Desierto
Era todo lo que había a mí alrededor un sitio deshabitado, casas abandonadas que con el trascurso del tiempo han ido deteriorándose.
Solo se escucha el sonido estridente de mi radio a kilómetros de distancia, la moto dejó de funcionar cuando llegué a este extraño y abandonado pueblo. Aún estoy parado sin motivos para moverme. ¿Cómo llegué aquí? Pregunto a la nada, esperando que alguien responda, pero la respuesta ya la conozco. Una llamada de auxilio, eso era, ni más ni menos. Alguien me necesitaba, era lo que yo me decía o mejor dicho lo que quería creer, desde Siberia….
No podía volver atrás, ya no. Tomé una decisión y debo llevar el peso de mis acciones y rogar que con el tiempo me dé su perdón... Tony. Concéntrate en la misión! Repito, sacudiendo mi cabeza no queriendo recordar eso precisamente.
Tengo una misión.-Trato de concéntrame en la llamada de auxilio de este pueblo inexistente. La señal de ayuda terminaba en ese sitio eriazo. Las comunicaciones fallaban, sólo servía la radio que emitía una melodía melancólica, cómo si lloraran por alguien o por algo.
Lo mejor era comenzar a inspeccionar el lugar y buscar el origen de la llamada, pero a medida que pasaban las horas, no hallaba nada más que casas abandonadas y otras cuantas ya desplomadas, hasta que por una fuerza superior a mi, me detengo en una en particular. Por instinto decido revisar dicha casa, ya que era la más llamativa del lugar y que seguía intacta a pesar del tiempo. Era grande, parecía un castillo y algo que no podía explicar me atraía cada vez más a esa casa. Lo que no sabía es que lo lamentaría para siempre.
Cuando entre a la casa, decidí ir al último piso, había visto desde el exterior una luz tenue y azulada. Con amargura me recordó la luz del reactor pero lo descarte, él no estaría aquí, él ya no estaría a mi lado, no después de que lo abandone en Siberia. No tenía derecho de seguir amándolo.
Al adentrarme en la antigua casa, me encontré en uno de tantos pasillos de lugar, sin tiempo de memorizar seguí mi cometido subiendo escaleras hasta llegar a la azotea, al abrir la puerta y contemplar el origen de la luz, sentí una opresión en mi corazón...
-Tony.- Susurre sin poder creerlo. Él está aquí, él está aquí! está aquí!! Repetía en mi cabeza, pero eso no podía ser cierto, o acaso los deseos de verlo estaban haciendo estragos en mi mente? Mi corazón jugaba con mi subconsciente al imaginarme que él estaría frente mí. Bruscamente todos mis pensamientos fueron congelados cuando ese Tony que veía frente a mi, producto de mis anhelos respondió rudamente.
-Tú qué haces aquí-.
-Re-recibí una señal se auxilió.-Respondí apresuradamente.
Ahora observándolo mejor puedo ver que viste la armadura de Iron-Man pero que no ha hecho ningún movimiento desde que llegue. Me aproximo a pasos lentos y veo que la armadura estaba inerte en el suelo junto con su portador. Acaso no se podía mover? ¿Estaba herido?
-¿Té puedes mover?
-No.-
Fue su cortante respuesta, iba a preguntar si estaba herido pero antes de poder decir algo, habló.
-Algo pasó y de un momento a otro la energía del reactor se apagó, quede atrapado acá-. Respondió sin mirarme.
Vacilante ante lo que Tony contesto y más aún porque me respondió, decidí acercarme más a él y con una delicadeza que hasta a mí me asombró, retire manualmente poco a poco su armadura. Mientras lo hacía de reojo veía a Tony, no protestó pero tampoco habló, ni si quiera me miraba. Al terminar de retirar toda la armadura, este se levantó y se dirigió a la salida como si mi presencia lo quemara.
-¿Cómo llegaste?-Fueron sus únicas palabras.
-En mi moto, pero está descompuesta.-
-¿Alguien más está acá?
-No.-
Al salir de la azotea contemplo por la ventana del segundo piso que ya está anocheciendo y era peligroso salir. Tony parece haber llegado a la misma conclusión que yo. Antes de poder hablarle, entra a una habitación de la casa y me cierra la puerta en la cara. Resignado, hago lo mismo y ocupo la habitación continua a la de Tony, sólo por precaución
-sangre –sangre-
Me despierto asustado por unas voces, al incorpórame de la cama contempló la habitación, no observo nada inusual, sólo la oscuridad de noche.
-sangre –amor-sangre-
Vuelvo a escuchar las voces y de inmediato me coloco en posición de ataque pero no hay nada fuera de lo normal. Aún intranquilo, regreso a acostarme pero antes de llegar a la cama vuelvo a escuchar las voces.
-Sangre-No esta-sangre-
Entro en pánico y pienso en Tony. Sin pensarlo fui a su habitación, tenía que ver que estuviera bien, que estuviera ahí, solo quería comprobarlo.
Al entrar a la habitación, contemplo a un apacible Tony que dormía como si nada pasara.
-Sangre-sangre-
Nuevamente escucho las voces, pero las ignoro. Decidí mejor despertar al castaño, para cerciorarme que el también las escuchaba
-dánoslo- nos pertenece-tú lo dejaste-
Sacudí a Tony para que este reaccione, consiguiéndolo al primer intento.
-Y a ti qué te pasa, que quieres Rogers.- Gruñe Tony zafándose de mi agarre.
-Sangre-sangre-
-No escuchas eso?- Murmuro asustado ya que las voces cada vez son más.
-No -Fue su cortante respuesta- Vuelve a dormir.-Y se vuelve a acostar dándome la espalda.
-Entrégalo- entrégalo-
Decidí quedarme en la habitación con Tony, él no protesto pero tampoco me volvió a dirigir la palabra.
-Escudo-amor-desamor- otros-sangre
Vuelvo a escuchar las voces pero no las tomo en cuenta, me quedo observando a Tony dormir. Eso me tranquiliza en cierto sentido, deseo dormir con él, entrelazar nuestras manos... que me sonría como antes. No sé cuándo llegue a darme cuenta de cual importante era Tony para mí, pero desde que lo abandone en Siberia, me lamentaba, no valió la pena salvar a un amigo si por ello perdí a otro. Era un amor, unilateral ya que fui yo quien se encargó de arruinarlo.
-Arruinar- arruinar-
-AGHH!!!
De un momento a otro Tony despierta gritando, yo me pongo en alerta pero no hay nadie más en la habitación que nosotros dos. Intento acercarme a Tony y contemplo un corte en su antebrazo. Es un corte fino pero profundo, vuelvo a observar la habitación y cerca de la ventana veo algo brillar, al acercarme veo que es un trozo de vidrio manchado en sangre.
-Sangre-sangre-Tony-sangre –sangre-
-Tenemos que irnos de aquí.-Sentencio, mientras hago un vendaje en su antebrazo con las sabanas.
-Qué te pasa, yo no me moveré de acá y menos contigo Rog…
Pero sus palabras murieron, cuando él escucho las voces.
-Sangre- sangre-
-Escuchaste eso también-. Fue más una afirmación que una pregunta. Sin responder le tomo de la mano y salimos de la habitación.
-Sangre –sangre-amor-desamor-mío-
Estábamos en los pasillos, no me había percatado antes de los muchos retratos que existían y por la expresión de Tony, él tampoco pero seguimos nuestro camino para salir de esa casa.
-Sangre-desamor-
Di unos cuantos pasos más pero me detengo al sentir algo fresco en mi mano, veo que es sangre, pero no me duele, no veo herida. Al regresar la mirada a Tony lo encuentro cubriéndose la cara.
-Sigamos- Respondió sin quitar las manos de la cara.
-Pero Tony, estas bien.-
-Sigue-. Grito
-Lagrimas-lagrimas-lagrimas-
Al bajar las escaleras escuche un estruendo atrás de mí, al girarme observo a Tony en el suelo con diferentes cortes. Me precipito a su lado viendo que se fracturó una pierna. Intente tomarlo pero este se aleja y me queda examinando. Ninguno sedemos en nuestras miradas, hasta que Tony con toda la fuerza que le queda se pone de pie. Murmura algo que no logro escuchar.
-Lagrimas-desamor-lagrimas-
Estamos pasando el living pero tengo una extraña sensación me detengo al voltearme y toparme con la mirada de Tony me doy cuenta que no está. ¡¡Tony no está!! ¡¡No estaba detrás de mí!! ¡¡No está por ningún lado!!
-Lagrima- mostró- lagrima- sangre-
Comienzo a gritar llamándolo desesperadamente, pero no recibo respuesta. Comienzo a destrozar el lugar, rompo todo lo que interfiere en mi búsqueda, mesas, espejos, vidrios, sillas, puertas... pero no encuentro a Tony por ningún lado.
No, no, no. No me puede estar pasando, debí cuidarlo, cómo lo perdí de vista? cómo deje que se lastimara? cómo lo aparte de mí!? Es mi culpa, mi culpa!!
-Steve –Steve-
Comienzo a desesperarme, más con las voces que se escuchan más fuertes, trato de ignorarlas…yo sólo quiero ver a Tony.
-Steve-PARA-STEVE-
Sigo golpeando sin razón la pared.
-No- No- No!!!
Sigo gritando.
-¡¡¡TONY!!!-
Pero no lo encuentro.
-Sangre- sangre-él es mío-
Todo está oscuro. Siento mis pies pesados y mi ropa húmeda.
-Es mío- es mío- es mío- y de nadie más-
Mi respiración se agita cada vez más al no encontrar una fuente de luz, al no encontrar salida, al no encontrarlo a él.
-Desamor- desamor-
Comienzo a llorar de la desesperación, al no encontrarlo.
-Steve- las pesadillas terminaron- Steve-
Estoy arrodillado en medio de una sala. Ya calmado observo mis manos, estas están bañadas en sangre, pero no es mía. Pero es un vello color carmesí.
-Steve-Steve-
Contemplo que hay algo debajo de mí bañado en sangre, es ese hermoso carmesí.
-Te amo- Te amo-
Hay unos ojos que me miran, no pestañean, no me ignoran, solo mantiene su mirada fija en mí, sólo en mí
-Él es mío-solo mío-
Levanto un pedazo de vidrio y lo estrello contra esos ojos, golpeo el bulto debajo de mí una y otra y otra vez.
No sé en qué momento, pero comienzo a reírme en voz alta, luego estoy llorando mientras sigo golpeándolo.
-Mío- mío- mío-
Dejo el pedazo de vidrio ensangrentado, mis manos están hechas pedazos. Pero esos ojos todavía me observan. Es hermoso y solamente mío! Reclamo esos labios que me pertenecen, recorro todo ese cuerpo con besos, queriendo marcarlo.
-Nadie nos separara- nadie- nadie- nunca más-
Quería estar más cerca de esos ojos, más cerca!! Los besos se transformaron en mordidas, cada vez más desesperantes, quería un mayor contacto y las mordidas se hicieron más profundas. Poco a poco comienzo a comer. Es una delicia.
-Sangre- sangre-
-Sangre-. Repito murmurando a nadie en particular.
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Salen los primeros rayos de sol iluminando la habitación, contemplando una escena grotesca. Dos personas, un cuarto manchado de sangre, vidrios rotos mesas, sillas por igual…todo adornado con ese color carmesí.
Se ve un cuerpo mutilado, en el piso, y una persona encima de ese cadáver murmurando.
-Nadie nos separara- nadie nos separara.
Mientras sigue comiendo algo entre sus manos.
-Ya nadie son separara Tony.
Fin?