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Criminal por PPBKAI

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Notas del fanfic:

Este fan fic será de publicación quincenal.

En el proceso, tuve que hacer una investigación sobre un transtorno sicológico por lo que quiero aclarar que lo aqui asentado, tiene bases investigadas, aunque claro, no por ello vamos a perder la diversión al escribir.

Advertencias: Lemmon, apuestas. 

Notas del capitulo:

Aqui estoy de regreso con un nuevo fic de publicación quincenal. 

Agradezco que hayas empezando a leer este fic, espero llegues al final. Prometo no hacerlo muy largo.

 

TITULO: “CRIMINAL”

AUTOR: PPBKAI

ADVERTENCIAS: lemmon.

Este fic surgió de la canción de “Criminal” de Britney Spears

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CAPITULO 1

Es jueves, 4:30 de la tarde. El Banco Eurasiático de Seúl está cerrando operaciones. Ya cerraron la puerta, solo están terminando de atender a los últimos clientes que han quedado dentro de la sucursal.

2 cajeros están haciendo corte, uno más ya cerró, solo queda el último que atiende. El gerente firma los papeles de que está de acuerdo con los arqueos de caja. Se entregan algunas claves.

Los agentes de atención a clientes ya están recogiendo sus pertenecías, están fastidiados del día, los clientes pueden ser tan molestos. En general el ambiente es de tranquilidad  puesto que ha terminado otro pesado día y todos regresan a sus casas.

Pasa el penúltimo cliente. Un joven de rostro amable y sonrisa angelical. Cabello castaño claro corto, poco más de 1.70, piernas algo voluptuosas comparadas con su delgada cintura, ojos  y nariz pequeños, labios muy carnosos y piel perfecta.  El cajero se sonroja, hay pocos clientes tan lindos como él.

---Buenas tardes. Bienvenido a su banco, ¿En qué puedo ayudarlo?

---Buenas tardes.----. Su voz es tranquila y sensual.---. Por favor, apóyeme con esto.---. Le pasa un papelito muy bien doblado que tiene impreso a computadora:

“No te muevas. No hagas nada estúpido. Tan solo dame todo lo que tengas en tu caja. No me obligues a tomar medidas drásticas”

El cajero volteó asustado. El chico seguía sonriente y dulce y todavía le hace la seña de que se apure. No tiene tiempo que perder.

El cajero abre su gaveta y empieza a sacar lo que hay en ella. No está muy seguro de cuánto es, pero aproximadamente son unos 33,887, 190 KW una suma algo fuerte, nada que represente mucho para el banco pero por lo que seguro a él lo pueden meter en prisión.

Lo pasa por la ventanilla y el chico rápidamente lo guarda en una mochila vieja. Todavía dice fuerte para que los de alrededor escuchen “¿No firmo nada más?”, el cajero le responde con un tímido “No”.

---Hasta luego, eres muy amable.---. El cliente le dedica otra resplandeciente sonrisa y se encamina a la salida.

Justo en ese momento el cajero presiona el botón que activa la alarma silenciosa. El guardia de seguridad sabe que si se activa cierto foquito sobre la impresora es que se ha activado la alarma. De inmediato su postura cambia a una de alera, detendrá al chico de cabello miel en cuanto se acerque.

Al mismo tiempo el gerente se pone tenso y tira unos papeles de nervios, el gran ruido hace que el joven voltee y se percate de ese foco encendido que antes no lo estaba, el nervio del gerente y la pose defensiva del guardia.

---“Este idiota”.---. Sabe que el cajero activó la alarma, ¿Por qué nunca aceptan un “amable asalto”?

Se pone alerta. Mira para todos lados. Si se acerca a la puerta lo atraparan, si se deja de mover, lo atraparán. No quiere ponerse violento y mucho menos quiere lastimar. Solo quiere dinero fácil.

El policía de la entrada empieza a caminar hacia él. Es un hombre grande, fuerte, joven. Con facilidad lo derribaría. El resto de los empleados se empieza a inquietar. Se dan cuenta que es un asaltante solitario, o a lo mucho tiene a alguien afuera, pero dentro de la sucursal está solo, a menos claro, que el ultimo cliente sea su cómplice.

El último joven es un chico moreno, de enormes ojos y ropa casual. Está muy entretenido leyendo un papel, no entiende bien las cláusulas de los contratos y por qué viene un cobro de impuesto por una comisión. Le preguntará al cajero a qué se refiere eso.

El policía se lleva la mano a la cintura, listo para desenfundar su arma. Es cuando el asaltante brinca en su lugar y le habla fuerte

---¡No!.---. Se oye autoritario y confiado.---. No lo hagas. Créeme. Ni siquiera es dinero tuyo. Si algo te pasa ¿Crees que al banco le importará? No seas ingenuo.

---¡AL PISO!.---. El guardia no se dejará manipular tan fácil. Ha sacado un arma de diávolos, no es letal, pero seguro herirá al ladrón.----. Arriba las manos y pon el dinero en el suelo

---O subo las manos o bajo el dinero. Ordena tus ideas.---. Le gusta jugar con las mentes asustadas. El otro cliente levanta la vista del papel, se da cuenta de la situación. Se asusta, está casi en medio del policía y el ladrón.

Tiembla en su lugar. Si el policía falla, la bala irá directo a su pecho. El ladrón parece estar desarmado pero eso nunca se sabe. Si hace un movimiento brusco puede que también salga lastimado. Solo se queda inmóvil con la mente en blanco.

---¡Baja el dinero y luego sube las manos!

---¿Y me dejarás ir?

----¡CLARO QUE NO!

---¿Entonces para que bajo el dinero si no tendré ganancia con ello? Lo baje o no pretendes entregarme. ---. Se empiezan a escuchar las sirenas de las patrullas.---. ¡ERES UN ESTÚPIDO!.---. Le grita al cajero.----. ¿Por qué cuidas un dinero que no es tuyo? Si yo te mato no le darán a tu familia ni para tu ataúd.  Tan fácil que sería solo dejarme ir y decir que no me pudieron detener. Pero, aun están a tiempo…¡Abre esa puerta y déjame salir!

---¡NO TE MUEVAS!:---. El policía nervioso dispara su arma y apenas si rozó la ropa del otro cliente, le alcanzó a dejar una quemada en el suéter.

En ese momento se detienen las patrullas frente al banco y salen los policías apuntando sus armas.

---¡Los tenemos rodeados! Salgan con las manos en alto. Si no lo hacen, entraremos por ustedes. Tienen un minuto.

El ladrón se siente acorralado. El solo quería un “sencillo asalto”. Debe admitir que está nervioso. En cualquier momento los policías entrarán por él y estará perdido. No podrá defenderse de tantos. No quiere ir a prisión. Debe encontrar un modo de salir ileso de ahí.

En un ágil movimiento toma al otro cliente por el cuello y finge tener un arma bajo su chaqueta.

---No empeoremos más las cosas. Abran la puerta de empleados y déjenos salir. No me importa matarlo si es lo que están pensando.

El otro joven está temblando. Siente el cañón de la pistola en sus costillas. Ese chico tiene mucha fuerza. Fácilmente lo tiene sometido. Lo mejor será cooperar e intentar que no lo mate.

Se deja jalar hasta la puerta de empleados. Le quitan el gafete a uno de los chicos y la abren. Justo cuando van saliendo, el policía lanza otra bala rozando el brazo del captor, intentó salvar al rehén.

Ha pasado muy poco tiempo. La policía no puede tener acordonada el área. Sin soltar al chico, el ladrón empieza a correr a toda velocidad. Su rehén corre igual de rápido que él. El ladrón le toma la mano con todas sus fuerzas, no puede dejarlo escapar. Muy cerca de ahí hay un callejón donde está un auto viejo estacionado. El captor abre la cajuela:

---¡Metete!

---¡No!.---. El rehén intenta zafarse de su mano, pero solo consigue que lo someta con una dolorosa llave de lucha, de una bolsa saca un cinturoncito de plástico y se lo amarra a las muñecas. Con un fuerte empujón lo mete al auto. Toma un trapo que estaba en un rincón y se lo pone como mordaza. Lo mira despectivo y le cierra la tapa.

Dentro del auto, tiene un cambio de camiseta y chamarra, se pone una gorra y arranca el auto con toda tranquilidad. Se da el lujo de pasar junto a las patrullas y mira atento igual que todas las personas. Se mezcla entre los demás autos sin ningún problema.

Mientras tanto los policías han entrado a la sucursal, apuntando a todos lados. El gerente les informa “Huyeron por la puerta de atrás”

Hubo una gran movilización, pero ya no los encontraron. Para cuando la policía se organizó, los jóvenes ya estaban muy lejos de ahí.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

---Aquí. Ven.----. El captor ha llevado a su rehén a una casa abandonada. Lo sacó cargado del auto, Arrima una puerta caída y lo lleva a un cuarto. Sin ninguna consideración lo deja caer al piso y lo encierra.---. No hagas ruido

El joven rehén se queda solo mirando a la mitad de la habitación. Recorre con los ojos. Casi no puede ver, está muy oscuro. Se asoma por una de las rendijas. Ve que el ladrón se sienta pesado en viejo comedor. La mesa es un desastre. Tiene comida de hace días. Toma una botella de licor. Le da unos cuantos tragos y después se echa en su herida. Grita y se retuerce de dolor. Esa herida se ve algo grande.

Se enreda un trozo de tela y luego recarga los codos en la mesa. Se nota preocupado.

El rehén lo observa con cuidado. No parece un ladrón ordinario. No tiene tipo de malviviente. Es muy joven, debería mejor ponerse a trabajar en vez de estar robando. Ve que se queda dormido unos minutos. El aprovecha para buscar una salida.

Nada, es un cuarto cerrado. No tiene ventanas ni ventilas. Solo la desvencijada puerta. Debe encontrar otro modo de huir.

El ladrón despierta y alcanza su vieja mochila. La abre y empieza a sacar el dinero que ha robado. Sonríe y se  pone a contar.

El rehén está desesperado, tiene mucho miedo. No puede dejar que pase más tiempo. Debe huir. Sabe que ese hombre lo puede matar. Se vuelve a asomar por la rendija. El joven enciende un viejo televisor de mala señal. Han interrumpido la programación para poner el corte informativo con la noticia de que un asaltante solitario ha robado un banco y en su huida capturó a un rehén. Seúl no permitirá que empiece la violencia en esa bella ciudad. Buscará a ese ladrón y a sus cómplices, los atraparán y serán juzgados con todo el peso de la ley. Pero su prioridad es rescatar con vida al rehén al cual ya tienen identificado por los papeles que tiro al piso al momento de su captura.

Su nombre es Choi Minho. Joven recién egresado de la universidad de la facultad de Medicina. Sin antecedentes penales. Ni siquiera una multa de tránsito. Al parecer no tiene nexos con el “Grupo criminal que propinó el asalto”. No están dispuestos a pagar ningún rescate por el joven. Los buscarán, los atraparan y entonces, los harán pagar.

El ladrón se talla la cara. Sus hermosos labios se inflaman con el violento roce. No quería que las cosas pasaran así. ¿Por qué fue tan idiota de llevarse a un rehén con él? Esto le traerá más problemas. Debió solo echarse a correr. Sólo se mueve con más facilidad.

Ahora no puede dejar libre al chico. Lo delataría con la policía. Tampoco lo quiere tener ahí, mientras más tiempo pase, más grave será su delito. A menos claro, que lo mate y desaparezca el cadáver. Pero el jamás haría eso. No es un asesino. Tan solo es un joven hijo de una prostituta venida a menos. El tuvo la suerte de nacer “lindo” gracias a que su padre era un hombre de dinero cliente de su mamá. Ha tenido una vida difícil, no pudo estudiar y no quiere un empleo mediocre. Le gusta el dinero, pero ya no quiere más problemas con apuestas. Ha perpetrado algunos asaltos en los cuales le ha ido bastante bien gracias a su fachada de “niño inocente y fino”. Prefiere trabajar solo. Alguien más le estorba, no le sigue el ritmo y no encontraría a nadie también con cara de inocente que no le eche abajo sus planes. Además de que no quiere compartir sus botines. Su dinero es solo suyo.

Pero no es un asesino. Debe pensar en algo para librar esto sin tener que dañar al chico que trajo con él. En eso escucha un fuerte ruido. Es su rehén que ya no le importa perder la vida en el intento. Se aventó contra la puerta y logró abrirla. Aún está amarrado y amordazado. Adolorido se levanta del piso y empieza a correr.

El ladrón con facilidad lo alcanza y se le avienta encima. Lo tira al piso. El rehén se defiende y a pesar de estar amarrado logra darle 2 buenos golpes. Pero el ladrón de un fuerte puñetazo en la mandíbula lo dejó casi noqueado. Para asegurarse, le da otro golpe del otro lado de la cara. Lo vuelve a cargar y lo regresa al cuarto. El chico apenas si medio abre los ojos.

---No puedo dejarte ir. Eres  mi seguro de vida. Eres un error de cálculo en mi plan. Ya veré que hago contigo, solo, no me des problemas ¿quieres? No me dejas otra opción.----. Con una cuerda lo amarra a una tubería.---. ¿Prefieres que haga esto? Vaya. Era más fácil quedarte quieto.

---Hjsjdkdmjh.---. La mordaza le impide hablar

---¿Qué dijiste?

---Que te arrepentirás.---. Empieza a hablar más lento para que se le entienda a pesar de la mordaza.----. Pronto te encontrarán y te meterán a la cárcel.

---Ya lo veremos. Tal vez para entonces…ya no alcances a verlo.---. Lo dice tan amenazante que el chico solo se agacha. ---. Muy bien “perrito”.---. Lo dice porque lo tiene amarrado.---. Ya oí en las noticias. Te llamas Minho. Aaah! qué bueno que me acuerdo de algo importante.----. Lo empieza a esculcar. Le mete las manos a las bolsas de los pantalones y le quita todo lo que trae. De paso el reloj.---. No puedo dejarte nada que sirva para comunicarte… ¡mira nada más esto! Solo traes un pañuelo doblado, un chiche de menta, llaves de un auto y tu cartera. Veamos. Algo de dinero, gracias.---. El ladrón se lo guarda en la bolsa de su pantalón.---. Tarjetas de crédito, un calendario, unos ticket, tus identificaciones que dicen “Choi Minho” con dirección y todo. Ahora ya sé dónde vives. Si te pones pesado, puedo visitar tu casa.---. El rehén tiembla.----. Una foto de un pollito, ¡ay qué lindo!. Y ya es todo. Nada muy útil. De todos modos me lo quedaré.---. Se echa el chicle de menta en la boca y le habla muy cerca al chico.---. Bien Minho, no des problemas, no puedo dejarte ir porque me delataras a la policía.---. El rehén niega con la cabeza.---. Sh, sh, sh, ahora dices que no, pero en cuanto tengas un pie afuera correrás a decirles dónde estoy. No puedo ir a prisión. Encontraré el modo de cambiar tu libertad a cambio de la mira. Claro, si algo sale mal pues deberé “cambiar de planes”.---. Se da cuenta que tiene una quemada en el suéter por la bala.---. Esta bala ¿Pasó muy cerca no? Es una pena. Era un bonito suéter.---. Le acaricia la quemada.---. Yo salí peor. Esto duele.---. Le enseña su brazo.----. Y cuando algo me duele, me pongo de mal humor.---. Le jala el cabello y le habla casi sobre los labios.----. No acabes con mi paciencia. No te haré nada si tú tampoco haces nada.---. Le acaricia el primer golpe que le dio que empieza a inflamarse.---. Esto te dolerá más tarde. ¿Acaso te gusta el dolor? Intenta volver a huir y te haré sentir tanto dolor que morirás feliz ¿Entendido?.---. Minho asiente.---. Bien.---. Le da un puñetazo en seco en el abdomen.---. Para que no se te olvide.

Se va dejando al chico doblado sin aire. Sin embargo, Minho supo que no lo golpeo con todas sus fuerzas. Solo le dio un escarmiento. Por lo visto estará más a salvo si no vuelve a hacer nada estúpido ¿Pero cómo se le ocurrió intentar escapar frente al ladrón? Pudo haberlo matado. Sin embargo solo lo detuvo y lo amarró. Si lo mata las cosas se pondrán peores para él. Fue un momento de desesperanza que casi le cuesta la vida. No lo volverá a hacer, ya habrá otra forma. Tiene suerte de que no le haya hecho nada.

Se sienta en el piso, no hay otra cosa que pueda hacer. Sigue observando a su alrededor con la esperanza de encontrar algo. Empieza a llorar. Tiene mucho miedo. El tan solo cometió el delito de estar en un mal lugar en un mal momento.

Su familia, debe estar desesperada buscándolo. Pensando que tal vez  ya esté muerto. Es una pesadilla de la cual quisiera despertar. Una especie de sueño lo empieza a invadir, sin darse cuenta cae en una inconsciencia que no es ni sueño ni desmayo, solo una defensa de su cuerpo para no caer en shock.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*--*-*-

Escucha unos ruidos afuera, como bolsas. Luego nada. Otra vez ruidos. Luego los pasos del ladrón que se acerca. Se hace bolita en su lugar con temor. La cara le duele del par de golpes que le dio. La puerta se abre y él se finge dormido.

---Oye…oye.---. El ladrón le da unos toques con la punta de su pie para despertarlo.----. Siéntate bien. Te traje comida.---. Con el olor Minho se endereza y se pone algo feliz ¿Qué le habrá llevado? Lo ve que trae un plato y un vaso en la mano.----. Ya es tarde. Traje pollo.---.Le quita la mordaza.

---Gracias.---. Responde tímido

---En realidad, lo pagué con tu dinero. Ni creas que usaré MI dinero en ti. A ver, di “aaah”.----. Corta un pedazo pequeño de pollo con un tenedor de plástico y se lo acerca a la boca. El rehén duda unos segundos, pero se muere de hambre

---“Aaaah” mmm está bueno.

---El Pollo siempre es delicioso.

Sigue cortando pequeños pedazos y alimenta al chico en la boca. Lo observa con cuidado. Se pasó al golpearlo tan fuerte en la cara. Pero no podía dejarlo huir. Le llaman la atención sus grandes ojos redondos. Su ropa fina. Siente algo de envidia.

Minho apenas si levanta la cara, no quiere que el ladrón piense que lo está retando. Le llama la atención que es cuidadoso para alimentarlo, le da trozos pequeños y suficiente líquido, le limpia los labios con suaves toques para no lastimar sus golpes.

Las pocas veces que lo ve a la cara, le llama le atrae su piel tan lisa. A pesar de su pésimo corte de cabello se ve atractivo. Sus ojos son duros. Son más o menos de la misma edad.

---¿Aun te duele mucho?.----. Le hace la seña a su herida del brazo. A pesar del alcohol que se puso, el trapo que se enrolló tiene bastante sangre.----. Eso necesita unas puntadas.

---No, casi no duele…¿qué te importa?.---. Responde cortante. No quiere mostrar debilidad

---No es que me importe. De hecho, mejor para mí. Porque fue herida con arma de fuego, el calor debió casi cauterizar la herida, pero aun tienes sangre. Si esa herida sigue abierta en 48 horas se infectará, te dará fiebre, perderás más sangre y una de 2, o te cortan el brazo por gangrena o te mueres. Cualquiera de las 2 es buena para mí. Porque podré irme. Solo debo sentarme a esperar.

---Jaja ¿Crees que moriré? No tendrás tan buena suerte. Solo fue un rozón.

---Como gustes.---. Lo ve levantarse de su lugar con el plato y vaso vacíos.---. Gracias…por la comida.

---Hn. Ya cállate.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

DIA 2

Minho abre sus ojos. Se encuentra amarrado dentro del cuarto. No fue una pesadilla. En verdad fue secuestrado en el banco. No deja de pensar en su familia. Sin tan solo tuviera como decirles que está bien.

Escucha unos pasos. Luego la televisión. Se oye el noticiero de la mañana, entonces deben ser como las 7:30. Siguen hablando del robo del banco:

“No se han tenido noticias del estado del rehén. El secuestrador no ha pedido rescate por él. Pero gracias a unas huella digitales que dejó en su huida se ha logrado identificar como Lee Jinki, que usa el sobre nombre de Onew. Está fichado por delitos menores como apuestas ilegales y robos menores. En este momento la policía trabaja en su localización. En otras noticias (…)”

---“Se llama Jinki. Hn, y se hace llamar Onew, vaya que es un nombre ridículo”.---. Otra vez los pasos se acercan y de nuevo él se finge dormido.

---Despierta. No te hagas el dormido. Eres pésimo actor.---. Otra vez trae un plato en la mano y una taza con algo humeante. No tiene más remedio que enderezarse.----. Seguro escuchaste las noticias.

---Si. Dijeron tu nombre.---. Se agacha.---. ¿Por qué no solo me dejas ir? No diré nada. Tan solo que pude huir y que nunca pude ver tu rostro. Jinki…por favor…¡Déjame ir!

----¡No me llames Jinki! No te he dado ese permiso..---. Su mirada severa es hermosa. Amedrenta a su rehén.---. Tampoco te dejaré ir. Debo pensar en algo mejor. Tal vez te corte la lengua para asegurarme que no hablarás. Te traje un pan y café.

---Gracias.---. En automático abre la boca y recibe un pequeño bocado de pan dulce. Le sabe a gloria. Sus labios hacen un ligero contacto con los dedos del secuestrador.

Se miran a los ojos unos segundos. A Minho le gusta que no ve maldad en su secuestrador y a Jinki le agrada el temor y sumisión de su rehén, aun se siente culpable de verle la cara golpeada.

---Si me prometes no intentar huir te soltaré.

---Lo prometo.---. Lo dice de corazón.

El ladrón lo libera de la cuerda y del cinturoncito de plástico. Se siente tan bien tener las muñecas libres. Así ya no necesita que lo siga alimentando. Jinki regresa a su asquerosa mesa y también se come su pan con café pero sin dejar de vigilarlo. Se miran  mientras comen. Es casi como desayunar juntos.

---¿Y tu herida?.---. No puede evitar preguntar. Ese trapo está lleno de sangre.

---Mejor.

---No es cierto. Necesita limpieza y puntadas. Vamos. Soy médico. Puedo curarte.

---No

---Como quieras. Solo ten en cuenta: si en 12 horas empiezas con fiebre es indicio de una fuerte infección y aun podré salvarte el brazo. Si te niegas pues… ya sabes. Gracias por el pan.

Jinki ya no le responde. Pero se queda con la espinita de lo que le dijo. Se va a un rincón y se revisa. Eso se ve algo feo. Se echa más agua y alcohol. Seguramente no es nada.

CONTINUARA……….

Notas finales:

¡Cómo me emociona publicar el primer capítulo de algo! Este es el primer capítulo de mi nuevo fic. ¿Qué crees que pasará con la herida de Onew? ¿Minho tendrá la oportunidad de escapar? Te espero en el siguiente capítulo.

 Pero, aprovecho este espacio para hacerme publicidad: Acabo de publicar un One shot. OnewXKey: LA LUNA EN EL TEJADO.

"Onew es un joven con una vida monótona. Sin embargo, llega a vivir un misterioso adolescente al lado de su casa. Cada noche, ese chico sube a su azotea a contemplar a la luna, mientras llora desahogando sus penas 

¿Qué es lo que hace sufrir tanto a ese delgado muchacho de facciones bonitas? Onew está dispuesto a descubrirlo. Desea conocerlo, consolarlo, secar sus lágrimas, o cuando menos, escucharlo."

http://www.amor-yaoi.com/viewstory.php?sid=181871

Este fic es romántico 100%. Si no tienes ganas de sangre, muertos, lágrimas y solo quieres un relato dulce y tierno como la fresa, te recomiendo este Onew Shot.

Nos vemos...deja un review con tus comentarios plisssss


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