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Como te odio. por Yelmar Doker

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Notas del fanfic:

Los personajes son del Sr. Masashi Kishimoto.

Notas del capitulo:

Arreglado el problema de la separacion.

Aún no podía creer que fuera a salir con Sasuke. Todo ese asunto le parecia tan irreal, que cada tanto se pellizcaba el brazo para poder despertarse. Pero al comprobar que el estimulo no le dolia, se daba cuenta de que era una realidad muy cierta. Saldria de casa para ir a verse con Sasuke. Ahora no seria un paseo de amigos. Seria una cita de dos personas que quieres conocerse, divertirse, platicar amistosamente sobre sus gustos, sus mejillas se sonrojaron. Sabia que era raro que le gustara un tipo como él. Tan arrogante y muchas veces soberbio. Pero nada de eso competia con el pensamiento de que ese hombre era, hace poco mas de dos meses, su peor enemigo. El mismo tipo que le empujo en el supermercado y nisiquiera se detuvo a disculparse. La misma persona que le decía estupido e idiota cada vez que le veia o hacia algo mal. Muchas veces peleaban por que algunos de los dos empezaba una discusión por alguna estupidez. Y lo admitia. Casi siempre era él, el que iniciaba las peleas. Pero es que, era tan exasperante lidiar con el carácter del moreno. Ese Uchiha bastardo arrogante que se creía la ultima CocaCola del desierto. ¿Como llego a gustarle alguien como él? ¿Que era lo que le vio primeramente?

 

 

Estaba hecho un lío. Su mente no estaba cavilando bien las cosas. En ese instante recibió un mensaje de texto. Cogió el celular que descansaba sobre el buró.

 

 

"Ya estoy aquí, dobe" leyó el rubio, sintiendo enojo porque para Sasuke se le hacia muy divertido llamarle así. Aunque no se quejaba. No luego de entender la magnitud de lo que sentía cuando Sasuke lo miraba, le "besaba", y lo abrazaba. Sin duda era un dobe. Pero uno felizmente embobado.

 

 

Sonrió sin poder evitarlo. Un sonrojo se acentuó en sus mejillas morenas. Escribió otro mensaje que se envió al presionar sobre la flechita de su pantalla táctil.

 

 

"Ya teme! En cinco minutos estoy llegando"

 

 

No pasaron mas de cinco segundos cuando recibió otro mensaje. Esta vez, junto con un emoticon de una carita malhumorada.

 

 

"Si no llegas pronto me iré"

 

 

—¡Ja! ¡Que gracioso es este teme!— volvió a escribir otro mensaje, tecleando rápidamente junto con otro emoticon de una carita con cuernitos.

 

 

"Te daré una paliza si te mueves de allí TEME!"

 

Luego de aquello no volvió a recibir ningún otro mensaje. Se vio por ultima vez en el espejo que colgaba de la pared. Bastante amplia para verse de la cintura para arriba. Se había puesto una camisa blanca y sobre esta un suéter de lana color naranja. Acomodó el gorro estilo golfista. Y Se ajusto como pudo los anteojos de montura cuadrada. Casi le da por sonreír, pero recordó los frenos de sus dientes y prefirio no hacerlo. Eso le quitaria confianza que había reunido para aceptar ir a esa cita.

 

—Bien. ¡Allá voy!

 

Cogió las llaves que estaban sobre su escritorio y salio de su hogar. Rumbo a la cafeteria de unas cuadras arriba.

 

.

 

.

 

.

 

—¿Que le sirvo, joven?

 

Uchiha Sasuke aparto la mirada de la pantalla de su teléfono celular, para ver a la chica que le había preguntado aquello.

 

—Aun no. Estoy esperando a alguien. —respondio escuetamente, sin notar que la rubia señorita ya estaba con lapiz y papel para anotar la orden. Esta solo se encogio de hombros y asintió de mala gana. Se retiro de allí, con intensiones de volver después.

 

Sasuke estaba entretenido viendo algunos blogs de noticias sobre la empresa que dirigia su padre. Algunos inversionistas habían retirado el capital que iban a utilizar para ampliar la producción, porque algunos trabajadores se quejaron por los malos tratos de sus jefes. Seguramente, su padre reñia ahora a esos empleados. Quizás hasta ya los haya despedido. Las medidas que tomaba Fugaku eran muy estrictas y radicales, en su opinión. Y no cuestionaba su forma de solucionar el problema. Si los contratos se firmaban al final, y el dinero se invertia no había ningún problema.

 

A no ser, claro, que incluyera a su propio hijo. Ese hombre no tenia escrúpulos. Actuaba de una manera fría y muchas veces cruel, cuando se trataba de sus negocios. Casi le dieron ganas de sonreír cuando se dio cuenta en que pocision se encontraba ahora: Sentado en una mesa de una cafeteria rustica, a la espera de la persona mas tonta y torpe que había tenido el desagrado de conocer.

 

Si. Se refería a Naruto Uzumaki.

 

Hijo de un importante magnate extranjero, dueño y director del hospital central de Tokyo. Al darse cuenta de las intensiones que tenia su padre, al ordenar le que se relacionara con el hijo de este, trato de no sentirse como un objeto o una herramienta que su padre utilizaba para ampliar la producción de fármacos en el país. Al menos, sabia que después de obedecer los mandatos del mayor, tendría mas tiempo luego, para dedicarse exclusivamente a la carrera universitaria de su preferencia. Con la condicion de convencer al Padre de Naruto de poder invertir en su empresa. Bueno, era muy hastioso tener que hacerlo. Pero todo por cumplir sus anhelos que se vieron truncados por las exigencias de su Padre.

 

Alzo la cabeza cuando escucho las campanillas que estaban colgadas sobre el umbral de la puerta, indicando que alguien había llegado. Fijo su mirada en el chico rubio y mal vestido que miraba a todos lados buscando a alguien. Suspiro hondamente para calmarse y se puso de pie para llamarle.

 

—¡Oye! ¡Aquí estoy!

 

El rubio giro la cabeza cuando escucho la voz de Sasuke. Sonrió ampliamente, al tiempo que caminaba con pasos rápidos y torpes. Uchiha tuvo que hacer su mejor esfuerzo para no gesticular una mueca desagradable al ver los frenos de Naruto. Los cuales tapaban casi toda la blanca dentadura con el metal.

 

"A mal paso darle prisa" pensó Uchiha. Que se acerco un poco al rubio para darle un beso en la mejilla y sonreírle como si estuviera en un comercial de pasta dental. Solo que con más sensualidad. XD

 

Naruto sintió algo en su estomago al contemplar la sonrisa del moreno y por el contacto de sus labios sobre su mejilla. Algo afectado, aparto la mirada para sentarse en la ancha banca de madera.

 

—¿¡Y que vas a tomar!? ¡Yo quiero un helado de fresa con chispas de chocolate!

 

Sasuke imito al rubio, tomando asiento frente al Uzumaki, que había tomado el Menú que estaba sobre la mesa. Lo notaba un poco nervioso y eso lo hizo sonreír interiormente. Sabiendo a que se debía su comportamiento.

 

—Me parece bien.

 

La chica de antes volvió a tomarles la orden y después charlaron sobre como les iba en las materias. Ambos eran estudiantes del mismo grado, pero Sasuke tenia mas conocimientos en la ciencia y las matemáticas. O todo lo relacionado con números. Al contrario, Naruto no era buen estudiante. Aunque no le iba tan mal en el deporte. Kárate era su deporte favorito.

 

—¿Oye, Sasuke?

 

—¿Si?— Uchiha respondió, mientras se engullia un poco del café negro que había pedido.

 

—¿Tu ya sabes que vas a estudiar?—pregunto con curiosidad. Sintiendose ansioso por saber a que se dedicaria Sasuke. Porque luego de salir de la escuela, no volvería a verse con el Uchiha. Pero si por alguna casualidad, el moreno decidiera elegir una carrera universitaria que fuera parecida a la suya, talvez podrían verse mas seguido. Aunque dudaba mucho que fuera así. A él no le importaba Sasuke, es solo que desde hace un mes que ya tenían contacto como algo mas que amigos, y hace dos meses ya eran casi como amigos.

 

—¿Para que quieres saberlo?

 

Ante la pregunta Naruto vacilo un poco. No iba a decirle la verdad. Eso seria algo vergonzoso de admitir.

 

—¡Es solo curiosidad! Quisiera saber a que te vas a dedicar. Y a que universidad vas a postular para el examen.—sonrio ampliamente, un poco nervioso por tener lo ojos negros viendole tan serenamente. Sasuke siempre se veía tan calmado. Que a veces parecia una muñeca o una estatua por su expresión neutra. Era algo que también le gustaba. A parte de su actitud tan misteriosa. A cualquier doncel o mujer le encantaría estar con alguien así. Sasuke era no solo apuesto, era guapo e inteligente. Era demasiado maduro para su edad. Demasiado popular entre las chicas. Y por lo que sabia, la mayoria de los chicos de su escuela le envidiaban por ello. Sus amigos eran pocos. Porque al parecer al moreno no le gustaba relacionarse con tantas personas.

 

Uchiha dejo de lado su bebida para apoyar sus brazos cruzados en la mesa. Un poco mas cerca del rubio, quien ante la cercanía se mordio involuntariamente los labios.

 

—Adivina.

 

—¿Eh?

 

Sasuke río un poco por la expresión tonta y confusa de su acompañante. Algo que hizo que Naruto hiciera un mohin de disgusto. Sasuke estaba muy cerca que podía sentir oler el perfume que se había puesto. Era tan tentador y sexy.

 

—¿Me-medicina?—tartamudeo un poco y se sintió tonto por ello. Tenia que comportarse como si la presencia del moreno no le afectara. Tenia que ser inmune a sus sonrisas y hablar como si fueran solo amigos. Amigos que ya se habían besado un par de veces. Pero aunque el primero fue accidental, el segundo no lo fue. De hecho fue muy apasionado. No estaba seguro de poder comprender sus sentimientos. Bien. Era mejor calmarse y dejar fluir las cosas con mas serenidad. Nada de gritarle y cogerle del pelo para morderle la boca. Aunque eso fue precisamente lo que hizo en su segundo beso. Y lo quería volver a repetir. ¡Vamos Naruto, concentrate!

 

— No. Ni cerca.

 

—¿Abogado?— intento otra vez.

 

—No.

 

—¿¡Ingeniero!?

 

—Frio.

 

—¿Chef?

 

—¿Chef?— repitió otra vez Sasuke.

 

—Si. Ya sabes. El que cocina para los demás. El que trabaja con las ollas y las sartenes — explico Naruto. Como si Sasuke no supiera lo que hacia un chef. Aunque luego se dio cuenta de que no se refería a su desconocimiento de lo que era un chef — Aunque no. No creo. No te imagino con un delantal y un gorro blanco sobre la cabeza. — y sin poder evitarlo empezó a reír escandalosamente. Llamando la atención de todos los que estaban sentados en otras mesas.

 

—Callate, Dobe.

 

Uchiha trato de no poner en evidencia su disconformidad con las miradas de la gente. No quería que lo vieran con Naruto. De hecho, no le gustaria que lo vieran con nadie. Por lo menos eran personas que no conocía, pero la incomodidad seguía allí. Daba Gracias al cielo por haber pedido hacer una cita en una cafeteria muy alejada de los lugares que solía frecuentar.

 

—¡Lo siento! ¡Disculpa! —Solto un par de carcajadas más y se limpio la pequeña gota de lagrima que se le escurria por los ojos a consecuencia de su risa — Es que te imagine en esa posición. Y fue muy gracioso. Tú con tu cuchillo y tu mazo para hacer pan.

 

A Uchiha le salio una gota en la cabeza. Ese idiota se estaba burlando de el.

 

—No me parece gracioso.

 

—¿No? ¡Ah! ¡Ya se!

 

—¿Que?

 

Naruto saco algo del bolsillo. Un papel arrugado que empezó a desdoblar sobre la mesa. Sasuke veía esto con curiosidad. Preguntandose que hacia.

 

—Léelo.— deslizo el papel planchado y lo extendió hacia Sasuke. El moreno dudo un momento. Pero después cogió el papelito y leyó mentalmente.

 

—¿"Parque acuático"?— dijo en voz alta. Al tiempo que levantaba una ceja y miraba de solsayo la fotografía de un tobogán de agua.— ¿Que tiene esto que ver?

 

— Pues. Yo pensaba que quizás podríamos ir a ese lugar. Mi padre me dijo que era un sitio para jóvenes de nuestra edad. ¿Y? ¿Podriamos ir?— pregunto con los ojitos brillantes y la esperanza reflejada en su rostro.

 

—No lo se.

 

Sasuke tenia dudas. Ese lugar era un sitio público. Y cabia la posibilidad de que algún conocido lo viera con Naruto. Ese era el problema. No deseaba que empezara a crearse el rumor de que el Uzumaki y él mantenían alguna clase de relacion. Naruto era un chico poco agraciado con tendencia a ser torpe. Le importaba mas su pocision en el medio social. Las habladurías de la gente eran muchas cuando se trataba de él. Eso era lo que quería evitar. Ser el nuevo "chisme" de la escuela.

 

—Vamos Sasuke — insistió Naruto, tomando las manos del moreno entre las suyas.— ¡Solo será una vez! ¡Te prometo que nos divertiremos! ¡No seas teme, animate!

 

Algo tenso por el contacto de las manos del rubio, sin brusquedad rompió el contacto.

 

—Esta bien, esta bien. — resoplo, sintiendose resignado.— ¿Cuando iremos?

 

—Pues no lo se— Uzumaki se irguio en su lugar y se puso una mano en el mentón, pensando — Que sea este sábado. Tengo tiempo libre.

 

—Me parece bien.

 

Ambos decidieron hablar sobre la próxima "cita" que tendrían. Luego decidieron irse de la cafeteria, siendo el Uchiha quien pagó lo consumido.

 

—Pero Sasuke. Yo quería pagar lo mío.

 

— Ni hablar. Fui yo quien invito. Así que te callas y punto.

 

Al Uzumaki le pareció graciosa la manera de Sasuke para dar ordenes. Seguramente no aceptaria que un doncel como él pagara. Eso seria un golpe a su orgullo.

 

Salieron del establecimiento, para luego caminar un poco por la plaza que estaba al otro lado de la calle. Conversaron un poco, y después se prepararon para tomar rumbos distintos y despedirse.

 

—Gracias. Fue divertido estar contigo.— Agradeció Naruto, que se mordia los labios, ya que sabia que era lo que venia ahora.— Este... Yo...

 

— ¿Que pasa, Dobe?— fingio interés en saber porque de pronto Naruto se ruborizaba y como le rehuia la mirada. El rubio no era así, pero se dijo que a pesar de ser una persona extrovertida y con una energia extraordinaria, seguía siendo muy ingenuo y torpe para otras cosas. Ahora podia entenderlo.

 

"Si por lo menos no fuera así, de feo"pensó Sasuke. Sonrió un poco para eliminar cualquier rastro de falsedad en su rostro. Además, se dio cuenta que ahora tenia que darle un beso de despedida. Y seguramente, era por eso que Naruto aún no se iba. Por dios, ese Dobe era tan desesperante. ¿Que le costaba esperarse hasta despues de tener cinco o diez citas primero?.

 

" ¡Bueno, ya! Solo dale un beso. Así dejara de mirarme como si le fuera a dar un dulce a un niño"

 

Con esos pensamientos, se acerco lentamente a la boca del menor.

 

Uzumaki cerro los ojos, esperando el ansiado beso. Esperaba que fuera mejor que el primero y el segundo.

 

Y cuando la luz del sol ya se empezaba a ocultar en el horizonte, dando paso a las primeras estrellas de la noche, sus bocas se unieron en un beso que duro solo cinco segundos. No obstante, Naruto sintió como si el corazon saltara, las piernas.

 

Fue el beso mas hermoso de todos. Y estaba convencido, de que seria guardado entre sus recuerdos mas memorables. Antes de separarse, los dos jóvenes de diecisiete y dieciseis años, se vieron directamente a los ojos. En silencio, perdidos en un mundo diferente, de un color tan especial. Negro y Azul.

 

—Adios.— Naruto dijo, luego de recuperarse de la intensa emoción que había experimentado. Evitando a posta la mirada del azabache, para darse la vuelta y empezar a caminar con velocidad alta. Alejandose de el.

 

Sasuke también creyó sentir algo. Meneo la cabeza varias veces para despejar ese pensamiento, en cambio, saco un pañuelo desechable y se limpio la ligera humedad de sus labios. Ese beso le había dejado confundido.

 

—Eso fue...

 

"Desagradable"

 

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Cuando Naruto llego a su casa, lo hizo tarareando una canción que había escuchado en la calle mientras volvia. La casa en donde reside es a penas una propiedad de dos lotes. Su padre le explico que, ahora que solo iban a ser dos personas viviendo en una casa, no era necesario tener como hogar una mansion de diez lotes. Y papá tenia razón. Lo único que quería ahora, era un lugar cálido con un jardin en donde poder plantar sus girasoles. Y por supuesto, tener la compañía de su padre, al que no le veía muy seguido por su constante y laborioso trabajo en el hospital. No obstante, en ocasiones llegaba de improvisto, y ambos se organizaban para almorzar o cenar juntos. Por otro lado, su madre falleció hace cinco años. Fue tan desbastador, que por unos dias, luego del funeral y el sepelio, noto que su padre no salia mucho de su cuarto. Ni de casa, ni iba a trabajar. Pregunto a su tío que podía hacer al respecto, ya que él solo era un niño, y no sabia como poder ayudar a su padre. Afortunadamente, su tío vino a tener una conversación con Minato, y las cosas mejoraron desde entonces. El comportamiento de su padre, se debía mas que todo, por la perdida que habían sufrido. La depresión había hecho que Minato recurriera al autoexilio en su propia casa. Pero con un buen terapeuta, Minato y él, pudieron superar el hecho con el tiempo.

 

Se fue a la habitacion de arriba para hablar sobre su día con su madre. Cerro la puerta en un giro bamboleante, y se arrodillo en la alfombrilla que estaba ante la mesita. En la que reposaba un cuadro rectangular con la fotografía del rostro de Kushina. Pelirroja mujer y de ojos azules, tan expresivos como los suyos. Aunque estos estuvieran opacados por sus lentes.

 

Empezó a recitar todo lo que quería decirle a su madre, moviendo las manos en distintas direcciones y gesticulando varias caras.

 

— Mama...¡Estoy feliz! ¡No se como decirlo, pero soy muy feliz! Hoy fui a una cita con Sasuke. ¡Y adivina que! Otra vez nos volveremos a ver en el parque acuático del que me hablo papá. Estoy contento porque, ya no peleamos tanto. Todos estos meses me parecia un chico tan egoista y bastardo, pero me estoy dando cuenta de que no es así. Mama, hoy nos besamos. Y no fue accidental ni fue brusco. ¡Fue maravilloso! Me siento muy feliz. Creo que... me gusta. Y mucho... Solo espero gustarle a Sasuke también. Ya que, bueno, ya sabes. Tengo mis dudas con mi cuerpo. Las personas siempre dicen que soy feo. ¿Pero si lo fuera, Sasuke me habría besado? Es lo que me preocupa. Mamá, no quiero que esto sea una mentira. ¡Sasuke es importante! Se que somos diferentes, pero me encantaría ser alguien importante para el también. — finalizó con una radiante sonrisa ilusionada.

 

Hizo una leve reverencia y luego se levanto del suelo. Se sentía mejor hablando con su madre. Antes, cuando ésta aún vivía, le contaba cualquier problema que surgia con sus amigos, o sus maestros de la escuela. Ella era una mujer tan cálida, divertida, algo explosiva como el, alegre, optimista, dulce, y con un alma bondadosa y generosa. Y muy, muy hermosa. En ocasiones llegaba a preguntarse, porque razón el era así. Tenia problemas con la vista y por ello se vio obligado a usar lentes. A los cinco años, su dientes salieron chuecos porque según su dentista, había chupado e ingerido muchos dulces, así que se hizo hacer los frenos. Todo eso sumado a que no le gustaba usar ropa de marca, ni muy a la moda. El prefería ropa cómoda y sencilla. Y al final, viendo cada día su aspecto en el espejo, dudaba que alguna persona se le acercara si no era para burlarse o humillarlo. Eran las desventajas de eso. Ademas, como doncel que era, eran mas las mujeres que se metian con el y hacían comentarios que muchas veces sonaban hirientes. Claro que los hombres no se quedaban atras. Mas de uno lo había confundido con un hombre también. Ya que, según se sabia, los donceles eran hermosos, tiernos, adorables, etc, pero el no era nada de eso. Y por eso los varones, pensando que era un inadaptado social y feo, le hacian bromas pesadas y algunas veces lo golpeaban. Por ello se incribio a un club de karate, para poder defenderse si fuera necesario.

 

Aunque no le llegaba a importar. El también tenia amigos que lo valoraban por quien era, y no por como se veía. Y miéntras los tuviera como amigos, no se desanimaria ni se pondria triston por todo lo que le hacían.

 

Luego de apagar las velas que había prendido, y la oración que era para su madre, salio de aquel cuarto que era especialmente para honrar la memoria de Kushina.

 

—Imagine que estarias aquí.

 

Naruto se sobresalto. Rápidamente volteo la cabeza para encontrar al responsable de esa voz que empezó a reconocer. Y sus ojos azules se abrieron lentamente por la impresión y la incredulidad.

 

—¿¡Gaara!?

 

El chico pelirrojo, estaba recargado en la pared, con los brazos cruzados y con una expresión entre serena y divertida.

 

— Hola.

 

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.

 

.

 

El silencio se extendía por toda la sala. Con amplios ventanales y cortinas de seda que caian hasta rozar el suelo, el candelabro en el techo brillaba sobre la larga mesa que era ocupada por cuatro personas. Todos Uchihas.

 

—¿Como te fue en el trabajo, querido?

 

Fue Uchiha Mikoto quien rompió el tenso silencio, captando la atención de sus dos hijos, pero no la de su esposo que estaba entretenido con los cubiertos en sobremesa.

 

—Ya te lo dije, Mikoto. En la cena, no— Respondió el Uchiha mayor, con alta indiferencia y poderío. Las cosas se hacían como el decía. Y sus hijos y esposa debían acatar la orden. Ninguna conversación mientras comian. Esa era la regla.

 

—Padre.— Sasuke hablo después, obviando la manera en que su padre había tratado a su madre. Dejo de comer para mirar la reacción del mayor, quien esta vez levanto la cabeza, su mirada intimidante y su expresión seria.

 

—¿Tienes algo importante que decir?— vio que su hijo menor iba responder con otra cosa, pero se adelanto antes de que lo hiciera— Después, en mi despacho.

 

Sasuke cerro la boca. Dirigió un vistazo a su madre que a penas le sonreia tímidamente. Y a su hermano, que estaba a su derecha, éste estaba bebiendo de su copa de vino importado, al tiempo que le mandaba una mirada de solsayo.

 

"Sábado. Parque acuático. Naruto"

 

Hasta donde tendría que llevar las cosas. Seguía cuestionandose interiormente, cual seria el siguiente paso para enamorarle. Sabia que era convencerlo para que sus padres se reunieran de modo casual, para conversar o algo por el estilo. Era por ello que necesitaba tener una platica con su padre. Para llevar acabo el plan que tenia en mente. Acercarse mas a Minato Namikaze, como puente de intermedio: su hijo. Pero primero tenia que hacer que Naruto sintiera algo por el. Así, Sasuke podria instar a Naruto para que convenciera a Minato en hacer una alianza con la familia Uchiha. De ese modo, Fugaku le dejaría el camino libre para hacer con su vida lo que quisiera. Era benéfico para todos. Todos saldrian ganando. No obstante, una duda lo seguía carcomiendo a conciencia. ¿Que haría después de que todo el asunto del contrato se cumpliera? Inevitablemente mantendria una especie de relacion con él. Tendría que fingir que el rubio le gustaba. Demostrandole un cariño que no sentía. Hasta ahora, luego de un largo tiempo de haberse conocido, su relacion había avanzado progresivamente. Primero se llevaban tan mal, que las peleas o discusiones no se hacían esperar. En un principio se defendió de los golpes, patadas y puñetazos que Naruto solía propinarle. Sin considerar el hecho de que era un doncel. Bueno, en realidad no lo sabia. Fue Karin, su acosadora número dos, quien se lo comentó un día. Luego de aquello, se sintió tan mal por haber llegado a golpear a Naruto, por ser doncel, que decidió dejar las cosas por la paz. Sin embargo, dias después su padre le habló sobre el asunto de la familia de Naruto. Y trato de ser menos hostil a la hora de charlar con el Uzumaki. Todavía tenia presente el beso que se habían dado. El primero: que fue en medio de un pleito. El segundo: cuando quedaron de verse en la cafeteria para tener una "cita". Nunca imagino que Naruto le fuera a jalar de los pelos y darle un beso, que podía ser calificado de bestial o salvaje. Casi sufre arcadas después de ello. Pero recordó que tenia el plan de enamorar a Naruto. Así que no le reprocho nada al blondo, después de eso, lo invito a un lugar para conversar mas íntimamente.

 

Cuando la familia entera termino de comer, los sirvientes se dedicaron a levantar los platos y vasos sucios. Mikoto se fue a su habitacion para dormir. Mientras que Itachi dijo que saldria un momento para aliviar la pesadez de la cena. Así solo quedaron Sasuke y su padre.

 

—Sigueme.—el hombre se levanto de su silla, irguiendo su figura para después, dirigirse hacia donde estaba su despacho.

 

El menor no tardo en obedecer. Se levanto y lo siguió hasta estar detrás suyo. En medio del recorrido, Sasuke se pregunto si Fugaku hacia siempre ese tipo de cosas para enriquecerse. Si acaso, se caso con su madre solo para hacerse mas poderoso e influenciable.

 

Al pasar por la puerta, Fugaku insto a su hijo que cerrara la puerta. Esa iba a ser una conversación privada. Que nadie debía de escuchar. Entonces se sentó en la silla de su escritorio y decidió que fuera Sasuke quien eligiera si quería estar sentado o no.

 

—¿Como te va con el muchacho?—pregunto, luego de un prolongado silencio.

 

—De eso quería hablarte— respondió, desviando sus ojos a otro lugar que no fueran los ojos del mayor. Un cuadro colgado en la pared de la epoca románica llamo su atención.

 

—Escucho.

 

El mayor se acomodo un poco en la silla con respaldos para los antebrazos, cruzando sus dedos en el proceso, esperando que su hijo fuera a decir algo sumamente importante.

 

Con un suave suspiro, el menor apoyo la espalda sobre la puerta y después se cruzo los brazos de manera inconciente.

 

—Hoy tuve una "cita" con el.

 

—¿Y?—pregunto Fugaku al instante, pareciendole el inicio de una conversación mundana y poco trascendente.

 

—No me gusto. —mascullo esta vez. Sasuke decidió que era mejor dejar de darle tantas vueltas al asunto. Mejor iba a hablar sobre su disconformidad con la manera de conseguir dicha alianza. Quería, a lo mucho, fingir amistad con el Uzumaki. No enamorarlo para tener mas probabilidades con Minato Namikaze.

 

—Haber, Sasuke —fugaku pareció haber perdido la paciencia.—No esta en discusión. Vas a hacer todo lo que este en tus manos para tener a tus pies a ese chiquillo.

 

—¿Porque no puedo ser solo su "amigo"?—haciendo énfasis en la ultima palabra.

 

—No seria igual. Tienes que ser alguien en su vida. Los donceles son muy estúpidos e ingenuos, así que no te preocupes por eso. Cuando Namikaze firme el contrato, podrás deshacerte de su hijo. Después de todo, Minato no debe de dejar ser influenciado por el corazon herido de ese mocoso. Deberías de saberlo.

 

—No, no lo entiendo. Quiero decir...—hizo una pausa, al notar la sutil mirada de su padre—No me parece correcto...

 

—Correcto dices. No hay nada correcto en los negocios. Aquí solo se gana y se pierde. Así que te aconsejo que hagas lo que digo, o vas a perder.—su padre interrumpió. Endureció la mirada al decir— ¿Entendido?

 

—Pero...

 

—Si es necesario, acuestate con él. No debe ser tan dificil, siendo que es un doncel. —Y antes de que el mejor dijera algo, agregó — es mi ultima palabra. Si no lo haces, me temo que no podrás hacer de tus caprichos. En esta vida hay que sacrificarse para conseguir algo ¿No es lo que dicen? ¿No es lo que quieres?

 

—Yo...

 

—Tomare eso como un si. Ahora vete a dormir. Tengo unos asuntos que resolver— No espero que Sasuke protestara. Sabia que tenia todas las de ganar. —Y cierra la puerta antes de salir.

 

Con una infinita rabia, Sasuke podria haber azotado la puerta cuando se disponía a retirarse. Pero se contuvo, y salio solo con una mirada furibunda.

 

Su padre...

 

"Es un malnacido"

 

CONTINUARA...

 

 

Notas finales:

Espero les guste.


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