Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Orfanato Thousand Sunny por Eyaoi

[Reviews - 49]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

si ven otro fanfic con el mismo nombre: por la alguna magica razon se me descontrolo. si lo encuentran,

Que tal, soy la fabulodrosa E.yaoi mostrando un nuevo fanfic que me vino la mente. Viendo imagene lindas de todos lo mugiwara en kindergarden, ademas que amo AMO AMO Doflamingo x CRocodile y  a Cora-san aH! y a LAW no puede no hacer esto. UPS! dije una de las parejas. Da lo mismo. lean y comenten amigos mios! que asi sera mi grato agradecimiento. 

que me avise. 

Notas del capitulo:

Tengo muchas ideas para este fanfic, pero no tiempo asi que sean pacientes y no olviden los rewien o como se digan qu lo olvide.

Orfanato Thousand Sunny  

“El cuidador con paciencia”

Por muchos años, el mundo fue sucumbido en una guerra la cual fue llevada a cabo y manipulada por una persona que no era humana. No se sabe quien era en exactitud, pero luego de años esta persona fue controlada y mantenida lejos del país. A causa de esta guerra, muchas gente se sucumbió al miedo. Ante la desaparición de mucha de la tecnología existieron países que perdieron todo contacto con el pasado del mundo y formaron nuevas formas de vida. En resumen, estamos en un país llamado Dressrosa. Pobre pero humilde del cual no se le conoce mucho y los demás países no le hablan por la economía que se prevalece. Pero eso les daba lo mismo. En especial en un lugar, una casona larga y con un gran patio, de color rojo y que las rejas estaban decoradas con diseño de cartas de naipe.

-¡Papa Cora-san!- grito un niño con profundas ojeras y mirada dormida -¿Cuánto falta para comer?- estaba en la cocina y a su lado otro niño ayudaba a cortar verduras.

-Sanji cuidado con ese cuchillo- dijo el hombre realmente alto, rubio y con el rostro maquillado –perdón Law, tengo que estar pendiente de los dos- le agarro la mano al otro niño con más fuerza para que pudiera partir la berenjena –así esta mejor-

-¡Cora-san!- chillo Law enojado

-¡no te enojes!- exclamo el hombre, llamado Corazón –falta poco- sonrió para que el niño dejara de inflar las mejillas. Law sonrió y le agarro la pierna en un abrazo.

-¡oh! ¡Torao quiere a Papa Cora-san!- se rio el niño rubio. El otro le miro con furia. Corazón mirando que iban a iniciar una pelea, nervioso miro a la puerta para gritar:

-¡Doffy! ¡Ayuda!- abriendo la puerta de un golpe otro hombre, rubio como quien trataba de controlar a los niños pero con una aura más tensa y seria entro asustando a los niños. Agarrando de la camisa a Law y lanzándolo desde la puerta de la cocina al comedor donde se encontraban sentados en mesas largas con variedades de sillas alrededor niños desde cinco a diez años esperando el almuerzo. Todos se rieron de como lanzaron a Law.

-¡Maldito!- grito Law desde afuera

-¡¿Cómo me dijiste niño?!- se acercó el rubio Doflamingo con una vena palpitando -¿quieres que te eche de aquí? ¿Eso quieres?-

-¡Doffy!- bramo Corazón desde la cocina con los brazos cruzados.

-¡el empezó!- bramo de nuevo Doflamingo apuntando al niño. Law se burlaba desde abajo. Todo el comedor se rio a fuertes carcajadas aplaudiendo pidiendo pelea. El del maquillaje solo bufo y se devolvió a la cocina junto con su ayudante.

Ya gritando por comida, todos vociferaban como locos riendo y cantando para que el encargado del orfanato, cocinero (a veces), cuidador, profesor y guardia del lugar trajera la comida. Así mismo con ayuda de Sanji, entro al comedor con un carrito de baldosas con ruedas venían montones de comida. Etiquetada por parte, el primer carro era para las personas que comían con modernidad. La otra que llevaba Sanji, era para su grupo y su impulsivo líder Luffy. Un niño quien poseía el apetito infinito. Con la comida servida, Corazón se colocó en frente de todo y dijo:

-¡a comer enanos!- los niños gritaron y se abalanzaron sobre los platos. 

-¡Papa Doffy!- chillo una niña de cabello negro sentada al lado de Doflamingo. El la miro mientras comía -¿Qué hace comiendo con nosotros? ¿No va comer con los otros “Papas” luego?- ella sonreía, el hombre le devolvió la sonrisa

-Es que luego saldré con mi novio y quiero tener fuerzas para…- se escuchó la mesa del frente golpear

-¡Doffy!- bramo Corazón

-¡Tranquilo Cora!- se burló Doflamingo –estos niños saben más de la cuenta – le grito y se rio.

-¡pero de otras no!- grito Corazón perdiendo la paciencia

-¿de que habla Papa Cora-san?- pregunto Luffy de pronto con la boca llena de comida, Corazon chillo de nervio

-de lo que hacen los adultos, Luffy- le dijo u niño sentado a su lado de pelo verde

-¿y que hacen?- siguió -¿lo sabes Zoro?-

-eres demasiado tonto para saberlo o entenderlo- explico el niño, el cuidador respiro de alivio

-¿tan listo que eres tu no?- ser burlo Sanji, el otro le dio un golpe en la cara, iban a comenzar a pelear cuando Doflamingo se levanto

-¡quien pelee o que no coma el almuerzo se quedara sin salir a jugar todo el día!- grito y todos enmudecieron de miedo.

-Gracias Doffy- agradeció Corazon con alivio

-de nada hermanito- dijo y se sentó a comer como los demás –a si Croco me dijo que le devolvieras las revistas por…- de nuevo golpearon la mesa con fuerza

-¡DOFFY!- y todos se rieron.

Luego de comer el turno de lavar los platos eran a los niños de ocho años con castigo.

-Ace encárgate de las sartenes y Sabo de los platos- ordeno Corazon  -no quiero volver a ver que se les rompan, otra vez ¿de acuerdo?- ambos asintieron. Aliviado y lavando los cubiertos, se escuchó un gran estruendo en dirección de las salas donde se impartían de cualquier grado.

Corazon grito aburrido, se dio vuelta y se direcciono de donde provenía el ruido. Fuera del comedor, Ace y Sabo se miraron con una complicidad de travesuras de siempre.

-¿Cuántas veces les he dicho que jueguen en el patio de atrás y no aquí?- dijo Corazon enojado a un niño con cabello pelirrojo puntiagudo que no le hacía mucho caso.

-por qué me antojo- dijo rascándose el oído

-¡Por favor Kid! ¡No tenemos para pagar otra ventana!- chillo el hombre, al lado de Kid se agrupaban más niños. Era un grupo que siempre le causaba problemas a Corazon, en especial Kid su líder quien molestaba a todos y siempre estaba metiéndose en problemas, dentro y fuera del orfanato.

-¿eso me tiene que importar?- ahora se rascaba la nariz.

-¿quieres perder tus juguetes? Podemos venderlos ¿Qué te parece?- amenazo el cuidador. Kid solo le saco la lengua.

-fue su culpa, Papa Cora-san- apunto un niño con el pelo bastante enmarañado tapando sus ojos, Kid lo miro enojado –no quiero que vendan mis juguetes- 

-Gracias Killer- sonrió Corazon, volvió a mirar a los niños –todos están igual de castigado y barrerán los pasillos- los niños alegaron –no se enojen que no es mi culpa- rio.

Justo que Corazon se iba, venia Law con otro grupo de niños. Uno alto y con una capucha de oso polar, y dos que estaba pegado a Law.

-¿Te castigaron de nuevo Eustass-ya?- sonrió con soberbia el niño

-Cállate Law- dijo amenazando el niño -¿Qué no te atreves a encararme solito? Siempre vienes con esos lame pies-

-¡Oh Capitán no lo deje que lo insulte!- chillo uno de ellos con gorra verde con rosa y lentes negros

-¡péguele! ¡péguele!- chillo otro con un gorro grande que tenia escrito PENGUIN y un pompón rojo decorándolo -¡usted le gana!-

-lo siento- dijo el chico del sombrero de oso

-¿Por qué te dice Capitán?- pregunto Killer intrigado.

-estos tres piensan que parezco un pirata y creen que soy su capitán- dijo sonriendo –es divertido y me deja mejor que tu Eustass-ya-

-¡que patético!- se rio Kid -¡de seguro que no quieren estar solitos! ¡Por lo patético que se ven y que llegaron apenas hace poquito!-

Dos de los niños se escondieron más adentro de la espalda de Law avergonzados. Pero el del pompón chillo:

-¡cállate mira que estas lleno de los chicos fuertes! ¡De más de que eres igual de débil!- le apunto -¡eres un idiota!- todos se quedaron callados. El niño se asustó, se sonrojo y se ocultó en su gorrito.

-¿Qué te pasa niño?- se burló Kid -¿te crees mayor o mejor que yo?-

-qué lindo- murmuro Killer sin pensar

-¿Qué dijiste?- atino Kid

-nada- se defendió Killer rojo como cangrejo

-Penguin es mejor que tú, es rápido e inteligente- defendió Law. Penguin se alegró subiendo su rostro. Sin mostrar sus ojos tapados –puede más que ganarte-

-¿de verdad?- Kid se rio -¿los dos cobardes también?-

-Shachi y Bepo- corrigió Law

-me da lo mismo- aplaudió el pelirrojo sus compañeros se prepararon -¡a pelear!- los otros también se prepararon para pelear.

De pronto, comenzó a temblar.

-¿Qué pasa?- dijeron a uno solo Kid y Law

Con Corazon. Botaba a la basura pedazos de vidrio detrás de la oficina principal. De improviso tocaron a su lado

-hey hermanito- se anunció Doflamingo

-¿Qué no saliste?- pregunto el cuidador viendo como su hermano estaba vestido con un abrigo de plumas rosa y un traje –Crocodile te quemara esa chaqueta- Doflamingo sonrió divertido

-iremos a un bar que eso no importa- se rio –hey te buscan en la recepción-

-¿no puedes hacerlo tú?- pregunto el hombre y el otro se negó –iré, iré- se irguió con dolor.

-estos demonios te dejaran viejo pronto- dijo Doflamingo

-estoy solo en esto, tu solo te encargar de las cuentas- alego Corazon –necesito ayuda-

-debes contratar a alguien-

-¡hazlo tu! aunque da lo mismo, no tenemos para pagar a otro- se dirigía a la recepción pasado a su hermano, que este sonreía con capricho. Pero se le fue al sentir el extraño temblor.

El orfanato era administrado y el dueño eran los hermanos Donquixote, anteriores nobles que luego de la guerra quedaron solos sin lujos ni nada. Ni las fuerzas de ayuda los reconocieron y desde hace años robaban comida para sobrevivir. Llegando a su adolescencia y pronto a su adultez, cosas sucedieron con un niño que encontraron en una calle muy débil y enfermo. Este niño Law quien fue el primero en estar al cuidado de los hermanos, fue un punto que empodero a Corazon a organizar un orfanato para todo niño que estuviera que necesitar ayuda. Cualquiera del país y así poder sentirse que ayudaba a otros. El otro hermano lo hacía por los beneficios económicos.

-Hola Loca- se anunció entrando Corazon, una mujer lo esperaba en un sofá sentada junto a otros seis niños. Cinco niños y una niña -¿estos son?- dijo.

-¿son lindos no?- dijo sonriendo la mujer

-veamos- aplaudió y extendió a mano, la mujer le entrego una carpeta gruesa -¿Enies

 Lobby? ¿Esos desgraciados aun tratan de reclutar niños? ¿Cuánto tienen?-

-cinco cada uno- contesto la mujer –estos eran los únicos que saque- el hombre se acercó agachándose

-hola pequeños, soy Corazon – saludo en hombre-si no pueden decir Corazon, digan Cora-san ¿sí?- ellos lo miraron frio –digan algo, miren que no me gusta hablar solo- él sonreía para que ellos hablaran algo siquiera. Ante su falta de reacción Corazon pensó un poco y luego sonrió –¡Díganme sus nombres! Ya les dije el mio, si no sería grosero- solo uno rio. Uno con nariz bastante larga, Corazon se acercó a él con alegría –dime-

-¡meh!- se burló, Corazon se rio con el -¡soy Kaku! ¡Eres gracioso Cora-san!-

-tú también Kaku- sonrió y le agarro del cuerpo levantándolo –hay un niño con tu misma nariz- el niño se rio por que el hombre le hacía cosquillas tocando su nariz.

-me llamo Kumadori- dijo uno saltando y posando de manera extraña

-yo Jabra- dijo otro quien se le veía una cicatriz por arriba de su ojo izquierdo.

-Califa- dijo la niña sumida en un poleron.

-Blueno- dijo con un raro peinado de cuernos.

-Fukuro chapapapa- dijo quien tenía un cierre por boca y muy gordo.

Solo uno no daba señales de estar atento al hombre ni de donde se encontraba, solo miraba a la ventana con una paloma pequeña en una toalla gruesa. El cuidador se acercó con Kaku en brazos y los demás siguiéndole con la mirada. EL niño con cabello negro largo alfin le dio atención.

-nombre- le dijo en seco. En niño no quería hablar –vamos, si no serias mal educado y aquí todos somos amables con todos…- el temblor por fin movió la recepción asustando a los niños y haciendo que la mujer se riera.

Con rapidez Corazon fue a la puerta corriendo y con instinto logro esquivar la ola de espuma que venia hacia la oficina. De golpe cerro la puerta mientras que todo el jabón, muebles, lápices, Law, Kid, Killer, Penguin abrazado a él, Shachi, Bepo y los demás eran empujados. A lo lejos se escuchan las risas de dos niños que saben quiénes podrían hacerlo.

-¡Playa baño!- grito Sabo encima de una bandeja usándola de tabla de surf

-¡con esta no nos bañaremos en todo el mes!- grito Ace igual surfeando.

 Cuando paso la oleada de espuma. El cuidador de maquillaje salió furioso aun teniendo en brazos al niño que recién llego, riendo de lo divertido que era la espuma. Los niños de la recepción salieron junto con los niños que ese acercaba para jugar con la espuma del suelo. La paciencia de un animal, planta, persona, cualquiera se contiene en una burbuja. Esa burbuja se llena de agua, esa burbuja comienza a descender. Esa burbuja explosa. La burbuja de Corazon se agrieto, pero cuando iba a gritarle a los que se reían en el suelo. Apareció un brazo que lo empujo a la pared y detrás venia Doflamingo mas enfadado de lo que lo había visto. Mojado, lleno de espuma y sin su chaqueta de plumas. Miro hacia atrás y la encontró desplumada. Vio a como su hermano se encaminaba a paso fuerte, doblando las maderas del suelo y deteniéndose entre los dos niños riendo. Que se detuvieron al ver las gotas de espuma caer y mirar arriba para encontrarse con las venas sobresalidas de Doflamingo.

-A la Zona de Castigo- dijo con crueldad. Agarro a los dos chicos que no lograron ni gritar de las mejillas, apretándolas y levantándolos a ambos. Caminando con sus patadas y puñetazos, alegatos y groserías con saliva de aquellos traviesos.

-¿Qué hare?- murmuró Corazon cansado, en eso miro a su pierna y vio que la sujetaba el niño con la paloma en la otra. Confuso se agacho -¿Qué pasa?-

-¿qué va a hacer con ellos?- pregunto el niño

-Si se portan mal, son castigados así de sencillo- dijo Corazon sonriendo

-¿son malos?- pregunto el niño

-solo locos- se rio Corazon –nombre- el niño lo miro asustado –solo tienes que darme tu nombre- el niño se encogió de hombros y abrió la boca.

-Lucci, me llamo Rob Lucci- se sonrojo. Saco su el rojo de su rostro y le mostro la paloma a Corazon –este es Hattori, es mi paloma- el hombre lo acaricio con el dedo

-qué bonita- la paloma despertó y le mordió el dedo -¡ay!- se lamio la herida, Lucci lo vio con susto

-¿quieren ir a comer?- pregunto el hombre los niños asintieron –bien vamos. Adiós Loca…- no se dio cuenta que la mujer se había ido.

Eso lo normal. 

Llevo a los niños a comer algo rápido y les enseño las habitaciones. Luego a algunos compañeros que caminaban por ahí, olvidando a los que fueron arrastrados por la espuma encontrándolos cambiándose de ropa en las habitaciones. El cuidador se disculpó a grito y lloriqueo patéticamente, los niños comprendieron que estaba ocupado. Para ser niños de siete y cinco años, eran muy maduros. En especial Law, a este le tenía un aprecio especial por ser el primer niño que rescato, aun le costaba fuerzas tener a todos los revoltosos del orfanato tranquilos. Cada día llegaban más, ese día llegaron seis niños y le costó colocar a los cinco varones en la habitación. Faltaban camas. Pero se puso ingenio e invento una cama con una colcha falsa y unas almohadas.

Cada vez eran más los que llegaban y estaba solo.

-¿se durmieron los demonios?- escucho a su hermano al pasar un pasillo

-¿Doffy? ¿No estabas de cita?- se preguntó sorprendido Corazon

-tuve que cancelar. No me quedaba más ropa limpia- dijo enojado Doflamingo, se había puesto ropa vieja y sucia –esto va mal ¡Croco se enojara más conmigo! Todo por estos malditos demonios- dio un puñetazo a la puerta que estaba recostado.

-¡sácanos flamenco de mierda!- grito Ace adentro

-¡esto es contra la ley!- grito Sabo golpeando la puerta

-¡si no quieren que entre cállense!- grito enojado Doflamingo. Los dos gruñeron.

Corazon se sentó a su lado sacando algo de su delantal, un cigarro y encendedor. Lo encendió con suavidad, pero se estaba quemando la manga. Dio un salto, pero su hermano lo tomo y lo arrojo al barro apagando la llama.

-ya me aburría que no hicieras alguna idiotez- se burló Doflamingo   

-¿Qué voy a hacer?- se preguntó el mirando a las estrellas -¿Qué voy a hacer, Doffy?- se preguntó y su hermano lo miro desde arriba –no sabes cuánto tengo que soportar, tu solo estas acostado mirando las facturas. Yo tengo a un montón de niños que tengo que proteger. Doffy, no sé si pueda más, no tengo más ener…-

-¡cállate la puta boca!- le grito el hermano. El cuidador se asustó -¡si comenzaste esta cosas seguirás con esto! ¡No te dejare que te ganen unos demonios ni tú mismo!-

-pero Doffy…- no siguió por que Doflamingo le dio una patada en la cara -¡¿Qué se te ocurre?!-

-¡Desde que perdimos a nuestros padres te has sentido solo! ¡nos hemos sentido solos! Desde que murieron quedamos tú y yo. Luego encontramos al niño en la calle, lo primero que supe es que te lo quedarías. Lo vi cuando lo tomaste, lo vi cuando le acariciaste ese feo gorro que usa, lo vi cuando lo cuidaste y cuando tomamos ese barco hasta acá inmenso en frazadas. Estos niños son tu vida. Y como no lo vez, estos niños como nosotros perdieron todo. Lo que me estás diciendo es: - se agacho amenazando a su hermano entre la mirada detrás de las gafas de sol -¿estás diciendo que vas a hacer que pasen de nuevo lo mismo?-  

-Yo…- el cuidador comenzó a llorar tapando su boca –yo no lo hare…no…-

-¡oiga Papa Cora-san! ¡¿Nos va a dejar solos?!- grito Ace desde el cuarto, se escuchó algo caer -¡no sea tonto!-

-¡es verdad!- de nuevo se oyó algo caer -¡no tenemos a nadie más! ¡¿Qué haremos si usted se va?! –

-¿Qué les hiciste?- pregunto sentándose Corazon

-me aburrieron tanto que los amarre a unas sillas, no te preocupes- le dijo Doflamingo -¿lo escuchaste? Ellos te quieren- se agacho más a su hermano –ellos  te necesitas, Cora- el menor logro sonreír 

-¡tranquilo niños no los dejare!- grito con pasión -¡estaremos bien!- los niños dentro de la sala exclamaron alegría -¡pero no se lo cuenten a los otros!- escucho las risas de los chicos

-¡no se tema!-

El cuidador se levantó con la ayuda de su hermano. Ambos embarrados se encaminaron a sus habitaciones para dormir. Pero Doflamingo se detuvo antes

-oye olvide decirte- dijo deteniéndose –mañana vendrá un ayudante. Bueno es profesor, pero nos ayudara con la guardia y con trabajos como reparar y ed. Física. Cosas de ese ámbito-

-No tenemos diner…-

-no importa- dijo Doflamingo interrumpiéndolo –saque cuentas y ahora se puede contratar a gente, además, este sujeto me debe un favor así que…- el sonrió con soberbia. Pero la sonrisa de su hermano se ilumino más gritando de alegría.

Su sueño de que niños estuvieran ahí y que pudiera protegerlos, se cumplía. Progresaba como deseaba. 

Notas finales:

Una esperanza para Papa Cora-san. Ni se van a imaginar quien es el nuevo ayudante nyajajajaja. Espero que les haya gustado y espero que les haya gustado esta idea. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).