-Es hora de despertarse- susurra de manera dulce un hombre de unos veintiséis años y cabello castaño mientras acomodaba las cortinas para que la luz del sol entrara por el ventanal.
-Mmm… cinco minutos más, hyung- susurra con sus ojos cubiertos por su cabellera color azabache, un joven tres años menor que el castaño mientras escondía su rostro aún más sobre la almohada.
-Siempre te dejo dormir todo lo que quieras, pero debemos ir a la clínica, Seungri- camina hacia la cama, acariciando el rostro del menor al notar un adorable puchero formarse en su dulce boca.
-¡Tienes razón!- se sienta en la cama manteniendo sus ojos cerrados y al sentir la mano del mayor, sonrió y guió sus manos hacia el rostro ajeno para acariciarlo como siempre lo hacía.
Comenzó a delinear cada facción del rostro de YoungBae con sus dedos de manera delicada y no pudo evitar reír bajito.
-¿De qué te ríes?- la risa tierna de Seungri era contagiosa, por lo que no pudo evitar reír también.
-Te has afeitado-
-Es porque anoche mientras lo hacíamos, te quejaste de que mi barba te hacía cosquillas. Además, te quejaste de que no te gustaba mientras dormías-
-L-Lo siento- levemente sonrojado, dejó de tocar el rostro del mayor.
-No tienes que disculparte, pandita. Gracias a ti, me siento mejor sin ella- sonríe y abraza al menor para luego depositarle un tierno beso en sus labios.
Al separarse, Bae acarició con su rostro, la mejilla del menor logrando que éste riera.
-Ahora no hace cosquillas, hyung- toma nuevamente su rostro, acariciándolo con sus pulgares mientras Bae lo miraba de una manera tan dulce que cualquier persona que lo veía, podía entender lo enamorado que estaba de Seungri.
Hubo un silencio, seguido de un suspiro del castaño logrando que Ri frunciera levemente el ceño.
-Te amo, Seung Hyun- susurra cerca de sus labios.
-Te amo mucho más. Estoy tan agradecido de que aparecieras en mi vida. Aunque hubiera preferido conocerte desde niño. Seguramente no hubiera estado solo, encerrado en mi casa por precaución- susurra en tono triste pero vuelve a sonreír para besar a YoungBae.
-No pienses en el pasado. Desde hace cinco años juré amarte y estar siempre a tu lado, pase lo que pase- acaricia con suavidad la espalda del menor.
-Tienes razón. Gracias, hyung. Te amo- juntó sus brazos alrededor del cuello del mayor y lo abrazó.
Bae sonrió y envolvió sus brazos en la cintura de Seungri, fundiéndose en un cálido abrazo.
Al parecer ninguno de los dos quería separarse, hasta que Bae miró el reloj digital que yacía sobre una pequeña mesita y palmeó suavemente la espalda de Ri.
-Amo estar así contigo, pandita pero debemos irnos. El doctor Choi nos espera- se separa lentamente, no sin antes besar su mejilla.
-¡Cierto!- pese a que él era energético, se levantó de la cama con cuidado mientras que YoungBae lo ayudaba a prepararse.
**
-Buenos días, Lee y Dong. Estaba esperándolos, pasen- sonríe amable un hombre de cabello azabache como Seungri, más alto que ellos y de voz gruesa.
-¡Buenos días, Doc.!- sin dejar de reír, entró tomado del brazo de YoungBae para luego sentarse frente al profesional.
El castaño repitió la acción y se sentó a su lado, saludando al doctor formalmente.
-¿Está ansioso por saber el resultado?- sonríe mientras toma un sobre con el análisis que Seungri se había hecho hace unos días.
-¡Demasiado! Vamos, ¡léala por favor!- ruega mientras tomaba la mano de YoungBae quien también estaba ansioso por saber el resultado.
-Ten un poco más de paciencia hasta que lea detalladamente esto- ríe y se coloca sus lentes para leer con más tranquilidad.
Mientras esperaban, Seungri comenzó a morder su labio inferior de los nervios y Bae al notarlo, acarició con su pulgar la cálida mano del menor.
-Bueno, está en perfectas condiciones y…-
-¿Y?- interrumpe el menor logrando que el profesional riera.
-Hay un 80% de probabilidades de que recuperes la vista completamente, por lo que podré operarlo-
De pronto, la habitación se hizo un gran silencio. Mientras que el doctor los observaba a ambos, YoungBae quedó en shock ya que finalmente su novio iba a poder ver.
Siempre tuvo en mente hacer tantas cosas con Seungri pero al ser ciego, no podría disfrutar completamente todo lo que tenía para él. Se sentía feliz por la noticia, hasta que escuchó un gran llanto por parte del menor que al reaccionar, Seungri había soltado su mano para cubrirse su rostro ya que no podía dejar de llorar.
El doctor sólo dejó que su paciente llorara todo lo que quisiera, lo comprendía completamente. Mientras que YoungBae no pudo evitar abrazar al menor quien al sentirlo, se aferró a él con fuerza.
-F-Finalmente… podré v…verte y conocer el m…mundo, B…Bae- muy poco podía hablar debido a que de tanto llorar, comenzaba a hipar.
-Tranquilo, Ri. Respira un poco. Estoy tan feliz- susurra y acaricia su espalda con suavidad.
Una vez que el menor pudo calmarse, secó su mojado rostro con unos pañuelos descartables que el doctor le había dado.
Sonriendo e hipando de vez en cuando, Seungri volvió a unir su mano con la de Bae.
-¿Se siente mejor?- pregunta el profesional.
-¡Sí!- sonríe.
-Bien. Ahora lo que quiero aclarar es que pese a que es un 80% probable de que recupere la vista, no hay que ignorar el otro 20%-
La pareja se tensaron mientras que el castaño miraba preocupado al doctor.
-Pero tranquilos. No quiero asustarlos, sólo le comento ese detalle ya que he tenido un caso del cual el paciente tenía un 95% de probabilidades de ver pero sin embargo, no recuperó la vista. Aunque quiero aclarar que eso se debió a que era un paciente de alto riesgo debido a que además de ser no vidente, tenía una enfermedad grave-
El doctor Choi al notar el semblante alegre de Seungri desvanecerse, decidió animarlo.
-Usted, Lee es un hombre saludable y siempre ha sido fuerte. Así que no tema. Yo, Choi Seung Hyun, lograré que recupere la visión. ¿Confía en mí?-
Seungri pareció pensarlo unos segundos, completamente serio hasta que asintió.
-Usted es un reconocido doctor y muy amable. Además tenemos el mismo nombre, por lo que nos hace ser unos excelentes hombres. ¿Cómo no voy a confiar en usted?- sonríe logrando contagia su sonrisa en el doctor y su novio.
-Tiene razón- ríe bajo.
-Entonces, ¿cuándo me operará?-
-Mañana a primera hora. ¿Les parece bien?- esta vez, decide preguntarle a ambos hombres.
-¡Cuanto más antes sea, mejor!- comenta ansioso el menor.
-Pero, ¿no debe hacerse otros estudios antes? ¿Debe de quedar internado desde ahora?- pregunta con cierto nerviosismo YoungBae.
-No, ya que este estudio indica que está todo en orden. Si tuviera defensas bajas o algún otro pequeño problema, primeramente le indicaría qué hacer para que su organismo esté al 100% y luego de volver a hacerse otro estudio como este, podría ver si lo puedo operar o no. Así que no se preocupe Dong que su pareja está perfecto para ser operado mañana y no, no debe de quedarse ahora-
-Entiendo, qué alivio- suspira más relajado.
-Lo único que le diré a usted Lee es que se aplique estas gotas cada cuatro horas desde que llega a su casa hasta media hora antes de que lo preparen para la operación- le entrega el pequeño gotero al menor.
-De acuerdo, Doc.-
-¿Y a qué hora lo operarán?- pregunta el castaño.
-Déjeme ver…- toma una carpeta para revisar los horarios con respecto a sus demás pacientes y revisa también, su laptop.
Luego de unos minutos, toma su anotador y escribe primero detalladamente el procedimiento para colocarse las gotas y luego hace otra nota con el horario de operación.
-¿Les parece bien a las diez de la mañana?, si no deberá de ser a la tar…-
-¡Sí, está bien!- interrumpe nuevamente Seungri.
Tanto el profesional como YoungBae rieron por la emoción del menor.
-De acuerdo, entonces a las diez de la mañana los veré aquí- le entrega al castaño ambos papeles con su firma y sello ya que luego YoungBae debía ir a recepción para terminar de arreglar la operación para mañana.
La pareja se levantaron de sus asientos e hicieron una leve reverencia hacia el doctor.
-Muchas gracias doctor Choi. Mañana estaremos aquí a la hora acordada- dice Bae mientras caminaba despacio con el menor sosteniéndose en su brazo.
-¡Hasta mañana!- se despide con una bella sonrisa del profesional y se retiran finalmente del lugar.
-Eres un joven tan fuerte, Lee Seung Hyun- sonríe cálido el doctor ya que Seungri era uno de sus pacientes con más energías y entusiasmo de vivir.
**
Como YoungBae trabaja cuando quiere ya que es un hombre adinerado y sólo si es necesario, va a la empresa que su padre dejó que administrara debido a su capacidad intelectual, tenía todo el tiempo del mundo para pasar con Seungri.
Ahora ambos habían pasado todo el día en la casa donde vivían juntos hace cuatro años. No les parecía aburrido ya que siempre tenían temas para conversar y además, Seungri amaba el dote especial que YoungBae poseía… cantar.
Siempre que Seungri le pide, el castaño toma su órgano eléctrico para cantarle las canciones que él se dedicó a escribir.
Y estuvo toda la tarde cantándole al menor, hasta cuando se duchaba.
YoungBae podía notar la expresión serena en Seungri cada vez que su melódica voz se escuchaba en cada rincón de la casa y eso, lograba llenar el corazón de felicidad en él ya que la primera vez que conoció al menor era completamente distinto al joven de ahora. Nunca había sonreído, hasta que comenzaron a conocerse mejor.
El mismo Seung Hyun le había dicho que nunca se sintió feliz ya que desde nacimiento no pudo ver el mundo y hasta podía sentir que sus propios padres lo ignoraban debido a su problema con la vista. Nunca tuvo amigos, por eso siempre vivió solo y más aún cuando sus padres fallecieron dejándolo solo en la casa que como pudo, Seungri intentó sobrevivir gracias a la ayuda de unos ancianos vecinos. Hasta que finalmente se conocieron y Bae juró jamás dejar a su hermoso y preciado Seungri.
Gracias a que comenzaron a llevarse cada vez mejor y el menor se sentía feliz junto a él, formalizaron siendo novios hasta el día de hoy…
Bae no supo en qué momento, ya eran las once de la noche.
Decidieron irse a dormir ya que debían levantarse temprano. Pero YoungBae notó que Seungri estaba callado, acostado boca arriba y suspirando de a ratos. Intentó tocar su cintura pero se tensó.
-¿Qué sucede, pandita?- con cuidado, lo abrazó por temor a ser rechazado pero Seungri automáticamente acarició el brazo del castaño que yacía en su abdomen.
-Tengo miedo, hyung- una lágrima traicionera se escabullía por su mejilla.
-Tranquilo. Todo va a salir bien- susurra besando donde la lágrima se encontraba.
-Pero… ¿y si ese 20% complica la posibilidad de que pueda ver? Yo quiero ver el mundo, cómo es el cielo, las flores, los animales, la cuidad y principalmente… quiero ver al hombre que amo- gira su rostro, con sus ojos cerrados y acaricia nuevamente el rostro de YoungBae.
-Eso fue sólo una advertencia que dio el doctor Choi ya que tuvo un caso anterior fallido. Pero, ¿no recuerdas lo que dijo después? Tú eres un hombre fuerte y completamente sano. No te preocupes mi precioso panda, pronto conocerás el mundo como tanto ansías- sonríe y besa los labios del menor quien no pudo evitar sonreír.
-Eres un hombre tan hermoso, hyung. Sin saber cómo eres por fuera, puedo decir que por dentro eres increíble. Tu corazón es de oro-
-Tú también eres increíble, Ri. Eres un preciado tesoro que jamás dejaré. Te amo-
Ambos sonríen y se dedican un cálido abrazo por unos largos minutos mientras se dedicaron caricias suaves con tranquilidad hasta relajarse por completo.
-Ahora descansemos, mañana será un día largo pero positivo. Ya verás, pandita-
-Tienes razón. Ten dulces sueños, hyung- susurra besando la mejilla de su novio mientras acomodaba su rostro cerca del pecho del mayor.
-Sólo si tú están en él, serán dulces sueños. Descansa, Ri- abraza de manera más cómoda al menor para cerrar sus ojos y concentrarse en dormir.
-Te amo- dijeron al unísono y con una risita por parte de ambos, rápidamente se entregaron a los brazos de Morfeo.
**
-¡Qué hermoso día soleado!, ¿y aquella ave qué es, hyung?- un sonriente chico señala el árbol donde estaban sentados debajo ya que era un buen día para hacer un picnic.
-Es un canario, ¿puedes escuchar su armonioso canto?-
Ambos hicieron silencio y cerraron sus ojos para escuchar al bello canario que sabiendo que los únicos dos hombres en aquel lugar lo observaban, comenzó a cantar de una manera armoniosa y cálida para los oídos de ambos.
-Es hermoso, ¿no crees Ri?-
Al no obtener respuesta, abrió sus ojos y Seungri estaba llorando pero sin dejar de sonreír.
Asustado, Bae se acercó más al menor.
-¿Qué sucede?-
-Yo… estoy tan feliz de poder ver tan maravilloso ser vivo. Sé que hace cinco meses que mi operación fue un éxito y aún no he visto todo el mundo, pero estas pequeñas cosas me emocionan mucho… más disfrutándolas a tu lado, Bae- mira al castaño que no pudo evitar emocionarse también y sonreír.
-Eres único y tan hermoso, mi pandita-
-Tú también lo eres. Eres tan bello y radiante como el sol que ilumina este precioso día. Tu sonrisa le da calidez a mi corazón… te amo, YoungBae- sonríe y se lanza a los brazos del mayor quien lo sujetó con delicadeza mientras se recostaban sobre la manta que habían colocado sobre el césped.
Estuvieron recostados riendo y besándose de manera tierna por unos minutos hasta que el mayor se sentó rápidamente logrando que Seungri lo mirara confundido.
-¿Qué sucede, hyung?- se sienta a su lado.
-Tengo una sorpresa para ti- sonríe y busca en su mochila hasta encontrar lo que tanto quería. Mira al menor y le entrega un sobre.
-¿Y esto?-
-Si no lo abres, no lo sabrás-
Con intriga, abre cuidadosamente el sobre y al notar lo que contenía, mira al mayor quien no dejaba de sonreír.
-¿Dos pasajes?-
-Así es. Y no son pasajes cualquiera, mañana mismo viajaremos por el mundo como tanto deseabas. ¿Te gustó mi regalo?-
Y Seungri quedó en silencio mirando aquellos pasajes.
Al no obtener respuesta, YoungBae comenzó a preocuparse ya que comenzó a creer que Seungri no le gustó la sorpresa.
-¿Seungri?- tocó con miedo el hombro del menor y éste lo miró completamente emocionado.
-¿Por qué eres tan amable conmigo?-
-Porque te amo, obviamente. Y te mereces esto y mucho más-
Ambos sonrieron y Seungri se lanzó nuevamente sobre el mayor besando cada parte de su rostro.
-Me hacen tan feliz, Bae. Te amo demasiado- besó sus labios y luego se separó lentamente para volver a sentarse junto al mayor.
Mientras ambos estaban en silencio, abrazados observando el bello lugar donde decidieron hacer el picnic, Seungri recordó el canario que había dejado de cantar.
Miró hacia donde el ave se encontraba y el pequeño los observaba, cantó unos segundos más y decidió volar de aquel lugar.
-Fue como si nos dedicara una canción y luego se despidió de nosotros feliz, ¿no crees Bae?- ríe y mira al mayor quien hizo un adorable puchero para los ojos de Seungri.
El menor sonrió y tomó las manos de Bae que yacían sobre su abdomen y las acarició suavemente.
-¿Celoso de una linda ave?-
-No- finge estar enojado.
-Mentiroso- sonríe y besa las manos del castaño.
Ambos conectaron miradas nuevamente y Seungri se sonrojó levemente.
-¿C-Cantarías para mí?- hace un puchero logrando que YoungBae sonriera y besara sus labios.
-Será un placer. Todo para mi preciado novio-
Seungri intentó alejarse un poco para dejar que el mayor cantara cómodo pero Bae se lo impidió, por lo que logró que el menor se sentara entre sus piernas, abrazándolo por detrás mientras su melodiosa voz comenzaba a oírse.
El menor iba a cerrar sus ojos para sentir su corazón llenarse de calidez por la hermosa voz de YoungBae como siempre lo hacía pero decidió observar el bello lugar mientras acariciaba los brazos de su pareja, sintiéndose completamente amado. Pero algo aún le faltaba…
Bae estaba a nada de terminar pero su canto fue interrumpido por los labios del menor.
-¿Qué fue eso?- ríe el mayor.
-Yo… sentí la necesidad de besarte y…- se sonrojó levemente, desviando su vista a un lado.
-¿Y?-
-¿Puedo cantar contigo?- vuelve a mirarlo y Bae sintió su corazón latir con tanta fuerza que sintió que moriría de amor.
-Por supuesto-
Sonrieron y Ri acomodó mejor su cuerpo contra el del mayor mientras entrelazaban sus manos.
Comenzó cantando Bae mientras que Seungri cantaba pero con timidez hasta que fue soltando su voz más tranquilo, logrando que la combinación de ambas voces, hicieran una perfecta y cálida melodía, como la bella melodía que hacían sus corazones al estar juntos y amarse completamente…
Fin.