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Mi preciosa carga por AbiHummel3007

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Notas del fanfic:

Como siempre los personajes no me pertenecen, son de sus respectivos autores, lo único que es mío es la historia y no lucró con ella

Notas del capitulo:

Esto originalmente era un one-shot pero conforme escribía me di cuenta que iba a ser demasiado... Así que decidí dividirlo en dos, así que espero que lo disfruten.

Mi preciosa carga

Two-shot

 

Nunca podría perdonarles lo que habían hecho a Ogiwara… A ninguno de ellos… Ni siquiera a Aomine… A él menos que nadie… De todos lo hubiera creído menos de él… ¡Eran una pareja! Él sabía quién era, sabía lo que significaba para él ese juego… Para él y su amigo de infancia, se lo había contado un sinfín de veces y aun así Aomine se había prestado a ese estúpido juego, no podía seguir así… No quería seguir así… Aunque no creía tener el valor de decírselo a la cara…

 

Así que lo mejor era desaparecer… Simplemente desaparecer, no podía esperar siquiera al fin de curso… Solo quería alejarse, dolía demasiado… Una semana después tenía todo listo… Había estado escabulléndose de “La Generación de los Milagros” ignorando las llamadas del peliazul al igual que sus mensajes… Se iba a transferir de escuela… Arreglarlo antes de fin de curso había sido difícil pero había conseguido una escuela dispuesto a recibirlo.

 

Y se marchó sin decir nada, sin despedirse de nadie, sin saber la preciosa carga que llevaba en su vientre… Sin saber que aquella primera vez con su pareja le traería consecuencias… Cambió de escuela y de teléfono celular, empezar de cero había sido su decisión final, hacer como si nunca hubiera asistido a Teiko, como si jamás los hubiera conocido, a fin de cuentas probablemente en unos meses lo olvidarían, a fin de cuentas… Él era un “fantasma” solo eso.

 

Todo iba de maravilla… O al menos lo mejor que se podía esperar en esa situación, no era como que la gente le prestará especial atención… Lo mismo de siempre y estaba bien así… Ni siquiera se molestó en anotarse en el club de basquetbol, la escuela estaba a nada de terminar y realmente no había sentido en ello… Tenía un par de días sintiéndose mal, tenía mareos y por las mañanas devolvía el estómago sin poder evitarlo, comenzaba a ponerse realmente nervioso.

 

El día de la clausura finalmente llegó y se sentía especialmente mal, sentía que en cualquier momento iba a colapsar, tenía que ir al médico… Sabía que tenía que ir pero realmente no le agradaba del todo la idea, los hospitales no eran lo suyo… Suspiró pesadamente, el día fue eterno para él, al terminar el día básicamente se arrastró al exterior y hasta el hospital en el que tenía cita, se sentó en la sala de espera, se sentía extrañamente ansioso, el malestar había mejorado pero ahora se sentía muy nervioso aunque su semblante no lo demostrará, su expresión estaba tan vacía como siempre aunque por dentro temía que fuera algo más que una infección

 

Finalmente lo hicieron pasar y entro sintiendo las piernas como gelatina, el médico lo saludo y se sentaron frente a frente, el doctor le solicitó que le hablará de los síntomas así que se dedicó a listarlos “mareos, náuseas y vómitos matutinos, más hambre de la usual y un largo etcétera” el mayor lo escuchó atentamente hasta el final y decidió hacerle un análisis de sangre, asegurándole que lo más probable fuese que tuviera alguna infección estomacal, eso lo calmó un poco, dejó que le sacaran sangre y se dispuso a esperar los resultados, tenía que esperar al menos una hora antes de que le dijeran algo.

 

-Felicidades… Tiene 8 semanas de embarazo…- fueron las primeras palabras que salieron de los labios del hombre frente a él

-¿Qué dijo?- no podía creerlo, solo había sido una vez… No podía estarle pasando eso… Estaba esperando un hijo de Aomine Daiki, sintió sus manos temblar

-Que usted está embarazado… Tiene 8 semanas de gestación…- sentía el corazón pesado un bebé… El bebé de Aomine… Inconscientemente llevó una mano a su vientre aún plano –Tiene hasta las 12 semanas si no desea continuar el embarazo…- al parecer el médico había malinterpretado su falta de emoción, estaba confundido, pero jamás se atrevería a asesinar a su propio hijo

-Gracias…- susurró levantándose aún aturdido por la noticia, 2 meses de embarazo… Un bebé de Aomine… Un hijo que no tendría un padre… Por qué ese bebé sería solo suyo… Solo tenía 15 años pero él se haría responsable de ese pequeño por su cuenta, una sonrisa casi imperceptible apareció en sus labios mientras salía de la clínica acariciando su vientre plano.

 

Por ahora tendría que dejar la escuela y buscar un trabajo de medio tiempo para empezar a ahorrar… No sabía si en algún lugar lo iban a aceptar en su estado pero debía tratar, no podía dejar que sus padres cargaran con todo, ellos ya tenían bastante con su abuela como para encima ponerles peso extra con el bebé, se mordió el labio inferior mientras volvía a casa, le preocupaba un poco como tomaría la noticia su familia.

 

4 meses después…

 

Las cosas no habían sido exactamente fáciles, a sus padres casi les había dado algo al saber de su embarazo pero a pesar de todo le habían dado su apoyo, incluso habían insistido en que siguiera en la escuela mientras el bebé se lo permitiera pero él se había negado a eso, prefería aprovechar el tiempo y trabajar, había conseguido un empleo como mesero en un pequeño restaurante así que a pesar de todo, las cosas no estaban tan mal.

 

Ya con 6 meses de embarazo su vientre era más que obvio y pronto tendría que dejar de trabajar el médico le había indicado que necesitaba reposo, a lo mucho podría estar un mes más ahí… Miró el reloj de reojo, pronto sería su hora de salida, moría de hambre…. Pasaría a comprarse algo de camino a casa, se estiró un poco y se encamino a la sala de empleados para cambiarse de ropa, le dolía un poco la espalda… Se acarició despacio el vientre antes de cambiarse el uniforme del trabajo por un pantalón y una sudadera azul, se despidió de sus compañeros y su jefe antes de salir para volver a casa, iba fantaseando con que iba a comprar con una mano en su pancita cuando una voz lo sacó de sus pensamientos

 

-¿Kurokocchi?- se quedó frío donde estaba, el alma se le fue a los pies Kise… ¿Qué hacía Kise ahí? -¿Kurokocchi eres tú?- lo escuchó acercarse a paso rápido, no tenía a donde huir, inconscientemente abrazo un poco más su vientre redondo

-Kise-kun…- susurro a media voz al tenerlo de frente, el rubio lo miró de pies a cabeza con la mirada deteniéndose en su pancita

-Korokocchi desapareciste…- sentía al rubio buscar su mirada pero no se atrevía a encararlo -¿Estas embarazado? ¿Fue por eso?- se estaba poniendo increíblemente nervioso no quería explicarse… No quería que Kise hiciera “esa” pregunta

-No fue por esto…- susurro aún sin mirarlo y acariciando a su bebé que se había puesto inquieto

-Fue por… ¿Fue por lo del juego?- se mordió el labio inferior, ¿Por qué tenía que toparse con el rubio en ese momento? En ese momento en el que no podía ocultar su estado… Asintió despacio a su pregunta –Kurokocchi…- se notaba que el rubio quería preguntar, todos sabían que él y Aomine salían aunque tenían la decencia de pretender que lo ignoraban –Tu bebé… ¿Es de Aominecchi?- fue como si todos sus temores se cristalizaran en ese momento, podía mentir y decir que no… Negar que su hijo fuera también del moreno pero no se atrevía… No podía negar de esa manera al otro padre del bebé.

-Es de Aomine-kun…- susurro con su tono lineal de siempre aunque por dentro se sentía como una hoja en medio de un tornado –Tengo 6 meses…- susurro mirando al rubio esperando su reacción, no tenía sentido negarlo en ese punto, que pasará lo que tuviera que pasar…

-Por dios…- lo vio pasar una mano por su rubio cabello –Y Aominecchi no sabe nada…- se encogió un poco, por supuesto que no… No quería decírselo –Estaba muy molesto cuando desapareciste… No dijiste nada… Dejaste de responder… La tierra te tragó… Aominecchi estaba hecho una furia… Te busco por todos lados… Incluso llamó a tus padres pero se habían mudado, estuvo a punto de asesinarnos a todos, Akashicchi y él pelearon en grande el día de la clausura- no sabía cómo se suponía que debía reaccionar a esas palabras

-Yo… Yo no puedo…- dio un par de pasos hacia atrás, nunca había tenido tanto miedo… Estaba aterrado –No puedo Kise-kun…- vio la clara confusión en las facciones del rubio, retrocedió un par de pasos más, no podía enfrentarlo en ese momento

-Kurokocchi…- el rubio trato de acercarse a él –Debes decirle… Tiene derecho a saberlo…- negó con la cabeza, ese bebé era solo suyo

-Adiós Kise-kun…- miró a su alrededor y aprovechó la sorpresa del rubio y un grupo de gente para escabullirse y esconderse en la primera tienda que encontró, estaba temblando y su bebé demasiado inquieto, tenía que esconderse… Tenía que huir de nuevo…

 

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POV KISE

 

Kurokocchi había desaparecido… Un segundo le había bastado… Aún con su embarazo seguía siendo “invisible”, maldijo entre dientes… Había sido toda una sorpresa verlo así… Con una pancita, con una mirada cálida que nunca le había visto… Se volvió a pasar una mano por el rubio cabello antes de buscar su celular y marcar el teléfono del moreno… No habían hablado desde la clausura pero se sentía en la obligación de decirle lo del bebé, dos tonos… Tres tonos… Cinco tonos… Estaba a punto de colgar cuando la voz adormilada del moreno sonó desde el otro lado

 

-Deja de molestar Momoi… No voy a ir a entrenar…- suspiró al parecer ni siquiera había revisado quien lo llamaba antes de contestar

-Aominecchi… No soy Momocchi… Es Kise… Kise Ryota…- varios minutos pasaron antes de que el otro pareciera reaccionar

-¿Kise? ¿Qué mierda quieres?- al parecer ya estaba despertando… Suspiró pesadamente ¿Cómo se decía algo así?

-Necesitamos hablar… Acabo de ver a Kurokocchi…- casi pudo ver al moreno levantarse de donde estuviera con un salto –Tenemos que vernos… Es urgente

-¿A Tetsu? ¿Estás seguro?- lo escuchaba moverse -¿Lo viste de lejos? ¿Hablaste con él? ¿Dónde lo viste?- ¿desde cuándo no se le escuchaba tan emocionado por algo?

-Estoy seguro, y si hable con él…- le dio la dirección de una cafetería cercana a donde estaba para verse en 30 minutos, el moreno le colgó y él suspiró pesadamente, tenía que planear como decirlo, no tuvo que esperar demasiado en 20 minutos Aomine Daiki ya estaba ahí, mochila al hombro, agitado y despeinado… Él había sido testigo de cómo había buscado al peliceleste así que suponía que un avance debía ser maravilloso

-Kise…- escueto saludo como siempre –Habla de una vez… ¿Cómo está? ¿Por qué se largó?- suspiró un poco

-Tan educado como siempre Aominecchi…- el otro bufó y siguió mirándolo esperando las respuestas, suspiró –De acuerdo… Lo acabo de ver… Él está… Está bien…- su voz titubeo un poco y el moreno lo notó por qué lo miró fijamente

-¿Qué le pasa a Tetsu?- suspiró no sabía cómo decirlo sin provocarle una conmoción

-Él se fue por lo del juego Aominecchi, pero bueno… Kurokocchi está…- la mirada del peliazul no ayudaba ni un poco –Esta embarazado… Tiene 6 meses de embarazo…- el otro parecía perplejo de pronto por la noticia.

-¿Embarazado? ¿Tetsu está esperando un hijo?- podía ver que el otro estaba pensando rápidamente –Seis meses… Mierda…- lo vio suspirar pesadamente -¿Qué te dijo? ¿Te dijo sí es mío?- la manera en la que lo miraba era como poco expectante

-Kurokocchi dijo que es tuyo… Se lo pregunté…- vio al moreno básicamente desplomarse en la silla

-No me lo dijo…- apenas si alcanzó a escuchar el susurró del contrario –Mierda… ¿Por qué no me dijiste Tetsu?- eso si lo escuchó más claro, se sentía un poco mal por él –¡Solo era un juego mierda!- el otro ahora si había alzado la voz

 

Vio a Aomine cubrirse el rostro con ambas manos, se le notaba molesto, frustrado… incluso deprimido y él no tenía idea de que se suponía que se decía en una situación así, se quedó callado, era la primera vez que veía al Gran Aomine Daiki quebrarse… Sólo Kuroko Tetsuya podría lograr algo así… Se mordió el labio inferior, incluso le pareció oírlo sollozar… Mierda, era una situación incómoda para él, esperó en silencio varios minutos hasta el moreno se calmó lo suficiente para volver a hablar con él.

 

-Kise… ¿Qué más sabes?- ahora se sentía mal de no poder darle más detalles del más bajo -¿Dónde puedo verlo? ¿Dónde lo encuentro…? Tengo que hablar con él…- le diría lo poco que sabía, no podía hacer mucho más al respecto.

-No sé mucho Aominecchi… Él desapareció en cuanto me distraje por un segundo…- susurró –Puedo decirte exactamente en donde lo vi y la hora aproximada… Pero no mucho más…- lo vio asentir ligeramente y él le dijo lo poco que pudo explicarle antes de despedirse al caer la tarde, le deseo suerte y se separaron… Aomine iba a tener que esforzarse si quería algo del chico fantasma

 

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POV KUROKO

 

A penas llegar a casa se había tumbado en la cama se sentía mal, se sentía confuso, no podía pedirle a su familia que se mudaran de nuevo por su capricho, tampoco podía dejar el trabajo tirado así como así… Se acarició un poco el vientre con nerviosismo y cierta ansiedad ¿Qué podía hacer? Aún cavia la posibilidad de que Kise se quedará callado y no dijera nada al moreno, aunque eso seguramente sería mucho pedir.

 

Por el momento tendría que ir al trabajo para tratar de cambiar turno por lo menos… De esa forma podría intentar evitar encuentros desafortunados, se mordió el labio inferior, esperaba ser más rápido que el rubio… 

Notas finales:

Espero que lo hayan difrutado... Los reviews son gratis :D así que no duden en dejar uno, un beso!


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