¿Cuándo había pasado esto?
¿En qué momento esta sensación se había vuelto tan profunda en su pecho que ahora ya no había retorno?
De hecho ¿Alguna vez hubo oportunidad para un retorno? Porque esto parecía el destino.
Todo comenzó con una misión cualquiera
Después de la muerte de Neji, el había dedicado el doble de su tiempo al entrenamiento y la verdad es que no había nada que quisiera hacer después de ese incidente. Había perdido tanto, no solo un rival o un buen amigo sino un hermano.
La mayoría de la gente le había dado un sentido pésame pero por optimista que devolvía con una sonrisa aún quería estar solo.
De pronto una misión llegó a su rescate, ¡era justo lo que necesitaba! Una misión de guardia en la Aldea de la Arena, que se le había otorgado por su habilidad de llegar a donde fuera necesario y su exceso de energía para poder estar alerta a cualquier peligro.
Esta misión de hecho había surgido por un descuido en la administración en el que ocuparon a demasiados ninja de Tsuna para otras misiones y al necesitar más para la guardia común de la Aldea se habían tenido que apoyar en la unidad de shinobis de Konoha ¡Lee estaba agradecido por ese descuido!
Como todo tendría sus pros y sus contras, pros: estaría ocupado y en un entorno diferente donde no tendría que recordar ni recibir las condolencias de nadie más que de algunos compañeros que irían a la misión pero, ellos estarían ocupado en sus propios asuntos; contras: Iría entre sus compañeros Hinata Hyuga tal vez era tímida pero no era sus palabras lo que a Lee le incomodaban sino su apariencia, “Es que todos los Hyuga se parecen tanto entre sí”. Bueno no era lo de menos, seguramente por ser de Konoha a todos los hospedarían en el mismo edificio por lo que lo único que debía hacer era mantenerse lejos de allí hasta que fuera la hora de dormir.
En efecto el lugar estaba tal y como lo recordaba de las últimas misiones que había tenido, apenas y podía creerse que el chiquillo de doce años contra el que había luchado en los exámenes chunin fuera el Kazekage de aquella aldea, sin duda alguna había sido un digno oponente, de eso ya habían pasado muchos años y seguramente Gaara ya ni siquiera recordaría ese combate pero muy en el fondo Lee aún estaba deseoso de poder retomarla, ver que tanto había incrementado sus habilidades…probablemente ya era imposible, pero siempre que iba a Tsuna le nacía ese deseo.
El pelirrojo llevaba días muy estresados, últimamente había muchas construcciones y cambios pendientes en la Aldea, por lo que descuidadamente no se dio cuenta que le faltaban shinobis que pudiesen ser guardias y se había visto en la necesidad de pedir ninjas a Konoha, aún era un lugar peligroso y todavía existía gente dispuesta a dañarlo a él y a sus hermanos aún cuando eso no era un riesgo por su nivel de pelea era molesto por lo que no había más alternativa, por si eso no fuera bastante Kankuro diariamente le reprochaba haber sellado así como así los datos con los ninjas solicitados que Temari le dio.
-Esa chica solo abusó de lo ocupado que estabas para que no leyera y no te dieras cuenta que entre ellos pidió a ese tal Nara.- decía Kankuro molesto.
- Bueno, es que no podía hacerlo todo yo además, no veo que hay de malo.- respondía ya un tanto cansado de ese dialogo.
- Gaara, eres el único que no entiende “que” pasa con él y nuestra hermana.
- Tienes razón, no entiendo y ahora mismo no quiero entender, estoy ocupado.- regresaba su mirada a la pila de papeles que tenía.
- Pues supongo que deberé estar al pendiente, por cierto hoy llegaron, y empiezan su ronda a medio día, estaré en la oficina del fondo por si me necesitas.- se retiraba y el pellirrojo ni voteó a verlo.
Él era muy maduro para su edad, muy serio o quizá muy frío, pero en el fondo también le fatigaban todas esas labores de Kazekage y se preguntaba si no estaría mejor si siguiera siendo un ninja común, ciertamente había trabajado duro para deshacerse de todos los prejuicios que tenían contra él y llegar a convertirse en lo que era, estaba feliz de haber logrado tanto pero a veces se preguntaba sí había valido la pena, la gente ahora lo admiraba pero sabían tanto de él como él de cocina (absolutamente nada útil) .
Ya era tarde
Después de toda la labor de vigilancia Lee estaba realmente cansado, pero aún no era noche y quería pasear un poco más por l0os alrededores, ciertamente su propia aldea ofrecía paisajes más interesantes que esos, pero la nobleza del corazón del morenos no le permitían diferenciar la una de la otra, no estaba demasiado al tanto de hacia dónde iba por lo que cuándo menos lo notó se había alejado más de lo que pensaba de su hotel estaba a punto de dar media vuelta cuando reconoció en sentado en una banca una cabellera roja.
- Lord Kazekage ¿es usted?- se acercó inseguro el cejudo.
- Eh!...-volteó el rostro un tanto sorprendido para luego volverlo sereno como de costumbre.- Sí soy yo ¿Lee?
- Sí, buenas noches ¿Por qué ronda tan apartado y tan tarde? Sé que sabe cuidarse solo pero sus hermanos podrían preocuparse, ¿Puedo?- hizo ademan de sentarse a lo que el pelirrojo y hizo un movimiento de aprobación y se quedó en silencio un buen rato antes de hablar.
- Yo…¿Por qué me hablas de usted si tienes más años?- reaccionó el ojos de Jade.
- Sabes, podría decirle que por que eres Kazekage pero eso es mentira, la verdad es que te respeto, has cambiado mucho y para bien.- hizo una enorme sonrisa y Gaara escuchando en silencio abrió los ojos más de los habitual.- Sonaré entrometido, por Naruto he sabido que usted tampoco la tuvo fácil en su infancia y eso no le ha derrotado, si antes fue para mí un oponente muy valioso ahora que conozco un poco de su pasado me lo parece más.
Gaara estuvo un rato saboreando el halago que le había dado Lee, permaneció en silencio como era su costumbre, se perdió unos segundos a sus recuerdos, para luego continuar la conversación.
- Yo sé que tu no me guardas rencor pero creí que no te agradaba después de los exámenes chunin.- al oír esto Lee dio una risotada
- ¡Qué va! Sí, estuve depresivo por eso un rato, pero no puedo enojarme con nadie, fue una batalla justa y yo me arriesgue de más, siendo honesto me volví más orgulloso después de mi operación, un tiempo hasta me sentí de salud inquebrantable, la recuperación fue una súper dosis de juventud.
A Gaara este chico siempre le había parecido raro, era como su opuesto, hasta sus peores momento los volvía experiencias apasionantes, y ahora le hablaba tan amistosamente como si fuese familia de una daño que le había hecho hace relativamente poco, se reía mucho y hablaba demasiado; si tuviera que describir su presencia en una palabra sería…”Cálido”, eso lo hacía sentirse aún más hielo de lo que ya se sentía, ¿por qué sus propios hermanos no tenían soltura y cercanía que este tipo tenía con él? ¿Había mucha gente así en el mundo?
- Eres extraño.- se redujo a decir con una cara inexpresiva.
- Sí, lo sé.- bajo el rostro el pelinegro. El chico a su lado al ver esta reacción fue como si le diera un vuelco el corazón “¿Lo habré ofendido? No lo dije con esa intención, no debería importarme pero él llego muy amablemente y a mi no se me da esto de las conversaciones amistosas demasiado bien” se cuestiono en silencio.
- P…pues, entonces somos dos.- dijo en voz baja y de modo cortante el pelirrojo. Rock se quedó algó sorprendido, no había estado muchas ocasiones con Gaara pero era la primera vez que hablaba tanto.
- ¡Sí, ser extraños es lo que nos hace tan geniales!
Gaara abrió los ojos y luego los entrecerró con una apenas visible sonrisa, ese joven le causaba mucha gracia, pero era agradable de algún modo hablar con alguien así de cosas que no fueran políticas de y reportes de la aldea o de los planes de Temari y Kankuro.
- Bueno.- continuo Lee.- Es tarde, gusta que lo escolté.
- Sí, deja de llamarme de usted, es que me siento viejo.- se levantó dejando perplejo a Lee y ambos caminaron hacia la mansión Hokage dónde Lee se despidió y fue hacia su hotel.
Casi toda esa noche, Gaara que no estaba acostumbrado a dormir mucho se quedó reflexionando en esa pequeña conversación, regularmente, todos lo que lo elogiaban lo hacían por su futuro y presente usando su pasado como mala referencia, Lee era la primera persona que lo elogiaba tomando como referencia su pasado. Había aún mucha gente que no lo aceptaba de todo como Kaekage, gente a la que nunca le había hecho realmente nada, y ahora graciosamente Lee a quien casi había dejado minusválido e incluso había intentado matar alguna vez lo trataba como amigos de toda la vida. Ahora que lo pensaba ni siquiera sabía que Lee estaba en Tsuna, probablemente son de los shinobis que trajeron de remplazo a guardia.
Luego recordó esa frase de “¿he sabido que usted tampoco la tuvo fácil en su infancia? ¿Lee lo habrá pasado mal de pequeño?” ahora que lo pensaba no sabía realmente mucho de ese muchacho, no era su estilo el curiosear pero ahora le llamaba la atención, quizá el día de mañana podría investigar un poco en su tiempo libre, volvió a ver la luna desde su habitación.
- Es un chico muy extraño.- repitió entes de cerrar los ojos.
Todo había empezado tan ligeramente.