Cuando llego a la sala de ensayos noto que Ravi ya estaba allí, este se encontraba sentado en el suelo con la espalda apoyada en el espejo mientras escuchaba música con los ojos cerrados. Se veía tan relajado y tranquilo que no se sentía capaz de sacarlo de la burbuja en la que parecía estar sumergido y él no hacía más que perderse en su belleza y en sus rasgos delicados que desde hace tanto tiempo le traía vuelto loco. Salió de sus pensamientos cuando el otro demasiado perdido en su música había comenzado a tararear una suave melodía que se escuchaba totalmente armoniosa a pesar de su voz grave.
-Si te gusta lo que pienso cariño, guíame. A veces puedo ser flojo pero estoy lleno de rimas, pásame el micrófono y lo tomaré – Había comenzado a cantar el rapero sin ser consiente que estaba siendo observado, su voz sonaba más suave y melodiosa de lo que nunca la había oído y él no pudo evitar sonreír al escucharlo, parecía ser que se estuviese describiendo a sí mismo, le gustaba ver la dedicación con la que Ravi componía cada canción y como había estado trabajando arduamente en su mixtape, creciendo cada vez más como cantante, rapero y compositor. Lo admiraba, quizás nunca se lo había dicho con palabras, pero le había hecho entender al mayor que siempre contaría con su apoyo, que estaba realmente orgullo de él y que lo seguiría apoyando en cada uno de sus proyectos, aunque eso significara que no lo viese en días debido a sus ocupadas agendas. –Así que, qué tal si tengo un poco de atención con una coca cola en mi mano, porque prefiero pasar la tarde relajándome y entendiendo mi hip hop y zapatos no se detienen con el rock ligero – Había comenzado a rapear de un modo tan dulce y atrayente que él se había quedado totalmente absorto observándole sin notar cuando este había abierto los ojos y lo miraba fijamente mientras seguía con la canción – Podría ser quien te lleve a casa, cariño ,podríamos rockear solos toda la noche, podría ser quien te sorprenda, podríamos ser la charla de la ciudad, podrías lamentar lo que dejaste escapar – Había dejado de cantar y volvía a tararear la misma melodía que en un comienzo y él no podía dejar de observarlo sintiendo que su cuerpo se había vuelto de piedra, se sentía un idiota quedándose allí quieto, pero no era capaz de moverse, su rostro estaba totalmente rojo por la vergüenza de haber sido descubierto observándole y se sonrojo aún más al sentir que esa parte de la canción era para él.
- Podría ser quien te sorprenda, podríamos ser la charla de la ciudad, podrías lamentar lo que dejaste escapar – Volvió a repetir aquella parte de la canción, pero esta vez ya no estaba escuchando música, si no que se había levantado y se acercaba con pasos firmes hasta donde él estaba - ¿Aceptas Hyuk? – Este solo había asentido como respuesta y con una determinación que no sabía de donde había salido, se acercó a él depositando un corto beso en sus labios para luego sonreírle embobado.
No sabía desde cuando sus sentimientos eran correspondidos, pero ya habría tiempo para aclarar todas sus dudas, en esos momentos solo era capaz de sentir el revoloteo de mariposas en su estómago al sentir nuevamente los labios del mayor sobre los suyos.