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El chico de las posdatas. por Uruhasa_13

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Notas del capitulo:

Muy buenos días amados lectores, el día de hoy les vengo a traer el nuevo fanfic en el que he estado trabajando. Espero que lo disfruten mucho. 

 

 

 

 

 

1. Ángel

 

Quiero ser
la luna llena que te espera
y te ilumina

 

 

El timbre sonó haciendo que todos los estudiantes se encaminaran a sus aulas, era el principio del primer periodo de clases. Historia era la peor materia para ser impartida a tales horas, solo lograrían dormirse más de lo que ya estaban, el pasillo parecía ser una especie de corredor de la muerte con una horda de zombies hambrientos, aunque solo eran los estudiantes del instituto Konoha High.

- Llegamos tarde, hay que darnos prisa – le reclamó la azabache al ver que regresaba por el pasillo

- Tranquila, Okami, es solo mi libro

- Venimos de los casilleros – le reclamó – ¡Sasuke!

- Adelántate, yo tengo que regresar

- Bien…

Sasuke Uchiha era el nombre del muchacho que ahora luchaba contra la corriente de muertos vivientes tratando de llegar a su clase, su hermana gemela le guardaría el lugar así que solo debía preocuparse en llegar a tiempo con el libro de la clase. Francamente, él no tenía mucho ánimos de estar en la escuela tan temprano pero no podía hacer nada más; sin aviso, chocó con alguien que tiró al suelo, el azabache solo miró de reojo al rubio con quien compartía un par de clases, ni siquiera sabía su nombre, pero esa mañana no estaba de humor.

- ¡Fíjate por donde caminas, idiota!

- Lo… lo lamento – musitó el muchacho sin alzar la vista, recogió sus libros y se acomodó las gafas para desaparecer en el tumulto de gente

- Estos tontos – susurró para sí mismo sin dejar de caminar

Se apresuró hasta llegar a su casillero, lo abrió lo más rápido que pudo y sacó lo que estaba buscando, al cerrar la puertecilla de metal nuevamente se percató que algo resbalaba al suelo. Al recoger lo que había caído se dio cuenta que era un sobre de color crema sellado con lo que seguramente sería pegamento.

 

Sasuke

 

Su nombre estaba escrito en una perfecta caligrafía en la parte de atrás. Suspiró pesado y lo guardó en su carpeta, ya lo leería más tarde.

Una vez más, su nombre era Sasuke Uchiha, dieciocho años, estudiante de último año en la preparatoria Konoha High. Las chicas siempre volteaban a verlo cuando pasaba, ninguna de ellas había logrado llamar su atención pues a su parecer, todas eran el mismo molde tonto repetido en serie. Recibir notas escritas a mano era muy inusual, normalmente las chicas preferían enviarle correos electrónicos o mensajes de texto subidos de tono e incluso en un par de ocasiones había tenido que ser la burla de su hermana y amigos por tener que eliminar algunas fotos tontas de desnudos.

El que una chica le dejara una nota escrita a mano le había intrigado, incluso podía decir que estaba emocionado pero, no era el momento para abrirla, no si quería llegar a tiempo a clase. Corrió discretamente y milagrosamente pudo llegar antes de que el profesor lo hiciera. Le dio un vistazo a la clase mientras iba a sentarse al mesa banco que su gemela había apartado para él.

Rostros comunes y corrientes, compañeros de clase que mantenían sus miradas en los libros, un par de chicas que le guiñaban el ojo. Lo normal, no parecía nadie especialmente sospechoso o ansioso de que él descubriera la nota, aunque cabía la posibilidad de que fuese entregada por alguien ajeno a esa clase.

 

 

-_

 

 

- ¿¡Un admirador secreto!? – chillo Okami en cuanto Sasuke le contó la noticia

- Eso es nuevo – dijo Karin, la pelirroja mejor amiga del azabache – normalmente sus admiradoras no suelen ser secretas

- Es raro que las chicas te envían notas, amigo

- Lo sé, Suigetsu – siguió Sasuke – la ilusión se romperá si abro esto y hay una foto de alguna chica desnuda

- Una más para la colección – rio el peliblanco

- Abre la carta – le animó Okami – anda

Como si se tratara de alguna cosa muy rara, Sasuke tomó el sobre y volvió a mirarlo por todas partes en busca de alguna seña particular pero solo estaba su nombre escrito. Con cuidado abrió el sobre y se encontró con una hoja de papel común y corriente, incluso la olió por consejo de Karin que insistía en que podía estar perfumada pero nada.

- Que letra tan bonita tiene esta chica – comentó Suigetsu aunque realmente nadie le hizo caso

Pero Sasuke si se había dado cuenta de ese detalle, la carta parecía estar escrita con una pluma fuente pues todo tenía un acabado perfecto. No conocía a ninguna persona de su edad que escribiera con dichos utensilios, no conocía a nadie de su edad que tuviera esos utensilios.

- ¡Léelo en voz alta! – demando la azabache

 

Lunes 12 de Marzo del 2015

Sasuke:

He querido hablarte desde hace mucho pero no he tenido el valor de siquiera acercarme. Soy invisible para ti, no sé siquiera si tendré el valor de entregar esta carta pero si estás leyendo esto, quiero disculparme de antemano por mi tremenda cursisidad (si es que esa palabra existe).

Te he observado desde primer año, siempre de lejos porque sé que no soy el tipo de persona con quien te gusta estar. Las personas a tu alrededor son tan afortunadas, tus amigos, tu hermana, todas las chicas que a diferencia de mi, tienen el valor de acercarse y hablar contigo. Si escribo esto es porque mi corazón ya no aguanta, necesito que sepas que me gustas desde siempre y no sé si seré capaz de manejar el sentimiento que me aqueja noche y día.

No espero que respondas… no tendrías cómo de todas formas (que tonto comentario, lo sé) pero está bien así, espero que no te moleste seguir leyéndome porque si llego a enviar esto, quiere decir que reuní el valor necesario para continuar.  

Posdata: Espero que no haya sido una cosa muy extraña, encontrar una carta en tu casillero de alguien desconocido podría serlo.

 

-¿Quién firma? – interrogó Karin

- Nadie, no hay firma – le aseguró el azabache – alzó el rostro hacia la única persona que no había dicho ni una sola palabra - ¿Qué opinas, Jugo?

El muchacho sentado en la mesa de adelante se rascó la barbilla con una tortuosa tranquilidad, él era el sensato en su grupo de amigos así que su opinión valía más que la de nadie, incluso más que la opinión de su hermana gemela.

- ¿Seguro que es de una chica? – soltó tranquilamente

-¿Quién más podría escribir algo así? – Respondió Sasuke – parece genuina

- No digo que no sea genuina – suspiró – olvídalo, no creo que entiendan mi punto

Sasuke pasó la vista por todo el salón de nueva cuenta en busca de alguien que estuviera atento a él. Pero para ese momento solo quedaban algunas chicas, las cuales no era nada raro que le miraran como idiotas, fuera de eso, un par de chicos rápidamente descartables.

- ¿Quién habrá enviado esto? – volvió a interrogarse el azabache

 

 

-_

 

 

Después de que el timbre del final de la clase sonara, Naruto tomó sus cosas lo más rápido que pudo y salió del salón sabiendo que nadie se daría cuenta de su ausencia. Esa misma mañana había cometido la mayor imprudencia jamás hecha en sus dieciocho años de vida, escribió una carta para Sasuke Uchiha, el chico del que estaba enamorado desde siempre y la puso en su casillero.

Naruto Uzumaki era uno de los estudiantes menos conocidos de todo el instituto, por no decir que parecía un auténtico fantasma en los pasillos. Siempre fue así, su ansiedad social lo hacía reducir su círculo de amigos a un par de chicas a las que no les importaba mantenerse en el anonimato también.

La secundaria había sido un infierno para él, descubrir su identidad y lo que le gustaba ocasionó un desastre. El hecho de admitir su homosexualidad había sido lo único que le enorgullecía de ese periodo. Sin embargo ahora estaba en un problema enorme, no podía imaginarse la humillación que sería el hecho de que descubrieran quien era el remitente de esa nota, seguramente Sasuke se burlaría de él por creer que un chico cualquiera podría enamorarlo.

Pronto llegó a la biblioteca de la escuela, una sala bastante olvidada tanto para los alumnos como los mismos directivos del colegio. La aburrida bibliotecaria lo miró de reojo y regresó su vista a la revista que tenía en la mesa del mostrador, incluso ella era capaz de odiar su propio trabajo tomando en cuenta las interminables horas de aburrimiento.

Sin embargo, ese sitio tan abandonado era el punto de reunión perfecto para Naruto y sus dos amigas quienes al estar al tanto del problema de su amigo con las multitudes encontraron ese lugar especialmente para esos descansos entre clases. Mientras todos estaban en la cafetería, las dos muchachas junto con Naruto, preparaban un almuerzo entre los tres y se veían en el último estante en donde se sentaban a charlar a sus anchas.

- ¡Naruto! – dijo una de ellas al ver al chico al principio del pasillo

- Tenten, Hinata, perdón por llegar tarde  

Hinata y Tenten eran las únicas amigas de Naruto, no le preocupaba tener más, ellas cubrían su necesidad de contacto humano sin pasar la línea que era cuando el ojizarco empezaba a tener un ataque de ansiedad por la cantidad de personas a su alrededor. Los tres sobrellevaban el problema del muchacho bastante bien y cada vez se hacían menos frecuentes los incidentes.

- ¿Cómo ha estado la primer clase? – se apresuró Tenten

- Soy un idiota, además de eso, todo normal

- Normalmente no cuestionaríamos ese razonamiento – siguió la castaña – eres un idiota ¿Verdad, Hinata?

- No eres idiota – contestó la bella de ojos color perla – ¿Tuviste un incidente?

- Para nada – contestó Naruto sentándose con ellas – escribí una carta para Sasuke

- Siempre haces eso – volvió a hablar la pelinegra – tu terapeuta dice que te ayuda a desahogarte un poco

- La dejé en su casillero

Las dos muchachas parpadearon extrañadas y miraron a su amigo como si lo que acababa de decir fuese solo producto de alguna imaginación suya. Naruto les contó como esa misma mañana, en un arranque de valentía injustificada dejó la nota en el casillero de Sasuke aprovechando su inminente invisibilidad ante las demás personas.

- ¡Lo has logrado, Naruto! – Se exaltó la castaña – no puedo creer que vencieras ese miedo

- Técnicamente no lo vencí… él no sabe que soy yo

- Aún así, es un gran paso, Naruto – le calmó Hinata

- ¿Qué debo hacer ahora?

-¿No es obvio? Tienes que escribir una carta más – suspiró – que romántico ¿Verdad, Tenten?

- Es cierto, debes escribir una carta diaria para que él no pierda la costumbre

- Tenten – la regañó Hinata – Sasuke no es un perro

- Es un hombre, es prácticamente lo mismo

La charla entre las dos chicas no giró a ninguna parte distinta, Naruto se sintió cada vez más cómodo con el tema. Ellas tenían razón, el ser un remitente anónimo le permitía expresarse tal y como siempre había querido, eso debía disminuir poco a poco el nerviosismo que sentía cada vez que veía a Sasuke en los pasillos. Quería, aunque fuese por una vez en la vida poder acercarse y saludar, presentarse, ser una persona normal pero aunque imaginara miles de veces como podría ser aquella escena, jamás podría llevarlo a cabo.

Escribir era uno de sus grandes pasatiempos, siendo una persona solitaria necesitaba bastantes de esos, ya había intentado escribir cartas para Sasuke de ese modo pero jamás las había enviado ni mucho menos. Sería como tener su propia fantasía real, un juego de romance en donde él era quien movía las piezas en el tablero, hasta le pareció gracioso poder tener a Sasuke a sus pies sin que él conociera su identidad.

- Que emocionante – siguió Tenten – será tan lindo

- Supongo que puedo hacerlo – se animó Naruto – pero no sé si tendré tanta suerte mañana entregando la carta

- Nosotras vigilaremos que nadie lo haga

Entonces hasta él mismo se animo a contribuir a la conversación sobre el nuevo, de alguna forma habían logrado entusiasmarlo al respecto. Tenía tantas posibilidades, lo mejor era que si Sasuke no estaba de acuerdo y rechazaba las cartas, no habría ninguna repercusión realmente escandalosa; claro que su corazón estaría roto pero al menos él y sus amigas serían los únicos enterados al respecto.

 

 

-_

 

 

Después de la escuela, Sasuke comió junto con su  hermana a solas, sus padres seguían en el trabajo y probablemente no los verían al desayuno, ellos siempre salían mucho antes que ellos. Sin embargo, la “autocompasión de niño rico consentido sin el amor de sus padres” la había superado en primer grado, ahora solo se concentraba en la escuela y los amigos.

Esa tarde en particular estaba tumbado en la cama de su habitación con la carta en las manos leyéndola una y otra y otra vez, tratando de imaginar a la chica que había escrito eso. No le gustaba decirlo, de hecho, jamás lo había dicho pero, estaba genuinamente encantado con quien quiera que había escrito la carta. Una sonrisa tonta se dibujó en sus labios, por primera vez en su vida una muchacha había logrado penetrar en esa dura cáscara.

- ¿Sigues pensando en carta?

La voz de Okami combinada con el sonido de la puerta de su habitación abriéndose hizo que se incorporara de golpe pero no tuvo tiempo de poner la carta en sus manos en otro lado, no quería tirarla, era especial.

- No puedo dejar de hacerlo

- Es tan romántico, Sasuke

- ¿Te digo algo? Espero encontrar una de estas mañana también

La hermana de Sasuke sonrió divertida, su hermano era un hueso duro de roer, las chicas debían turnarse para hablarle siquiera y ahora llegaba una que con tan solo una nota lograba derretir el témpano de hielo que su gemelo tenía por corazón.

- Eso de las cartas es romántico

- Quisiera saber quién es

- Dale tiempo ¿No te gusta este misterio? Sería increíble mantener el suspenso, hermanito

- Ya quiero que sea mañana

- A puesto a que si

 

 

-_

 

 

 

La mañana en la escuela, Okami tuvo que mantener a Sasuke lejos de su casillero, lo revisó antes de entrar a clases y después de la primera. No quería parecer muy ansioso pero fallaba terriblemente en eso, incluso Karin le dijo que si no se comportaba empezaría a sentirse celosa por la atención que le prestaba a las cartas.

- ¡Aquí está!

Después de un par de horas más, Sasuke volvió a revisar su casillero y encontró la tan esperada carta. Su sonrisa de felicidad no podía disimularse, de hecho no intentaba hacerlo. Sus amigos y él se dirigieron a algún lugar en donde sentarse para leer la carta con más calma.

Pero no estaban solos, unos cuantos casilleros más allá, un par de chicas escuchaban atentamente la conversación de Sasuke y su grupo de amigos. Ino Yamanaka y Sakura Haruno, dos muchachas que compartían clase con el azabache y que su único objetivo era gustarle. Se habían conocido cuando supieron que estaban enamoradas del mismo sujeto, en lugar de ser hostiles una con la otra, decidieron tener una relación pasivo agresiva de amistad.

- He pasado la vida entera tratando de gustarle a Sasuke y ahora llega una cobarde escribiéndole notitas cursi – se quejó Ino

- Solo es el segundo día, seguramente no tardará en mostrarse

- Tal vez sea alguna nerd de laboratorio con lentes enormes y acné

- Pues si es así, hace bien en esconderse

- ¿No lo entiendes, Sakura? Ese adefesio podría quedarse con Sasuke

Pero no pudieron seguir hablando al respecto, la campana volvió a sonar anunciando el nuevo periodo de clases. Ino no era tonta así que tomó a Sakura del antebrazo y la arrastró hasta la parte trasera del salón, justo detrás del asiento en donde Sasuke se encontraba rodeado de sus amigos que estaban ansiosos por escuchar la nueva carta. La rubia se sentó y su amiga lo hizo junto a ella, puso un dedo sobre sus labios para indicarle a Sakura que guardara silencio.

- ¡Vamos, Sasuke! – alentó Okami

- Bien, bien – respondió su hermano risueño

 

Martes 13 de Marzo del 2015

Sasuke:

He vuelto a escribirte, espero que no te moleste que lo haga porque creo que puedo hacerlo más seguido… si estás de acuerdo, claro. Ahora que puedo comunicarme contigo con más tranquilidad me encantaría contarte tantas cosas, no quiero que sientas que tengo un enorme ego, porque me encantaría saber más de ti, aún así quiero contarte algunas cosas sobre mí.

Sé que te gusta la música, me encantaría poder escuchar un poco de eso a tu lado, ya sabes, solo para relajarse un poco. La verdad es que no sé qué tipo de música te guste, mi banda favorita se llama All Time Low… no es muy conocida pero es muy buena.

En fin, espero que tu semana este yendo bien, no quiero quitarte más tiempo. Te veré luego… yo siempre te veo porque me gustas, espero que esperes mis cartas. Ten un bonito día.

Posdata: Ojalá que el tono de estas cartas no sea aterrador, pero no puedo hacer nada con este sentimiento por ti.

 

La sonrisa de Sasuke al terminar de leer la carta era inmensa, sentía que no cabía en su rostro y las burlas de sus amigos a su alrededor lo hacían sentir mucho más extraño. Su pecho se sentía muy raro, la primera vez que una chica le hacía sentir de esa manera y ni siquiera la conocía pero no lo necesitaba, esa segunda carta había sido bastante especial.

-¿Qué haces? – cuestionó Karin al ver a Sasuke poniéndose de pie

El profesor no llegaba, así que el azabache se precipitó hasta el pizarrón. Toda la clase estaba atenta a lo que estaba haciendo el chico más popular de la clase, Ino y Sakura también estaban prestando especial atención. Su mano capturó la tiza tan rápido que hasta él mismo se sorprendió de haberla cogido correctamente.

- Que tonto – se burló Karin con una sonrisa de medio lado al adivinar lo que él estaba haciendo

Todos estaban atentos, Sasuke escribía cada palabra rápidamente, como si solo escribiera lo primero que se le viniera a la cabeza, quería que su mensaje fuera igual de espontaneo como las cartas de la chica misteriosa.

 

Me encanta que me escribas, sigue haciéndolo… a mí también me gusta All Time Low, tenemos que verlos en vivo algún día, será una cita.

 

Seguido de esto, giró sobre sus talones limpiándose la tiza de las manos escudriñando todas y cada una de las caras de sus compañeras. Fue perfectamente inútil al darse que todas las chicas lo miraban como si no supieran que estaba pasando, Sasuke desvaneció su sonrisa al pensar que la muchacha que buscaba debía ser muy buena actriz.

- Increíble – susurró Ino para que solo Sakura la escuchara

- Si, esa chica es una suertuda

- Tenemos que pensar en algo, Sakura

Para la pelirosa, la imagen de Sasuke parecía ser demasiado para ella misma, Ino representaba todo lo que ella no podía ser. Su amiga era fuerte y decidida mientras ella solo podía seguirla para espiar desde las sombras, recogiendo las migajas de los logros de la rubia, con eso le era más que suficiente tomando en cuenta que sin Ino, ella sería una perfecta desconocida en la escuela.

Siempre se había imaginado ella misma de la mano de Sasuke Uchiha aunque sabía que no tenía ninguna posibilidad de siquiera aparecer en el radar del azabache. Muchas veces había intentado hablarle, incluso recordaba su cumpleaños y el día de San Valentín pero sentía que Sasuke prefería mil veces los obsequios de Ino que los de ella o de cualquier otra chica.

Ino había llegado a extremos de los que solo Sasuke y Sakura sabían, correos subidos de tono, fotografías comprometedoras e incluso un video con un vibrador, pero parecía que el Uchiha solo ignoraba todos sus intentos. Sin embargo, podía presumir de ser la primera en la lista de Sasuke, las demás chicas no le llegaban ni a los talones, además había dominado a la que representaba para ella su mayor rival que era Sakura. Y ahora, después de tanto tiempo manteniendo a Sakura a raya, haciéndola sentir que no era suficiente para Sasuke, destruyendo a la competencia que representaban las demás chicas de la clase, venía una desconocida para tirar todo su trabajo por el retrete.

- Ino…

- Tenemos que descubrir quién es esa niña

 

 

-_

 

 

Después de las declaraciones de Sasuke sobre el pizarrón en clase, ya no quedaban más rumores sino que ahora era una noticia verídica. Naruto había caminado a casa como casi todos los días, quería salir de inmediato de la escuela pero no por razones malas, todo lo contrario, estaba emocionado. Le gustaba la idea de hacer que Sasuke se sintiera así con tan solo un par de cartas, sentía todo el poder en sus manos.

Saludó a su mamá rápidamente para subir las escaleras e ir a su cuarto, se cerró para asegurarse de que nada de lo que hablaba pudiera ser escuchado por su entrometida madre. Y en un solo momento ya estaba en una videollamada con Hinata y Tenten.

- Escuché lo que pasó – se apresuró Tenten – no puedo creer que él haya hecho semejante cosa

- Lo sé

- ¿Qué hiciste tú? – Interrogó Hinata preocupada - ¿No tuviste un…?

- Hablas como mi madre – rio Naruto – solo fingí que no le daba importancia… además Sasuke ni siquiera sabe que existo

Se llevaron toda la tarde hablando hasta que el papá de Naruto llegó del trabajo y su mamá lo llamó para cenar. Su familia solo estaba conformada por él y sus padres, Minato y Kushina quienes eran personas modestas; Minato fungía como ayuda técnica en una sucursal de reparación de electrodomésticos así que pasaba todo el día al teléfono con clientes quienes tenían dudas sobre el funcionamiento de sus aparatos; Kushina solía ser estilista, pero después del nacimiento de su único hijo se dedicó soy a las labores de la casa. Una familia pequeña y discreta, nada fuera de lo normal.

El día a día no era muy pesado, los gastos de la casa y la escuela eran lo que más dinero absorbía, además debían estar al pendiente de las terapias de su hijo pues, teniendo problemas de ansiedad con respecto a las multitudes, tenían que prestar atención si querían que Naruto se integrara a la sociedad como cualquier otra persona.

La cena transcurrió sin más inconvenientes, Naruto volvió a su habitación emocionado pues, quería ya estar en su escritorio y al tomar la hoja en blanco empezó a escribir. Era como ser una persona normal, mantener una charla aunque no fuese cara a cara, además, estaba realmente enamorado de Sasuke.

Notas finales:

Por favor, no se olviden de dejar su comentario :)

 


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