Mi día no es el mejor, en menos de dos horas pase de estar con mi familia a estar en un orfanato. Mi nombre es Percival Ignatius Weasley, ahora solo Ignatius ya que mi papás me quitaron mi apellido al expulsarme de la familia, y con respecto al nombre cuando me dejaron en el orfanato solo me dejaron con el nombre de Ignatius, ya que ellos no querían que alguien pueda relacionarme con la familia Weasley debido a que uno de mis bisabuelos se llamo Percival. Llore hasta cansarme, les implore que no me dejaran pero lo hicieron. Puede que tenga seis años pero entendí cuando no te quieren, por eso decidí no llorar por ellos, si ellos no me quieren yo tampoco.
Todo transcurrió cuando mis hermanos me hermanos mayores me hechizaron haciendo que me caiga de la escalera, me lastime las rodillas y me dolían mucho, por lo que me puse a llorar. Mi papá dijo que era una broma y que me tengo que reír. Pero me dolían, y cuando le iba a decir si puede usar un hechizo para sanarme él dijo de repente “Por lo menos aguántate un golpe, no te gusta el quidditch, no eres alto para tu edad, no sabes divertirte o hacer bromas como tus hermanos prefieres leer libros como los Ravenclaw, eres el menos Weasley de esta casa, así que por lo menos no llores por ese moretón que seguro estas exagerando” Entonces apreté mis labios, mordí mi lengua e intente actuar como si nada, espere que me sonriera como a mis otro hermanos pero me miro y en un suspiro dijo “Mejor vamos a San Mungo, antes que te pongas a llorar aprovechemos que tu tía Muriel está de visita”.
Cuando llegamos nos dimos cuenta que estaba lleno el hospital, mi papá dijo algo de mortífagos, y terminamos yendo a un hospital muggle. Luego de que la mujer me examinara, porque tenía lastimaduras en la espalda, los codos y las rodillas, me pidió una muestra de sangre porque quería saber si tenía anemia porque era muy delgado según ella. La consulta termino y les entregaron un sobre con un análisis general a mis papas, ellos lo revisaron y luego me miraron raro. Entonces mi mamá pensó que estaba enfermo y me hizo un encantamiento revelador para saber qué enfermedad tenía, pero luego de eso empezaron a discutir acerca de que era un fenómeno y que tenía magia oscura dentro de mí. Entonces mi papá grito diciendo “No quiero un mortífago como hijo, y menos a una aberración de la naturaleza eso es antinatural” pensé que mi mamá me defendería pero dijo “Aún hay tiempo Arthur acuérdate que nadie sabe de su existencia porque fue prematuro y nació en un hospital muggle, sin contar que nunca sale de casa porque prefiere leer sus libros” “Tienes razón Molly, aparte yo nunca hable de él en mi trabajo, solo tu familia sabe que existe, y la tía Muriel nunca lo quiso porque no es un digno Gryffindor y su tía-abuela es demasiado vieja aparte de que tenemos una mala relación con ella al ser una Black, seguro ni se acuerda de cuántos hijos tenemos”.
Luego de eso, termine en un orfanato, tampoco era tan malo las personas era buenas aunque muggles así que no podía usar magia porque el ministerio podría venir al hacerlo en un lugar muggle. Pero mientras estábamos comiendo la madrona, la encargada del lugar me dijo que recibí una carta. No me demore en abrirla, tenía la esperanza de que sea de mis papas, pero el escudo familiar no era el de una comadreja, así que debía ser de otra persona.
Querido Percival,
“Te habla tu tía-abuela Lucretia, por si no sabías de mi existencia. Me he enterado por parte del árbol familiar Prewett, que fuiste expulsado de tu familia. Te preguntaras como lo sé, si tu madre tuvo la desfachatez de no avisar a la familia en primer lugar aunque me lo esperaba ya que desde que tu tío abuelo murió, me dejaron de hablar por ser una Black. Yendo a lo principal, me gustaría saber el motivo de tu expulsión y si gusta quedarte conmigo, estas en un lugar muggle así que un simple Confundus serviría para sacarte se ahí, claro a menos de que pienses lo contrario, y no quieras vivir con una Black”
Firma: Lucretia Prewett, antes Black.
No podía creer lo que recibía, una persona aunque no conociera se preocupaba por él y le ofrecía vivir con ella. Según lo que dice es una Prewett, así que es su familiar aunque no se sangre, serian familiares políticos, por lo que no podía comprender porque de todos los familiares que tiene solo ella le mando una carta. Pero no perdería el tiempo pensando si confiaría en ella o no, porque si fuera así ella no le habría escrito la carta, así que no perdí tiempo en escribirle una respuesta, intentaría ser lo más formal posible ya que ella antes era una Black, así que debería ser educado al respeto.
Querida tía Lucretia,
“Me encantaría vivir contigo, sería una gran oportunidad para conocernos, así que acepto con gusto el que me permitas vivir contigo. Con respecto a mis ex-papás me expulsaron por no ser un digno Weasley, dijeron que no tengo nada de Gryffindor en mí. Según ellos soy un Ravenclaw porque me gusta leer o un Slytherin porque tengo magia oscura dentro de mi cuerpo. También me dijeron algo de que soy una aberración y antinatural pero no sé lo que es, solo sé que me lo dijeron luego de leer un resultado de un análisis muggle. Espero que aún así no cambies de opinión al dejarme quedarme contigo”
Firma: Ignatius, antes Percival I. Weasley
Lo que Percival no sabía, es que esas palabras de su carta solo le provocaron una profunda sonrisa a la bella anciana, porque si era lo que pensaba, los Black volverían a su tiempo de gracia donde su auge era el más elevado de todo Gran Bretaña. Solo pudo sonreír, quien pensaría que un “edwyddor” surgiría luego de más de un milenio. No podía esperar a contarle a su prima y cuñada Walburga, esto sería la solución para sus problemas tanto para los Black como para los Prewett, ya no habría que buscar un heredero digno antes de su muerte, porque al ser ella la viuda de Ignatius Prewett, el hermano mayor de Muriel y del padre de Gideon, Fabian y Molly, la convertía en la matriarca Prewett y cuando muriera pasaría a manos de Muriel, la cual al estar viuda y sin hijos, pasaría a Molly, ya que sus padres y hermanos murieron en una batalla con mortífagos.
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Casa Black
Una ostentosa y esplendorosa mansión se cernía desde los cimientos hasta el techo, tan grande como el castillo Prewett donde ella residía. Estaba en un sofá, tomando una taza de té que un elfo le ofreció por la tardanza de su prima. Parece que tuvo un problema en Gringotts porque su hijo declaro que por su vejez, ella ya no era lúcida para manejar la fortuna Black, además de querer poner como sucesor al hijo de la familia Potter, un aire frío le recorrió por toda su columna, porque nunca admitiría que un mestizo se alcé con la fortuna Black, primero muerta. Aunque pensándolo mejor mucho no le falta al igual que Walburga con sus setenta y tantos años la muerte ya no es muy lejana para ambas a menos que sean como el fósil viviente de Dumbledore, quien fue su profesor en Hogwarts.
-Querida, perdona por la demora tuve un inconveniente con el inepto de mi hijo-se excuso Walburga un poco agitada, seguramente discutió con su hijo.
-Problemas en Gringotts por lo que me entere-Walburga la miro intrigada, ya que nadie sabía de lo sucedido porque los duendes son muy confidenciales, solo ella y su hijo estaban enterados por ser participes pero nadie mas-No me mires así, no soy una vidente aunque me hubiera gustado, lo que pasa es que tienes elfos con una lengua resbaladiza, aunque no los castigues el té que preparan es de la mejor calidad que vi hasta ahora así que podrías pasar este delis- sonrió felinamente, sabiendo que su prima hacía el mejor intenta por no cruciar a los elfos.
-Tienes razón sobre el té, solo por eso no los he matado todavía-comento algo exasperada mirando fijamente a su elfos que no demoraron en desaparecer-Pero hablando seriamente, cual es la urgencia para que vengas a mi mansión tan rápido, generalmente me mandas una carta con anticipación a menos de que sea algo de suma importancia-perspicaz como siempre, una Black de pies a cabeza, pensó Lucretia.
-La razón de mi presencia es que encontré la solución para tus problemas y los míos, encontré un sucesor para los Black y Prewett-Walburga le hizo una seña para que se exprese.
-Veras, te acuerdas de lo que es un “edwyddor”, de los cuentos que nos contaban nuestros padres de chicos, bueno lo encontré- comento Lucretia sin dejar de mostrar esa felicidad.
-Un “edwyddor” es decir un príncipe sangre puramente pura, pero como es posible solo la familia Black los tuvo, ya que fueron un resultado de un hechizo perdido de la familia Black de magia antigua y que yo recuerde ninguno de mis hijos es un príncipe- comento confundida Walburga.
-Porque no es un Black, ninguno de sus padres lo es, y antes de que me digas que es imposible porque se necesita ser al menos un cincuenta por ciento Black para serlo, te digo que si lo es-dijo finalmente sin oportunidad de queja a su cuñada.
-Pero cómo es posible, los Black lo hemos intentado por milenios que surja devuelta un príncipe casándonos entre primos y hermanos para que la sangre Black predomine siempre, como el caso de tu hermano y yo, nos casamos siendo primos-comento una confundida Walburga.
-Eso no se contestarte, pero podríamos ir a Gringotts después de ir al orfanato muggle, seguramente ellos podrían saberlo o tal vez orientarnos-pensó en vos alta Lucretia, poniendo en shock a su prima, un “edwyddor”, un príncipe sangre puramente pura con muggles, solo pudo venirle una pregunta a la mente.
-¿Quiénes son sus padres Lucretia?, y no me mientas, seguro fue una familia de la luz porque ninguna familia oscura lo haría, ellos aún recuerdan lo que es un príncipe, y no lo abandonarían con muggles pudiendo restablecer a los sangre pura, que últimamente somos tan escasos.-dijo una enfurecida Walburga.
-Los Weasley-susurró Lucretia, para después voltear la cara, no quería que su prima la mirara con ojos incriminadores, no era su culpa, ella no tenía nada que ver directamente con ellos, solo con los Prewett por su esposo fallecido, pero ella no quería a los Weasley, ni siquiera se hablaban.
-Vamos al orfanato Lucretia, y llevemos el libro de rituales de sangre, si el niño lo quiere podríamos sacarle los genes Weasley permanentemente-hablo con pesadez, si era un príncipe lo aceptaría igual como heredero aunque fuera pelirrojo, esperaba que el niño le dejara cambiarle el pelo a negro como los Black o mínimo castaño bronce como los Prewett. Bueno con sacarle las pecas de conformaba, si no le sacaba todos los rasgos Weasley que tenía, por lo menos le sacaría alguno lo aseguraba no por nada era una Black.
-Ya lo tengo en mi cartera, Walburga- sonrió con suficiencia- O esperabas que era la única que no quiere un pelirrojo como heredero- comento con sorna.
-Somos dignas Black, era obvio que pensemos igual así que no te hagas la inteligente y vamos, no tenemos todo el día, ya quiero conocer a mi futuro heredero, y una vez nombrado podre expulsar a Sirius de la casa Black-comento con rencor, le permitió mucho a su hijo y así era como le pagaba, le dejo irse, abandonarla cuando estaba depresiva por la muerte de su esposo e hijo, pero llamarla senil incapaz de manejar la fortuna Black y encima dejar como heredero a un mestizo eso es pasarse de la raya.
-Hablando de eso, prima, entendía que no pudieras expulsar a Sirius al ser el último de los Black, ya que Bella es estéril, pero cuando nació Draco, podrías haberlo desheredado, ya tendrías un descendiente al ser hijo de Narcisa-era un intriga que tuvo desde hace tiempo, técnicamente con el nacimiento del mestizo Potter también pudo hacerlo, ya que Dorea Potter, madre de James era una Black, pero mejor por Draco así no se desviaba del tema.
-Yo también lo pensé en su momento, su padre Lucius Malfoy no pierde el tiempo en recordármelo cada vez que entablamos alguna conversación, pero él solo quiere la fortuna y si mi hijo fue capaz de presentar un cargo diciéndome senil para manejar la fortuna, Lucius lo haría con el ministro apenas lo nombrara heredero a Draco o incluso se desharía de mi-comento con enojo Walburga.
-Tienes razón, los Malfoy no son de confianza ni entre propia familia-comento con pesadez Lucretia.
-Por eso mismo el linaje Malfoy solo tienen un hijo, para no matarse entre ellos-completo Walburga, aunque lo último no era secreto para nadie.
-Vayamos al orfanato, no perdamos tiempo en pensar en los Malfoy, esos sangre pura pueden hacerse los poderosos pero solo tienen seis siglos de pureza y sabes que me encanta recordárselos-comento sonriente Lucretia.
-Nos sos la única, a mí también, en especial ver a la indignación de los Malfoy, ellos fueron hijos de muggles alguna vez y Lucius tiene que aceptarlo- se empezó a reír con su prima hasta desaparecer rumbo al orfanato.