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"Stille Qual" por CottonOfSugar

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Notas del fanfic:

Antes de comenzar la lectura necesito aclarar que ninguno de los personajes que aparecen —aparecerán— aquí son míos, sino del magnífico Eiichir? Oda-sensei 

Además de que este fic también puede ser encontrado en la plataforma de Wattpad bajo el mismo título.

Este es mi segundo fic de One Piece y trágicamente no hay muchas historias acerca de esta... Extraña pareja, serán menos de diez capítulos o quizás menos de cinco, quien sabe (?).

Espero le den una oportunidad a esta pareja, van a ver que les encantará c:

 

Posibles SPOILERS del anime y manga,

se recomienda haber visto los capítulos del 

700 al 706 aproximadamente.

Null. Tortuosa Pesadilla
 
Una piel marcada por
recuerdos del pasado,
ojos que perdieron el brillo
y una voz que jamás
se volverá a escuchar.
 
 
"Stille Qual"
 
 
 
— "¿Donquixote Rosinante?" —el niño miraba con curiosidad el notable bulto en el vientre de su madre, quien, con una amplía sonrisa le acarició sus hebras rubias haciendo un ligero asentamiento con la cabeza— "Madre, ¿cuándo nacerá mi hermano?, ¿va a estar bien?" —preguntó, por un instante sintió un cosquilleo recorrer su espalda en señal de preocupación—
 
La melodiosa risa de su madre le calmo un poco, por supuesto que él no quería que su hermano menor corriera peligro o sufriera de alguna enfermedad traída por alguno de sus esclavos, por lo que no estaba de más preguntar.A pesar de no haberlo dicho, la idea de tener a alguien con quien jugar, hacer travesuras y salir a divertirse sin preocupaciones le resultaba emocionante.
 
— "Oh cariño, aún faltan dos meses más para que este bebé este con nosotros" —respondio la mujer con una voz apenas audible, seguramente por el cansancio de estar premiada— 
 
— "Pero madre, ¿él estará bien?, ¿mi hermano estará bien?" —murmuro el niño, más que una pregunta sonaba como una suplica por una respuesta clara—
 
— "Hijo mío, solo Dios podrá decidir  si este bebé vendrá sano" —la mirada de la mujer se entristeció ligeramente— "Donflamingo, ¿vas a ayudar a Rosinante a ser tan fuerte como tú?" —su pecho se sentía vacío a medida que los latidos de su corazón se iban apagando con el paso de los segundos—
 
— "¡Si!" —exclamo de forma inmediata, con una ligera sonrisa asomándose por los labios— "¡Lo llevare a la ciudad, jugaremos con los esclavos y le mostraré las sirenas del acuario!" —grito con entusiasmo, observando por un momento el rostro de su madre el cual formaba una mueca de dolor— "¿Madre?" —el menor se alarmó por completo, sujetando la mano de la mujer casi por instinto—
 
Su mirada descendió hasta toparse con una pequeña mancha carmesí que iba empapando de a poco las ropas de su madre.
 
« . . . »
 
 
No podía recordar la última vez que había dormido tan poco, el temor de que algo le pasase a su madre y hermano nonato* le fue suficiente como para no pegar ojo en toda una noche.
 
Junto a su padre, ambos esperaban fuera de la habitación que los esclavos habían preparado rápidamente para atender el posible parto de su madre.
 
— "También estoy nervioso, Doffy" —la nerviosa pero amable voz del hombre le saco de sus pensamientos— "Pero tu madre es fuerte, ella se mantendrá viva pase lo que pase" —le dijo, a pesar de la sonrisa en su rostro ambas manos le temblaban—
 
— "...Padre" —musito el niño, observando detrás de sus gafas de sol unas pequeñas lágrimas que comenzaban a mojar las mejillas del mayor— "¿Por qué dices mentiras en un momento así?" —murmuro para sí mismo—
 
¿Cuántas horas habían pasado ya?, ¿once?, ¿quizás dieciséis?, había olvidado mirar las manecillas de aquel brillante reloj fijado al muro, aún así mantenía la mirada en esa puerta construida con la mejor madera del mundo.
 
— "San Homing, joven amo Donflamingo" —una voz sumisa del otro lado de la pared le hizo tragar saliva, estaba asustado por la escena que se encontraría tras cruzar el umbral— 
 
Contuvo la respiración por unos cuantos de segundos que le parecieron una eternidad.Sin esperar una autorización de pasar por parte de las criadas, abrió la puerta, dando un decidido paso al frente.
 
...No encontraba palabras para describir aquel momento que marcaría su joven vida.
 
Aquella mujer de cabellos rubios acunaba a un pequeño ser humano entre sus brazos, acercándolo un poco a su pecho, donde los latidos de su corazón podrían sentirse, el bebé removía sus frágiles brazos por su rostro rosado, soltando uno que otro sonido inaudible
 
Las sensaciones le inflaban el pecho, era una mezcla de alivio, felicidad, tristeza y cariño.
 
Cuando la mujer se dio cuenta de que era observada por el niño, está se quedo estática, sonriendo lo más que pudo al presenciar como por las mejillas de su hijo más grande comenzaban a descender lágrimas.
 
— "Donflamingo..." —susurro ella, mordiéndose el labio inferior para no sollozar, era la primera vez que veía a su hijo llorar—
 
Era un momento memorable para la familia Donquixote.
 
« . . . »
 
Apretó sus manos tan fuerte como le era permitido, formando un par de puños.
 
No importaba cuanto tiempo pasase, el simple hecho de mirar el rostro del moreno le hacía recordar todos los momentos felices y tristes de su pasado.
 
— "Todo hubiese sido perfecto si no le hubieses conocido" —acuso con su característico tono de voz— "Si no te hubieses entrometido... Esa persona estaría viva" —un simple movimiento en sus dedos provoco que el ojigris se golpeara de lleno a la cara—
 
Notas finales:

Nonato: Que todavía no a nacido o que no existe. 


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