Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sensaciones por Aiko_Huang

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

  Su pecho sudado, su gesto de indiferencia, como si no le importase nada. La pose de despreocupación, marcando su paquete, marcando sus perfectos y definidos abdominales...   

 

Y la boca se me llena de saliva inevitablemente.    Siguiente foto.   

 

Pantalones cortos, jersei de manga larga. Es tan de su estilo, es tan él... que me enamora. Tengo una extraña fijación por sus pantorrillas. Es que son tan perfectas, tan estúpidamente sensuales... En los vídeos no puedo apartar la mirada de sus rodillas, la forma en que las mueve... Entre las rodillas y los tobillos. Me comería sus muslitos a besos y lametazos.   

 

Siguiente foto.   

 

Puchero, con sus mejillas hinchadas y los labios fruncidos. Osea, su cara natural. Es que este niño es tan tierno... Bueno, cuando quiere. Cuando quiere parecer adorable y le sale la pluma, cuando nos comportamos como críos y parecemos subnormales pero absolutamente adorables...   

 

Siguiente foto.   

 

Oh, esta no debería estar en la carpeta de las fotos oficiales.   

 

Ok, estoy oficialmente cachondo por una semana. O dos.   

 

Su piel brillante de sudor, sus perfectos músculos desnudos, piel tersa, ardiente. Si, la siento arder aunque sea solo una imagen. ¿Será por lo que recuerdo de el día en que se la tomé? ¿Será por mi propia temperatura el recordarlo? Los cuadrados de sus abdominales se pierden bajo los bóxers blancos, que marcan perfectamente sus formas. los músculos de sus piernas, y mi recuerdo de su cuerpo elástico al moverse sobre el mío,  al bailar solo para mí.   

 

Suga, creo que necesitas una ducha.   

 

- ¿Que haces hyung?  

 

Kookie... Ahora no, no quiero traumatizar a menores. Aunque Jimin también sea un niño... Bueno, pero ahora ya es mayor de edad, es legal y todo.   

 

- Nada, solo remiraba fotos de los antiguos comebacks. Voy a darme una ducha ¿Esta bien?   

 

- Ok... - se abraza a la almohada y se estira sobre el sofá. - ¿Quien hace la cena hoy?   

 

No se, pero yo no quiero cenar, yo quiero comerme a Jimin.  

Suga, estás fatal...   

 

- No se, luego lo miro ¿Bueno?  

 

Luego cuando me haya calmado...   

 

Así que entro en el baño, me desnudo y pongo el reloj. Cinco minutos para ducharme, cinco para secarme y vestirme. Y entro en la ducha, justo cuando oigo a alguien que abre la puerta.   

 

Me giro, a medio entrar, y ahí está Jimin, con su perfecta sonrisa de lujuria, con su magnifica mirada de “te voy a follar”. Sonrío y le doy la espalda, metiéndome dentro de la ducha.   

 

Tarda apenas segundos en desnudarse y entrar conmigo en la diminuta ducha, tan pequeña que nos obliga a mantener nuestros cuerpos pegados. Ningún problema con eso. En absoluto.   

 

- Cinco minutos.   

 

- Lo se.   

 

- Te pone ¿Verdad?  

 

- ¿Que te juegas a que lo consigo en tres?  

 

- Si no lo haces te ukeo.   

 

No responde, apenas me deja terminar la frase, sella mis labios con los suyos, invade mi boca, invade mis sentidos.   

Enciende el agua, que cae sobre nuestros cuerpos desnudos, enlazados. Parece que se evapora antes de tocarnos, porque todo arde. Su cuerpo arde contra mi piel, su lengua quema en mi boca, sus manos me abrasan al acariciarme.   

Me levanta y enreda mis piernas en su cintura, noto perfectamente su erección contra mi trasero, pero antes siento sus labios en mi cuello, en mi pecho, resiguiendo mi piel a besos, devorandome, y sus manos grandes en mi trasero, abriendome.   

Gemidos ardientes escapan de mis labios, se mezclan con sus jadeos, con sus suspiros. Y hundo mis dedos entre los músculos que tanto me encantan, que tanto me apasionan. Su cuerpo arde, y las baldosas del baño contra mi espalda parecen heladas comparadas con el calor en mi sangre, en mi piel.   

Se abre paso en mi cuerpo, entra en mi, mientras sus manos se entretienen en darme placer, y el dolor desgarra, vuelve roja mi visión y me paraliza, y deseo más, deseo más de su cuerpo, de ese dolor, de sus embestidas salvajes, de sus dientes en mis hombros, de sus manos en mi entrepierna, de sus gemidos contra mi piel.   

Empuja, una y otra vez, se clava en mi, y mi cuerpo tenso no puede reaccionar, no puede hacer más que clavar con fuerza mis uñas en su espalda, que enredar mis dedos entre su pelo mojado y tragar el agua que cae entre mis labios, que moja mi piel ardiente.   

El rápido movimiento de sus dedos dándome placer, de su miembro abriendose paso en mi cuerpo una y otra vez. Solo puedo desear más, solo puedo dejarme llevar por las sensaciones abrumadoras, por el desbordante torrente de calor y placer, por él.   

Intento aguantar, lo intento, no porque desee realmente ganar la apuesta, sinó por el simple morbo que me da ver lo indignado que se pone cuando pierde, cuando tiene que someterse a mi. Adoro esa mirada incomoda cuando sus mejillas se tiñen de rojo y está tan nervioso que no puede dejar las manos quietas, cuando se asusta de lo que yo pueda hacerle. Como si no supiera que lo único que deseo es que sienta placer, el mismo que me hace sentir él a mi, el mismo que me provocan esas embestidas salvajes, esos jadeos que me llenan de lujuria.   

Es físicamente imposible resistirse a un huracán de sensaciones como Jimin.   

Imposible.   

Simplemente, me dejo llevar, y siento mi cuerpo tenso, el calor concentrandose entre mis piernas, el corazón acelerandose y mi mandívula desencajada en un grito mudo que no puede expresar ni una centésima parte de las oleadas de placer que me recorren y me paralizan.    Muerde mi cuello, y aun sin poderme mover yo siento como me llena por dentro.   

 

Segundos, apenas instantes inmóviles, parece que ni siquiera nuestros corazones laten, todo se detiene, hasta que se derrumba y ambos caemos sobre el suelo frío. Helado comparado en el fuego que aun abrasa nuestros cuerpos.   

 

Y aunque nada deseo más que quedarme ahí, enlazando nuestros cuerpos y sintiendo su piel ardiente me fuerzo a mi mismo a levantarme y mirar el reloj.   

 

- Tres minutos y quince segundos. Has perdido.   

 

- ¿Que? de eso nada, Te has corrido hace más de quince segundos.  

 

- No, no, no. No valen excusas. esta noche vas a sufrir.    Y no hago caso de sus replicas ni de sus quejas, solo dejo que el agua se lleve toda la suciedad de mi cuerpo, me quedo solo con el calor en mi interior, y salgo de la ducha para secarme y vestirme.   

 

Aun quejándose se viste también, replicando que no es justo, que nada es justo, que ha ganado. Ignoro sus temores absurdos y le beso, invadiendo con mi lengua su boca húmeda, muriéndome por más. Dejándole acalorado y colorado, igual de caliente que yo, preparado para esta noche.   

 

Abro la puerta para salir y lo primero que veo al otro lado es a TaeHyung, que nos mira con evidente asco y asombro.   

 

Si, Tae, si, tu haste el santo y sigue insistiendo en que todo esto te repugna, como si los demás fuésemos idiotas y no nos enterásemos de nada.   

 

- Creo que me ducharé mañana. - nos dice - A saber como lo habéis dejado todo.   

 

- Sucio Tae, está todo asquerosamente sucio. Como nos gusta.   

 

Su cara es un poema, la de Jimin también, pero ni me inmuto, tiro de la mano de mi novio y me lo llevo a nuestra habitación, arrastrandole a él y a su estúpida sonrisa de idiota feliz.  

 

De idiota feliz recién follado.   

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).