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LA LLEGADA DE LA PRIMAVERA por nurikosan

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Una tarde de invierno Loky esta en su enorme casa mirando tristemente por la ventana la nieve caer abundantemente con una copa de vino caliente especiado entre sus manos. Lleva varios días sin salir de casa por el temporal y esta muy aburrido. Los libros de su biblioteca ya no le entretienen al igual que los insulsos programas que pasan por la televisión o los videojuegos que posee.  Después de un largo suspiro se da media vuelta y comienza a recorrer la solitaria casa una vez más. De pronto algo le llama la atención, es un ruido procedente del desván. Escucha atentamente durante unos largos minutos para terminar descartando las ratas o cualquier otro animal que hubiera podido buscar refugio en el mismo. Deja la copa sobre una mesa y cuidadosamente sube las escaleras deteniéndose ante la puerta escuchando atentamente una vez más. Abre la puerta de golpe entrando en la vacía y polvorienta habitación de un salto y dando un fuerte grito para asustar a lo que haya dentro.

- ¡No me hagas daño! – exclama una voz débil y terriblemente asustada.

Dirige la vista al lugar del que ha salido para descubrir acurrucado junto a la pared a un muchacho rubio, muy delgado y sucio, tanto que apenas se distinguen sus rasgos bajo la capa de mugre que cubre su rostro. Se acerca en silencio e inclinándose sobre él le observa atentamente.

- ¿Cómo has entrado aquí? – le pregunta por último con voz firme y autoritaria.

- Entre ayer por la ventana de la cocina. Tenía hambre y frío y el olor de la comida me impulso a hacerlo, luego subí aquí para dormir un poco resguardado de la tormenta. Pensaba irme al anochecer silenciosamente, pero me ha sido imposible por la ventisca de fuera.

- Vaya, vaya, así que eres un pobre vagabundo, ¡que interesante! Eres el primero que trato personalmente. Siempre os he visto por las calles, tirados en el suelo mendigando una moneda para comer y vagueando todo el día.

- Yo no soy un mendigo – responde el chico alzando orgullosamente la cabeza- Me he visto obligado a esto desde hace un tiempo, antes vivía en una casa como esta y vestía ropas caras como las tuyas.

- ¿Un revés de la fortuna? ¡Qué interesante! Quiero conocer tu historia, al menos me entretendrá durante un rato. Esta maldita ventisca me tiene encerrado en casa desde hace varios días. Vamos sígueme abajo.

El muchacho le mira sorprendido y temeroso al mismo tiempo sin atreverse a moverse. No sabe muy bien como interpretar la invitación de ese hombre.

- Vamos, sígueme, no te haré daño.

El chico por fin se levanta y le sigue a varios pasos de distancia mirando todas las estancias por las que pasan y apreciando la calidad y valor de las cosas que las amueblan. Por fin se detienen ante una puerta que Loki abre apartándose a un lado para dejarle pasar.

- Adelante, todo tuyo. Date un buen baño, quítate esa capa de roña que te cubre, seguro que bajo ella se esconde una gran belleza. En ese armario están las toallas, en esa repisa tienes varios tipos de sales así como el gel, champú y jabón. En cuanto a la ropa dasela para quemar al criado que te mandare en unos minutos con ropa limpia. Te esperare en el salón frente a una buena comida.

Sin decir nada más sale del lugar cerrando la puerta tras si para darle intimidad al chico y busca a uno de sus criados para darle ropa suya y ordenarle que cuando este listo le acompañe al salón. También baja a la cocina y ordena preparar un verdadero festín: caldo caliente de verduras y pollo, carne asada, mero al horno, toda clase de verduras y patatas asadas para acompañamiento y de postre el medio bizcocho casero de chocolate y pasas al ron que queda. Después se dirige al salón y terminando su ya fría copa de vino se dispone a esperar al muchacho, el cual aparece al cabo de una hora perfectamente pulcro y aseado.

- Espléndido – le dice levantándose con una gran sonrisa e indicándole una silla junto a la mesa- Siéntate y disfruta de la cena.

Se acerca a una esquina de la habitación y tira de un cordel conectado a una campanilla en la cocina. Inmediatamente aparece el criado con una bandeja en la que lleva los diferentes platos tapados para que mantengan correctamente su temperatura.

- ¿Cómo te llamas? – le pregunta sentándose frente a él sirviéndose un vaso de agua.

- Frey – contesta escuetamente para concentrarse en la sopa.

Loki le mira con una gran sonrisa en total silencio y esperando a que termine de comer pacientemente. Observa la belleza de su rostro, la blancura inmaculada de su piel, sus ojos azules como el cielo más limpio, su largo y esbelto cuello, su cuerpo perfectamente desarrollado y proporcionado así como sus dedos largos y ágiles.

- Dime Frey, ¿cómo has llegado a esta situación? – le pregunta una vez ha terminado los platos fuertes y comienza con el bizcocho- ¿Qué extrañas circunstancias te han llevado de la riqueza a la más absoluta de las pobrezas?

- Tenía una gran casa como esta, media docena de criados, cuadras con magníficos caballos de carrera – relata con tristeza entre bocado y bocado- y también una adorable hermana mayor.  Según la ley de Asgard el heredero y cabeza de familia es el hermano mayor o su cónyuge en caso de que sea una mujer. Mi hermana se enamoró y se casó con un desalmado.  Mientras la cortejó era alguien atento, pendiente de ella en todo momento, amable conmigo, haciéndome creer que en el futuro sería mi hermano mayor más que un cuñado. Y lo creí.  Una vez se casaron todo cambió. Mi hermana enfermó de pena al año y murió con el corazón destrozado. El lo heredó todo y no perdió tiempo en cambiar las propiedades a su nombre. Me permitió quedarme como administrador, pero yo le odiaba, le odiaba por lo que le había hecho a mi hermana. Una noche salió de juerga a la ciudad y volvió con una mujer de vida alegre. No dudó en meterla en la cama de mi hermana, sentí como el estomago se me revolvía cuando empecé a escucharles revolcarse, pero aún así no hice nada, nada hasta que le oí contarla como había empezado a envenenar a mi hermana lentamente desde su vuelta de la luna de miel. Había usado un veneno lento y seguro que no deja rastros en el cuerpo humano. La mujer se horrorizó y salió corriendo a medio vestir mientras él se reía a carcajada limpia y entonces no lo puede soportar más. Cogí una pesada figura y entre en la habitación, le golpee una y otra vez en la cabeza hasta que le maté. Después huí de allí y me convertí en lo que soy.

- Una triste historia – le dice Frey tristemente- Pero no te atormentes, hiciste lo correcto, cualquiera hubiera hecho lo mismo.

- Si, pero eso los jueces no lo entienden. Maté a un hombre, un hombre que era el dueño de toda la fortuna de mi familia, un hombre que podía arrojarme a la calle en cualquier momento. Cualquier juez diría que lo hice movido por la avaricia de recuperar lo que consideraba mío en vez de por una justa venganza.

- Viéndolo así tienes razón. La justicia es ciega y precisamente por eso a veces comete errores. Pero bueno, Frey – le dice animadamente y levantándose para acercarse a él y pasarle un brazo por los hombros- Ya se ha terminado tu constante vagabundeo y tus desgracias. Te quedarás a vivir conmigo. Serás mi amigo y mi administrador. El último era extranjero y se fue después del primer invierno aquí.

- ¿Qué quieres a cambio? – pregunta cautelosamente mirándole a los ojos.

- Nada, ya te lo he dicho, tu amistad y tus conocimientos como administrador. Estoy aburrido, los inviernos me asfixian cada vez más en esta enorme y solitaria casa. Al principio los recibo con alegría porque me permiten hacer cosas que normalmente no hago, pero al cabo de dos meses estoy totalmente hastiado de leer o ver la televisión. Necesito alguien con quien hablar, alguien inteligente, alguien capaz de conversar de cualquier tema.

- ¿Y los criados?

- Ellos están bien para un rato, pero al cabo del mismo termino aburrido. Solo viven para contarme sus problemas y cuando les ayudo a solucionarlos solo saben darme las gracias. Al final termino terriblemente cansado de ellos.

- ¿Y en serio quieres darme la administración de tu fortuna? No me conoces, no sabes nada de mí... podría ser un asesino y después de tener tu confianza matarte y robarte todo lo que pueda.

- Es cierto, pero no lo creo. Tengo un sexto sentido para las personas, a primera vista se de que pie cojean.

- ¿Y que te dice ese sexto sentido de mi?

- Me dice que eres alguien con un gran corazón, un sentido de la justicia y la rectitud muy arraigado y que sabe apreciar la belleza cuando la ve. Vi como tu mirada apreciaba el mobiliario y demás enseres de calidad según pasabas por las habitaciones. Además esta el pequeño detalle de que conocí a tu padre en el pasado. Tuvo negocios con el mío, y he decir que siempre cumplía con su parte.

- ¿Conociste a mi padre? ¿En serio?

- Si, yo era muy joven entonces, pero recuerdo el aprecio con el que mi padre hablaba de él y la amabilidad con la que siempre trataba a todo el mundo. Era un buen hombre y por lo tanto su hijo también ha de serlo.

- Si lo era, ojalá no hubiera muerto tan pronto. El habría sabido ver las verdaderas intenciones de ese hombre.

- Lamento lo de tu hermana, me enteré de su boda pero luego me fui de viaje perdiendo el rastro de bastantes conocidos.

- No tenías por que saberlo, no nos conocías. – Se queda callado mirando sus manos sobre la mesa para después de unos minutos en los que solo se escucha el ruido del reloj de pared la levanta para enfocarla en los ojos de Loki- Acepto tu propuesta. Seré tu administrador e intentare hacerlo lo mejor que pueda.

- Estupendo, me alegra escuchar eso. Ven, te mostrare la que será tu habitación a partir de ahora. De momento tendrás que compartir mi ropa, pero en cuanto este tiempo se calme un poco iremos a la ciudad de compras para aprovisionarte de todo lo que necesitas. Y en cuanto a tu pasado... veremos que podemos hacer para recuperar tus posesiones.

- No quiero recuperarlas si eso supone tener que ir a la cárcel. No quiero ser castigado por un acto de justicia.

- Nadie ha dicho que tengas que ser castigado, ni siquiera tienes que dar tu verdadero nombre a los demás. Normalmente cuando unas propiedades de las características de las tuyas quedan sin dueño pasan al estado. Solo será cuestión de ver si están en venta y hacer una oferta razonable por ellas.

- Pero yo no podría devolverte el dinero, no...

- ¿Acaso he dicho que quiero que me lo devuelvas? Me conformo con que sigas siendo mi administrador.

- Ojalá mi hermana te hubiera conocido antes, tú si hubieras sido un hermano para mí.

- Me halaga ese comentario, pero me temo que hubiera sido del todo imposible.

- ¿Imposible? ¿Por qué?

- Veras Frey, no me atraen las mujeres. Me gustan los hombres, siempre me han gustado, desde que puedo recordar. Pero no temas, no quiero meterte en mi cama, no niego que me gustaría hacerlo, pero me conformo con tu amistad.

- Eres un buen hombre Loki, siempre tendrás mi amistad y si alguna noche quieres... quieres que... bueno, ya sabes... no me opondré, será una forma más de mostrarte mi agradecimiento.

- No me tientes – le responde riendo al tiempo que se levanta para indicarle que le siga por el pasillo- podría tomar en serio tus palabras. Pero si eso llegará a ocurrir solo sería porque tú me lo pidieras de corazón, no de otro modo.

Por fin llegan a la que será la habitación del muchacho en la casa y dándole las buenas noches le deja en ella hasta el día siguiente.

Frey se despierta a media mañana en mitad de una gran oscuridad, pues la tormenta aún sigue en todo su apogeo. Se estira placidamente y  se queda mirando por la venta la nieve chocar contra el cristal violentamente. Por primera vez en mucho tiempo ha dormido plenamente, esta totalmente descansado y además tiene el placer de remolonear en una cómoda cama sin preocuparse de donde encontrar el próximo bocado o donde refugiarse del frío. Suspira perezosamente y se queda un rato más dormitando hasta que decide levantarse. Se viste rápidamente y baja a la planta inferior para encontrarse con Loki.

- Hola – le saluda alegre acercándose a él- Me siento como nunca, esa cama es muy cómoda.

- Me alegro que hayas descansado. Pero será mejor que desayunes, tenemos muchos papeles que revisar. No me gusta el papeleo y confieso que he ido dejando muchas cosas aparcadas.

- Bueno, para eso me has contratado, ¿no?

- Tienes toda la razón Frey. Desayuna tranquilo, te espero en mi despacho.

Frey desayuna copiosamente y se reúne con su benefactor en el despacho. Al entrar no puede reprimir una exclamación de asombro al verle tras una mesa con varios montones de papeles a punto de desmoronarse.

- Vaya, si que tienes trabajo atrasado – dice acercándose.

- Ya te lo dije, no me gusta el papeleo. ¿Por dónde quieres empezar?

- Mismamente este montón de la izquierda, de todas formas da igual uno que otro, hay que resolver todos.

Mano a mano ambos se ponen a mirar cada hoja para clasificarlas por temas y urgencia. Cuando terminan ese primer paso, comienzan a dar salida a los documentos, algunos de ellos solo necesitan la firma de Loky autorizando alguna transacción, otros son impuestos, y otros contratos pendientes de compra venta de terrenos y cabezas de ganado. Las horas pasan y les sorprende la hora de la comida en la que hacen una breve parada para continuar con el trabajo hasta que la oscuridad total y absoluta les invade indicándoles que es hora de parar.

- Hemos avanzado mucho – dice Loky asombrado- Eres bueno en tu trabajo, muy bueno.

- Gracias, aprendí de mi padre.

Se sientan a cenar y después de una pequeña charla junto al fuego con una copa de vino caliente irse a sus respectivos cuartos. El día siguiente transcurre exactamente igual, finiquitando todos los asuntos pendientes y celebrándolo con una rica cena.

- ¿Y hoy que hacemos? – pregunta Frey después del desayuno en el tercer día de su estancia con Loky- Ya hemos terminado con todo lo que tenías pendiente.

- Nada, solo charlar, haraganear y hacernos compañía ¿te parece bien?

- Me parece perfecto, hace una eternidad que no hago algo así.

Todo el día y los siguientes los pasan hablando, contándose su vida, sus sueños, sus desengaños... intercalados con la lectura en voz alta de libros que Frey siempre ha querido leer y que Loky posee en su biblioteca. También juegan a las cartas, ven todo el catálogo de películas que posee al igual que disfrutan juntos de los cds de música y de pronto un día deja de nevar y el sol hace su aparición tímidamente entre unas blanquísimas nubes iluminando un cielo del azul más hermoso que han visto antes. Ambos salen de la casa y después de unos minutos con el rostro vuelto al sol para recibir su calor Frey comienza una guerra de bolas que Loky sigue alegre.

- Dioses  - exclama riendo tumbado sobre la nieve respirando agitadamente- hace años que no me divertía tanto.

-Si... ha sido genial Loky. Bendigo a Odín por haber guiado mis pasos hasta tu casa.

- Yo también, pero ahora ¿qué te parece si empezamos a llamar para averiguar que ha pasado con tu herencia?

- Me parece perfecto – dice incorporándose para quedarse mirando ensimismado a Loky sacudirse la nieve de su cabello iluminado por el sol y dirigirse a la casa.

- Frey... Frey ¿te encuentras bien? – le pregunta preocupado al ver que no le sigue al interior de la casa.

- ¿Eh? Si claro que estoy bien, eso solo que... que... – no puede seguir al ser invadido por la vergüenza y el rubor que le cubre todo el rostro.

- Frey ¿qué te pasa? ¿Por qué te ruborizas de ese modo? Estas precioso así...

- Eso mismo pensaba yo de ti cuando el sol daba en tus cabellos – murmura en un susurro para a continuación cubrirse el rostro con las manos y entrar corriendo en la casa.

Loky sonríe sorprendido y feliz por esas palabras y sin perder un segundo le sigue al interior alcanzándole en mitad de la escalera. Le gira hacia él y cogiendo su rostro entre las manos, le besa apasionadamente sin darle tiempo a rechazarle o reaccionar.

- Loky, ¿por qué?

- ¿No te ha gustado? – pregunta asustado por haberle espantado con el beso.

- Si, si me ha gustado... pero no... no quiero ser algo pasajero... yo... yo me he... – traga saliva ruidosamente antes de seguir hablando y bajando la vista totalmente asustado y avergonzado- me he enamorado de ti en este tiempo... nunca pensé que eso pasaría, pero ha ocurrido y tengo miedo de que te canses de mi con el tiempo si yo... si yo  me entrego a ti sin condiciones.

- Precioso Frey eso no ocurrirá nunca – le dice besando su rostro sin cesar y empezando a quitarle la camisa nerviosamente- nunca podré cansarme de ti, desde que te vi salir del baño mi corazón cayó rendido a tus pies. Si supieras cuanto he deseado besarte, acariciarte, abrazarte... pero siempre me contenía por miedo a molestarte, a herirte, no quería que te alejarás de mí precioso Frey.

Frey le mira a los ojos y se abraza a él temblando de alegría para encontrarse al cabo de unos minutos alzado en brazos y transportado a la habitación de Loky. Este le deja en la cama y le desnuda con manos expertas para acariciar su cuerpo, explorando hasta el más escondido de sus rincones, estudiando cada pliegue de su piel, observando la reacción que causa en él sus caricias y grabándose en su memoria los lugares que le son más placenteros. Lentamente se desliza por su cuerpo hasta llegar a su sexo y comienza a devorarle lenta y placidamente. Frey se retuerce en la cama aferrándose a la cama, gimiendo y mordiéndose el labio inferior por el nuevo placer que recorre su cuerpo. Su piel esta totalmente erizada, sus ojos entreabiertos se deslizan hasta ver el rubio cabello de Loky sobre su cuerpo, sus manos consiguen llegar hasta el mismo y perderse entre los suaves mechones presionando instintivamente para pedirle que aumente el ritmo. Con un gruñido de satisfacción este se hace eco de su silenciosa petición y aumenta el ritmo de sus succiones hasta que consigue el blanco néctar del muchacho.

- Lo... lo siento – murmura cubriéndose por la vergüenza- no quería... en tu boca... no... volverá... a ocurrir... yo...

- Ssshhhh – le susurra besándole y dándole a probar por primera vez el sabor de su propio semen- me ha encantado... esta delicioso...

Se arrodilla en el lecho y se desnuda sin apartar los ojos del rostro de Frey, disfrutando con la mezcla de deseo, placer, vergüenza y miedo que se refleja en sus ojos. Se inclina sobre él y separándole las piernas comienza a prepararle ensalivando su entrada y dilatándola primeramente con el dedo índice para luego seguir con dos más de forma progresiva. Se tumba sobre él cuando considera que ya esta listo y acoplándose comienza a empujar con su miembro hacia su interior.

- Duele... despacio... nunca he... – gime Frey abrazándose a Loky temblando de dolor.

- Tranquilo pequeño... pronto pasará... relájate... confía en mí... nunca te haría daño a propósito... lo sabes...

- Si... pero duele de verdad...

Loky continúa empujando hasta que por fin esta totalmente dentro. Se detiene unos minutos para restañar con sus labios las lágrimas del rostro de su niño. Le besa dulcemente tratando de aliviar su dolor, acaricia su rostro y su cuerpo muy delicadamente. Sin avisarle comienza a moverse muy despacio lo que le hace gritar y arquear la espalda clavando al tiempo los dedos en la espalda de Loky. Poco a poco este siente como comienza a relajarse, a disfrutar con lo que siente, a moverse al ritmo que le esta marcando, gimiendo cada vez más fuerte.

- ¿Te gusta? – le pregunta deteniéndose unos momentos para observarle- ¿Te gusta lo que sientes Frey?

- Si... me gusta mucho... no te pares... sigue... quiero más... Loky más... yo... hmmmmmmm.... por favor... más...

Con una gran sonrisa Loky reanuda sus movimientos, aumentando el ritmo progresivamente, arrancando gritos de placer de su amado, para al cabo de un rato explotar en su interior gritando su nombre.  Frey por su parte al sentir el calor que le abrasa las entrañas abre los ojos desmesuradamente y lanza un grito preñado de placer y satisfacción para terminar abrazándose a su amante que descansa sobre él placidamente.

- ¿Lo he hecho bien? – pregunta Frey tímidamente al cabo de un rato mientras acaricia la espalda de Loky- Supongo que debo mejorar mucho...

- Lo has hecho maravillosamente bien – le responde besando sus labios-Y no te preocupes por tu falta de conocimientos... tenemos todo el tiempo del mundo para solucionar ese pequeño detalle.

Loky se suelta de su abrazo y se estira perezosamente sobre la cama para levantarse de un salto y extender su mano hacia él con una maravillosa sonrisa.

- Vamos Frey, tenemos que ducharnos y hacer un montón de llamadas ¿o ya te has olvidado?

- No me importa mis viejas posesiones – le dice aceptando la mano y siguiéndole al baño- Ya no me importa nada, solo deseo estar a tu lado hasta el final de mis días.

- Y así será pequeño, nada va a separarnos pero tienes que recuperar lo que es tuyo por derecho y un desalmado te robó.

Frey asiente para meterse bajo el agua y ducharse junto a Loky entre inocentes juegos de agua y frotándose mutuamente con la esponja. Cuando terminan y una vez vestidos se dirigen al despacho. Loky llama primeramente al registro de la propiedad donde efectivamente le confirman que esas propiedades han pasado a manos del estado y están a la venta. Después de anotar el número de la oficina que se encarga de la misma llama y mantiene una larga charla con el funcionario correspondiente en la que tienen un tira y afloja con el regateo que les entretiene durante una hora para al final llegar a un acuerdo muy ventajoso para Loky. Una vez acordado el precio, llama al banco para ordenar la transferencia y los papeles de propiedad a nombre de la nueva identidad que han acordado para Frey.

- Bien amor – le dice cuando cuelga el teléfono- ¿Cómo se siente ser un hombre rico nuevamente?

- Bien, muy bien – responde el muchacho riendo- pero no es nada en comparación con lo que siento al estar a tu lado, especialmente cuando tus manos están sobre mi cuerpo.

- Jajajaja, me atrevería a afirmar que se acabaron los largos y aburridos inviernos para nosotros.

Entre risas y estrechamente abrazados salen del despacho al radiante sol que ilumina el principio de su vida en común al igual que hace con el primer día de la primavera.

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