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Transcendence por Kayami Trafalgar

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Era un día como otro cualquiera en la ciudad domino el día empezaba para nuestro querido protagonista, un día muy largo por así decirlo…

Todo había empezado cuando su otro yo, cuando su oscuridad, cuando su yami se fue de su vida… era lo más doloroso que pudo haber vivido, aun  más doloroso que todos esos años en los que vivió solo y sin ningún amigo, desde que había armado el rompecabezas del milenio toda su vida dio un vuelco, paso de ser el niño solitario que no pertenecía ningún lugar , a ser parte de su propio entorno , ahora tenía amigos , sus compañeros lo conocían, era parte de su salón de clases , ahora ya nadie lo molestaba de hecho empezó a sobresalir por sus notas , ya que era uno de los mejores , incluso hasta sus profesores habían cambiado su perspectiva de él, ahora se podía decir que no era totalmente diferente, no era querido, pero si era aceptado y con eso le bastaba, porque realmente eso no le importaba lo que le importaba realmente, era ….yami

Pero ese ahora era cuando él estaba, ese ahora ya no existía….

él se había ido, el ya no estaba, su interior estaba hecho un caos no sabía qué hacer, no sabía a donde dirigirse, que iba a ser de el …no tenía idea en absoluto, lo que si podía saber con exactitud es que estaba destrozado, había vuelto al principio de todo, no tenía amigos, no tenía en quien confiar, no tenía nada.

Los que alguna vez se hicieron llamar sus amigos le habían fallado a la primera oportunidad empezando por su dichosa “mejor amiga” Tea, ella al igual que él empezó a extrañar a yami, a su yami, se le notaba cada mañana que venía a la secundaria sus ojos hinchados y rojos prueba de que había llorado acompañado de unas tremendas ojeras, las primeras semanas no pasó nada simplemente se alejaba con la excusa de que no se sentía bien.

Hasta que un día lo vio acariciando su rompecabezas sonriendo como en los viejos tiempos, con pasos largos se acerco y trato de quitarle su rompecabezas, mientras le gritaba con la excusa de que él no lo merecía que era culpa suya que el faraón se haya ido, si él hubiera perdido el duelo, tal vez ahora el estaría con ella y no estuviera sufriendo como estaba haciendo ahora, tras eso simplemente le dio una cachetada y se fue corriendo.

Todos en su clase se le quedaban mirando y los cuchicheos no se hicieron esperar, se escuchaba claramente como decían:

pobre yugi, pero que habrá hecho”

como pudo hacerle eso a tea, pensé que era su amigo

o

“ya ves te dije que no debíamos confiar en ese enano raro, y mira ahora hasta maricon nos salió, no vaya a ser que nos contagie mejor nos alejamos

eso ultimo le dolió y mucho , un nudo acompañado de un vacío se formó en su estómago , no sabía cómo reaccionar ante esto , busco con la mirada a sus otros dos amigos ,encontró a Joey primero estaba parado con Tristán junto a la puerta, el rubio solo lo miraba seriamente, pidió auxilio con la mirada , pero este simplemente desvío la mirada , luego busco a la mirada de Tristán este simplemente negaba con la cabeza decepcionado, que había pasado con sus amigos , con esos amigos que había enfrentado millones de situaciones peligrosas que casi le cuesta su vida, que había paso con esos amigos que le decían juntos hasta el final, que había pasado con ellos???¡¡

No lo sabía, pero no pudo aguantar por más tiempo, las lágrimas habían empezado a bajar por sus mejillas, estaba llorando y todos los de su salón no quitaban la mirada, algunos lo miraban con lastima y pena, otro solamente lo miraban curiosos o con burla, aun recordaba como uno de sus compañeros se había parado y gritado:

JA JA AHORA LLORAS Y TE HACES LA VICTIMA ¿?? MIRA QUE TRISTE DEBERIAMOS IR A CONSOLAR AL PEQUEÑO MOTOU -mirándolo con tristeza fingida - ESE PEQUEÑO MOTOU QUE LE BAJO EL NOVIO A TEA , Y TE HACIAS LLAMAR SU AMIGO- golpeo con sus dos mano la mesa frente a el - VAYA CLASE DE AMIGO QUE ERES, SUERTE QUE YO NO SOY TU AMIGO- dirigió su mirada al frente mirando a su alrededor-TODOS¡¡¡-llamando su atención- ESTO SOLO ES UNA ADVERTENCIA , NO DEBERIAN JUNTARSE CON MOTOU YA SABEN QUE CLASE DE PERSONA ES NO?- mirando fijamente a yugi- ERES UN RARO , UN NERD -contando con los dedos de sus manos – UN ANTISOCIAL , UN  MOLESTOSO...mmm que más ¿??- fingiendo duda- así… eres un MARICON – termino gritándolo

De repente se empezó a escuchar a unas cuantas voces y luego a más y más y termino con todo el salón  diciendo “MARICON¡¡¡, MARICON ¡¡¡, MARICON ¡¡¡” mientras golpeaban sus pupitres, miro a su alrededor buscando ayuda esta vez no encontró ni a Joey ni a Tristán, todos estaban en su contra, estaba asustado miro a un costado suyo, estaba la puerta medio abierta, no dudo un momento se paró y salió corriendo, quería olvidar todo, quería desaparecer todos estaban en su contra y no lo podían haber dejado más en claro .

Había llegado llorando ese día a su casa-tienda, había ignorados a todos en la calle simplemente corrió con todo lo que le daban sus piernas, las voces de sus compañeros, todavía se escuchaban en su cabeza, repitiendo una y otra vez, que era un maricon, él no era eso, simplemente se había enamorado

¿era malo enamorarse?

¿era malo amar a alguien?

¿era realmente malo amar a una persona de su mismo género?

¿Qué era lo que estaba mal?

No quería que su abuelo lo vea en ese estado, apenas lo vio asomarse por el pasillo, salió corriendo a su habitación, no quería preocupar a su pobre abuelito con sus estúpidos problemas, pero esos estúpidos problemas le dolían y mucho, apenas entro a su habitación, cogió su almohada y fue a encerrarse al baño, una vez dentro, la abrazo y empezó a llorar libremente, sus gemidos lastimeros eran opacados por la almohada, la abrazaba fuertemente ocultando su rostro en ella, ¿Por qué sucedía esto ahora?¡¡¡¿por qué?¡¡¡ por que no sucedió cuando él tenía un apoyo incondicional, un verdadero mejor amigo, porque no sucedió cuando tenía a yami a su lado…

Con yami a su lado hubiera podido llevar esa situación, hubiera podido superarlo en un momento ni siquiera le hubiera importado mucho, hubiera continuado con su vida como si nada, aun sin el apoyo de sus supuestos amigos…

Pero él no estaba, él se había ido, no sabía si iba a volver o no, ya no sabía nada de el…

   Desde ese momento, todo había empezado a ser diferente de cómo era el “ahora” de antes, sus compañeros lo ignoraban, hablaban mal de el, le escondían el pupitre, le ocultaban o robaban la cartera escolar, a cada oportunidad que tenía le botaban con papeles, basura y lo que encontraran a su paso, sin olvidar que le empujaban, ponían tranca, y lo golpeaban “accidentalmente”.

Su abuelito no sabía nada, y tampoco se iba a enterar, él se ocuparía de eso, cada día era un martirio, un castigo para él, cuando desayunaba junto a su abuelo, siempre sonreía y decía que estaba bien…una dulce y amarga mentira, pero lo soportaría, lo soportaría por su abuelo, lo soportaría por yami, lo soportaría por el mismo, porque durante todo ese tiempo se había puesto a pensar de quien era culpa de que estuviera pasando toda esa situación, y llego a una conclusión…todo era su culpa

Era su culpa, que el faraón se haya ido, porque si él no hubiera ganado el duelo, el estaría ahí

era su culpa por que él nunca lo supo apreciar como es debido, claro que se lo había demostrado, pero no había sido suficiente

era su culpa por que nunca se atrevió a decirle lo que sentía

era su culpa por que jamás se puso a pensar o se dio cuenta de que su amiga se había enamorado de la misma persona

era su culpa por que jamás le presto suficiente atención, ni demostrado su cariño a sus amigos, porque si lo hubiera hecho ellos no se hubieran dado la vuelta contra él.

Y sobre todo era su culpa por enamorarse ….

Era un día como otro cualquiera en la ciudad domino el día empezaba para nuestro querido protagonista, un día muy largo por así decirlo…

No tenía ganas de levantarse quería seguir durmiendo, quería seguir soñando, quería seguir imaginando que su yami estaba a su lado, que el había vuelto para sacarlo de su infierno, que había vuelto para llevar y ser felices, pero como hasta ahora como muchas de las cosas que deseaba no iba a ocurrir, se empezó a escuchar un sonido estruendoso detrás de él, no hace falta ser adivinos para saber que era la alarma, esa era la que anunciaba que otro asqueroso día de su vida comenzaba , si es que se lo puede llamar vida.

Estaba pensando seriamente en hacerse el enfermo, no era mala idea de hecho, así nadie lo iba a molestar, pero hoy no podía había un examen que valía el 50% de la nota final e iba a ser hoy día sin olvidar que, si se hacia el enfermo su abuelito se preocuparía y dejaría la tienda de lado solo por atenderlo, para el, eso era demasiado, no dejaría que su abuelo hiciera eso solo por una mentira.

Con pereza se levantó, de hecho, fue una tarea titánica a su parecer, tenía sueño todavía y la cama todavía se encontraba caliente, si volvía ahora todavía podía recuperar el sueño, cuanto deseaba hacer eso, pero no podía, vio el unirme colgado en la pared lo tomo y empezó a cambiarse, a medida que se iba descambiando fue viendo zonas moradas y verdes que resaltaban en medio de su piel nieva, no faltaba saber que eran moretones, moretones causados por sus “compañeros”

Dio un golpe a la pared

Odiaba ver esos moretones, le hacían recuerdo de su triste existencia, le hacían recuerdo de sus culpas; apuro sus manos y se puso por completo su uniforme, se dirigió al baño ,se lavó su cara con abundante agua y se mojó su pelo, no pudo evitar ver su reflejo en el espejo del lavado, no se reconocería hacia algunos años, su pelo ahora mojado se veía que estaba largo, llegaba un poco más debajo de sus hombros, su cara más pálida de lo que recordaba, estaba acompañada de unos ojos totalmente vacíos y unas ojeras notorias, bajo la mirada vio sus brazos , estaban repletos de líneas por todo lado junto con algunas manillas de liga, eran sus cicatrices de guerra, eran prueba de su dolor, eran prueba de que era un guerrero.

Agarro una de las ligas y con su mano libre simulo una coleta alta, movía su rostro en distintas posiciones mientras se miraba en el espejo, no estaba tan mal, decidió ponerse la liga y salió del baño

Al pasar agarro su cartera escolar y salió de su cuarto, estaba bajando tranquilamente con su rostro inerte preparándose mentalmente para ver a su abuelo.

-          Buenos días yugi-saludo- ¿qué tal amaneciste hoy? -pregunto con una sonrisa un anciano frente a él, sentado en una mesa pequeña, era su abuelo, su querido abuelo, siempre con su overol verde, su camisa y su banda sobre su cabeza, para ser un anciano se veía muy tierno

-          …-rápidamente sonrió, con una de esas sonrisas dulces que te aseguran que están bien, aunque no era así- buenos días abuelito, yo amanecí bien …solo un poco cansado y ¿tu? - dijo mientras se sentaba en la mesa y trataba de cambiar de tema

-          Bien bien, algo emocionado hoy me llega los nuevos juegos que pedí- emocionado mientras empezaba a brillarle los ojos – ¿no quieres venir en la tarde después de tu instituto a jugar conmigo?

-          Claro que si abuelito- no era capaz de negarle algo a su abuelito, sabía que a cada salida él era golpeado, esta vez se escaparía solo para poder hacer feliz a su única familia

-          Wuuuuhuuu -parándose victorioso- bien te esperare yugi, no te tardes mucho ¿si? - dijo con esa sonrisa fraternal que le calmaba internamente, como diciendo “todo está bien”

-          Si está bien abuelito…

Siguieron hablando de un montón de cosas, aunque en realidad el único que hablaba era el abuelo, él no decía nada solo asentía y soltaba una que otra sonrisa.

Al final sin darse cuenta se había hecho tarde para su instituto, su alarmado abuelito se había dado cuenta, salió corriendo de su casa-tienda, pero al estar lo suficientemente lejos como para que no lo puedan ver, se puso a caminar con calma, no quería llegar a su instituto.

Miraba todo a su alrededor como gente que caminaba a su alrededor, totalmente ajenos a él, para ellos él no importaba, él estaba ahí, él simplemente no existía.

Cada persona era diferente y a la vez tan igual, diferente porque cada persona tenía sus propias características, como, por ejemplo: la contextura, altura, pelo, ojos, etc. Pero a la vez tan iguales porque cada uno de ellos eran seres corrompidos, seres que se habían dejado en lo que respecta a lo carnal, con solo verlo ya lo sabía, porque ellos mismos se delataban.

como ese señor con traje y maleta que cada mañana iba a la misma hora a su trabajo, pero volvía a altas horas de la noche, con la excusa de que tenía mucho “trabajo”, vaya trabajo que tenía por qué ahora mismo veía como miraba a las colegialas de una manera no muy decente, en su bolsillo de pecho se notaba claramente como sobresalía una pequeña tarjeta que en letras pequeñas tenía “sex” en un pequeño extremo, apostaba todos sus ahorros que se apenas salía de su trabajo, iba para un prostíbulo, a disfrutar todo lo que pudiera, olvidando que tiene una esposa que lo espera en casa.

O como aquellas dos colegialas, que eran “amigas”, andaban riendo contando quien sabe que cosas, podía ver claramente como las dos fingían, como se ocultaban bajo una sonrisa tierna y dulce, disimulando ante la otra, las dos estaban vestidas de manera similar, estaban con peinados similares, con eso podía deducir que las dos se odiaban, las dos se envidiaban, las dos eran hipócritas. Por dentro solo buscaban la forma de dañar a la otra.

O como ese hombre que aparentaba unos 30 años ahora mismo andaba apretando los nudillos, con el ceño fruncido, murmurando maldiciones por lo bajo, en su dedo anular se encontraba un anillo muy simple de plata, era casado, en el extremo de uno de sus mangas veía una pequeña y casi imperceptible mancha carmesí, ¿bingo?, el golpeaba a su esposa, por lo que veía tenía problemas con el control de la ira, y se desfogaba en ella, pobre mujer, atándose a un mounstro como este se sentenció a si misma.

El camino por más que quisiera no era infinito, termino llegando a su instituto estaba parado frente a ese gran edificio, no tenía ganas de entrar, pero ya estaba ahí, mentalmente se daba ánimos, salto la reja que estaba frente a él, y vio a lo lejos el grupo de atrasados que ahora caminaban acompañados de un profesor, de seguro iban a pararse fuera del aula con cubetas, no estaba de humor para cargar cubetas hoy, suficiente había tenido con ir a clases hoy, con sumo cuidado se acercó a los matorrales que cercaban por dentro al instituto, era buen camuflaje , camino sigilosamente entre ellos para que no lo pillasen, se acercaría hasta el baño entraría y fingiría salir de el para luego subir hasta la azotea y esperar a que termine la primera hora.

Era pan comido, todo este tiempo había aprendido a ser más sigiloso al tener que escapar de los continuos acosos, pero como siempre era grupos enteros los que lo acosaban, terminaban atrapándolo, pero bueno ahora su único pensamiento era poder llegar sin ser descubierto hasta a azotea. Y así lo hizo, y tanto tiempo fingiendo estar bien ante su abuelo, lo volvieron un buen actor, su actuación fue muy convincente ante el profesor de educación física que se le había quedado viendo fijamente, por un momento pensó que lo había atrapado, pero cuando retiro su mirada de él, empezando a dar nuevas órdenes a la clase que dirigía, se relajó por completo.

Una vez ya en la azotea se hecho y empezó a ver el azul profundo del cielo que se alzaba frente a él, este espectáculo era único, le gusta ver el azul del cielo, era un azul único, un azul que le reconfortaba, que le daba paz con solo mirarlo, pero sobre todo le hacía pensar en lo extenso que era este, en la libertad que este representaba.

¿él era libre?

¿Qué es la libertad?

¿Qué se sentiría estar libre?

¿uno puede estar completamente libre?

¿los seres humanos son cadenas, que se atrapan unos a otros, impidiendo el surgimiento de sí mismo?

¿aferrarse a yami, era encadenarse a sí mismo?

…Y lo más importante …

¿él podría ser libre algún día?

 

Esa y más preguntas empezaban a surgir en su mente, pero fue interrumpido por el ruido de las campanas anunciando que ya había terminado la primera hora, con pereza se levantó, alzando su cartera escolar que estaba botada a un costado suyo, se dirigió hasta la puerta y empezó su caminar hasta su salón.

En el camino empezó a tener miedo, no quería ir, se estaba arrepintiendo a último momento, se sentía como un cobarde, pero sus responsabilidades lo ¿ataban? Él tenía que seguir su camino, tenía que continuar, tenía que ir a pasar clases a pesar de que no quería, pero tenía que hacerlo.

Estaba parado frente a la puerta de su salón, dio un último respiro y abrió la puerta lo más suavemente posible, no quería llamar la atención, por lo tanto, no iba a hacer un escándalo con su llegada.

Vio a su alrededor al parecer si fue muy discreto porque nadie se había dado cuenta de su presencia, su corazón que hace momentos palpitaba con fuerza, empezó a calmarse, con esa misma discreción, se acercó a su pupitre, esta vez al parecer no se lo habían botado, pero vio, que ahora tenía escrito algo en él.

Las miradas que hace momentos estaba ocupada, lo empezaban a mirar de reojo con burla disimulada, otros ni la disimulaban, y otros simplemente lo ignoraban, los cuchicheos se hacían escuchar, y como siempre nunca falta uno que quiere restregar su alegría y sinvergüensura.

Realmente odiaba venir a clases, se había vuelto un infierno por completo, sus ojos le empezaban a escocer, podía sentir las lágrimas acumulándose en sus pupilas, pero ¡¡¡no¡¡¡, no lloraría ante ellos, se froto con fuerza la manga de su uniforme, no dejaría que viera una sola lagrima.

“MARICON”

“ROBA NOVIOS”

“ME DAS ASCO”

“PUTO GAY”

“GAY”

“CHUPA VERGAS”

“QUIERES ESTO VERDAD…ERES UNA PERRA”

En el centro había un gran dibujo mas hecho de dos personas teniendo sexo, obviamente los dos eran hombre

Baya que su vida no era buena, nada buena, su corazón se encontraba estrujándose en su pecho, dolía y mucho

Se puso su cartera en su hombre y con las manos libres alzo su pupitre y se dirigió, hacia la puerta, tenía que limpiar eso antes de que algún profesor lo vea, si veía que su pupitre estaba en ese estado de seguro lo mandaban a dirección, y era lo que menos quería.

Apenas salió de su salón escuchaba claramente como varias risas en conjunto salían de este, demostrando una vez más que tan cruel puede ser el ser humano con sus “enemigos”, trato de quitarle importancia y con el pupitre en manos se dirigió a la conserjería.

ya había un montón de veces, así que conocía al conserje, que era un joven nuevo , había entrado a remplazar temporalmente al antiguo conserje que había sufrido un accidente , a simple vista era muy alto y delgado, tenía el cabello largo amarrado en una coleta alta , y dos mechones por delante, la primera vez que lo vio se sorprendió mucho ya que se parecía al mago oscuro, solo que este era moreno y tenía el cábelo castaño , no sabía su nombre pero siempre lo trataba amablemente, y sobre todo nunca preguntaba que le había pasado , simplemente le ayudaba.

Realmente debía agradecerle más, apenas se acercó, el chico lo vio y le sonrió amablemente.

-...hola- le dijo el chico mientras lo mira fijamente

-…hola- dice suavemente, tenía vergüenza como le mostraría esto, y si igual le empieza a molestar después de que vea lo que tenía escrito, un miedo se empezó a formar en su interior que es lo que iba a hacer

- ¿necesitas algo?

Que iba a hacer no le iba a decir que sus compañeros le habían rayoneado el pupitre solamente porque se habían enterado que le gustaba un chico. Rayos, era una situación difícil

-…

-…-el otro lo vio fijamente, entonces dirigió su vista a lo que sostenía, era un pupitre, veía varias marcas en él pudo distinguir algunas palabras que claramente era ofensivas, sin más se dio la vuelta y de una gaveta saco un trapo y un par de sprays- toma esto te sirve para limpiar y pulir el pupitre- le entrego las cosas en la mano y se da la vuelta -tengo que ir a limpiar el patio, aasi que me retiro, adiós

-…adiós...-realmente agradecía mucho que no preguntara nada, ahora mismo veía como se iba y se perdía en medio de los pasillos,

después de esa breve conversación, se sentía mejor, el dolor como siempre empezaba a pasar a segundo plano, dejando paso a un vacío, un vacío donde no sentía ni tristeza ni alegría , esos periodos donde parecía que sus sentimientos parecían  ausentarse , se repetían cada vez más , de hecho esto era algo que le agradaba y odiaba a la vez, cuando volvía a sentir le agradaba , porque de esa manera se tranquilizaba , se sentía en paz consigo mismo olvidándose por completo del dolor era como un analgésico , mitigaba sus dolores, pero lo odiaba , odiaba no sentir bueno más que odiar tenía miedo , miedo de ya nos sentir nada más , miedo de que ya no sea capaz de amar , miedo de perderse a sí mismo , al igual que extrañaba y odiaba al yugi de antes.

Todo era un caos, realmente ni él podía entenderse, el mismo planteaba y descubría sus problemas, el mismo se daba respuestas, respuestas que eran calladas y sustituidas con más dudas y el resultado final de todo esto era, nada, simplemente no llegaba a nada excepto a confundirse aún más.

Dudaba que, si existencia realmente había valido la pena, tal vez, solo talvez cuando el faraón se fue, él debía irse con él, porque junto con el faraón se fue su felicidad, no, su felicidad era el faraón se sentía roto vacío y sobre todo incompleto. Algunas veces en las mañanas o en cualquier momento se sentía como que ese cuerpo no era suyo, ósea su alma si era suya, era el, pero ese cuerpo, ese contenedor no era suyo, y que estaba en el lugar equivocado, estaba en un lugar que no era suyo, cuantas veces se había sentido así, pero no hallaba respuesta alguna

¿que debía hacer?

¿debía hacer algo?

¿Por qué existía?

¿Por qué se sentía así?

¿realmente pertenecía a ese lugar?

¿y si no pertenecía a ese lugar, que hacia ahí?

Y sobre todo

¿Por qué el?

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Un montón de cubículos con trabajadores en él, se veían frente a él, tenían que trabajar por algo les pagaba, odiaba a la gente incompetente, odiaba a la gente hipócrita, los veía claramente como varios de ellos casi hasta besaban el suelo que pisaba, solo para que, para que les un miserable ascenso, la única pregunta que tenía en su mente era, ¿y dónde queda su orgullo, su dignidad?, admitía que ninguno de ellos poda portarse de manera orgullosa frente a él , pero que hay con su dignidad, odiaba a la gente que no conocía esa palabra, le daba asco.

Rodeado de pura basura, de gente que actuaba como ratas y asquerosos cerdos, que solo buscaban beneficio propio, odiaba eso, pero era el mundo en el cual él tenía que estar, era el mundo de los adultos en el cual tenía que estar presente, era la única parte de su plan que odiaba , el deseaba poder, ser el mejor de todos ,  por eso se había esforzado tanto , quería todo eso y más, pero había una cosa, una pequeña cosa que lo hacía muy  diferente de los demás adultos, él no haría lo mismo que esas escorias, él lo haría de manera limpia, el no subiría a la cima acosta de otros , él lo haría por sí mismo, por algo se enorgullecía tanto de haber logrado tanto a sus escasos 18 años, aún era joven, pero sabía lo suficiente de los adultos , por eso mismo su carácter se había formado de una manera fría y calculadora, un carácter que no dejaba, ni dejara que ningún adulto se aproveche de él, no volvería al pasado donde todo mundo se había aprovechado de él, e incluso habían tratado de aprovecharse de su pequeño hermano, no¡¡ nunca más permitiría eso, esos años se habían acabado hace mucho tiempo y él se encargaría de que nunca más volviesen.

Ese era su motivo en esta vida, no dejar que nunca más dañasen a su pequeño hermano, a esa alma tan pura que siempre lo ayudaba y apoyaba en lo que podía, algunas veces lo trataba mal y le alzaba la voz, pero él seguía ahí siempre a su lado, en realidad agradecía mentalmente eso, su hermano era su pilar aunque no tenía permitido demostrar cuanto lo estimaba, si así lo hiciera, demostraría que es alguien importante, y por lo tanto un banco fácil a quien atacar, tenía que cuidarlo, tenía que protegerlo.

Algunas veces tantos problemas sobre él, lo cansaba, lo estresaban, no podía dejar ningún cabo suelto, todo tenía que estar fríamente calculado o podrían ocurrir problemas, o podrían ser atrapados por el….

algunas veces simplemente deseaba ser un chico normal, un chico que a su edad estaría estudiando en su último año de preparatoria y su única preocupación seria el entrar a la universidad, nada más que eso, extrañaba ese corto periodo en el que fue un estudiante en la preparatoria domino, ese tiempo en el cual había conocido a las personas que tal vez, solo talvez podría llamarlos “amigos”, a ese grupo tan peculiar que siempre se apoyaba en todo momento, no importando arriesgar su vida por el otro, ¿qué pasaba con ellos? Fue su única pregunta al principio, pero poco a poco, fue entendiendo que un lazo los unía a todos, lazo que provenía de cierto tricolor, tricolor que siempre lo había tratado bien, a pesar de su actitud

¿Cómo estará el?

Una tremenda duda se había apoderado de él, se acordaría de él, seguirá con su pequeño grupo de amigos, y como se habrían tomado la partida del faraón, al final había terminado aceptando la existencia de los dos tricolores, después de todo ya había pasado un año y medio desde su partida

Debería ir a ver como se encuentra y retarlo a un duelo

Hizo una nota mental de su siguiente tarea que debía realizar y sin darse cuenta una pequeña sonrisa se había formado en su rostro

-…jefe-habían susurrado , logrando sacarlo de su pensamientos y junto con ellos había vuelto su actitud fría , mientras miraba expectante al  hombre frente a él, calculaba que tenía alrededor de unos 40 años con un rostro algo regordete, con unas gafas en él, veía claramente en su rostro, su avaricia, su sonrisa hipócrita, sus malas intenciones en el aire que respiraba, lo repugnaba con solo verlo, debería despedirlo, pero hasta el momento había hecho un buen trabajo, así que lo mantendría un poco más- no lo esperábamos por aquí kaiba-sama, ¿a qué debo su visita?- dijo esto algo nervioso y asustado

-…-una sonrisa nuevamente se formó en su rostro- bueno, voy a tomar unas pequeñas vacaciones….

Notas finales:

espero que les haya gustado, desearia haber escrito mas , pero ya saben lo de siempre, los estudios , de hecho ahora mismo deberia estar haciendo mi tarea pero estoy subiendo el fic :v  soy una floja xD

la verdad no me convencio mucho la ultima parte, no se siento que algo falta, pero bueno espero que haya sido de su agrado

asi por cierto díganme que dia quieren que actualice escojan un dia de lunes a domingo xD para que asi ya tenga listo los capítulos, xq si no , como soy tan floja puedo hasta hacer otro fic xD de hecho ya tengo dos mas en proceso osea LOL

besos y gracias por leer *3*


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