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Ladrón azul [Sebaek/Chabaek] por BienWilde

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El pasado de este chico no era de los más divertidos. Se la pasaba quejándose por eso mismo. Sin embargo, hubo un día que logró lucirse entre los demás.

 

No había logrado conseguir esa colonia que tanto le gustaba, incluso si ahorró alrededor de 2 meses para poder comprarla. Era una desgracia que cuando por fin reuniera todo el dinero aquella fragancia desapareciese como por arte de magia del mercado. Tampoco le había ido muy bien en el trabajo, trabajaba 9 horas diarias en una tienda del centro comercial, atendiendo a los caprichosos mocosos que querían juegos para su consola PlayStation ó Nintendo Ds. Para colmo tuvo que lidiar con una señora de muy mal carácter en el supermercado mientras compraba un cereal de chocolate, solo porque no le querían aceptar sus cupones. Casi lo atropellan llegando a su casa y la leche de su nevera, con que la que iba a cenar el cereal, estaba vencida

 

 ¡Oh, que descuidado era!

 

No tenía una buena vida, vivía en un pequeño apartamento y apenas lograba pagar el alquiler. Era un perdedor en la vida, o así fue hasta que lo conoció a él. Justo ese mismo día.

 

Lo conoció en una fiesta por pura casualidad, en realidad ni quería ir pero su compañero le había insistido tanto que terminó cediendo. No era una persona de fiestas, tampoco le agradaba beber o salir mucho, por eso es que aquel resultó ser su día de suerte.

 

Desde que lo conoció todo había cambiado, ya no era una persona simple como los demás, ya no necesitaba trabajar 9 horas diarias y ya no necesitaba vivir en esa clase de departamentos, lo único que tenía que hacer para ganarse la vida era "eso".

 

-¡Sehun! ¡Despierta! -escuchó una voz que lo despertó de su sueño, abrió sus ojos lentamente y su mirada se encontró con él, esa persona que había cambiado su vida.

 

 

-¿Qué sucede? -murmuró mientras escondía su rostro en las sabanas azul rey.

 

-Necesito que me ayudes a elegir algo.

 

-¿Que necesitas elegir? -preguntó Sehun.

 

-¡Esto! -le mostró dos camisas de salir; por su aspecto se podía notar que eran de muy alto costo, una era color turquesa y otra de azul real, ese color que a Sehun le gustaba tanto. -Se ven muy bien las dos ¿Verdad? pero no me decido por una.

 

Sehun no tuvo que pensarlo dos veces para responder a su amigo.

 

-La azul -dijo Sehun.

 

-¿Esta? -levantó la prenda -¿Seguro? pensé que me quedaba mejor la otra.

-No, -negó con su cabeza. -esa te queda mejor.

-Está bien, si tú lo dices -miró la prenda por unos segundos.

 

 

Mientras su amigo comenzó a cambiarse de camisa frente de él, en la mente de Sehun solo se pasaba la interrogante de a dónde iría el otro. Le habría gustado preguntarle, pero sabía muy bien que no debía ya que el otro le tenía bien prohibido esa clase de preguntas. Odiaba que casi siempre saliera a esa horas de la noche y él nunca pudiese saber absolutamente nada, era tan doloroso porque realmente se preocupaba. Incluso estando seguro de que el más bajo podía cuidarse solo y hasta mejor que él mismo.

Vio cómo término de ponerse los zapatos y acomodaba su cabellera casi listo para salir, buscó sus llaves y salió por la puerta con una pequeña sonrisa de felicidad. Tal vez esa clase de cosas lo llenaban en su vida. La sonrisa de su amigo; la sonrisa de Byun Baekhyun.

 

El no sabía por qué ese tipo de cosas lo ponían tan feliz. El hecho de ver a Byun sonreír lo hacia sentir tan bien, el hecho de que él estuviera bien lo completaba. Siempre pensaba que era por simple agradecimiento, Baekhyun lo había ayudado a levantarse del agujero donde estaba y a la vez lo término hundiendo en un mar muy profundo. Ese mar no le gustaba del todo, mas tenía que admitir que era un trabajo muy fácil. A veces, recordaba a sus padres y se llenaba la cabeza de remordimientos ¿Si ellos fuesen capaces de ver lo que es ahora lo odiarían?

A la mañana siguiente despertó un poco más tarde de lo esperado, había quedado en reunirse con el pequeño Kyungsoo para discutir sobre unos temas del trabajo.

 

Se levantó apresurado y se dio una ducha tan rápido como el sonido, sabía muy bien que si llegaba tan solo unos minutos más tarde de lo entendido con Kyungsoo, este se terminaría yendo. Ni siquiera tuvo tiempo de desayunar, solo agarró una manzana de la nevera para comérsela en el camino. Logró llegar a tiempo de milagro, ya que faltaban dos minutos para la hora. Kyungsoo llegó justo después de los minutos, siendo tan exacto como siempre. Estuvo toda la mañana conversando con este sobre un asunto de trabajo y le resultó agotador, Kyungsoo era una persona muy exigente y difícil de complacer.

 

Después de la estrecha mañana, decidió ir a almorzar en un restaurante que le agradaba mucho, solía ir mucho con Baekhyun. El lugar era agradable y tranquilo, transmitía un ambiente de confianza, así como en esos lugares donde las personas van a sus citas. Por eso le encantaba venir acompañado de Byun. De hecho era la primera vez que decidía ir solo. Entró al restaurante y se sentó en una de las mesas más cercanas a los ventanales, dado que era muy de su gusto ver como pasaban los autos. Pidió un plato sencillo con bastantes vegetales y una Coca cola. Comió y pasó el rato ahí, de pronto nostálgico por la ausencia de Baekhyun, es que el restaurante no era igual sin él. Siguió pensado en tonterías hasta que lo interrumpió la voz de quien justo había estado pensando, viéndolo entrar al restaurante. Vaya que fue una sorpresa. Estuvo apunto de llamarlo para que lo acompañara en su comida, pero lo que vio, más que quitarle el hambre le disgustó una cantidad. Sí, ahí estaba su amigo Byun con esa sonrisa que tanto le gustaba, y no estaba solo, se encontraba con otro chico. Detalló al extraño, quien era tan alto que hacía ver a su amigo como un enano y poseía unas enormes orejas, Baekhyun también las tenía, pero no eran tan visibles como las de ese gigante.

-¿Quién carajos era ese imbécil? -murmuró para si mismo Sehun.

 No había pasado ni un minuto y ya odiaba por completo a ese sujeto, y no solo porque acompañaba a Baekhyun sino porque cuando comenzaron a hablar, Baekhyun se vio más feliz, tan radiante que hasta pareciese gustar de aquel hombre. Hubo algo dentro de Sehun que comenzó a arder tanto como el violento fuego y por otro lado, algo dolía y dolía cada vez más, también.

 

Baekhyun parecía muy concentrado en ese hombre ya que ni siquiera había notado la presencia de Sehun, y este intentaba disimular su penetrante mirada hacia los dos. El más bajo escuchó sonar su celular y cuando se fijó en el móvil, vio que era un mensaje de su amigo Sehun.

 

"¿Qué haces? Baekhyunnie."

Miró la pantalla unos segundos e inclinó su cabeza, respondiendo después.

 

"Estoy con un amigo, te escribo más tarde"

 

 

Fue la respuesta que recibió Sehun por parte del mayor. Al ver eso, se levantó de su silla rápidamente, dejó el dinero en la mesa y salió violentamente de aquel doloroso lugar. No podía soportar a esos dos, caminó un buen rato por toda la ciudad, caminó hasta horas sumergido en sus pensamientos. Se detuvo para contemplar el cielo que se encontraba de un color mezclado entre naranjo y rojizo; dándose cuenta de la presencia del atardecer. Sehun amaba lo colores y las cosas que ellos podían expresar, alguna vez en su vida quiso ser un gran pintor, pero nadie lo apoyó en esa idea y terminó olvidándose de ello. Los colores lo eran todo para él, ellos llenaban su vida, ellos llenaban su mundo. El amarillo representaba para él la felicidad, el azul la tristeza, el rojo representaba algo vivo, algo fuerte. Por ello él se representaba con el azul; pero no un simple azul sino el azul rey, siempre pensó que su vida era de ese color. En cambio, Baekhyun venía siendo el rojo.


Escuchó el sonido de su teléfono sonar esta vez; era Baekhyun. Miró la pantalla por unos segundos, viendo el nombre de Byun Baekhyun y pensó en no responder, no quería hablar con nadie y mucho menos con él, pero al final terminó respondiéndole.

-¿Sehun? -escucho por el otro lado del celular.

-¿Si? -preguntó con voz baja.

-Tenemos trabajo hoy. Te espero a las 8.

 

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  Sehun no tenía de otra que ir a trabajar, tenía que guardarse sus pensamientos y e ir a trabajar.

Baekhyun lo esperó en donde cuadraron, ahí tambien estaba su amigo Kyungsoo y el mayor de todos, Xiumin. Se montaron en la van de de este último para organizarse en lo que iban hacer. Baekhyun le entregó a Sehun eso que ellos llamaban "uniforme" y todos se vistieron velozmente. Lo más importante para ellos era tapar su rostro, no importaba qué sucediese, nadie debía ver sus caras.

 

Entregaron sus armas a cada uno.

 

-El objetivo de hoy es la Joyería de la cuadra roja. -comentó Xiumin, quien a pesar de ser el líder sería el más bajo sino fuera por Kyungsoo -¿ya entendieron el plan?

 

Afirmaron todos con la cabeza.

 

-Muy bien, yo iré con Kyungsoo. Sehun tú con Baekhyun. Necesito que todo sea rápido. Hoy será una noche riesgosa.

 

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-Ya han sido 6 robos en este mes -lanzó la carpeta contra el escritorio -Lo peor es que no tenemos ninguna pista de los ladrones.

-Hay que admitir que son muy buenos. -encogió sus hombros y tomó un sorbo de su café con vainilla.

 

-¿Buenos? ¡Son unos malditos profesionales! -se tiró en su silla giratoria.

 

-Vamos, Chanyeol. Estoy seguro de que los atrapáremos, algún día dejaran alguna pista o huella, ellos no pueden ser tan perfectos. -Hablaba Kai, sosteniendo su taza.

 

-¿Y mientras qué? ¿Debemos esperar nada más?

 

-¡Por supuesto que no! Nosotros debemos seguir trabajando.

 

-Ayer alrededor de las 11 pm fueron a la cuadra roja, robaron una joyería que recién se acomodaba. Se sabía que había una buena cantidad de diamantes guardados allí. -comentó mientras abría una carpeta color marrón.

 

-¡¿Diamantes? ¡Dios! Eso es mucho. -exclamó Kai.

 

-¿Y sabes que es lo peor? -preguntó lentamente el jefe de la policía de esa zona, Park Chanyeol.

 

-¿Qué?

 

-Que no robaron ni un solo diamante del lugar. Sólo robaron unos relojes de alto costo y unos anillos de oro.

 

 

-¿Estás diciendo que no robaron ni un solo diamante?

 

-Exacto, y además en la caja de los diamantes, dejaron una nota -levantó una ceja -decía:

"Debemos tener más seguridad y precaución en ciertos lugares, la próxima vez cuiden mejor sus cosas"

-¡Son unos idiotas! -dijo Kai.

-Me dan un dolor de cabeza... -escuchó su móvil sonando y respondió al instante.

 

-¿Sí?

 

-¡Hola! Park, ¿estás libre hoy?


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