Siempre que lo veo lo detesto, su arrogancia, su ego, su forma de actuar cómo si no existiera nadie más en el mundo más que él. Es artante que se piense lo mejor de lo mejor, cuándo ni educación tiene.
Cuando lo veo pasar por mi casa me amarga el día, ni siquiera da los buenos días, o por lo menos que me pidiera permiso para pasar por mi casa. La casa de Acuario.
Nadie en el mundo sabe que lo detesto, ni siquiera se lo he contado a Milo, que es mi mejor amigo en el santuario, pero es que no puedo evitarlo, solo él. Solo Afrodita de Piscis puede ser tan odioso cómo para hacer que hasta a mi me cueste esconder mi disgusto por él. Al menos le agradezco que me salvara en Asgard, pues pude pedirle perdón a Milo, pero aún así no cambia.
Esas eran las palabras de Camus de Acuario, el santo de Athena. quien fue revivido hacía apenas un mes junto con sus camaradas, aunque no todos lo perdonaron del todo. Mu Shaka Saga y Aioria aún le tenían resentimiento, y eso que a ellos no les tocó enfrentarlo. Camus pensaba que era irónica aquella nueva vida.
¿Quién diría que después de tantos años de que se viera a Afrodita cómo un cruel y despiadado asesino ahora lo ven cómo un gran héroe? -Se decía mientras se levantaba de su sillón dejando a un lado uno de sus libros favoritos, pero estaba tan cabreado que no podía concentrarse.
-Yo que tan alabado era antes por ser un Caballero honorable y respetable, y ahora me tratan cómo lo peor del mundo, y a Afrodita que era un malvado e injusto asesino lo tratan cómo a un Dios. -Camus hizo una mueca de disgusto, hacía tiempo que desde que revivió su actitud había cambiado, claro, solo cuando nadie lo observaba era cuando mostraba esa nueva personalidad. Una nueva personalidad que lo hacían ver cómo un envidioso, aunque delante de los demás seguía siendo el mismo hombre de hielo que todos conocían, pues sabía disimularlo perfectamente. Pero en el fondo sabía que si le tenía envidia a Afrodita, y que le afectaban las actitudes de sus compañeros.
Se levantó buscando su ropa para entrenar, su típico ropaje verde, aunque las botas de frío las cambió por un calzado más ligero y fresco, pues no estaban en un lugar muy frío cómo para eso. Salió estirando sus brazos al pasillo cuando al momento se escucharon unos pasos.
-Afrodita de seguro. - se dijo haciendo una mueca y cerrando Los ojos, aunque en realidad estaba viendo de reojo en la dirección que venía, al poco rato se asomó aquella figura esbelta que caminaba con seguridad, firmeza en su mirar y altitud ante todo.
Pasó frente a Camus que seguía en la misma pose, sus brazos cruzados, y sus ojos "cerrados" Afrodita ni siquiera se detuvo, pasó sin más. Sin saludar y sin siquiera mirarlo.
Camus se sintió ofendido ante esa actitud tan descortés. Así sin más se adentró en su cuarto para buscar su armadura, ya que vio a Afrodita portando la suya, y por alguna razón quería vestir su armadura. Aunque era sabido que no era necesario usarla para entrenar.
Bajó hasta Capricornio encontrándose con Shura y después bajaron juntos hasta Escorpio, donde para sorpresa de Camus, Afrodita se encontraba en la entrada platicando con el santo de aquella casa.
-Camus! Shura! Los alcanzó después. -Fue lo que Milo les dijo, y ambos se adelantaron. Al llegar al lugar Shura fue al lado de Saga para saludarle, pero Camus no quiso seguirle, sabía que el gemelo mayor estaba aún molesto con él.
Luego de un rato llegaron Afrodita Milo y Death Mask. Shion llegó más tarde llamando la atención de todos con su voz.
- Bueno Caballeros, el día de hoy ayudaremos a reconstruír parte del coliseo y otras partes que fueron destruidas.
-Y por qué no lo hacen los de plata? -Comentó Aldebaran de brazos cruzados.
-Por qué será? Oh si. POR QU… ATHENA NO REVIVI” A NINGÚN SANTO DE PLATA!
- Ya Veo. -Comentó Aldebaran rascándose la nuca.
- No sean flojos, siempre me dan problemas Tú Death mask y Milo. Los más Flojos del santuario. Y Shaka que nunca quiere hacer nada. Aunque aún no se si es mañoso o en verdad es entragado a su religión. -Todo en el santuario era diferente, Camus no se sentía tan cómodo con el cambio de actitud en sus compañeros, dejaron de ser inflexibles y cerrados, a ser infantiles y desabrigados. Sabía que eso tenía que ver con la nueva oportunidad de vida que tenían. Y porque había tiempos de "paz" ,y "felicidad" aunque para camus no había ninguna diferencia. No se sentía feliz.
-Bueno como hay muchos escombros trabajarán en equipos de 2.. así que no me quiero complicar la vida juntense conformé van los signos. Aries con Tauro, Geminis con Cáncer. Etc. etc etc.
-Poca suerte. -exclamó Death mask. Al oír aquello.
Camus se encontraba a unos metros y se puso a hacer memoria.
-si es de ese modo, y Aries va con Tauro, luego Géminis con Cáncer y Leo con Virgo entonces al final me toca a mi, Acuario con...
PISCIS! -La cara de Camus se transformó ante aquello que descubrió, tenía que estar en equipo al lado del Caballero que menos quería ver. Y lo peor era que Afrodita solía hacerse tonto cuando se trataba de trabajar así. Era lo que menos quería.
-esto es serio. -Se dijo a sí mismo. No se si pueda tolerarlo tanto tiempo. Tengo entendido que hoy íbamos a trabajar todo el día.
Camus escondió su disgusto bajo aquella fria máscara, y sin más se acercó hasta Afrodita, parándose a su lado, sin mirarlo ni dirigirle palabra alguna, cosa que a Afrodita pareció no importarle. pues después de todo, así era Camus.
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