Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Beautiful hands por Ali-Pon

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—Si pudieras cambiar una cosa de ti mismo, ¿qué sería? —cuestionó TaeHyung.


Los chicos de BTS estaban grabando el famoso "Ask in a Box", respondiendo, confirmando o negando rumores de ellos. Todos habían estado contestando con humor y seriedad entremezclados. Hacían denotar su cercanía como miembros de un grupo ya en vísperas del reconocimiento mundial.


La primera sección fue de desmentir o afirmar rumores, donde se supo que el cambio de tinte en YoonGi no había sido por querer ir acorde a los distintos álbumes que habían estado sacando recientemente, todo había sido mera casualidad. Como segunda sección, era  leer preguntas hechas por fans destinadas a un miembro del grupo. El primero fue NamJoon, después el letárgico de YoonGi, posteriormente HoSeok, el maknae JungKook siguió, el tierno de Jimin continuó y llegaron con el mayor de todos: Jin.


Hasta ése momento Jin había sido cuestionado por su manera de bailar, su respuesta a cuando le dicen que es guapo, su cambio en el color de su cabello a su tan amado rosa y, por último, lo que había preguntado el hiperactivo de TaeHyung.


Para nadie era un secreto que las manos de Jin eran "raras". Los dedos torcidos y largos, daban una sensación de "extrañeza". Él sabía de las críticas a sus manos, pues había crecido escuchando: "¡Qué asco!", "¡Mira esos dedos tan feos!", "Parecen las manos de un monstruo", entre otras cosas que provocaron en Jin un deseo de deshacerse de ellas. Sin embargo, él sabía que simplemente no podía cortarlas y seguir como si nada, necesitaba de ellas aunque no lo quisiera, por ello se había resignado a seguir su vida tratando de ocultarlas.


—Tengo una complejo con mis dedos, así que quisiera tener las lindas manos de Jiminie  —respondió sincero, pero con una ligera sonrisa en sus carnosos labios.


En cuanto el menor escuchó su nombre sintió vergüenza y comenzó a reír. Todos conocían lo pequeñas que eran sus manos, a comparación de las de TaeHyung, que eran grandes y con dedos el doble de largos que los suyos, por lo que fue una completa burla que se le hubiera pedido comparar su meñique con el otro del rubio de sonrisa cuadrada. El set explotó en risas por lo chusco que se veían los dos meñiques juntos.


NamJoon, quien pidió tal comparación a los menores, comenzó a gritar "¡Lindo! ¡Sus manos son lindas!", hiriendo al mayor de todos quien forzó una sonrisa en respuesta. De entre los miembros, NamJoon era el único que nunca le dijo algo negativo con respecto a sus dedos, de hecho siempre buscaba la manera de tomarle de la mano o entrelazar sus dedos con los suyos, susurrando en su oído: "Tus manos son tan hermosas que me encanta unirlas con las mías" robándole sonrisas sinceras y sonrojos que no sabía cómo apaciguar.


La grabación continuó hasta que se terminaron las preguntas. Como "niños" educados, dieron las gracias con una venia y se retiraron del set para dirigirse directamente a la van que les llevaría a su dormitorio para un descanso, pues al siguiente día grabarían para un programa de música y debían estar lo más frescos posible. Durante el camino, la maknae-line no se calló en ningún instante: risas, bromas y berrinches, se escuchaban y era cuando los mayores se preguntaban: ¿por qué el set y su dormitorio se encontraban lejos'. YoonGi trataba de dormir (como de costumbre), Hobi se unía a las locuras de los otros tres menores y NamJoon se mantenía pegado al teléfono como siempre. Mientras tanto, Jin se preguntaba cómo es que el líder podía estar así de tranquilo cuando había sido "cruel" con él.


Un suspiro escapó de sus labios y sus ojos dejaron la figura de Rap Monster para posarse en la ventana. En verdad le había dolido que Joon elogiara las manos del pequeño Jiminie, porque el más alto le había asegurado que todos los elogios (a las manos) serían para él, sin embargo, aquel día había roto su promesa...o lo que fuera.


En cuanto llegaron a casa, el ruido no se detuvo ni en el elvador, ni en el pasillo que les llevaba al dormitorio, ni en el dormitorio mismo. Como ya eran cerca de las ocho de la noche, Jin sabía que sus "polluelos" no tardarían en pedirle comida porque, a pesar de preferir la que vendían en las tiendas, la comodidad de tener a alguien que podía cocinarles, podía más. Por ello, en cuanto entró al dormitorio, fue a quitarse la ropa que traía puesta y cambiarse por una más cómoda; no quería mancharla con aceite o alguna otra cosa.


Pasó de largo a Kookie y TaeTae, que se habían puesto a jugar videojuegos en la sala, apostando quién era el mejor. Los otros cuatro miembros no sabía dónde estaban, pero fuera del departamento era seguro que no.


Resopló al llegar a su amada cocina y toparse con unos cuantos trastes sucios y paquetes de galletas y otros snacks esparcidos en las mesas y repisas.


—¡¿Quién ensució mí cocina?! —gritó ofuscado sin recibir respuesta más que risas y ser ignorado.


Sin más, se dedicó a limpiar su "santuario", sirviendo como una distracción de lo herido que seguía sintiéndose. Enjabonar, tallar, enjuagar y acomodar, repetía mientras lavaba la loza. Cuando terminó se lavó las manos y fue ahí cuando les echó un vistazo más a éstas. Estiró sus dedos bajo el chorro de agua, viendo un reflejo aún más deforme de sus anormales dedos. Nuevamente recordó el cumplido a las pequeñas manos de Jiminie, por lo que cerró de golpe la llave del agua.


—¿Todo bien, hyung? —preguntó en voz baja justamente quien había recibido elogios de NamJoon, el mismo Jimin que estaba de pie a un costado de él, abriendo el refrigerador estando a punto de tomar algo.


La mirada preocupada del menor le hizo sentirse culpable por estar enojado con él, sin una razón realmente coherente. El joven era dulce y atento, era amable y solía escucharle, era su adoración, a pesar de molestarlo de vez en cuando. Por ello se sintió más culpable y simplemente negó dedicándole una sonrisa cansina.


—Sí, sólo estoy algo cansado —respondió afable Jin.


—¿Seguro?


—¡Claro! Fue un día largo.


—En ese caso, ve a descansar, hyung, mañana nos levantaremos temprano para ir a grabar —comentó Jimin, sacando una leche del refrigerador y cerrándolo en cuanto termino de hablar.


—Tienes razón, pero, ¿quién les dará de comer?


El tono de una madre preocupada por sus hijos hizo reír al menor, permitiendo que el mayor disfrutara de ver cómo sus cachetitos se abultaban. Había sido difícil hacer que el otro dejara de matarse de hambre y comiera. Fueron peleas constantes y una continua preocupación por el estado anímico y de salud de Jimin. Sin embargo, el mayor puede jactarse de haber sido lo suficientemente insistente como para que Jimin volviera a comer y mejorar su autoestima.


—Hyung, existe el ramen y eso podemos cocinarlo sin quemar tu preciada cocina —argumentó Jimin aún sonriente.—No te preocupes, mejor descansa.


Sin más, el menor salió de su vista para ir donde Kookie y TaeHyung tenían una discusión de porqué el maknae había ganado utilizando trucos. Los raperos, por lo visto se habían encerrado en sus dormitorios para evitar el escándalo de los menores. Jin, en cambio, permaneció en la cocina, recargado en la encimera y pensando que su enojo y celos estaban mal. No tenían una buena razón para existir, mas seguía con la tristeza en su interior. Tener ya veintitantos años y sufrir los "achaques" de los adolescentes, no resultaban ser una buena combinación.


Sabiendo que no lograría nada estando ahí de pie y entumiendo sus piernas, se encaminó a su habitación. En cuanto entró, encontró a YoonGi recostado y dormido. Decidió no ponerse su pijama y no encender las luces para seguir el consejo del de cabellos plateados y descansar.


Una vuelta.


Otra vuelta.


Suspiro.


Una vuelta más.


Otra vuelta más.


—¿Podrías acomodarte de una buena vez, hyung? —habló con molestia y adormilado, Suga.


Jin se detuvo en seco y volvió a suspirar: —Lamento despertarte, Yoonginie.


—Está bien —dijo el pelinegro, sentándose en la cama.—De hecho, planeaba ir al baño.


Jin no respondió nada, seguía admirando el techo oscuro de su habitación. ¿Por qué simplemente no podía descansar?


Completamente frustrado se sentó de golpe y gruñó. Es que era tan desesperante no poder sacar unas simples palabras de la cabeza y que la sensación de tristeza desapareciera, no parecía una tarea fácil. Quizás debía preguntarle a NamJoon porqué había roto su "promesa", mas, conociendo al líder, probablemente no recordaría ése hecho; a veces era un olvidadizo de primera.


—¿Qué te pasa, hyung?


Jin se asustó al escuchar la gruesa voz de Suga tan de repente. ¿En qué momento había regresado? ¿Acaso era Flash el letárgico Min YoonGi?


—¡Me asustaste!


YoonGi rodó los ojos, encendiendo las luces y cerrando la puerta de su habitación compartida. Con lentitud se sentó a un costado del mayor, recargando su cabeza en uno de sus anchos hombros.


—¿Te hicieron enojar los mocosos? —preguntó en un susurro bastante audible para el mayor.


—¿Qué? ¡No! Para nada —respondió al instante, Jin.


—¿Quemaron tu amada cocina?


—No...


—¿Te hizo algo NamJoon?


Aquella última pregunta le dejó sin habla, lo cual fue un "sí" mudo para el rapero. Entre los miembros se sabía que Jin y el líder tenían un "algo". Existía esa química, esa necesidad de tocarse y estar uno a lado del otro, pero no eran más que un "algo". No tenía nombre aún su relación, sólo ocurrió y ninguno de los dos reparó en definirla. En varias ocasiones fueron cachados besándose y "traumando" a los menores: "¡Para eso existen los hoteles, hyungs", había gritado JungKook.


Así como cualquier pareja, estos dos habían experimentado peleas, desacuerdos, ignorarse mutuamente, mas no pasaba más de dos días cuando se "perdonaban" y volvían a lo que fuera que ellos eran. Porque si se les  preguntaba si eran pareja, no había una respuesta concreta. Muy complicado, frustrate y estúpido a ojos del rapero.


—¿Por qué no hablas con él? Está en su habitación.


—¿Y decirle qué? —inquirió en un murmullo molesto.


—Lo que te trae tan molesto.


Jin volvió a suspirar y se llevó una mano a la frente, masajeándose las sienes con lentitud y expresión de resignación.


—No tengo nada encontra de NamJoon —replicó el mayor, ganándose un bufido exasperado del otro.


—Debes dejar de ver doramas, hyung, te vuelven más dramático que de costumbre.


En ése instante se retiró el pelinegro, dejando a un vocalista haciendo un puchero y gritando "¡Yah! ¡Fíjate cómo me hablas,mocoso!".


Aquella noche no hizo ni dijo nada, no durmió bien y, en consecuencia, al día siguiente estaba irritable. Sin embargo, su mal humor, Jimin y los chicos se lo estaban bajando, con sus bromas estúpidas y las caras raras de TaeHyung le sacaban un sonrisa. En ningún momento, Jin, le había dirigido la palabra al líder y hacía lo posible por evitar que le tocara. Su consciencia gritaba "¡Eres un estúpido! ", pero su orgullo contraatacaba "¡El estúpido es NamJoon!". 


—¡Hyung! —llamó Jimin al mayor, quien le recibió con una sonrisa.


—¿Qué?


El de cabellos plata torció un poco la boca antes de ocupar el asiento desocupado del sillón en el que estaba el mayor. La duda no le dejaba en paz y supo que desde la noche anterior debió haber preguntado.


—¿Qué pasó ayer? 


—¿Ah?


—Ayer llegaste bastante desanimado después de la grabación para Ask in a Box y andabas muy ensimismado, ¿pasó algo? ¿Dijeron algo los chicos que te molestó o algo?


La sinceridad y preocupación en su querido angelito le  removieron la consciencia y, sin dificultad alguna, le respondió.


—No, los chicos no, fue NamJoon.


—¿Qué te hizo, hyung?


—Pues —habló avergonzado—, me molestó que elogiara tus manos, Jiminnie.


—¿Cómo? —respondió descolocado el menor sintiendo sus mejillas arder. —¿Te molestó que hiciera eso? ¿Por qué? No entiendo.


—Es que él prometió que sólo elogiaría las mías y pues ayer...


Jimin parpadeó varias veces procesando al información, escuchando las conversaciones amorfas entres sus miembros, que estaban en la puerta, todos discutiendo qué comerían después de la grabación. ¿Eso era todo el problema?


—¿Has estado evitando e ignorando a Monie-hyung, porque elogió mis manos ayer? ¿Es en serio, hyung?


Jin asintió, mirando confundido al otro quien no sabía si reír o regañar a su hyung. No podía ser posible que hiciera tanto drama por algo así.


—¿Qué es lo gracioso, Jiminie?


—Es sólo que... ¿No crees que estás siendo muy dramático? ¡Mis manos son pequeñas! ¡¿Qué tienen de lindas?!


—¡¿Tú también crees que estoy siendo un dramático?! ¡Primero YoonGi, ahora tú!


—Espera, ¿ya le habías dicho a Suga-hyung?


—Sí... bueno, no... En realidad sólo me preguntó si me habían hecho algo ustedes, si habían quemado mi cocina o si NamJoon me había hecho algo.


—¿Que yo qué? —intervino el susodicho de pronto, asustando a los dos vocalistas.


Debía ser una broma que sucediera algo así en ése momento. Los dos mayores se miraban fijamente a los ojos y Jimin sintió que era la oportunidad perfecta para que se "arreglarán" las cosas.


—Jin-hyung quiere hablar contigo—comentó rápido el menor, recibiendo un codazo en las costillas. —Éste hyung está siendo un dramático.


—¡Me consta! —gritó a lo lejos YoonGi.


—¡Que afán de meterse en conversaciones ajenas! —gritó Jin completamente ofuscado de que medio mundo interviniera en algo que, en un inicio, era entre Jimin y él.


—¡Estamos en una sala de espera, hyung, no esperes privacidad! —atacó el rapero de menor estatura.


—¡No como en el dormitorio, ¿verdad?! —agregó el maknae de oro, provocando risas entre los miembros, exceptuando al líder y el mayor de todos.


—¡Yah! ¡No digas esas cosas aquí, JeonKook!


—¡Ni lo negaste, hyung! —argumentó TaeHyung sonriendo de oreja a oreja, viendo al mayor haciendo su famoso "¡Aish!".


—¡Déjenlos solos, papi y mami tienen que hablar! —exclamó Hobi, empujando a todos y llamando a Jimin para que salieran de la sala de espera.


El ambiente se tornó incómodo para el de cabellos rosas que sintió el lugar, que antes había ocupado Jimin, siendo utilizado por el líder que le miraba de manera penetrante y su aura era completamente de un ser dominante. Aquello había sido una de las tantas razones por las que Jin se sentía atraído al otro, porque podía mostrar un lado intimidante para luego sacar su lado dulce y hasta cursi.


Jin tragó saliva al verse en la necesidad de un beso. Uno de aquellos que le dejaban sin aliento y que le hacían no querer terminar el contacto nunca. Desvió la mirada buscando calmarse para después mirar a los ojos al otro y fruncir el ceño cuando notó la ceja alzada de NamJoon.


—¿Qué?  —murmuró el de hombros anchos.


—Lo mismo digo, ¿de qué quieres hablar conmigo?


Jin se mordió la lengua para no soltar lo que le traía "mal". Quería hacerle saber sus sentimientos y que estaba enojado con él por haber roto su "promesa".


—Nada.


NamJoon sabía que mentía por lo que volvió a repetir: —Hyung, en serio, ¿de qué quieres hablar? ¿Pasó algo?


¡¿Que si pasó algo?! ¡Claro que pasó!


—Para nada. ¿Qué tendría que pasar?


El líder de Bangtang frunció el entrecejo sabiendo que algo había pasado pues el mayor le había ignorado toda la mañana, le evitó y eso significaba una cosa: algo había cagado.


—¿Qué hice?


—Nada, Joonie, ya te dije.


—Te conozco, hyung, sé que hice algo y no me quieres decir. ¿Por qué a Jiminie sí le dijiste y no quieres decirmelo ahora?


—Porque él no ha hecho nada.


—Entonces sí hice algo.


—Sí... ¡No!


—¿Entonces?


Jin le miró exasperado, explotando y gritando: —¡Deja de elogiar las manos ajenas!


¡Click! NamJoon pareció escuchar aquel sonido en su cabeza. De pronto recordó lo pasado el día anterior y... ¡Diablos, la había cagado a lo grande! ¿Cómo pudo olvidar aquel complejo de su Jin? Entonces pudo comprender su enojo, su evasión, incluso su mal humor de la mañana. ¿Por qué no se dio cuenta antes?


—¿Eh?


—¡Eso! ¡Prometiste elogiar sólo las mías y no lo hiciste! ¡No te importó que estuviera presente! ¡Te paso a las fans, pero no a nadie más! ¡Eres un maldito cruel!


Rap Monster, enternecido por lo que decía el mayor, abrazó al otro riendo por lo bajo y escuchando un "¡No le veo la gracia!". A veces Jin actuaba de ésta manera, por su inseguridad, porque parecía "agradarle" dramatizar; sin embargo, así le quería, con sus pucheros tiernos, con su autoestima por las nubes, su preocupación maternal, sus regaños, su risa tan peculiar, sus manos. Quería a Jin por completo, con todos sus defectos y virtudes. A pesar de ser dos años mayor que él, NamJoon nunca sintió esa brecha entre ellos pues todo era tan natural y fluía perfectamente que lo de menos era la edad.


—Así que era eso —susurró el líder con una sonrisa genuina con sus hermosos hoyuelos adornándola.


—¡Sí! ¡Fuiste... eres...! ¡Te odio!


—¿No crees que exageras?


—¡No! ¡Tú lo prometiste! ¡Y yo nunca exagero!


El castaño volvió a reír por lo que decía Jin, sabía que no le odiaba, jamás lo haría. Se separó un poco del otro, tomándole de los hombros y dedicándole una mirada llena de ternura.


—Cariño, perdóname por haber sido un estúpido y romper una promesa tan importante.


Ahí estaba eso que odiaba Jin con todo su ser, su rostro arrepentido, su mirada, su manera de hablar tan dulce. Ésa parte de él era lo que le debilitaba y le encantaba. Solía regañarse a sí mismo por ser tan "fácil" y decir el "Sí" a todo lo que Monnie le pedía. ¡Era un bastardo adorable, pervertido y atractivo! ¡Porque el grandioso Jin era la guapura en persona, ¿okay?!


—¿Me perdonas?


"¡Que alguien lo golpeé por ser tan estúpidamente adorable!"


—Yo...


—Perdóname —susurró con voz ronca, acercándose con lentitud a los carnosos y dulces labios del mayor, tentándolo y pidiendo su perdón.


Jin quería resistirse, hacerse el maldito difícil, pero en su consciencia estaba el pensamiento de: "Has sido un dramático por nada, así que... ¡Bésalo!". Ni tardo ni perezoso, le haló para plantarle un beso necesitado, desbordando todas sus emociones acumuladas en el gesto. El contacto le hizo suspirar y perderse en aquella sensación tan cálida y gratificante.


—Te amo, Jin-ah —habló jadeante el castaño aún con sus brazos rodeando la cintura ajena despues de haberse separado por falta de aire, sonriendo al ver el ceño fruncido del otro.


—¿Jin-ah? ¿Acaso tienes mi edad, Joonie?


El nombrado sólo negó con la cabeza riendo divertido. Así era Jin, su Jin. Mmm... "su", ¿no debería resolver otro asunto también? Ahora que lo recordaba...


—¡Jin-hyung!


—¿Mmmh?


Aquellos ojos de cachorro le dificultaban expresar lo que había pensado, hacerle saber al mayor que ya no habría confusión, que ya era tiempo de definir lo que había entre ellos.


—¿Saldrías conmigo?


—¿Qué? —respondió ante la petición tan repentina del rapero, procesando y entendiendo que el otro quería formalizar, definir que eran un pareja formal (aunque tendrían que cuidarse de los medios), que los dos serían los padres de sus desastrozos polluelos. ¡Qué romántico!


—Que si tú...


—¡Ay, al demonio! ¡Sí!


Un beso; otro más; otro más; risas; promesa rota en el olvido; "te amo" siendo desgastado y reafirmado entre ellos; sus polluelos viendo una escena +15 a tan temprana edad.


¿Cuándo esto dejó de ser tan dramático?

Notas finales:

¡Aloh! ¡Ali comenzando en esto de los fecs :v de BTS!

Espero les haya gustado y va dedicado a mi hermanito Suki ;*

Quizás en el futuro venga con otro proyecto para este fandom, mean while les dejo esto xD

Estaré a la espera por sus revs ^^/

Cuídense

Amen al NamJin~ *w*

AliPon fuera~*~*


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).