Tres veces había preferido a Kory por sobre el joven Robin. En cada una de las ocasiones la tamaraneana no se cansaba de comentar lo encantador que se había comportado el héroe de Blüdhaven y lo emocionaba que estaba por volver a verlo. Era molesto tener que soportar las actitudes de princesa enamorada de Starfire pero tenía que mantenerse templado, después de todo, ella era la líder y aún más importante no quería decepcionar a su padre.
Damian mantenía la mente ocupada con entrenamiento constante, pero su mal genio empezaba a hacer mella en el equipo, cosa que no pasó desapercibida por la líder y heroína quien decidida planeaba a terminar con eso.
Kory era amable e ingenua, durante un largo tiempo bajo el agua de la bañera de su habitación decidió cuál sería la mejor forma para tratar el asunto. Se acercaba una gran noche de estrellas donde muchas de ellas bailarán como en una lluvia. Era un evento único que solo se repetía cada 84 años y ahora ella lo aprovecharia para unir más a su equipo y por qué no, para pasar una velada maravillosa con Dick. Pero no solo se conformo con un grupo pequeño, lo que ella buscaba era la mayor convivencia posible para estimular los lazos de cordialidad del hijo del murciélago. Por esa razón fue que invitó a varios jovenes heroes mas, entre ellos Conner Kent, Wally West y los otros dos miembros de la batifamilia, Tim Drake y Jason Todd.
Sería una gran fin de semana, todos irían a acampar en uno de los bosques más hermosos y con el cielo más despejado de todo el país. Llevarían comida, telescopios, casas de acampar, instrumentos musicales y todo lo necesario para disfrutar de aquel espectáculo natural.
Cuando el gran dia llego, como era de esperarse, Damian no estaba para nada feliz de tener que ir a perder su valioso tiempo y peor aun el simple hecho de imaginarse a Kory coquetearle a su hermano por dos días seguidos lo desesperaba a más no poder. Había estado tan molesto que no era consciente de que sus otros dos hermanos también iban a asistir.
-De todos, a ti era a quien menos esperaba encontrar aquí Todd- comentó serio Damian a un despreocupado Jason quien estaba recargado sobre su moto.
-Nada especial pequeño demonio, Alfred pensó que sería buena idea tomar aire libre y el viejo me envió a cuidar que no mates a nadie- sonrió cuando digo lo último, pero se sorprendió cuando no recibió respuesta hostil por parte del más joven.
-Padre sabe lo que hace.
Sin mas se alejo para poder apartarse de la multitud que lo empezaba a fastidiar. No quiso hablar con Dick cuando este llegó y se molesto cuando comprobó que este último no hacía nada por buscarlo. Era un idiota, ellos habían sido compañeros de innumerables batallas, habían peleado hombro con hombro y ahora lo cambiaba sin más por esa alienígena entrometida que no tenía ni idea de cómo ser una buena líder.
-Me alegra que vinieras Damian, hace falta relajarte, Kory me contó que…
-No tuve opción Grayson, si por mi fuera estaria haciendo cosas útiles- le interrumpió sin importarle que el tono de su voz sonara agresivo.
-Todos necesitamos descansar de vez en cuando- intentó acercarse sin mucho éxito ya que cuando estaba a punto de abrazarlo él Al Ghul lo esquivo.
-No soy débil como “otros”- ese “otros” significaba enteramente “Starfire”. Suspiro intentando calmar la situación. No lo habían visto en mucho tiempo y ahora que podia no queria arruinarlo con los ridículos, pero tiernos, celos de Damian.
-Lo sé, he peleado contra ti.
-Entonces deja de molestar si sabes de lo que soy capaz de hacer- si Dick iba a decir algo se quedó solo en su mente ya que tan pronto le espetó aquellas palabras se alejó del lugar. Decidió que lo mejor por ahora sería no presionarlo, lo que más deseaba era que se divirtiera y que disfrutara un poco de su escasa infancia.
No podía estar más cabreado, cuando se alejó esperaba muy en sus adentros de que su hermano lo persiguiera, que gran fantasía, ahora caminaba solo sin dirección alguna. Adonde fuera que mirara solo veía las caras estúpidas de sus compañeros habiendo que se enojara más y más.
-¿Cómo lo haces?- pregunto a Red Hood quien fumaba y miraba a una familia de aves en un árbol cercano.
-¿Hablas de soportar a todos estos chicos?- inquirió con una de las manos en el bolsillo de su pantalón.
-Hablo de no matar a nadie- torció el gesto ganándose una pequeña risa por parte del otro. Jaison apagó su cigarrillo y se acercó para contestar simple.
-Me junto con personas como yo.
Ese había sido un mensaje claro y dadas las circunstancias lo acepto. Los dos comenzaron a caminar en silencio a un borde con vista al paisaje. Un gran bosque que se extendía a cientos de kilómetros, los árboles altos mostraban colores diversos entre amarillo, café y algunos cuantos rezagados verdes. El otoño estaba entrando y las hojas eran prueba de ello. Un río serpenteante se podía ver en la parte baja, el agua era clara pero por la lejanía no se sabía si era calmo o si sus corrientes eran fuertes. La temperatura en otoño descendía bastante, y ahora se podían formar halos de vapor con el aliento a causa de la diferencia de temperatura del exterior y el cuerpo humano.
Duarte diez minutos ambos permanecieron callados, se abstenía a contemplar los árboles y el cielo, después de otros diez minutos el mayor comenzó con una prolongada plática que duró más de cuarenta minutos. Jason sabía manejar la conversación haciendo preguntas que guiaba para hacer que el pequeño demonio se tranquilizara. Se dio por satisfecho cuando escucho a Damian reír y hacer burlas sarcásticas sobre lo agradable que sería arrojar a los criminales de Gótica (solo los más peligrosos) por precipicios parecidos a ese. Ambos, para sorpresa de muchos, se entendían y divertían.
A lo largo de toda la mañana y tarde los dos permanecieron juntos, la mayor parte del tiempo se mantenían en silencio. Jaison se recostaba en el suelo verde por el pasto y miraba las nubes pasar con los brazos en la nuca y encendiendo de vez en cuando un cigarrillo, Damian se entretenía leyendo y ocasionalmente hacía preguntas. Cuando Chico Bestia se acercó a ellos para ofrecerles comida fue el mismo Red Hood quien se levantó para ir por una buena cantidad de hot- dogs capaz de saciar su propia hambre y la del nuevo Robin. El Al Ghul se sorprendió cuando llegó la noche ya que durante todo el día no se había acordado de Grayson y se su incapaz líder Kori.
Ahora todos se reunían para poder ver las primeras estrellas nacer, la lluvia de astros sería a la noche siguiente pero aun así el evento era sorprendente, con un cielo despejado que mostraba a la luna casi tan cerca como para tocarla con las puntas de los dedos y a las estrellas como si fueran arena en el desierto por la gran cantidad que iluminaban la bóveda celeste. En algún momento Jaison se alejó en dirección a su motocicleta y cuando regresó se encontró con Dick y Damian discutiendo, no supo si era buena idea entrometerse o dejar que las cosas siguieran su curso. Optó por quedarse donde estaba volviendo otra vez los ojos al cielo hasta que un ligero golpe en la espalda lo hizo girarse.
-Todd- le habló bajo mientras jalaba su chaqueta- estoy aburrido.
-Si que eres un dolor de muelas- respondió entre juguetón y serio. Lo cargo de modo en el que sus pechos se enfrentaban uno con otro, los brazos y piernas de Damian se enredaron en el torso de Jason como si fuera un koala. Las manos de Red Hood se entrelazaron para servir como apoyo del joven Robin quien enterraba el rostro entre el hombre y cuello del mayor.
Fue una escena extraña de ver, Damian nunca se habia comportado asi, pero todos creyeron que al ser hermanos era usual su comportamiento. Para todos fue algo sin mucho relevancia. Para todos menos uno, Dick no escuchaba la plática de Kori, lo único que estaba en su mente era la imagen de su Damian y Jason.
Era cálido. En una noche tan fría su abrazo parecía lo más apropiado. Tan cerca que podía oler su débil fragancia.
“Quédate conmigo”
Había sido un susurro al oído que Damian respondió de forma afirmativa haciendo el agarre de sus brazos sobre el cuello ajeno más firme.
Esa noche no usó su tienda de acampar, permaneció abrazado a Jason quien lo cubría con sorprendente ternura protegiéndolo de las bajas temperaturas de las montañas, de la obscuridad de los árboles y de la soledad de una adelantada juventud.
Los dos eran parecidos. Se habían visto obligados a crecer demasiado rápido, de no tener una familia normal, de ser rechazados por una sociedad triste y decadente, y haber desarrollado un peculiar desprecio por la misma sociedad que a pesar de todo lo que les había hecho se negaban a abandonar a su suerte. Aun deseaban traer paz, una tranquilidad que ni ellos mismos eran capaces de encontrar. Eso pensaba el ex- Robin antes de caer en un sueño profundo.
El día siguiente parecía prometedor, el sol mañanero calentaba lo necesario y los ánimos de todos estaban en su máximo esplendor, incluso Damian había convivido con Raven y Garfield si hostilidad. El resto de la tarde la pasó junto a Jason haciendo prácticamente lo mismo que el día anterior.
En la noche las estrellas comenzaron a caer sin cesar como si fuera una danza coordinada que iluminaba el bosque. La luna se reflejaba sobre las aguas del río y los animales nocturnos se asomaban curiosos por el show.
Un poco apartados del borde Jason había colocado un telescopio. Él se encontraba sentado en el suelo, mantenía las piernas cruzadas con Damian encima y entre ellas manipulado el aparato. Era inusual que alguien tan joven supiera todo lo que Dami hablaba con fluidez, era capaz de nombrar las constelaciones y de dar explicaciones científicas, casi no le interesaba lo que parloteaba pero fingía para mantenerlo feliz.
A lo lejos dos pares de ojos contemplaban la escena con diferentes sentimientos en mente.
-Fue una grandiosa idea traer a Jason con nosotros, ha logrado hacer que Robin se relaje… ¿Sabías que incluso le cedió su casa para acampar a Chico Bestia y ellos compartieron?
-Si
-Es un gran paso, está aceptando la convivencia. Y creo que esto también ayudó en mi relación con Damian, casi no me mirado con ganas de atacarme- río bajo y se sujetó al brazo de Nightwing.
-Si
-Hey Dick!, mira eso- gritó emocionada y señalo a un grupo de cuatro estrellas caer- son hermosas.
-Lo son- respondió sin siquiera mirarlas, sus ojos se perdían en la imagen de Jason cubriendo a Dami con su típica chaqueta café, abrazándolo por la espalda y acercándose al telescopio para ver algo que el joven Wayne le quería enseñar- lo son…
La próxima vez no preferiría a nadie, la próxima vez lo elegiría a él y solo a él, en verdad su corazón deseaba que hubiera una próxima vez.