Hace frio, dos jóvenes miran detenidamente a la mujer rubia ante ellos y se preguntan cómo su plan pudo fallar. Fácil el peli plata estaba a un lado de esa mujer, genial, pero la chica se interpone entre el rubio y ellos mostrando un kunai, no se la dejaría fácil a ellos si planeaban detenerlos.
-Naruto, Kanna basta.
-Lo siento, Hokage, pero no dejare que nos detengan.
-Y ¿Qué podrán hacerme en su estado?-pregunto la rubia-. ¿Acaso creen que no lo sé?
Los chicos están sorprendidos, es verdad, el estaba en estado, pero, ¿Cómo supo lo de ella?
-Naruto, no lo hagas, piensa que…
-Por eso lo hago-dijo interrumpiendo a su maestro-, por eso nos vamos de aquí, no quiero sufrir más.
La rubia lo miro a los ojos y pudo ver esa soledad que lo estaba matando, ella que lo consideraba ya como un hijo, estaba viendo como ese chico engreído se desmoronaba ante sus ojos. Malditos sean ese par, en especial a quien consideraba como una brillante alumna suya.
-¿A dónde piensan ir? Saben lo peligroso que es no poder defenderse.
-Eso no le interesa, Lady Tsunade, solo debe saber que ni mi hermano ni yo volveremos a este lugar nunca más.
-Kanna, tranquilízate, me preocupa Naruto más que nada en el mundo por eso quiero saber a dónde van y Shizune ira con ustedes.
-Pero…
-Iré, no me dejaran atrás-responde una mujer de cabello corto azabache-. Nadie sabrá a donde vamos, para todos en la aldea yo estoy en camino a la aldea de la roca a pedir una reunión con su líder.
-¿Debemos creerles?
-Se cuanto les duele, pero Shizune ira con ustedes, después de un año yo personalmente estaré e su lado.
-Pero, abuela, no puedes.
-Puedo y lo hare, nadie debe de saber nada, Shizune os escoltara y estará a su lado cuidándolos, además de que hay algunos amigos tuyos que no piensan quedarse atrás.
De entre las sombras Ino y su equipo aparecían al igual que Hinata, Kiba, Konohamaru, Iruka, Shino, Neji ,Sai entre otros. Pero la que no soportaría una pérdida seria Ino, no aceptaba que el rubio se fuera de Konoha, que renunciara a su sueño. En ese mismo momento deseaba tener cara a cara a Sakura para torturarla con su jutsu las veces que quisiera pero la pelos de chicle huyo con Sasuke después de lo que pasó que tenía que aguantar su coraje y sonreír para Naruto.
-No lo hagas, Naruto no te vayas- le suplico. Gracias a él y Kanna, Sai ya no poseía ese asqueroso sello que lo convertía en un esclavo para Danzo-. Si te vas, yo iré detrás de ti, como una sombra así que por favor, por favor no lo hagas.
-Ino-susurro el rubio.
-Escucha, Naruto, -le dijo Kiba-, si te vas no te lo perdonare, decías que deseabas convertirte en Hokage, todos nosotros te debemos mucho, así que no lo harás o te traeré a rastras, oíste.
Un perro parecía repetir las amenazas de su amo, pero Kanna no estaba muy tranquila con todo eso. Ella, que de un momento a otro perdió a la persona que amaba por una estupidez se sintió perdida, pero su hijo era algo que no perdería, así tuviera que desaparecer del plante lo haría, pero Naruto no tenía que compartir su destino, el tenia personas que lo querían demasiado como para seguirla a ella a un viaje sin sentido.
-Chicos, se cómo se sienten-hablo el rubio-, pero es una decisión que yo mismo tome, además de que Kanna se marcha conmigo. No puedo dejarla sola, ni ella a mí, nos necesitamos ahora más que nunca. Si me marcho, se que este dolor que siento desaparecerá con el paso del tiempo. No planeo renunciar a mi sueño, volveré cuando sepa que es seguro para mí y mi hijo, también para Kanna. Así que por favor, no mas despedidas que es algo muy doloroso para mí.
-Naruto, yo no quiero que te vayas, pero…-no sabía que decir Hinata. Ella siempre admirando y amando a Naruto desde las sombras, ahora que el rubio era infeliz lo único que anhelaba es volver a verlo feliz, sonriendo aunque no fuera a su lado- si es tu elección y sé que no podemos detenerte quiero que tomes esto.
-Hinata, esto es…
-Yo misma la tejí, esa bufanda es un preciado recuerdo para ti, cuando la uses recuérdanos, nunca nos olvides y regresa con bien.
Una bufanda de color anaranjado, era hermosa, Naruto la guardo en la mochila y se preparo para marcharse. Shizune iría con ellos junto con Neji , Shikamaru, Ino y Kiba. Nadie sospechaba nada en la aldea. Nadie diría nada…
Mientras caminaban por el bosque del país del fuego, tanto Kanna como Naruto recordaban como amaron con locura y como su mundo se derrumbo para siempre. Ni Gaara ni Sasuke sabrían nada de sus hijos, ellos los criarían y les darían tanto amor como fuera posible.
Tiempo atras...
Naruto había despertado con un raro malestar estomacal, unas nauseas tremendas y unas horribles ganas de vomitar. Corrió directo al baño y comenzó a vaciar su estomago de una manera nada grata para él. Sasuke estaba en la cocina preparando el desayuno. Era extraño, después de casi tres años el volvía a Konoha por su propia voluntad, el motivo, un rubio alborotado que se encontraba en este momento en el baño, ¿por qué regreso? Naruto lo necesitaba. Había presenciado la posesión del Kyubi en Naruto y después se entero por Kanna que esas transformaciones solo matarían al rubio.
“-Pero eso a ti que te importa, solo te interesa tu estúpida venganza y tu abandono, idiota. Si muere, no tendrás de que preocuparte, no te perseguirá mas.”
Perder a Naruto, no lo podía permitir, ya no más dolor. Perder lo único que le quedaba por culpa de su hermano, no lo soportaría más. Decidió volver después de ese incidente, se mantuvo a su lado aunque la psicópata de Kanna quisiera matarlo. Lo amaba y no soportaba la idea de perderlo.
Unos toquidos en la puerta lo distrajeron. Kanna. Podía sentir su presencia sin haber abierto la puerta.
-Buenos días, Kanna.
-Hola, ¿está Naruto?
-Sí, acaba de…
Kanna entro y se dirigió a la habitación, por fortuna Naruto se había arreglado un poco y se veía mejor.
-Necesito que me acompañes con Tsunade, Naruto-le dijo.
-Sí, pero almorcemos primero.
-No, es urgente, por favor.
-Bien, Sasuke no podremos almorzar, iremos con la abuela.
-Puedo acompañarlos y comer algo afuera.
-No, es solo entre Naruto y yo, Uchiha.
Uchiha, siempre Uchiha, rayos, tenía que soportarla por su propio bien. Naruto se despidió de el y acompaño a su hermana a ver a la hokage. Esa mañana le había mandado un mensaje pidiéndole que lo acompañara con la quinta, pero no quería preocupar a Sasuke.
“Ese idiota, no deberías preocuparte tanto por él, no se lo merece” Fue la manera de contestarle y a los pocos minutos estaba tocando la puerta de su casa, ignorado al pelinegro e imponer su voluntad como si nada. Tenía que reconocerlo, era la única persona en quien podía confiar. La relación de Kanna con Gaara estaba bien, incluso se le tenía permitido pasar una temporada en Konoha y otra en Sunna, así podía proteger a Naruto de ese absurdo grupo que había dañado a Gaara en el pasado. Además, con su habilidad podía tener vigilado al Uchiha por si tramaba algo. No confiaba en el, su instinto se lo decía, algo había en el aire que hacía que se volviera mas sobreprotectora con quien consideraba su hermano. Llegaron a la torre de la hokage en poco tiempo, durante el camino nadie dijo nada, Kanna sabía muy bien que tenía que respetar la privacidad del rubio, si él quería le contaría lo que pasaba así que no tenia de que preocuparse.
-Buenos días, Hokage-saludo cortésmente e rubio.
La hokage y su acompañante lo miraron intrigadas, también Kanna, pero no sabía que pasaba. Seguramente ese tonto Uchiha, pensó.
-Naruto, me sorprende tu comportamiento, ¿en qué puedo ayudarte?
-Bueno, vera, me he sentido un poco mal en estos días y, bueno…
-¿Por qué no m lo dijiste?-lo interrumpió Kana- Sabia que no debía confiar en ese tonto, si te pasa algo malo me las pagara.
-Kanna, no es nada malo, al contrario es algo muy hermoso, como un milagro podría decirse.
-¿Un milagro?-pregunto la peli plateada. No entendía nada.
-Hokage, ¿cree que podamos ir a un sitio más seguro para hablar?
-Shizune, cancela mi agenda y repórtame solo lo necesario, iremos a un lugar seguro para hablar tranquilamente, chicos y una cosa más Shizune, nadie debe saber de esta platica, ni siquiera Sakura.
-Entendido, Lady Tsunade.
Salieron de la oficina y caminaron a una vieja casona a orillas de la villa. Parecía que nadie vivía ahí, pero parecía limpia y acogedora.
-Este lugar fue hogar de mi abuelo, el primer Hokage. Nadie viene aquí, por respeto además de que cualquiera que intente entrar, se las verá conmigo
-¿Es seguro?-pregunto el rubio.
-Es seguro, Naruto, ahora dinos eso que querías que nadie supiera-dijo Kanna.
-Bueno, verán no sé cómo paso pero sol se que paso y ya-contesto nerviosamente el rubio.- Kyubi me lo explico pero es muy difícil de decir.
-Decir, ¿Qué? Además, que tiene que ver ese zorro en todo esto.
-Estoy embarazado, no sé como pero así es, y mi hijo es de Sasuke, aunque apenas esta mañana el kyubi me explico más o menos lo que me pasaba quería que la abuela me revisara, pero yo, no se…Kanna-miro a la chica ante él. Se sentía culpable.- Kanna, yo, sé que es muy difícil pero…
-Naruto, siempre te he considerado mi hermano mayor, desde que te conocí por primera vez. Me dolió cuando Sasuke te dejo por su ridícula venganza y sí, he de admitir que aun no lo perdono por eso. Pero un hijo es una gran responsabilidad, claro que estoy sorprendida y quiero saber cómo paso todo esto, pero quiero que sepas que estaré siempre a tu lado, protegiéndote de todo daño.-le explico Kanna-. Y si ese tonto no lo acepta, esta vez no permitiré que se acerque a ti, por mucho que jure amarte.
-Dices que el kyubi te explico un poco, Naruto- los interrumpió la rubia-, quiero que me cuentes todo, por favor y después d eso te hare una revisión aquí mismo, no queremos que alguien más lo sepa.
-Es por eso que le pedí que nos viéramos en un lugar aislado. Sé que aún hay quienes me odian y sé que si Sakura se entera, me mataría.
-Si esa tipa intenta hacerte daño, la aplastare, lo juro.
-Descuida, nadie lo sabrá. Te revisare con mi chackra, pero mañana temprano necesitare muestras de sangre, para revisar que todo esté en orden y que tu cuerpo no rechace el feto. Diremos que es un examen de rutina y también sacare muestras de Kanna, las disfrazáremos con su nombre así nadie sospechara y solo yo podre ver los resultados, junto a Shizune.
Tsunade le pidió al rubio que se recostara en el sillón mientras hacia una pequeña revisión. Podía sentirlo. Un pequeño latido que brotaba del vientre del rubio aferrándose a la vida. Kanna miraba por la ventana, tenía muchas cosas de que preocuparse ahora. Su tiempo límite para volver a Sunna se acercaba pero el rubio en ese estado no se podría defender. Tenía que quedarse más tiempo. Necesitaba hablar con Gaara y pedirle tiempo pero él se había marchado hace do días. Necesitaba contactarse con él, solo esperaba que aún no hubiese llegado a la aldea.
-Los latidos del bebe son fuertes, no hay nada de qué preocuparse-la explicación de Tsunade la saco de sus pensamientos.- Por ahora nada de misiones, le diremos a Sasuke que tus chequeos son de rutina pero me gustaría hablar a solas con él y conmigo sobre todo esto. Mañana iras con Kanna a primera hora al hospital para las muestras de sangre y por la tarde veremos los resultados. Descuiden, todo estará bien.
Marcharon de nueva cuenta para la aldea. Naruto y Kanna se marcharon a casa y Tsunade se dirigió a la torre del hokage para empezar con todo. Le explico a Shizune que luego hablaría con ella y que preparara lo necesario para el día de mañana. Que hasta ese momento le explicaría todo. Sasuke había salido de la casa para buscar al rubio y a su acompañante, los vio en un puesto platicando así que se acercó a ellos. Kanna lo vio y callo. Tenía que soportarlo ahora más por su querido hermano.
-¿Está todo bien, Naruto?-pregunto un poco preocupado.
-Sí, no es nada grave y la abuela me reviso. Dijo que estaba un poco cansado y que debía alimentarme mejor.
-Así que olvidaras el ramen por un tiempo, Naru, o yo misma te obligare a comer solo frutas y verduras.
-Kanna no seas cruel, te prometo que me cuidare.
-Hmmm. Eso está por verse.
-Me alegra que estés bien, pero me recuerda que no has comido nada, vamos a la casa.
-Espera, Sasuke, Kanna estaba a punto de llevarme a comer algo.
-¿En serio?
-Claro que si, además estamos cerca de mi departamento. Tú también puedes venir, Sasuke.
Kanna se dio la vuelta y camino por las calles de Konoha. Sasuke se quedó sorprendido, después de mucho tiempo le llamaba por su nombre y parecía que la chica lo empezaba a tratar mejor. Naruto lo tomo de la mano y siguió a su pequeña hermana. Comieron y platicaron de tantas cosas. Kanna le dijo a Naruto que pediría unos días de permiso con Gaara, que necesitaba arreglar un asunto, aunque el sabia cual era. Un ninja llegó al apartamento y les comunico una mala notica.
-Intentaron atacar al Kazekage, al parecer se sospecha de que fue Akatsuki. Lady Tsunade me pidió que le llamara.
-Iremos- respondió Naruto.
-Pero lady Tsunae dijo que…
-No importa, iremos.
La hokage les impidió ir a la misión. Se quedarían en casa de Naruto unos días y después de que regresara el equipo de ayuda con el kazekage Kanna le diría lo que pasaba y que se quedaría al lado de su hermano porque la necesitaba, pero aun así había algo en el ambiente que no la dejaba estar en paz.
A la mañana siguiente fueron a realizarse los análisis, claro está que cambiaron las muestras de Naruto por las de Kanna, al poco rato les entregaron los resultados y Tsunade le dijo a Kanna que revisaría de nueva cuenta las muestras de “Naruto”, porque había algo que salió más y quería revisar. Pero no se dieron cuenta de que cierta persona los estaba vigilando y espero el momento oportuno para revisar las muestras de sangre de esos dos. Al revisar los papeles se dio cuenta de algo, se molestó demasiado por el resultado de “Kanna”, pero después de reflexionar un poco, algo en su mente retorcida comenzó a desarrollarse, un plan para separar a Sasuke de Naruto.
Un par de días después, un grupo de ninjas regresa de nueva cuenta a Konoha, el kazekage se encuentra preocupado por su hermana, pues ella recibió gran parte de daño por parte del enemigo. Se extrañó un poco al no ver a Kanna, pero la hokage le dijo que había un asunto del cual quería hablar en privado y que le daría una gran alegría. Sasuke recibió una nota de su rubio, invitaba a Gaara a comer a casa, y no quería un no como respuesta ya que Kanna estaba ahí. No se odia negar, pensaba que podía llevarse mejor con Kanna cuando viera a Gaara con vida y a salvo. Ambos caminaron al departamento de Naruto, al llegar notaron que no había nadie, aun cuando la nota decía que debían llegar rápido a la casa. Sasuke busco a Naruto por todas partes y pensó que seguramente ese tonto estaba dormido. Seguro Kanna salió rápido a comprar algo y su dobe había olvidado hacer su parte. Fue directo a la habitación a despertarlo. Al abrir la puerta no daba crédito a lo que sus ojos veían. Kanna y Naruto, ambos desnudos en la cama. Gaara pudo sentir como se descontrolaba el chakra de Sasuke y lo que vio lo mato por dentro. La mujer que amaba y su mejor amigo, juntos. Kanna y Naruto despertaron al sentir peligro, vieron a Sasuke y Gaara, pero no entendían lo que pasaba.
-¿Por qué lo hiciste?-pregunto molesto Sasuke
-¿Hacer que Sasuke?-Naruto no entendía nada, hasta que vio que estaba desnudo en la cama y Kanna a un lado de el-¿Qué paso? no entiendo.
-Jajajaja, Naruto, vas a morir.
-Sasuke…