Eran las 3:00am cuando hicieron que saliera de la comodidad de mi cama y me dirigiera hasta la carretera en medio de la nada para hacerme cargo de un niño, como si no pudieran hablar en la mañana.
Habían reportado el desviamiento de un auto, mas especifico una camioneta de trasporte que se había caído a una barranca y había causado un incendio, gente de los alrededores se habían percatado del incidente y preocupados por la vegetación de los alrededores y la propagación del fuego llamaron de inmediato a la policía y a los bomberos, los primeros descubrieron que el conductor de la camioneta estaba trasportando mercancía humana lo que nos lleva al niño, el niño milagrosamente sobreviviente por obra del diablo era la mercancía, y que tipo de mercancía, bueno, yo estaba ahí para averiguarlo.
Mi nombre es Issak Stone Criminalista y Psicólogo con 32 años de edad, en estos momentos me encuentro trabajando en un caso serio y todo eso sobre peleas clandestinas de personas, se oye estúpido no?, pero no es así, en que consiste? Niños desaparecidos de cortas edades entrenados para matar a sangre fría siendo vilmente torturados hasta perder cierta sensibilidad y el resultado de esto grandes torneos de peleas brutales y desmembramientos sanguinarios de adolescentes y niños….que sabemos a ciencia cierta de esto?...muy poco a decir verdad, no hay testigos, los que hubo están muertos, lo que sabemos son puros rumores y mi prueba frente a mis ojos ahora mismo después de estar buscándola por casi dos años.
Bajo del auto con un termo de café enorme, aun traigo pijamas y la bata puesta, como es de esperarse mis compañeros ya han llegado y me miran raro, pero vamos yo no me iba a trajear a estas horas, vengo a trabajar no a modelar para una cesión de los hombres de negro; me acerco hasta ellos y pregunto dónde está lo que encontraron, señalan a la ambulancia a lado de los cadáveres de los sujetos que supongo yo iban manejando se encuentra una jaula metálica de tamaño considerable como la de los conejos y ¡sorpresa¡ el niño por el cual estoy aquí en la madrugada con dolor de cabeza y un litro de café en el sistema.
-¿Porque no lo han sacado?-me dirijo a los paramédicos y a mis colegas
-Sácalo tú-giro la mirada al reconocer la voz, jaja, Jasper por supuesto, trae las mismas pintas que yo y el mismo mal humor, uno de los oficiales de mayor rango que trabajan en mi piso-después de todo tu serás el encargado del dulce angelito.
-Tch-lo miro mal para luego acercarme a la jaula y patearla un poco, el chiquillo esta recostado dándome la espalda como un animal, en cuando siente el movimiento es cuestión de segundos para que gire su cuerpo y en el reducido espacio se estampe con violencia contra la jaula gruñéndome y mordiendo la rejilla, lo observo cuidadosamente, no niego que me ha hecho retroceder por el susto Jasper ríe, seguramente le paso lo mismo a él, sonrió de medio lado-¡idiota!...¿yo tendré que cuidar de esto?
-¿No eres tú el psicólogo del escuadrón?, ¿acaso no querías que encontráramos un testigo?-reí con fuerza
-Estoy emocionado-de nuevo pateo la jaula provocando la misma reacción en el crio.
No podía ver por completo su rostro ya que tenía los ojos vendados , las muñecas y piernas amarradas, lo tenían vestido de una manera muy particular, poca ropa, un collar de púas como si fuera un perro, me acerque para verlo de cerca, tenía las uñas maltratadas, cicatrices por todo el cuerpo, algunas bastante recientes, vendas en el brazo derecho y en la pierna también derecha, uff, marcas de dientes en el tobillo y en uno de sus costados, arañazos, labios resecos y el inferior abierto, en cuanto físico, complexión delgada con algunos músculos levemente marcados supongo yo para mantener la estética del chiquillo aunque con tanto golpe era imposible, piel blanca pareja, insisto, brincándonos los golpes y cicatrices, me refiero a que dudo que alguna vez le diera el sol, cabello pelirrojo bien cortado y moderadas pecas en su cuerpo y rostro, yo le calculaba un rango de 16 a 18 años, no estaba seguro.
-¡Sédenlo! Quiero regresar a mi casa y yo ni loco abro esa jaula con el niño consciente.
-¿Enserio te lo llevaras a casa?
-No nos consta que haya cometido ningún delito, no sabemos nada de él, lo custodiare como víctima...¿¡alguna objeción!?-todos negaron-vale.
-¡Miren lo que tenemos aquí!-uno de mis compañeros había encontrado una maleta, obviamente la abrieron para revisar el contenido, lo que encontramos no era nada más ni nada menos que el equipo del mocoso confirmándonos que es parte de lo que llevamos investigando 2 años y no solo un crio cualquiera que será vendido como una perra, ¿y qué equipo? Se estarán preguntando, pues bueno, armamento, armas de mano, navajas de acero, brazaletes con púas garras de acero, todo sacado de una película de ficción, pero todo eran objetos punzocortantes, nada de armas de fuego, ah, enserio hay gente tan enferma para ver niños descuartizándose con esto?, la gente está muy loca.
Por fin durmieron al chico y lo sacaron de la jaula, lo levante y lo arroje al auto.
-Bueno, ya tengo al asesino, buenas noches
-Hay, aún hay cosas que hacer
-Tengo a lo que vine, limpien su desastre, buenas noches-me subí al auto y arranque.
Lo primero que hice al llegar a casa fue llevar al crio al sillón y sacarle la venda de los ojos, quería verle el rostro, como supuse tenía un rostro muy bonito, bastante andrógino, lo único que no encajaba era una cicatriz en la nariz de lado a lado y varios rasguños, seguía amarrado, dude en desamarrarlo quizás era peligroso, me levante y tome la correa de mi perro y la ate al collar de mocoso, luego lo amarre en uno de los barrotes del barandal, eran las 6am y yo do iba a comenzar mi trabajo a esta hora, además el seguía sedado, regrese a la cama donde mi querido perro me esperaba y volví a dormir, supongo que no despertaría pronto así que no tenía caso el estarlo vigilando.