Capítulo 1
Discovering my self
Una inglesa solitaria de ojos cafés como las avellanas y de hebras rizadas color chocolate caminaba por las desoladas calles de Paris. El viento soplaba con algo de fuerza, moviendo algunas ramas de los árboles de los cuales caigan hojas secas y amarillas llegando suavemente hacia el piso para convertirse en hojarasca que a su vez era dispersada por el asfalto, haciendo que esa noche fuera fría, sin embargo la luna estaba en su última fase, iluminado a toda la capital francesa con su pureza.
Alzo su mano izquierda en la cual se encontraba su plateado reloj, lo observo por unos fugaces segundos y cuando puedo notar que hora era, soltó un pequeño alarido por lo tarde que era, apuro su lento caminar, terminando por correr toda la avenida hasta llegar varios minutos después a una recepción muy lujosa y refinada.
Acomodo un poco su vestimenta, que era una vestido de color rosa pastel, tenía unas mangas que le llegaban a la mitad del antebrazo, un lazo del mismo color en la mitad del abdomen y por ultimo varios pliegues que elegantemente descendían hasta sus pies, de calzado utilizaba unos tacones de color plateados los cuales se podían apreciar sus blanquizcos dedos de los pies. Jugo despistadamente con el manicure de sus dedos por los nervios que tenía, soltó un leve suspiro cuando empezó a subir las escaleras para llegar al piso de la recepción.
Definitivamente no le gustaba para nada estar en esa fiesta, no conocía a casi nadie, y eso la incomodaba aún más, a los únicos que los conocía era a sus dos primos y su tío, ya que ellos eran los organizadores de aquel evento en cual era un baile de máscaras por los diez años de la fundación de la empresa de sus tíos.
Un mozo que estaba vestido con un smoking de color negro y una rosa de color rojo en su bolsillo del pecho izquierdo le abrió caballerosamente la puerta del salón. Se quedó sin habla cuando observo aquel el lugar, el espacio era muy amplio, con unos candelabros de cristal del siglo XVIII estaban colgados el techo, modificados levemente para poder tener iluminación artificial, toda la gente que asistió estaba usando vestimenta que parecía verdaderas obras de arte, las cuales se movían al ritmo de la suave y clásica música muggle que se escuchaba de fondo.
No tenía ninguna intención de bailar o disfrutar esa fiesta, ya que, por la única razón que vino a esa dichosa fiesta era porque su madre la había obligado, además, si era cierto que le gustaba mucho la música clásica, ya que hacía que se relajara, no se iba a quedar solo por la música, ya había saludo a tus tíos y primos también, así que no tenía nada más que hacer.
Estaba por irse pero cuando vio a una hermosa chica rubia con un vestido blanco, con adornos de color negro en su traje y una máscara del mismo color, no pudo hacer, esa chica era simplemente bella, su cabello no era el típico rubio, al contrario, era un rubio platinado y aunque aún no veía sus ojos seguramente serian hermoso. Esperen un momento.. ¿Porque estaba describiendo a una chica de esa manera?, si bien nunca le había gustado el sexo opuesto eso no quiere decir que le gusten las mujeres. Sacudió su cabeza un par de veces para retirar esos pensamientos de su cabeza, y mejor decidió irse, ya era un poco tarde, y Paris como toda cuidad del mundo tenía su delincuencia, así que camino rumbo a la salida, no obstante, cuando se alejaba de la fiesta pudo observar unos grandes pero lindos ojos azules con un brillo único y singular, los cuales la miraban fijamente acompañados de una máscara de color negro.
No supo si fue por lo hermosa que era esa rubia, o la forma en como la miraba, lo cierto es que ahora estaba caminan hacia esa chica.
La rubia mostro una linda sonrisa coqueta al ver como una castaña estaba a solo unos pasos de ella, aquel momento era tan mágico, como el avellano observaba el zafiro y viceversa. Sin embargo, la hermana menor de la rubia la llamo desde el corredor que se encontraba cerca de la salida.
-Jusque-là, mon amour-dijo la chica de ojos azules con algo de pesar antes de esfumaba entre la demás personas y la oscuridad de la noche.
Por otro lado a castaña se le tiñeron sus mejillas de carmesí, seguidas por una sonrisa risueña. No podía creer las dos últimas dos palabras que había dicho la rubia, le había dicho mon amour, ¿Acaso le gusto a esa chica?...... Un momento ella era Hermione Jean Grenger, una de las estudiantes más brillantes e inteligentes de colegio Hogwarts, conocida por todo el mundo como una persona algo fría en lo que respecta a los sentimientos, y ahora de buenas a primeras le gusta esa chica. Expulso el aire de sus pulmones, tenía que pesar racionalmente, así que, se iría a la casa de los Weasley para pasar el último fin de semana con sus amigos antes de iniciar clases.
Salió de la recepción, no sin antes despedirse de sus tíos y primos, ahora camino hacia un callejón oscuro. Con un hechizo su vestido se convirtió en un pantalón y un suéter, hizo otro hechizo y se transportó hacia la casa de los Weasley.
-!!Hermione!!, que gusto verte aquí- dijo la señora de la casa abrazando cálidamente a la castaña.
-igualmente señora Weasley-respondiendo también el abrazo.
-querida, ¿Porque tanto alboroto?- preguntó Arthur mientras se dirigía a la sala- ¡¡Hermione que sorpresa tenerte en la casa!!
-espero que no les moleste quedarme en su casa-respondió con algo de timidez.
- al contrario hija nos encanta tener aquí, sabes que siempre serás bienvenida a nuestro humilde hogar- declaro el señor abrazándola suavemente- Fred, George vengan a saludar.
Los aludidos bajaron rápidamente al escuchar algunos murmullos y la voz de su padre llamarlos.
-hoola... Grender- saludo amistosamente George, acariciando la cabeza de la mencionada.
- ¿Cómo has estado?-pregunto Fred mientras tocaba el hombro de Hermione- ¿Nuestro padre ya te dijo a donde iríamos hoy?
-hola chicos, ¿A dónde irán hoy?-
-es una sorpresa, si quieres puedes ir con nosotros-respondió el Weasley mayor mientras observaba su reloj.
-con mucho gusto, pero, ¿Dónde están Harry, Ron y Ginny?-observaba a todos lados pero no los encontraba.
-Harry y Ron aun están dormidos, ya sabes lo perezosos que son, y Ginny está terminando de cambiarse-menciono Molly mientras limpiaba el polvo que había en algunos muebles- tal vez te gustaría levantarlos.
Hermione asistió con la cabeza, y rápidamente subió las escaleras hasta el segundo piso, paso por un pasillo hasta llegar a una puerta de color blanco, no se molestó en tocar la puerta, al contrario entro sin tocar y fue directamente a las dos camas que se encontraban al centro de la habitación.
-!!ROLAND WEASLEY!! Despierta- grito Hermione, retiro con algo de brusquedad las frazadas que se encontraban en el cuerpo del chico e igualmente lo hizo con Harry- !!HARRY!! despierta.
-¿Qué diablos está pasando aquí?- murmuro Ron cuando sintió el frio del día sobre su cuerpo-¿Que estás haciendo aquí Hermione?
-levántate Ronald, ya es tarde y tu sigue durmiendo-dijo en un tono alto Hermione para tratar de levantar a ron, por otro lado Harry solo se levantó de la cama y fue a cambiarse de ropa.
-.........está bien- respondió, saliendo de mala gana de la cama, tomar algo ropa y cambiarse.
La sorpresa había sido mayúscula cuando fueron al campeonato mundial de quidditch, mientras todos los Weasley y Harry estaban concentrados en el juego, Hermione estaba perdida en sus pensamientos, había algo en esa chica de la noche anterior que era único, era especial, algo la había cautivaba, y ahora no podía dejar de pensar en ella.
A la mañana siguiente todos los jóvenes abordaron el tren, hacia el colegio. Después de varias horas donde hicieron bromas y comieron una que otra golosina del carrito finalmente llegaron a su destino. Como eran costumbre todos los estudiantes se cambian y luego se dirigieron al gran comedor, para ver como el sombrero seleccionador, elegía a los de primero, su nueva casa, una vez todo ese proceso fue realizado Dumbledore se levantó de su silla y comenzó a hablar.
- Hogwartsha sido elegido como sede de un torneo legendario, el torneo de los tres magos; este torneo trae a tres diferentes escuelas, en donde cada una se selecciona un estudiante, para pasar diferentes pruebas y retos mágicos, y créanme que este torneo no es para los asustadizos, pero, lo hablaremos tarde. Ahora demos la bienvenida a las señoritas de la academia Beauxbatons de Francia y a su directora madame Maxine.
En eso se abren las dos grandes puertas, dejando ver a un grupo de chicas con uniformes de color azul, unos guantes, y un gorro con una leve punta con curva en la parte superior. La mayoría de las chicas tenían su cabello recogido, ya sea con una coleta o una trenza. Además de tener un físico inigualable, caminaban con una elegancia y sensualidad única. Hermione por el contrario solo veía a chicas huecas, que solo tenían aire en la cabeza, pero sus ojos se abrieron abruptamente al ver a la última rubia, su parecido con la chica de la noche anterior era increíble. La rubia hizo una reverencia hacia el centro de la mesa y cuando levanto su cabeza, le sonrió a la castaña.
-chi...cos.....lo vieron, esa hermosa chica me sonrió-dijo bobamente Ron, mirando como caminaba la chica a su mesa.
-Ron....creo que esa sonrisa, no te la dedico a ti- comento Harry mirando fijamente a la casa de Ravenclaw- sino a todo el mundo.
–!!tonterías!!.....Harry....yo sé que esa chica me quiere-respondió Ron sonriendo tontamente antes de tomar un sorbo de jugo de calabaza.
La gente de todas las mesas comenzaron a murmuran y lanzar comentarios sobre las nuevas chicas, en especial de la última rubia la cual era la envidia de muchas chicas , y la locura de muchos chicos. Dumbledore alzo sus manos en señal de silencio- bien, ahora nuestros amigos del norte, demos la bienvenida a los chicos de la academia Dumstrang.
Nuevamente aparece un grupo de personas, pero ahora solo eran hombres, los cuales estaban vestidos con pieles cálidas de animales salvajes. Dos de ellos se inclinaron para sacar sus varitas y hacer un dragón de fuego. Ahora las que estaban con locura eran las chicas por ver al último chico, que era nada más, ni nada menos que Viktor Krum el mejor buscador del mundo. En cambio a Hermione le pareció un chico de lo peor, si antes no soportaba ver a esas presumidas chicas de Beauxbatons, ahora con ese fortachón y arrogante de Krum ni siquiera lo tragaba, seguramente ese chico era vacío.
-bien ahora que estamos todo que la cena comience-declaro Albus, acto seguido en todas las mesas aparecieron grande charolas de metal con una infinidad de comida. Algún tiempo después cuando la cena ya había acabado, Hermione vio que ya era una hora prudente para dormir, mañana tenia clases y por ende debería descansar, se despidió de sus amigos y camino con algo de rapidez así su habitación.
Se puso su pijama, abrió la cama, se metió en ella, con un hechizo apago la luz, y posteriormente se acomodó entre las frazadas. Definitivamente ahora era un hecho, no le gustaban los hombre, sino las mujeres, con ese pensamiento cerro sus ojos, pensando en aquella hermosa rubia que había conocido ayer.
-good night my love- murmuro antes de quedar profundamente dormida.