbilla y moviendo la molesta camiseta para poder pasar también por sus hombros. Deseaba explorar cada parte del otro chico.
—¿T-tiempo valioso? —Sintió un extraño, pero agradable escalofrío recorriendo su columna vertebral.
—Que sepas que seguiremos en contacto después de esto —le susurró al oído, antes de dejarle una suave mordida en el lóbulo.
—Aah…
—Ha llegado el momento de irme de esta escuela, pero no dejaré de buscar tiempo para pasarlo contigo. Te lo prometo. Por ahora, vamos a aprovechar el que nos queda hoy.
Aiichiro se sonrojó mucho al escuchar las palabras del mayor, y por fin aceptando lo que sucedía, correspondió al siguiente beso que le dio Rin. Pasó las manos por detrás del cuello de su amado pelirrojo y dejó que las cosas continuaran como ambos lo deseaban.
—Te quiero, Rin-senpai —susurró encima de los labios del mayor.
—Yo también te quiero, Ai —fue lo que el contrario obtuvo como respuesta.

Fin.

Notas finales:

¡Listo! Ya que lo pude sacar de mi cabeza, me siento más tranquila. Jajaja.

Pero en serio fue precioso ese momento en el cual Rin le dijo a Aiichiro que él sería el nuevo capitán del equipo de natación. Asdfgh.

Eso es todo. Siéntanse libres de dejar un comentario. Hasta luego.

Sigma Min.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).