Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

HAPPY WEDDING DAY por Nova22

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de Haikyuu no me pertenecen, pertenecen a furudate Haruichi 

HAPPY WEDDING DAY


Las puertas de la capilla se abren para dar paso a un joven rubio que viste un elegante traje blanco, la marcha nupcial comienza a sonar y a paso lento se dirige hacia el altar, donde su prometido y futuro esposo lo espera.


Durante su trayecto no puede evitar que recuerdos del pasado inunden su mente.


 


////////////////////////////////////////////


 


Tsukishima Kei trabajaba medio tiempo en una pequeña cafetería en el centro de la ciudad de Tokyo. Podría decirse que llevaba una vida tranquila y pacífica, hasta que esa persona apareció.


Ahí está de nuevo ese tipo gruño Tanaka detrás del mostrador.


Hoy trae una chica diferente. Bastardo afortunado escupió Nishinoya, quien apareció detrás de Tanaka.


El rubio no entendía muy bien lo que estaba pasando, por lo que se limitó a observar a la pareja que acababa de entrar a la cafetería. Una chica realmente alta, rubia y de curvas increíblemente marcadas y un hombre que era tan alto como el, pero su cuerpo parecía ser más grande y fuerte que el suyo, espalda ancha, cabello negro azabache que caía recto cubriendo una parte de su rostro, penetrantes ojos avellana y sonrisa gatuna.


Tsukishima pego un respingo y desvió la mirada ¿El pelinegro le estaba sonriendo? ¿Acaso se había dado cuenta de su escudriñó?


Ah! Está viendo hacia acá resoplo Tanaka, molesto.


Se está burlando de nosotros Nishinoya observo al pelinegro con hostilidad.


Yo voy a atender su mesa dijo Tanaka saliendo del mostrador con un aura oscura voy a poner laxante en su café susurro al más2 bajo.


Adelante Ryuu le animo Nishinoya.


Tsukishima rodo lo ojos claro, eso seguro los hará más populares.


Hey! ¿Qué dijiste? Repítelo! dijeron al unísono Tanaka y Nishinoya.


Ya Basta chicos les reprendió Sugawara, quien apareció de repente Él es un cliente y debemos tratarlo como tal.


Los dos chicos resoplaron molestos y Tsukishima soltó una risilla burlona ganándose una mirada asesina de ambos.


Esa es una de las mesas de Tsukishima ¿Verdad? El mencionado volteo hacia el peligris


Si, lo es respondió el rubio – ¿Ese chico es conocido suyo? pregunto, desinteresado.


Ah! Supongo que no lo conoces Sugawara sonrió El suele venir dos o tres veces por semana antes de que comience tu turno. Es bastante conocido por traer una chica diferente cada vez.


Ya veo Tsukishima asintió. Eso explicaba la reacción de sus dos Senpais y el por qué no lo conocía.


Bueno, Ve a atender la mesa mientras yo me encargo de estos dos dijo arrastrando a los dos chicos hacia la cocina para evitar que hicieran de las suyas.


Tsukishima asintió a Sugawara y se despidió de Tanaka y Nishinoya con una sonrisa burlona. Suspiro y se dirigió a la mesa del pelinegro.


Buenas tardes ¿Que les gustaría ordenar? preguntó con cordialidad, como lo había hecho con muchos otros clientes con anterioridad.


Un café helado Ordenó la chica, mientras jugaba con su cabello.


Parecía que el pelinegro de estaba tomando su tiempo para ordenar, cosa que impaciento un poco al rubio.


Uh, ¿Y Usted? Preguntó finalmente el rubio.


Un café y una rebanada de tarta de fresa dijo el pelinegro levantando la vista hacia Tsukishima.


Se sostuvieron la mirada durante unos segundos, hasta que la timidez venció al rubio y desvió la mirada. Antes de marcharse pudo escuchar como el pelinegro reía suavemente, cosa que lo avergonzó un poco.  


El pedido fue entregado por otro mesero mientras Tsukishima continuaba su labor de atender mesas. En ocasiones volteaba disimuladamente hacia el pelinegro solo para descubrir que también lo estaba mirando, había ocasiones en las que el pelinegro incluso le sonreía, podía sentir su penetrante mirada siguiendo cada uno de sus movimientos, y eso causaba que sus mejillas se colorearan. Por lo que decidió refugiarse en la cocina para calmarse de una vez.


Tsukishima ¿Estas bien? Preguntó Sugawara con una expresión preocupada – Tú no sueles tomar descansos.


Solo estoy un poco cansado, ayer estudie hasta tarde mintió, no había forma en que le dijera la verdadera razón.


Debe ser difícil estudiar y trabajar al mismo tiempo con una carrera como la tuya le sonrió comprensivo No te sobres fuerces.


Este bien es solo que...


Sus palabras fueron interrumpidas por un gran estruendo afuera y tanto Tsukishima como Sugawara se acercaron a ver que estaba ocurriendo.


Tanaka y Nishinoya reían complacidos por la escena que se mostraba ante sus ojos.


–Parece que el tipo es tan popular como creía hablo Tanaka entre risas.


¿Qué fue lo que pasó? preguntó Sugawara.


No lo sé, ellos solo empezaron a discutir por algo y terminó como lo que ves ahí.


Tsukishima volteo en dirección al pelinegro y lo vio parado con una expresión desconcertada, su ropa cubierta de café y restos de pastel.


Tsukishima por favor ve a ver si el cliente está bien pidió Sugawara entregándole una toalla –yo iré por una escoba para limpiar los trozos de vidrio del suelo.


De acuerdo respondió Tsukishima, aun observando al pelinegro. 


Se acercó al pelinegro y le extendió una toalla ¿Se encuentra bien?


– Las mujeres son aterradoras ¿Verdad? dijo el pelinegro mientras se limpiaba


uh…supongo


¿Cuál es tu nombre?


No estoy obligado a decirte respondió rápidamente.


Lo sé, pero aun así me lo dirás ¿cierto? el pelinegro vió fijamente a Tsukishima con un extraña chispa en los ojos.


Tsukishima desvío la mirada y respondió Tsukishima Kei había algo en esta persona le hacía ceder.


Un placer Tsukishima, yo soy Kuroo Tetsuro.


Su primer encuentro pudo no ser el más romántico del mundo, pero algo que Tsukishima no olvidara, algo que marcó su vida para siempre.


 


////////////////////////////////////////////


 


Tsukishima quiso reír cuando vio lo inquieto que estaba su prometido, el mayor jugueteaba con los dedos y se removía un poco en si sitio.


Su prometido le extendió la mano y Tsukishima la tomo sonriendo, La mano que sostenía la suya era grande, cálida y amable. Le sostuvo la mirada, una mirada cargada de palabras que no necesitaban ser dichas, porque ambos sabían lo que sentían por el otro.


El sacerdote comenzó con el sermón y Tsukishima cierra los ojos sintiendo la calidez de la mano de la persona con la que pasaría el resto de su vida.


 


////////////////////////////////////////////


 


Dos años habían pasado desde su primer encuentro, se mudaron juntos después de la graduación de Kuroo y ahora él trabajaba en una prestigiosa firma de abogados. Tsukishima continuaba con sus estudios universitarios y dejó su trabajo en la cafetería a petición de Kuroo. Habían enfrentado muchas pruebas como pareja y todas las habían superado gracias a su paciencia, perseverancia y más importante gracias a su amor, pero ahora mismo se enfrentaban al que podría ser el mayor obstáculo de su vida.


Te juro que ella no significa nada para mí Kuroo camino con cautela hacia Tsukishima Por favor escúchame.


¡No mientas! los ojos de Tsukishima se llenaron de lágrimas, pero se las tragó Por eso es que has estado llegando tarde a casa últimamente, Ibas a verla a ella Cerro los ojos tragándose el nudo en la garganta ¿Desde hace cuánto se están viendo?


El pelinegro le miro culpable un mes Susurro.


Kuroo se acercó y tomó su brazo, pero Tsukishima se apartó ¡No me toques! Su pecho dolían tanto que creía que moriría.


Sé que no tienes razones para creerme, Kei. Pero yo te amo, lo que sucedió fue un error.


¿Un error? se burló Tsukishima, finas lágrimas brotaban de sus ojos Estuviste con ella un mes y ahora vienes a decirme que fue un error ¿Qué habría pasado si no me hubiese enterado? ¿Seguirías con ella?


No, Kei lo tomo por los hombros y no permitió que Tsukishima lo apartara yo iba a terminar con eso, lo que pasó fue un gran error. Te juro que nunca fuimos más lejos.


¿Realmente piensas que voy a creer eso? No me tomes por tonto.


Sé que con pedir perdón no será suficiente para enmendar lo que paso, pero si me lo permites pasaré el resto de nuestras vidas reparándolo.


¿Y si vuelve a ocurrir? pregunto Tsukishima.


Te juro que no volverá a pasar dijo Kuroo envolviendo a Tsukishima en un abrazo Tu eres el único a quien amo, no quiero perderte.


Tsukishima se apartó y miro a Kuroo a los ojos ¿Lo prometes? ¿Prometes que no volverá a ocurrir? ¿Puedo confiar en ti?


Lo juro por mi vida - dijo tomando la barbilla del rubio - Nunca amare a nadie como a ti.


Sus labios se fundieron un suave beso que poco a poco se fue haciendo más profundo. Tsukishima hizo caso omiso a la pequeña voz en su cabeza que le decía que Kuroo mentía, lo amaba demasiado, tanto que eligió creer ciegamente en sus palabras en sus palabras.


Dos meses, ese fue el tiempo que duraron las promesas de Kuroo. El incidente se repitió incontables veces, llegaba tarde o a veces se ausentaba por días, volvía con la camisa manchada de lápiz labial o con olor a perfume de mujer, pero Kuroo lo amaba, se lo repetía una y otra vez, y Tsukishima amaba a Kuroo ¿A caso estaba mal creerle? ¿Estaba mal pensar que Kuroo en verdad cambiaría? Si, lo estaba, su mejor amigo de lo decía, sus antiguos compañeros de trabajo se lo dijeron y él lo sabía, pero aun así quería creerlo, quería confiar en el por qué lo amaba demasiado.


Pero todo tiene un límite y Tsukishima llegó al suyo aquel día en que el rubio llegó a la oficina de Kuroo para entregarle unos papeles que el pelinegro había olvidado.


Camino hacia el escritorio de la secretaria de Kuroo, pero este se encontraba vacío, algo bastante normal tomando encuentra que ya era hora del almuerzo. Se acercó a la puerta de la oficina del pelinegro y, antes de tocar el pomo, escucho un leve gemido que lo hizo paralizarse, segundos después escucho otro, con una mano temblorosa tomo el pomo y abrió la puerta lentamente, lo suficiente como para ver lo que estaba ocurriendo. Sintió su estómago revolverse ante la escena que estaba presenciando.


Sobre el escritorio, Kuroo y una chica pelirroja, que identificó como su secretaria, estaban uno sobre el otro en un acalorado beso, sus manos explotaban el cuerpo contrario con una maestría que demostraba que está no era la primera vez que estaban juntos. Tsukishima se tambaleo hacia atrás hasta chocar con la pared, ya era suficiente, dejo los papeles en los tirados sobre el suelo y salió corriendo de ahí, sin mirar atrás.


Ese mismo día Tsukishima abandonó el departamento que compartió con Kuroo, para ir a la casa de su mejor amigo, Yamaguchi. Durante un tiempo evitó a Kuroo, no quería escuchar de nuevo sus mentiras y sus disculpas hipócritas, pero más importante aún, Tsukishima tenía miedo de ceder ante él.


Y, como si el cielo atendiera a sus suplicas, tiempo después Tsukishima recibió una oferta para terminar sus estudios en el extranjero. Al principio estuvo renuente a aceptar pues una parte de él deseaba perdonarlo, pero sabía que nada bueno saldara de eso. 


Y ahora se encontraba en el aeropuerto con maleta en mano, había tomado una decisión definitiva, no se refractaria. Esta era la decisión correcta.


Tsukki ¿estás seguro de esto? pregunto Yamaguchi, quien había acompañado a Tsukishima hasta el aeropuerto.


Es una gran oportunidad hablo Tsukishima decidido – Creo que ya no necesitaré esto le entrego a Yamaguchi un pequeño anillo de plata que Kuroo le había dado el día que le pidió matrimonio puedes hacer lo que quieras con él, ya no soporto mirarlo.


De acuerdo Yamaguchi se movió para abrazarlo Suerte, Tsukki.


Tsukishima correspondió al abrazo Gracias.


Antes de subir al avión le dio una última despedida a Tokyo, la ciudad donde lo conoció. Partiría hacia una nueva vida sin Kuroo, a una nueva ciudad donde viviría nuevas experiencias, conocería a otras personas y quizás podría olvidarlo.


 


////////////////////////////////////////////


 


Después de la experiencia que tuvo con Kuroo, Tsukishima jamás pensó que volvería a confiar en alguien más y mucho menos pensó que volvería a enamorarse. Y ahora, se encontraba frente al altar a punto de casarse con la persona que lo había rescatado del mundo de oscuridad en el que se había sumido, con la persona que le enseñó y demostró que el amor sincero existía, y que podía volver a ser feliz.


Amos se toman de las manos y se miran a los ojos.


– Yo Bokuto Kotaro te recibo a ti Tsukishima Kei como esposo y te me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe.


– Yo Tsukishima Kei te quiero a ti, Bokuto Kotaro como esposo y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida hasta que la muerte nos separe.


Los padrinos de ambos se acercan y les entregan los anillos.


Bokuto toma delicadamente la mano de Tsukishima – Tsukishima Kei, recibe este anillo como muestra de mi amor y fidelidad a ti.


Tsukishima repite la misma acción con la mano de Bokuto – Bokuto Kotaro, recibe este anillo como muestra de mi amor y fidelidad hacia ti.


Tsukishima se permitió observar en dirección a los invitados y, ahí, al fondo estaba Kuroo, el pelinegro lo observaba fijamente y con una expresión desolada. Tsukishima sabía que Kuroo no intentaría nada alocado como interrumpir la boda, en su pequeña reunión previa a la boda Tsukishima le había dejado en claro que lo que sentía por Bokuto era real, que en verdad lo amaba y que Kuroo ahora solo formaba parte de su pasado.


 


////////////////////////////////////////////


 


Tsukishima volvía al departamento que compartía con Bokuto desde que ambos volvieron a Tokyo, Bokuto había sido arrastrado por sus amigos a su despedida de soltero y, conociendo a sus amigos, probablemente no volvería hasta la madrugada.


Abrió la puerta de su departamento y se percató de la presencia de alguien que conocía muy bien. Los rayos de la luna que se colaban por la ventana iluminaban su silueta, realmente pensó que no lo volvería a ver, pero estaba ahí frente a él y se veía dolorosamente atractivo.


Cerro la puerta tras de sí y se volvió ara verlo ¿Qué estás haciendo aquí Kuroo? Tsukishima camino hasta quedar frente a él


Vine a detener la locura que estas apunto de cometer la voz de Kuroo sonó firme.


¿De qué rayos estás hablando? Tsukishima pregunto con el ceño fruncido.


Esa estúpida boda, estas cometiendo un error Kuroo se acercó hasta quedar a unos cuantos centímetros del rubio no puedes casarte con él, tú me amas estiro la mano y tocó levemente el rostro de Tsukishima.


Tsukishima lo apartó y dio dos pasos hacia atrás Vete a casa Kuroo, no quiero hablar de esto contigo.


Espera Kei, por favor escúchame dijo con una mirada suplicante.


Tsukishima desvío la mirada, tenía miedo de ceder ante el ¡No! Quiero que te vayas ahora.


No me iré hasta que me escuches dijo Kuroo forzando a Tsukishima a verlo a los ojos Kei yo te amo.


Escucharle decir eso revivió en Tsukishima viejos sentimientos y viejos recuerdos, que creyó haber dejado atrás. Yo amo a Bokuto-san las palabras de Tsukishima fueron firmes, realmente esperaba que Kuroo lo entendiera.


Como puedes decir eso después de todo lo que pasamos juntos la voz de Kuroo solo entrecortada. Parecía que no sabía qué hacer, pasaba sus manos por su cabello, se movía frenéticamente de un lado a otro de la sala tiene que ser mentira.


Tsukishima respiro hondo Yo en verdad lo amo – Kuroo estuvo su andar y lo miro esperando a que continuara él es exactamente la persona con la que quiero casarme. Por primera vez después de mucho tiempo soy feliz y todo es gracias a él.


 – ¡Mientes!


– Ni miento – le aclaro – él se quedó a mi lado cuando más lo necesite, espero pacientemente por mí. Me ayudo a seguir adelante ¿cómo no podría amarlo?


Ah! Ya entiendo exclamó Kuroo, como si hubiese descubierto la respuesta a un gran misterio No te engañes a ti mismo Kei, estas confundiendo el amor con agradecimiento.


Tsukishima suspiró exasperado No me estoy engañando, es la verdad y tienes que aceptarla.


Lo estás haciendo Kuroo le contradijo No puedes casarte con Bokuto, ¡tú me amas! Grito Kuroo tomando a Tsukishima de ambos brazos.


Ya no te amo Kuroo Tsukishima lo miro fijamente.


Sin previo aviso Kuroo lo beso, tomando su boca con desesperación cuando te fuiste creí que moriría Tsukishima trato de apartarse, pero Kuroo no se lo permitió Nada volvió a ser igual, todo dejo de tener sentido. Me dejaste completamente vacío y solo.


Tsukishima Sonrió con amargura Estoy seguro de que no tuviste problemas para encontrar a alguien para consolarte.


Kuroo bajo la mirada un instante ninguno era como tú, no importa con quien estuviera jamás no pude dejar de pensar en ti, fue entonces que comprendí que no necesitaba a nadie más que a ti, pero tú ya no estabas a mi lado.


Ya es muy tarde Kuroo.


Aún no te has casado, por favor recapacita Kei.


Quizás, tiempo atrás, Cuando se encontraba solo y vulnerable lo hubiese perdonado, pero ahora tenía a alguien a quien no estaba dispuesto a perder.


No hay nada que recapacitar Kuroo, estás perdiendo el tiempo.


En un arranque Kuroo empujó a Tsukishima al sofá y nuevamente tomo sus labios en un beso lleno de furia y desesperación. Tsukishima se removía desesperado por quitárselo de encima Mírate Kei, tu cuerpo está temblando susurro sobre sus labios.


No hagas esto Kuroo Tsukishima se removía debajo de Kuroo, aun tratando de moverlo, pero Kuroo sujeto sus muñecas con una mano. El jamás había actuado así antes, no conocía a esta persona.


El pelinegro se apartó unos centímetros Tu también lo quieres su mirada estaba totalmente ensombrecida, no iba a detenerse, Tsukishima estaba seguro de ello ahora.


mnn la lengua de Kuroo penetró su boca y acarició sus dientes antes de entrelazarse con la suya.


– Kei… – susurro despojando al menor de su camisa.


Sus besos eran intensos, el suave toque de la mano de Kuroo sobre su piel amenazaba con romper la poca resistencia que aún le quedaba. Se sentía como si todo el tiempo que estuvieron separados desapareciera en un breve momento, ya o tenía más fuerzas para resistirse, ya no más.


Pensamientos sobre Bokuto con sus grandes y expresivos ojos dorados, su suave cabello negro grisáceo y esa radiante sonrisa, que eliminaba todas sus preocupaciones, lo inundaron. Queria verlo, quería que fuera el quien lo estuviera tocando, una punzada de culpa instaló en su pecho, ahora mismo estaba a punto de traicionarle.


Kuroo comenzó a empujar bruscamente con la rodilla, forzándolo a abrir las piernas, Tsukishima apretó fuertemente los párpados en un vano intentando reprimir las lágrimas que amenazaban con salir. Su mente se reusaba a aceptar a Kuroo, pero su cuerpo se estremecía ante cada caricia suya.


No llores Kei Kuroo libero sus muñecas y las caricias cesaron No llores susurro suavemente mientras acariciaba su rostro.


Tsukishima desvío la mirada y coloco ambas manos en el pecho de Kuroo – Si continuas harás que odie.


Kuroo acarició la curvatura de su cuello con los dedos Quiero que me ames, quiero que vuelvas a mi lado, quiero que me perdones tomo una de las manos del rubio y la beso Te amo.


Tsukishima negó suavemente con la cabeza No puedes reparar la confianza que se ha roto, nunca vas a cambiar.


No vas a ser feliz con él dijo Kuroo, abrazándolo.


Lo seré, estoy seguro de ello susurró.


– ¿Cómo puedes estar tan seguro?


Tsukishima Sonrió al pensar en Bokuto – Porque es el.


 – Ya veo – Kuroo lo miro con los ojos cristalinos por favor dime una última vez que me amas.


Kuroo yo no...


Por favor susurro juntando sus frentes solo una vez más y me marcharé.


Tsukishima dudo por un instante, pero accedió a su petición Te amo Kuroo, te amo.


Unieron sus labios en un Casto beso. Fue un adiós silencioso, ya todo estaba dicho, volver atrás sería un error. Tan pronto como la puerta se cerró detrás de él, la fatiga lo venció y colapso hacia el suelo, sentía una extraña mezcla de tristeza y alivio. Su cuerpo ahora se sentía más ligero, como si se hubiera quitado un gran peso de encima.


 


////////////////////////////////////////////


 


– Pueden besarse para sellar su unión – dijo el sacerdote, dando por terminada la ceremonia.


Bokuto tomo la boca de Tsukishima en un apasionado beso que lo dejo jadeando – Soy tan feliz Tsukki, al fin eres mío – el mayor tomo a él rubio entre sus brazos y lo alzó hacia arriba.


– Bokuto-san por favor guarda tus energías para la Luna de miel – dijo Tsukishima, una vez Bokuto lo soltó.


El mayor le sonrió seductor – Parece que alguien está ansioso.


Tsukishima iba a replicar pero repentinamente se vieron rodeados por gente que los felicitaba, deseándoles lo mejor y dándoles algunos consejos.


– Felicidades a los dos – dijo Akaashi acercándose a los recién casados – Pensaba que en cualquier momento Bokuto-san te tomaría y huiría de la ceremonia contigo. – dijo dirigiéndose a Tsukishima – Eso era todo lo que repetía anoche en la fiesta.


– Akaashi! Lo prometiste– exclamó Bokuto, avergonzado.


El pelinegro simplemente se encogió de hombros y Tsukishima río suavemente hasta que cierta persona ya conocida se presentó ante ellos.


– Felicidades Bokuto – felicito Kuroo con una sonrisa fingida.


– Maldición Kuroo! Te ves terrible – exclamó Bokuto, abrazando al mayor – Ahora entiendo por qué no te vi en mí despedida de soltero.


El pelinegro tenía los ojos enrojecidos y grandes ojeras, se veía realmente demacrado.


– Eso no tiene importancia ahora – dijo viendo en dirección al rubio – Felicidades a ti también Tsukishima – dijo abrazando al rubio.


– Gracias Kuroo – dijo tratando de apartarse. No quería prolongar ese abrazo más de lo necesario.


– Esto no durará, estaré esperando el momento en que vuelvas a mi Kei – susurro Kuroo, antes de apartarse.


Tsukishima le miro decepcionado, en verdad pensó que Kuroo había comprendido que jamás volverían a estar juntos.


Akaashi pareció notar en ambiente tenso entre los dos y dijo – Bokuto – San, Tsukishima ya casi es hora de que Bailén.


– Es verdad, vamos Tsukki – Bokuto tomo suavemente la mano del rubio y lo guío a la pista de baile.


El mayor lo acerco más a su cuerpo y unió sus labios en un beso cargado de sentimientos. Tsukishima amaba la forma en que Bokuto sostenía su mano, la forma en que lo miraba y también como le sonreía. Cuando Tsukishima estaba con Bokuto era como no existiera nada más, como fueran las únicas dos personas en el mundo, como si el tiempo no pasara, el mayor tenía el poder de hacer desaparecer todas sus preocupaciones y miedos, le hacía sentir que podía lograr lo que sea y, sobre todo, le hacía sentir amado.


Ah! En verdad lo amo – pensó antes de tomar la iniciativa y besarlo.  


Definitivamente no volvería con Kuroo, no cuando tenía a esta radiante persona a su lado. 

Notas finales:

Tenía planeado hacer este fic mucho más largo, pero por ahora lo dejare como un One-shot. Les dejare a su imaginación lo que paso en la relación de estos tres. ¿Tsukishima volvió con Kuroo? ¿Vivió feliz para siempre con Bokuto? O ¿Decidió dejar a ambos? 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).