Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un amor a través de los años por aiakafuri

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Nunca había hecho un KagaKuro, son algo complicados (al menos para mi) Hace tiempo me pidieron hacerlo y ahora lo comparto, espero les guate. En wattpad ya esta disponible en varios capitulos.


Es el único Kagakuro que haré. No se me da mucho esta pareje, por eso siempre, en mis demás fanfics, no detalló mucho sobre ellos  por esa razón.




Los personajes no pertenecen son de Tadatoshi Fujimaki-sensei *-* Personajes OC son de mi loca imaginación.

Notas del capitulo:

Espero les guste n-n

Tras largas horas de vuelo, arribaron a su nuevo hogar.

 

—¿No crees que se excedió? Cuenta con mucha seguridad.

 

—Para nada.  Así nadie entrará. Vez lo que pasó en la casa.

 

—Eso espero. Y no me recuerdes a ese hombre, no puedo creer que entrara a nuestro hogar— dijo furioso.

 

—Tranquilo. Te hará daño— lo abrazó y besó los labios de su esposo.

 

—Estoy bien, Taiga.

 

—Anda. Tienes que descansar. Mañana será un día largo — tomó las unas de las maletas —¿Cual habitación será la nuestra Tetsuya?

 

—Por lo visto la que dice nuestro nombre— dijo de forma inexpresiva leyendo el papel pegado en la puerta.

 

—Ok— entraron a la habitación. Ni se bañaron ni nada, simplemente entraron a la cama y comenzaron a dormirse —Descansa amor.

 

—Te amo Taiga...— susurró  abrazándose al pelirrojo, quien  sonrió y abrazó a su esposo. 

 

Jamás imaginó terminar enamorado y  casado con Kagami Taiga; su luz, su confidente y mejor amigo.

 

————— 10 años antes —————

 

Estaban varios jóvenes reunidos en una cancha del centro de Tokio. Ese sería su último encuentro de preparatoria, pues todos iniciarán la universidad.

 

—Deja de joder, Bakagami.

 

—Responde. Te gané.

 

—Tsk… nadie. No estoy con nadie en estos momentos.

 

Su corazón brincó al escuchar eso. Aomine Daiki siempre fue su primer amor, nunca llegaron a nada serio en Teiko. Y ahora no sabía cómo decirle sus sentimientos… sentimientos que sólo los conocía Kagami… su luz. Y que estaba igual que él, el pelirrojo estaba enamorado de Kise Ryōta.

 

—¿Vas a decirle, Kuroko?— susurró el pelirrojo para que no los escucharan.

 

—Sí. ¿Y Kagami-kun?

 

—También. Suerte— revolvió el cabello del pelo celeste y se dirigió a su objetivo —Hey Kise, podemos hablar.

 

—Claro que sí, Kagamicchi— el rubio sonrió de forma lasciva al pelirrojo e hizo que se sonrojara.

 

———

 

Sabía que no tenía oportunidad. Pues Aomine Daiki había dejado claro que ahora  gustaban las mujeres voluptuosas y  no los donceles. Y él era un doncel, así que su oportunidad se reducía a 0.

 

—¿Qué querías decirme tetsu?— el moreno comió de un solo bocado la mitad de su hamburguesa.

 

Meditó cómo decirlo ¿Soltarlo así sin más? —A pesar de estos años, te sigo amando Aomine-kun.

 

Se sentía avergonzado ¿Y si él lo rechazaba? No pudo evitar entrar en pánico. Aunque su cara inexpresiva no lo demostraba estaba aterrado.

 

—¿Qué?— ingirió todo de un trago.

 

—Me gustas Aomine-kun...— se sonrojó y apretó —Me sigues gustando…

 

—Tetsu, lo siento yo.

 

—Sabes, olvídalo. Espero Kagami-kun tenga más suerte— susurró levantándose.

 

—¿Bakagami?

 

—Se fue a declarar a Kise-kun. Espero él sí sea correspondido... Hasta luego Aomine-kun, espero podamos seguir siendo amigos— susurró aquello al borde del llanto.

 

—Maldición, Tetsu ¿Por qué no me dejas responder?— sujeto fuertemente la mano del pelo celeste.

 

—¿Eh?— estaba sorprendido.

 

—Salgamos. También me gustas…

 

—Aomine-kun…

 

—¿Por qué lloras?— cuestionó a alarmado.

 

—Estoy feliz.

 

—...

 

————

 

Esperaba impaciente la respuesta del rubio. Tenía dos años enamorado de ese hermoso doncel. Aunque no le gustaba tanto su personalidad empalagosa…

 

El sonido del celular asustó a ambos. Rápido quiso callarlo pero si logro leer el mensaje y sonrió —Increíble..

 

—¿Qué cosa?

 

—Vale. No les digas que te dije o Kuroko me asesinara. Kuroko confesó a Aho y ya comenzaron a salir.

 

—¿Enserio?

 

—Sí.

 

Kise Ryōta tomó el teléfono y leyó el mensaje.

 

“Dijo que sí. Aomine-kun y yo somos novios. Gracias por escucharme. Suerte con Kise-kun”

 

Un silencio incómodo se volvió a instalar entre ambos…

 

—Ya entendí, Kise. No te preocupes— tomó su maleta y se levantó de la banca que ocupaba.

 

—Espera— besó al pelirrojo —Sí quiero.

 

Un gran sonrisa se dibujó en sus labios, abrazó a Kise y lo beso —Prometo hacerte feliz, Kise.

 

—Kagamicchi…

 

————

 

El timbre de su departamento sonaba una y otra vez —¿Quién?

 

No había nadie en la puerta.

 

—Yo, Kagami-kun.

 

Se le pusieron los pelos de punta —Maldito. ¿Cuántas veces te he dicho que no hagas eso?

 

—No sé de qué hablas, Kagami-kun… ¿Cómo te fue?

 

—Pasa. Estoy preparándome el almuerzo.

 

Tetsuya entró al departamento y siguió al pelirrojo a la cocina, y se sentó frente a la mesa —¿Entonces?

 

—Dijo que sí.

 

Una diminuta sonrisa se formó en los labios —Me alegro Kagami-kun.

 

———— Un mes después ———

 

Taiga cumplía cada uno de los caprichos de su novio. Y a veces tenían problemas con los fanes cuando salían de paseo o al cine, pues terminaban huyendo o escondiéndose en los lugares más inimaginables —Mañana. No lo olvides.

 

—No Kagamiicchi— besó la mejilla del pelirrojo y rió al ver la cara roja de la vergüenza.

 

Taiga se despidió y se dirigió a casa. Iba pasando por un parque cuando le pareció ver a Kuroko, frunció el ceño y escucho a Nigou gimoteando. Entro al parque y los vio, el pelo celeste se veía triste… o eso le pareció. Leer la inexpresividad de Kuroko era un reto, pero poco a poco lo iba logrando —¿Qué sucede?

 

—Kagami-kun…

 

—¿Qué sucedió? — se sentó al lado del once de Seirin.

 

—No sé por qué Aomine-kun está conmigo.

 

—¿Por qué te quiere?

 

—A estado más distante de lo normal. Parece que sus pensamientos están en otro lado.

 

—Tal vez por la universidad. Entramos en unas semanas.

 

—Posiblemente…

 

—Mañana hablare con él. A ver si quiere decirme algo, aunque siento que está enojado conmigo.

 

—No sé qué tiene— sollozó. Le dolía la indiferencia de su novio. Ni parecían  novios.

 

—No llores Kuroko— le revolvió el cabello —Vamos por un batido de vainilla.

 

—Sí— se limpió las lágrimas.

 

——————

 

Un nuevo día llego.

 

Originalmente se iban a reunir todos, pero algunos tuvieron que salir con sus familias, por lo que ese día se reunieron: Kise Ryōta, Aomine Daiki, Kuroko y él. Además, Akashi Seijūrō llegaría algo tarde.

 

—Maldición.

 

—No puedes vencerme, Bakagami.

 

—Te daré una paliza Ahomine.

 

—Quisieras…

 

—¿Cuándo cambiaran?

 

—Nunca lo harán Kurokocchi.

 

———

 

—¿No que Akashicchi venia?

 

—Por lo visto, ya no llego.

 

—pff tengo sed.

 

—Yo también.

 

—Yo voy— Tetsuya se ofreció a ir por las bebidas frías, pues no estaba cansado.

 

—Yo lo de siempre.

 

—Yo algo de fresa. Quiero algo de fresas, kurokocchi.

 

—¿No que a Kise-kun no le gustan las fresas?

 

—Lo sé. Pero quiero algo de fresas.

 

—Yo te acompaño, Kuroko— Taiga besó al rubio y se levantó para ir con el pelo celeste —Además, tenemos que ir hasta el último, este luego no tiene bebidas de fresa— agregó refiriéndose a la máquina de bebidas.

 

—Vamos, Kagami-kun.

 

————

 

—Mira, Kagami-kun. Sí tiene.

 

—Nos salvamos de ir hasta la última— pues la maquina estaba hasta el otro lado del parque.

 

—Kagami-kun ¿Le has dicho a tus padres sobre Kise-kun?

 

—Ya… ¿Y tú?

 

—Sí… Papá no está feliz… ¿Kagami-san que dijo?

 

—Me regaño que por qué no eras tú o Tatsuya — ambos se miraron y rieron —Vamos. Ya tenemos todos.

 

Regresaron al lugar solo para ver y escuchar algo que les partió el corazón.

 

—Me recriminas a mí, pero todo esto es tu culpa. Este bebé es tuyo imbécil. Tú fuiste quien me dejo.

 

—Pero no te avente a los brazos de  Bakagami.

 

—¿Y que querías que hiciera? Aceptaste ser novio de Kuroko. Mi hijo y yo no te importamos ¡Por eso acepte a Kagami!

 

El ruido de algo caer llamo la atención de ambos —Tetsu/ Kagami…

 

—¿Por qué? — susurró llorando Tetsuya.

 

Taiga apretó los puños y se iba a lanzar sobre el rubio. Fue vilmente utilizado. Su amor por años fue  usado —Tú.

 

Jamás en su vida Aomine Daiki y Kise Ryōta habían visto tanto odio en la cara de Kagami Taiga.

 

—Kuroko. Kagami. Vámonos. Ellos no valen la pena.

 

Los cuatro se sorprendieron y al girar vieron a un furioso Akashi Seijūrō y Furihata Kōki.

 

—Vamos, Kuroko-kun— el castaño tomo de la cintura al pelo celeste y se lo llevó.

 

—Kagami… Kagami… ¡Taiga! Camina, ellos no valen la pena y no puedes golpear a Kise en su estado.

 

El pelirrojo menor, jaló al mayor y lo saco  del parque…

 

————

Sentía su corazón desgarrado.  ¿Por qué Aomine había jugado con sus sentimientos?

 

—Llora todo Kuroko-kun. No te quedes con nada— susurró el castaño al borde del llanto.

 

—¿Por qué a mí, Furihata-kun? ¿Qué le hice?

 

—Nada, Kuroko-kun.  Tú no hiciste nada.

 

————

 

—¿Cómo está? —  Seijūrō se había quedado haciéndole compañía a Taiga.

 

—Se ha quedado dormido, Sei. No ha parado de llorar. ¿Kagami-kun?

 

—Está en la cocina. No ha dejado de cocinar…—  Taiga le había pedido la cocina prestado pues no podía estar quieto sin llorar.

 

—¿Por qué fueron tan crueles sei?

 

—No lo sé… Realmente me han sorprendido. Antes no eran así.

 

—Está la cena.

 

—Kagami-kun.

 

—Coman. Anden. Lo siento Akashi, no puedo dejar de cocinar.

 

—Esta delicioso, Kagami-kun.

 

—Sí…

 

—Kagami-kun— susurró al verlo destrozado mientras lloraba. No entendía por qué le hicieron eso a dos ángeles. Kagami y Kuroko, eran las personas más buenas  que ha conocido.

 

—Lo siento…— se limpió las lágrimas.

 

—Llora, Kagami— Seijūrō miro al pelirrojo —Tienes que sacar de alguna forma lo que sientes…

 

—Lo que siento es odio ¿Cómo pudieron burlarse así de nosotros? Kuroko estaba tan feliz  y yo… yo…

 

—Sinceramente no sé qué decirte. Yo estoy furioso. 

 

—¿Qué va hacer ahora? — un tímido Kōki pregunto mientras comía lo que el pelirrojo le había servido.

 

—Irme, no quiero quedarme aquí y ser más burla para ellos— se pasó la mano por el cabello. 

 

—¿Irse?

 

—Regresar a América. No quiero seguir aquí.

 

—Ya veo... — comentaron.

 

—Quien sabe que hará Kuroko. Al menos Kagami-kun tiene a donde ir, pero él…

 

—Creo que me iré a Sapporo.

 

—Kuroko, maldito ¿Cuántas veces tengo que decir que no hagas eso? — recrimino mientras limpiaba el área donde se había regado  la comida. Del susto aventó el plato frente a él y todo se rego.

 

—No sé de  hablas Kagami-kun.

 

—Maldito.

 

Seijūrō y Kōki miraban de un lado al otro, observando que un diminuta sonrisa apareció en ambos por unos segundos —¿Así que Sapporo?

 

—Creó… No quiero verlos. No ahora que un.. un bebé— sollozó apretando sus puños.

 

—Tranquilo— taiga le revolvió el cabello.

 

—Lo siento. Kagami-kun también está sufriendo y sólo estoy pensando en mí.

 

Era la primera vez que escuchaba algo parecido de su sombra. Kuroko siempre lo molestaba cada que podía, era su amigo… su mejor amigo y ahora estaba sufriendo —Kuroko.

 

—humm— se limpió las lágrimas.

 

—Vámonos.

 

—¿Eh?  — miró confundido al pelirrojo.

 

—Vente conmigo a América.

 

¿Era enserio? ¿Irse a vivir a américa?  —Pero…

 

—Te puedes quedar en casa. Mis padres estarán más que felices de recibirte.

 

—Yo…

 

—Comenzaremos de 0. Nos olvidaremos de ellos. No tienes que preocuparte por un lugar donde vivir. La universidad, ya veremos, pero vámonos…

 

Seijūrō y Kōki se miraron y luego regresaron la mirada al pelirrojo y al pelo celeste.

 

—No sé…

 

—Hablemos con tú familia. Kuroko-san no se negara.

 

Dudo unos segundos. Kagami le hablaba sería mente. Veía determinación en sus ojos.  Él quería alejarse, no saber nada de ellos, y él tampoco quería volver a verlos  —Sí mi familia me deja, iré contigo Kagami-kun.

 

—Vamos. Sí dicen que sí hoy mismo nos marchamos.

 

—Los iremos a dejar— ofreció el pelirrojo menor.

 

—————

Los señores Kuroko estaban furiosos… o eso pensaban: Kōki, Seijūrō y Taiga. Pues la señora Sayuki estaba tan inexpresiva como su hijo.

 

—Ese maldito. Te dije. Te lo dije.

 

—Cariño, Tet-chan no tiene la culpa— abrazó a su hijo que comenzaba a llorar —No es tú culpa cariño. Por mí, sí es lo que quieres, puedes ir.

 

—¿Qué estás diciendo Sayuki?

 

—Tetsu, Tetsuya estará en buenas manos.

 

—yo… ¿Es lo que quieres?

 

—Sí…

 

—Está bien, puedes ir— abrazó a ambos —Te apoyaremos. Kagami-kun, te encargo a mi hijo.

 

—Lo cuidaré— respondió calmando.

 

—¿Cuándo se marchan?

 

—Déjeme llamar al aeropuerto.

 

—No es necesario— los cinco voltearon a mirar al pelirrojo con teléfono en mano —Papá saldrá esta noche  en el jet a Los Ángeles ¿Les queda cerca? Pueden tomar otro vuelo desde allí.

 

—Ese es nuestro destino— sonrió Taiga por primera vez.

 

—¿A qué hora? — sayuki pregunto.

 

—A las 9.

—Tetsuya, ve empacando. Cocinaré algo para que cenen antes de irse. Gracias, Akashi-kun.

 

—De nada…

 

—Yo la…. ¡Mis cosas!

 

—Vamos por ellas, y regresamos por Kuroko— sugirió Seijūrō.

 

—Mientras yo ayudo a Kuroko-san— el castaño se ofreció.

 

—Vamos entonces, Furihata-kun.

 

—————

—¿Llevas todo Kagami?

 

—Sí. Los documentos, algunas cosas y ropa.

 

—Vamos. Aun falta recoger a Kuroko e ir al aeropuerto.

 

—Gracias por esto.

 

—Por cierto… ¿Mi padre te conoce?

 

—No… Conoce a mi padre.

 

—eh...¡Eh! ¿Por qué?

 

—En el camino te digo. Vamos, quiero probar la deliciosa comida de Kuroko-san.

 

————

—Ya regresamos.

 

—Justo a tiempo— dijo Sayuki sirviendo la cena.

 

—¿Todo listo Kuroko?

 

—Mis documentos y  algo de ropa.

 

—¿Tienes pasaporte?

 

—Sí. Hace 5 años viajamos a Londres de vacaciones.

 

—Perfecto.

 

Cenaron tranquilamente.. o eso aparentaban Tetsuya y Taiga, pues el dolor en su corazón no cesaba. Se despidieron de la familia y salieron rumbo al aeropuerto.

 

—Gracias por esto, Akashi-san.

 

—Un gusto, Tiger. Tú padre me hablado mucho de tí— un imponente hombre pelinegro, tez blanca y ojos rojos los saludaba.

 

—El gusto es mío. Padre también me hablado de usted.

 

Tetsuya y Kōki miraban de un lado al otro. Tetsuya, en esos años, nunca había conocido al padre de Akashi Seijūrō y vaya que daba miedo.

 

—Kōki, te encargo a mi hijo. Sé quedará unos días contigo.

 

—Sí, Akashi-san.

 

—Cualquier cosa me avisan.

 

—¿Padre, que vas hacer en Los Angeles?

 

—¿No te lo dije? — Seijūrō negó —Voy hacer negocios con el padre de Tiger.

 

—¿Qué? ¿Con papá?

 

— Al fin logre convencer a Tora.

 

—Señor, todo está listo.

 

—Despídanse…

 

—Gracias, Akashi-kun. Furihata-kun

 

—Cuídate, Kuroko/kuroko-kun.

 

—Toma— taiga le entregó las llaves a Seijūrō — Cuídala. Algún día te la pediré de vuelta.

 

—Claro… — tomo las llaves y observó que Kuroko tenía abrazado a Kōki —Cuídalo y protégelo. Antes ya había pasado, pero no igual. Kuroko se encerró en sí mismo hasta que conoció a Seirin.

 

—¿Ya había pasado?

 

—Aomine y Kuroko recién comenzaban una relación cuando mi otro yo apareció. Por lo que recuerdo, Aomine puso distancia y jamas formalizaron algo. Temo que quiera hacer algo…

 

—Entiendo. Lo cuidare.

 

—Kuroko, Tiger. Vamos.

 

—Adiós…

 

—————

Observaba maravillado la ciudad. Media hora atrás habían arribado al
Aeropuerto Internacional de Ontario en Onland Empire, y ahora  se dirigían  a Hollywood… Aquello era raro, pues Kagami le había dicho que  vivían en la costa —¿Se cambiaron de residencia?

 

—Sí. Papá dijo que estaba lejos de su trabajo…

 

—¿De verdad?

 

—No. Supongo que a mamá le gusto la casa donde viven ahora. Es bonita, y más grande.

 

—¿Así que si vivían en cerca del mar?

 

—Sí. Pero papá viaja mucho y mamá se aburre sola. Supongo que quedándose en Hollywood ya no lo hacía tanto.

 

—¿Entonces sabes a dónde vamos?

 

—El mensaje que tora me envió dice  Boluvard Santa Mónica— dijo Masaomi.

 

—Ya sé dónde está. Tiene que ser esa casa. Madre estaba enamorada de esa casa.

 

—¿Enamorada?

 

—Pertenecía a un actor del que era fan. Siempre que viajamos a Hollywood decía que un día compraría esa casa.

 

—¿Cómo es?

 

—Tendrás que esperar Kuroko.

 

————

 

—Aquí vamos...— masaomi usó el intercomunicador y sonó.

 

—¿Quién?— Taiga y Tetsuya reconocieron la voz.

 

—Akashi Masaomi. Su es...

 

—Pase. Lo estábamos esperando.

 

El portón se abrió y el taxi entró a la casa.

 

—Es hermosa.

 

—sí— asintió. Habían hecho algunos cambios pero se veía hermosa.  La casa era de dos pisos y color blanco con detalles rojos.

 

El taxi se detuvo frente a la entrada.  Kagami Yuuki de cabello negro y ojos negros esperaba frente a ella.

 

El primero en descender del taxi fue Masaomi.

 

—Kagami-san.

 

—Bienvenido Akashi-san ¿Cómo estuvo el viaje?

 

—Excelente y más con compañía.

 

—¿Eh?— miró al taxi —¡Taiga!

 

—Mamá— corrió a los brazos de su madre.

 

—Oh Taiga ¿Por qué no nos avisaste?— su hijo se veía mal. Era de madrugada y Taiga no le había avisado nada.

 

—Yo...

 

—Kagami-kun le explicará...

 

—¡Kuroko-kun!— soltó a su hijo y abrazó al pelo celeste —¿Qué tienes? ¿Por qué tan pálido?

 

—Será mejor hablar dentro— sugirió Masaomi.

 

Bajaron el equipaje y al entrar, Kagami tora, un hombre pelirrojo y ojos color rojo descendía las escaleras —Taiga...

 

—Papá.

 

—¿Qué haces aquí?— abrazó a su hijo —¿Qué ha sucedido?

 

—Es lo mismo que quiero saber.

 

—¿Kuroko-kun?

 

—Kagami-san— hizo una reverencia al hombre.

 

—¿Qué ha sucedido?

 

—Les explicaremos. Será mejor que se sienten...

 

———

 

—¡Esos malditos!— Tora se movía de un lugar a otro.

 

—Oh cariño— Yuuki sujeto la mano de ambos —Esos idiotas no los merecen.

 

—Vaya. No puedo creerlo— Masaomi ahora entendía el enfado en la voz de su hijo.

 

—Por eso estamos aquí.

 

—Yo entendiendo si no me reciben— Tetsuya miró sus manos.

 

—¿Pero qué dices?  Claro que eres bien recibido.

 

—Por supuesto que eres  recibido Kuroko-kun.

 

—Gracias. Prometo portarme bien y ayudar en todo. Respecto a la rent...

 

—Ni lo menciones— yuuki lo interrumpió —Con que me acompañes será suficiente.

 

—Gracia Kagami-san.

 

—Ahora tenemos que ver la universidad. Tenemos una a unas 5 cuadras, mañana hablaré con el directo a ver si nos permite inscribirlos.  No creo que se niegue.

 

—Gracias, Kagami-san— hizo una reverencia.

 

Después de ese día se inscribieron en la universidad, pero aún faltaban varias semanas para el inicio de  clases.

 

Él ayudaba a Yuuki en todo lo que podía y a las semanas comenzó a cuidar niños por las noches para conseguir dinero.

 

——— fin Flashback———

 

 

—Tai... Taiga me aplastas.

 

—humm lo siento— susurró alejándose un poco pero mantuvo el agarre —Tetsu...

 

—Buenas noches, Tai— susurró y se acomodó en los brazos de su esposo.

 

 

 

——— Al siguiente día ———

 

—Papicchi despierta.

 

—humm..

 

—Ryōta. Es tarde. Despierta.

 

—¿Qué hora es?

 

—Las 2 de la tarde. Tenemos que ir a la televisora.

 

—¿A qué?— se desperezo y abrazo a su hijo. Aomine Daichi, un varón rubio de ojos azules y tez morena clara.

 

—Algo sobre un comercial. Nos quieren en una hora.

 

—Joder. Apenas llegué hoy.

 

—Lo sé. Vamos.

 

Ambos eran modelos y su hijo comenzaba en las pasarelas. Jamás creyó estar con Daiki compartiendo las pasarelas, pero se las vieron negras con su embarazo y su mánager convenció al moreno para que modelara y así ganar dinero para el bebé.

 

—Tengo hambre.

 

—Báñate. Te haré de desayunar y luego nos vamos.

 

—Sí.

 

—————

 

Llegaron a la agencia de modelos y fueron recibidos por su mánager.

 

—¿Tv Akashi?

 

—Sí. Es para un comercial en familia. Y como ustedes son familia.

 

—Ya veo...— murmuraron y luego se miraron. Su amistad con Akashi Seijūrō había acabado y les había declarado la guerra después de lo que había pasado con Kuroko y Kagami. Presentían que él sabía dónde estaban.  Fue una sorpresa cuando supieron que ambos se habían marchado.

 

—¿Ya sabe si podemos hacer ese viaje?

 

—No. Aun no les permiten salir del país. La agencia sigue batallando pero nada. Tiene años que quieren hacer los modelos internacionales y por eso no podemos.

 

Ryōta presentía que detrás de aquello estaba Akashi Seijūrō. Cuando quisieron viajar a estados unidos para hablar con Kuroko y Kagami jamás los dejaron salir del país.

 

—Vamos entonces.

 

———

 

Tv Akashi. Inaugurada hace 5 años, por Akashi Seijūrō. Actualmente la televisora número uno, desbancando  a las antiguas. Pues la paga y la tecnología con la que contaba la había colocado en ese puesto.

 

—Wooh...— Daichi miraba asombrado la instalación.

 

 

Al llegar a la recepción los hicieron pasar al set para comerciales. Estuvieron grabando hasta las 7 de la noche.

 

—¿Qué sucede?— cuestionaron a la asistente de producción que los guiaba a la salida, pues mucha gente corría de un lado al otro.

 

—Dos modelos internacionales están aquí. Vinieron a promocionar una telenovela. Akashi-sama compro la franquicia y mañana comenzará a transmitirse.

 

—¿Un amor a través de los años?

 

—Sí.

 

—Vi el anuncio pero no pasan a los actores.

 

—Sí. ¿Quieren nos desviamos al set dónde están?  El programa está en vivo.

 

—¿Podemos?

 

Sonrió. Su orden se había cumplido. Observó el reloj —Claro. Está por iniciar el programa. Estaremos detrás de los invitados para que no los vean y armen revuelo.

 

—Gracias.

 

Entraron al set  y se ocultaron detrás de una cortina y tenían vista de todo el set.

 

———

 

—En vivo en tres. Dos. Uno....

 

—Bienvenidos BN farándula—  la mujer vestía un vestido —Hoy tenemos a muchos invitados y entre ellos a los protagonistas de  “Un amor a través de los años”. Debo decir que más de una mujer y doncel se derretirán con el misterioso varón. Y muchos varones por el doncel. Comencemos.

 

La familia Aomine miraba entretenidos el programa. Ryōta amaba ese programa, su contenido era bastante flexible.

 

—En vivo en tres. Dos. Un.

 

—Y estamos de regreso. Esta noche, como les dije, tenemos los protagonistas  de un amor a través de los años. Una telenovela estadounidense de mucho éxito. Un amor de dos adolescentes que se dejan de ver a los 16, y 10 años después se encuentran en el trabajo... No habló más, pues  a partir de mañana podrán verlos a las 9 de la noche.

Ahora... Conozcamos a nuestros protagonistas, este día nos tienen muchas noticias... Primero veamos un clic de la telenovela.

 

El vídeo comenzó y en ningún momento pasaron a los protagonistas.

 

—Nuestro aclamado varón. Modelo, actor y  cantante  de 27 años. Ama el básquet ball y cocinar. "Tiger".

 

Los gritos se escucharon y las luces apuntaron a la puerta corrediza donde estaba una pantalla. Esta se abrió y mostró a un hombre pelirrojo con negro, alto, tez bronceada. Entro vistiendo una ajustada vestimenta a la moda y sonriendo.

 

La familia Aomine se quedó boquiabierto al reconocerlo.

 

 

—Bienvenido Tiger.

 

—Gracias por la invitación— sonrió al público.

 

—Es un placer tenerlo aquí. ¿Cómo se siente de estar aquí promocionando su primer telenovela?

 

—Nervioso. Fue la primera telenovela en la que fuí protagonista. Siempre estaré agradecido con el producto George por la oportunidad.

 

—Díganos. ¿De donde es originario? Para mi es japonés.

 

—Sí, soy japonés. Mis padres se mudaron a estados unidos cuando era pequeño.

 

—¿Y cuándo se involucró en esto del modelaje y la actuación?

 

— Mi padre es productor de películas y series. Sinceramente a mí no me gustaba nada de esto, pero hace unos 9 años me tocó ir a su trabajo a dejarle unos papeles y necesitaban un extra y como estaba  allí, mi padre me obligo a tomar el papel cómo extra. Unos meses después otro productor me llamó y así comencé.

 

—Ya veo ¿Y por qué tiger?

 

—Mi nombre significa tigre y mi padre  se llama Tora. Por eso, sus amigos de cariño siempre me decían tiger por eso se quedó Tiger.

 

La entrevista continuó por unos minutos más.

 

—Considerado el actor del año. Modelo de las marcas más importantes de estados unidos y Europa. Cuenta con 28 años, ama leer y básquet ball.  El doncel protagonista de un amor a través de los años… Ghost.

 

Los gritos volvieron a resonar y la puerta se abrió mostrando a un bello doncel pelo celeste.

 

Aomine Daiki abrió los ojos impactados. El amor de su vida estaba frente a él y no sólo eso.

 

—Bienvenido.

 

—Gracias por la invitación— saludo a los fanes con la mano y se sentó al lado de Tiger. Vestía un lindo conjunto y su cabello era semi largo hasta los hombros.

 

—Ghost-sama... Veo que tiene algunas cosas que contarnos.

 

—Obviamente.  Tengo 5 meses de gestación— acarició su pequeño vientre.

 

—Muchas felicidades ¿Ya sabe que espera?

 

—Aun no sabemos. No se ha dejado ver.

 

— ¿Y su esposo? ¿Es del medio? — cuestionó observando el anillo.

 

La dulce risa del pelo celeste resonó en el set —Sí ¿Verdad Tiger?

 

—Sí— respondió riendo mientras sujetaba la mano de su esposo, mostrando así ambas alianzas.

 

Los gritos de los fanes resonaron en el edificio.

 

Daiki y Ryōta se quedaron de piedra... Sus verdaderos amores estaban casados y esperando un hijo.

 

—Eso sí que no lo espere ¿Cuánto tienen de casados? Cuéntenos todo.

 

—Dos años— respondió Tetsuya.

 

—Sí.

 

—¿Así qué el amor de la pantalla, se llevó a la vida real?

 

—No exactamente— respondió “Tiger” sonriendo.

 

—¿Cómo está eso?

 

—La telenovela se filmó hace 3 años. Nosotros, para ese entonces, ya teníamos dos años de novios.

 

—¿Así que ya eran novios? — ambos asintieron —¿Cómo lo tomo la producción?

 

—No lo sabían— confesó Ghost —Cómo ya estábamos en el medió, mantuvimos en secreto la relación.

 

—Sí, pero no servía de mucho  ya  que vivíamos juntos y siempre estábamos en especulaciones.

 

—¿Vivían juntos? ¿Desde cuándo?

 

—Desde los 18— dijeron al unísono.

 

—Wohh ¿Por qué juntos?

 

—Por asuntos del pasado— Ghost respondió —En nuestra juventud fuimos …¿ usados?

 

—Las personas que nos gustaban en aquellos años, nos usaron. En fin, el día que los descubrimos le sugerí a Te… Ghost  que abandonáramos Japón  y así comenzamos  vivir juntos. Mis padres aceptaron que Ghost viviera con nosotros. Éramos mejores amigos.

 

—Wohh… ¿Y esas personas nunca?

 

—Ya no nos interesa— Ghost sonrió interrumpiéndola — Tengo a mi lado un varón que me ama de todo corazón y ahora estamos casados y seremos padres. Sin duda, el haberlos descubierto fue lo mejor que nos pudo pasar.

 

—Totalmente de acuerdo con Te… Ghost— acarició la mejilla del pelo celeste y lo besó.

 

Los gritos de emoción resonaron por el set.

 

—Un pregunta del público para Ghost ¿Por qué ese sobrenombre?

 

—Cuando Tiger tenía como 8 meses trabajando como actor me toco llevarle un cambió de ropa que había olvidado. Al llegar al set, asuste a la protagonista y a los de la producción, y ellos gritaron Ghost y bueno… Así se quedó. Incluso mi primer trabajo fue  en esa producción y  era el fantasma de la serie.

 

—Wohh espe…Diga producción— sujeto el chícharo —Ya veo… Producción nos ha dicho que tenemos algo exclusivo de ustedes.

 

—¿Qué? — preguntaron al  unísono.

 

—Veamos la pantalla— se giraron un poco y vieron una de las pantallas.

Sonrieron al ver aquellas fotos. Fotos de ellos en Seirin con sus viejos amigos, y algunas con la kiseki no Sedai.

 

—Vaya, que jóvenes.

 

—En esa foto teníamos 16 años— sonrieron al verla.

 

—Allí esta Kise-sama— grito una chica, pues la foto fue la de su cumpleaños.

 

—También, Aomine-sama.

 

—Hasta Akashi-sama está allí— la foto de un sonriente Akashi Seijūrō y a unos metros de él, su esposo.

 

—Así es— Akashi Seijūrō  entro al área Set.

 

—Seijūrō— ambos se levantaron y abrazaron al pelirrojo menor.

 

—Te quedaste enano, Seijūrō— pues como siempre, lo había dejado por dos cabezas, pues el media 1,92.

 

—Cállate.

 

—Sei, te dije que no entraras— un castaño embarazado hablo desde una esquina.

 

—Akashi-sama— ella no sabía qué hacer, eso no estaba en el guión.

 

—Tranquila. Ya me voy, un gusto saludarlos— dijo al público.

 

—Vamos a un corte y regresamos con más de estos hermosos actores.

 

—Fuera del aire.

 

—Oh Dios mío. Akashi-sama me hubiese dicho.

 

—Tranquila, en 5 minutos están de regreso— miró a sus amigos —Bienvenidos. Siento no haber ido por ustedes al aeropuerto ¿Les gusto su hogar?

 

—Gracias—ambos reverenciaron —Es hermosa— agrego Tetsuya.

 

—Dos minutos al aire.

 

— Los espero mañana en casa. Un chofer los recogerá a la salida. Vamos, Kōki.

 

—Gracias— Tetsuya abrazó al castaño y le froto el vientre —¿Ya sabe?

 

—Un niño.  Sei quiere que sea varón, y yo doncel.

 

—¿Y, Tetsuya-san?

 

—Aún no sabemos, no se ha dejado ver.

 

—Un minuto.

 

—Nos vemos mañana.

 

—En vivo en tres… dos… uno.

 

——————

—Te ves feliz, Sei.

 

—¿De verdad?

 

—Sí ¿Por qué mostrar aquellas fotos?  Sabes qué…

 

—A Taiga y Tetsuya ya no les importa, no le vi problema ¿o sí?

 

—humm cierto.

 

—Ven. Necesito hacer algo— sujeto la mano de su esposo y lo saco de set. Caminaron al lugar a donde quería y dejó a Kōki parado a unos metros —Yamaha-san. Podría ir con mi esposo y llevar a Aomine-kun con usted.

 

Daiki frunció el ceño —Ve Daichi…

 

El pequeño rubio obedeció y siguió a la mujer.

 

—¿Qué quieres Akashi?

 

—Tiempo sin vernos.

 

—Akashicchi planeo esto ¿verdad? — sollozó apretando sus puños.

 

—Vaya kise, sí que eres inteligente. Por supuesto— sonrió a ambos y miró al set —Son un hermoso matrimonio, y se aman como el primer día…

 

—¿Por qué haces esto? — sollozó Ryōta. Estaba destrozado con esa noticia.

 

—Ustedes perdieron su oportunidad. No los quiero ver cerca de ellos o me encargaré de enterrar su carrera.

 

—Tú no tienes que meterte. Son nuestros asuntos— daiki apretó los puños.

 

—Olvídenlos y traten de sacar adelante esa farsa de matrimonio que tienen. Es lo mejor para Daichi-kun.

 

Ryōta se puso en cuclillas y se cubrió el rostro. Era cierto, su matrimonio era una farsa para  tener feliz Daichi. Ninguno de los se amaba realmente. Vivian juntos, habían besos y mimos, eran pareja sexual pero no se amaban…  Comprendieron muy tarde que Kagami Taiga y Kuroko Tetsuya eran los amores de su vida y les habían hecho un daño irreparable.

 

—Ryōta…

 

—Es verdad… Todo es verdad. Ellos ya son felices— lloró ahora abrazado por el moreno.

 

—Tranquilo, Ryōta…

 

—Dai…— sollozó abrazando a su esposo.

 

—Papicchi, papacchi ¿Por qué lloran?

 

Ambos se separaron y limpiaron las lágrimas —Por nada cariño, vayamos a casa.

 

—Ven campeón— daiki cargó sobre sus hombros a su hijo. Tomó la mano de Ryōta y lo jalo.

 

—Daiki…

 

—Vamos a casa.

 

——————————————————————

—Muchas gracias por todo.

 

—Gracias a ustedes por invitarnos— Tiger y Gosh se despedían de la presentadora. El programa ya había finalizado.

 

—Es un placer conocerlos. Espero tenerlos de regresó pronto.

 

—Gracias— hicieron una reverencia y abandonaron las instalaciones de TV Akashi entre los reporteros y fanes.

 

—¿Cómo te sientes?

 

—Cansado— de deshizo de los zapatos sin importar que el chofer que dispuso Akashi iba conduciendo.

 

—¿Cancelamos las siguientes entrevistas?

 

—No. Sí lo hacemos Seijūrō nos despelleja vivos.

 

—Toda la razón— taiga rió, pues era lo más seguro.

 

—¿Mañana iremos a ver a mis padres?

 

—A primera hora. De allí vamos a la casa de Seijūrō.

 

—Enlistaré ropa para ir directo.

 

—Está bien ¿Vas a cenar?

 

—Sí, muero de hambre. 

 

—Cocinare lo que quieras— le beso la mejilla a su esposo.

 

Al llegar al complejo de departamentos donde vivían Taiga cargó a su esposo, amaba cargarlo, y se dirigieron  a su departamento.

 

—¿Peso amor?

 

—No…


Tetsuya sonrió al notar el estremecimiento en su esposo. Taiga no sabía mentir  —Dormirás una semana en el sillón. Rió un poco al ver el puchero de su esposo —Te amo.

Miró a su esposo. En definitiva Tetsuya había cambiado, se había vuelto más expresivo. Aun recordaba su comienzo en américa.

 

————————

—Despierta Taiga.

 

—5 minutos más…— se cubrió más con la sábana.

 

—¡Taiga!

 

Saltó en la cama algo desorientado ¿Dónde estaba?  —¡Pero qué de…

 

—¡No te atrevas a terminar esa frase! —  Yuuki jaló las sabanas dejando al descubierto a su semi desnudo hijo —Levántate y ve a ver a Kuroko-kun… Está llorando.

 

Era su madre… Cierto, habían llegado a Los Ángeles en la madrugada —Dios… — No había sido una pesadilla. Estuvo despierto por varias horas hasta que el sueño le venció.

 

—Ve a verlo. Les hablaré cuando este el desayuno.

 

—Un gran licuado de vainilla para Kuroko.

 

—Lo sé. Tu padre fue al supermercado.

 

—Gracias mamá— se levantó y la abrazó.

—Todo estará bien. Saldrán adelante y olvidaran ese amor por ellos.

 

—Ojala y sea pronto, no quiero seguir recordando—  soltó a su madre.

 

—No será fácil pero el tiempo lo hará, y conocerás a la persona correcta cuando menos lo esperes.

 

—Por ahora no quiero a nadie…


—Ve con Kuroko.

 

Buscó un pantalón y una camisa, se la colocó rápido y salió de su habitación. Se aproximó a la puerta de la recamara de Kuroko y lo escucho sollozar —Estúpido Kise. Maldito Aomine— pensó antes de entrar e hizo que el pelo celeste saltara y sentarse mirándolo fijamente.

 

—Kagami-kun…


—Todo estará bien— aseguró antes de colarse con el pelo celeste en la cama y le revolvió el cabello mientras miraba el techo —No llores. Ellos no lo merecen.

 

—¿Por qué nos usaron, Kagami-kun? — sollozó regresando a su lugar en la cama.

 
—No lo sé— sus ojos se llenaron de lágrimas no derramadas —Pero los olvidares. Ahomine no merece que llores por él.

 

—Kagami-kun tampoco debe llorar— se acostó de lado y vio las lágrimas surcar las mejillas del pelirrojo.

 

—No estoy llorando— aseguro mirando hacia otro mientras se limpiaba las lágrimas. —Es vergonzoso.

 

—¿Qué cosa Kagami-kun?

 

—Estar llorando por esto. Es humillante…

 

—…— El pelirrojo tenía razón. Y más él, era la segunda ocasión que le lloraba a Aomine.

 

—Será mejor dormir. Mamá nos hablara más tarde— se giró y miró al pelo celeste, tenía los ojos rojos e hinchados —Te ves horrible.

 

—A un doncel no sé le dice eso— farfulló con el ceño fruncido.

 

—Lo sé…  ¿Quieres que mandemos a traer a Nigou?

 

—Pero…

 

—Mientras que lo mantengas alejado de mí.

—Sí— sonrió levemente. Le había dolido dejar atrás a Nigou, su fiel compañero. Miró al pelirrojo  antes de cerrar sus ojos —Gracias Kagami-ku…

 

—Buenas noches Kuroko.

 

———

La siguiente vez que abrieron los ojos, yuuki Kagami los había despertado y forzado a levantarse y ducharse para tomar el desayuno, aunque por la hora era almuerzo.

 

—Iremos de compras— anunció yuuki feliz.

 

—Pero— trato de refutar Tetsuya pero la pelinegra no lo dejó.

 

—Nada de peros. Iremos. Siempre quise tener un hijo doncel tan lindo como Kuroko-kun— yuuki le froto las mejillas a Tetsuya.

 

—No me mires— taiga siguió comiendo sin importarle la mirada del pelo celeste.

 

—Ahora que recuerdo, la tuya también la tire. Esta horrible Taiga.

 

—¿Qué hiciste qué? — gritó golpeando la mesa.

 

—Está en la basura— yuuki sonrió —Era horrible. Pareciera que un perro las mordió.

 

—¿Perro? ¡Si era nueva! — había comprado ropa cuando llegó a Japón y la había mantenido en aquella maleta en caso de emergencia.

 

—No me grites jovencito.

 

—Suéltame. Suéltame— trataba de quitar la mano de su madre de la oreja.

 

—Cariño, deja a Taiga— Tora llegó a almorzar. Mientras  que Kuroko bebía tranquilamente su malteada de vainilla disfrutando de la escena.

 

Yuuki desistió —Bien. Apresúrense que iremos de compra.

 
Haber ido de compras le costó caro. No porque fuese mucho dinero, sino por qué Kuroko le cobro factura por haberse burlado de él cuando se probaba ropa para donceles americanos.

——————


Semanas después iniciaron la universidad. Kuroko  decidió educación mientras que él, gastronomía, lo mismo que iba a estudiar en Japón.

 

Con el tiempo él iba dejando de pensar en kise, pero sin duda quien se tardó en superar aquella situación fue Kuroko, y él lo comprendía. No era fácil dejar de amar a alguien y más si llevas tanto tiempo cómo Kuroko lo estaba.

 

Conforme pasaba el tiempo notó que Kuroko era más expresivo gracias a los niños que cuidaba. Sus padres se habían opuesto a que los cuidara pero el doncel dijo que seguiría y que si no le dejaban  se marcharían, sus padres aceptaron pues de verdad sentían como otro hijo a Kuroko y no les gustaba verlos sufrir.

 

Para él, el regresar con sus padres fue algo que no había planeado y no es que no les gustara estar con sus padres, los amaba, pero se sentía más cómodo estando solo. Antes, su madre se la pasaba en la playa tomando el sol en sus ratos libres, mientras que su padre cuando regresaba de alguna filmación, volvía cansado y no le gustaba que le molestaran. Entendía que ambos tenían trabajos y que gracias esos trabajos no pasaban carencias pero solo quería un poco de tiempo para jugar con ellos, por ello cuando pudo marchase a Japón no dudo en ningún momento aceptar la oferta de su padre. Su madre se había negado ya que en los últimos años se habían vuelto cercanos e incluso le había enseñado a cocinar. Pues Yuuki Kagami era chef y era dueña de algunos restaurantes… Y ahora estaba de regresos con ellos, solo esperaba platicar de vez en cuando con su padre y cocinar con su madre más seguido.

 

———

Las semanas fueron avanzando, se sentía como pez en el agua durante sus clases de cocina. Y a Kuroko también, solo que le decían que era muy inexpresivo que tratara de sonreír.

 

No se habían inscrito en club de baloncesto, a pesar de las insistencias del entrenador del equipo. Pues jugaban para entretenerse en sus ratos libres, él prefería tomar con más seriedad sus clases y Kuroko prefería cuidar a los niños por las tardes y jugar con nigou.

 

Y cuando menos lo pensaron faltaban tres meses para cumplir el año desde que llegaron a Los Ángeles.

 

—Taiga.

 

—¿Sí? — cerro el paso de la manguera del agua, estaba regando el jardín.

 

—Puede ir al estudio a dejarle unos papeles  a tora. Los necesita urgente.

 

—Por supuesto. Deje me cambio.

 

—Gracias.

 

Planeaba regresar a seguir regando el jardín, dejó la manguera tirada y  fue a su habitación a darse una ducha rápida. Al llegar a la planta baja, su madre lo esperaba con el sobre de papeles y  lo que parecía un gran almuerzo.

 

—Llévate mi auto. Solo no lo choques- dijo Yuuki —Y compra de regreso 5 kilos de harina.

 

—Está bien.

 

—Lucy te estará esperando en la entrada.

 

Asintió y abordo el auto. Sus padres les habían sacado permisos provisionales de conducir por cualquier urgencia. Y al parecer para su madre, esa era una urgencia.

 

Tras 20 minutos de conducir llegó a su destino, aparco en el estacionamiento público y se acercó a la caseta de seguridad  —Disculpe.

 

—Pero si es Tiger ¿Con Danna?

 

—Sí.

 

—Déjame llamarla.

 

Asintió. La seguridad para el área donde estaba su padre era muy estricta, solo actores y partes del staff podrían ingresar.

 

—Tiger, toma— entregó un pase —Danna está ocupada, puedes entrar, están en el estudio 16. A la izquierda y luego del estudio 7 doblas a la derecha, pasas el estudio 11 y y la izquierda en el 15.

 

—Gracias.

 

Intentó de recordar el camino  pero se perdió y  durante el trayecto tuvo que evitar los obstáculos, aun así llegó a su destino. 


Se podía ver el gran letrero con el número 16. La puerta estaba entre abierta, se acercó a la puerta y entro.

 

—¡Corte!  ¡Tienes que expresarte bien Jenny! ¡Se supone que estas confundida entre dos amores! — Tora regañaba a la protagonista.

 

—Lo siento. Déjeme intentarlo una vez más.

 

—Bien. Grabaremos la siguiente escena mientras te tranquilizas. Traigan al extra.

 

—No llegó señor— dijo una nerviosa Danna.

 

—¡Entonces tráiganme otro extra!

—Eso intentamos — todos comenzaron a moverse al lado derecho de estudio para grabar la otra escena.

 

—waaa ¡Aléjenlo  de mí!—gritó  taiga llamando la atención de todos. Un pitbull terrier  negro lo seguía por el set.

 

—¡Taiga! ¡Rápido llévense a ese perro de aquí! —Tora corrió al lado de su hijo, Taiga temblaba de pies a cabeza —Tranquilo hijo.

 

—Y-ya ssee fueee— logró decir estaba aterrado. Fue un pitbull  el que le mordió cuando era pequeño y así desarrollo su fobia a los perros.

 

—Sí, ya se lo llevaron— señalo a la puerta para que lo sacaran del set —Ya, tranquilo— le frotó la espalda.

 

Los actores y staff miraban con pena aquella escena. Un hombre con miedo a los perros.

 

————

—¿Mejor?

 

—Sí… Lo siento— dijo con sus mejillas sonrojadas. Todos trataban de animarlo.

 

—¿Es su hijo, verdad director? — cuestiono uno del staff.

 

—Sí. Kagami Taiga, tiene 19.

 

—¡19! — exclamaron todos ¿Enserió 19? ¡No parecía de 19 años!

 

—Si— tora rió. Taiga parecía algo mayor y se debía a que había heredado su gran altura y complexión.

 

—Mucho gusto.

 

—¿Taiga que haces aquí? ¿y tú madre?— pregunto Tora.

 

—Mamá envía esto— entregó los papeles algo arrugados y el almuerzo.

 

—Gracias. Ahora entiendo por qué no los encontraba— rió nervioso por la mirada asesina del guionista  —Espérame una hora y almorzamos juntos, te pediré hamburguesas.

 

Asintió feliz y se quedó esperando… o eso pretendía.

 

—Taiga ven.

 

—¿Qué sucede?

 

—¿Qué dices, Karla?

 

Karla, una mujer castaña, miraba a Taiga de pies a cabeza —¿Hace ejercicio?

 

—Sí.

 

—Será perfecto.

 

—Bien.

 

—¿Para qué? — tenía un  mal presentimiento.

 

—Hijo, papá necesita un gran, gran, gran favor.

 

—¡No! — chilló.

 

—¿Hamburguesas por un mes? — taiga negó — Todos los tenis que quieras — volvió a negar pero esta vez dudoso —¿Mi auto? — su hijo negó leventemente — Mi auto de por vida… Bien, prepárenlo — taiga no negó nada.

 

En menos de 10 minutos se vio en ropa casual bastante ajustada —¿Qué tengo que hacer?

—Verás…

 

———

—Acción.

 

El pelirrojo caminaba por el parqué mientras usa una sombrilla para cubrirse de  la lluvia que no tenía piedad de nadie esa noche. Conforme avanzaba una figura borrosa se hacía más cercana. Era una bella mujer completamente sola; cuando paso a su lado escucho los leves sollozos y no pudo evitar detenerse, giró sobre sus talones.

 

La mujer alzó la mirada, un joven de bellos ojos rojos la miraba intensamente.

 

—¿Esta bien?

 

—S-sí— tartamudeo hipnotizada por la mirada.

 

—¿Esta segura?

 

—Sí…

—No debería estar sola en medio de esta lluvia, se va a enfermar.

 

—Eso no me importa. A nadie le importo.

 

—Alguien estará preocupado por usted.

 

—No. Ya no hay nadie. Me enamore de otra persona teniendo novio pero sigo amando a mi novio. Los amo a los dos. Ahora ambos se enteraron y me abandonaron.

 

—Ya veo — se quitó la bufanda y la enrollo en el cuello de la mujer — Sí realmente la quieren, la buscarán. Pero tendrá que decidirse por uno— le entregó la sombrilla a la mujer.

 

—Pero se va a mojar.

 

—Vivo cerca de aquí. Vaya a su casa— Taiga se alejó.

 

—¡Espere! — gritó en medio de la lluvia. Taiga se detuvo y volteó —¿Cómo se llama?

 

—Tenshi.

 

—¿Qué significa?

 

—Ángel— sonrió — Tenga cuidado al regresar a casa.

 

La mujer observó al pelirrojo alejarse.

 

—¡Corte! — tora no podía creer lo que acaba de pasar. Su hijo se había identificado y metido en el personaje.

 

—¿Estuvo bien? — taiga secaba su cabello con una toalla y estaba envuelto con otra.

 

—¿Bien? — dijo Jenny —¡Estuvo perfecto! ¿Eres actor?

 

—No— dijo nervioso al notar la mirada de los demás.

 

—Muy bien Taiga. Puedes ir a cambiarte. La toma quedo bien.

 

—Sí — temblando siguió a Danna.

 

—Tora, tú hijo…

 

—No le gusta este mundo— aclaró mientras miraba la escena grabada.

 

—Le guste o no, nació para esto. Nació para actuar, tiene un don natural.

 

————————

Después de que saliera ese capítulo en el que participo, sentía que lo miraban más, incluso unas de sus compañeras les habían pedido fotos con él. Algo de lo que Kuroko se burlaba y más al ser testigo de las declaraciones que le hacían a Tenshi. 

 

Jamás imagino que seis meses después el productor de una serie de acción lo llama a participar al casting. No sabía si aceptar o no, pero después de los consejos de sus padres y Tetsuya, acepto.

Esa serie dio a su vida un giro 360°.

 

Comenzó hacerse famoso, no es que le gustaría, en muchas ocasiones tuvo que huir… no quería dejarlo ya se sentía muy cómodo actuando, más que eso, lo amaba. La universidad la siguió, no quería dejar de estudiar aunque muchas veces le dijeron que lo hiciera pero no quiso ¿Y si en un futuro lo corrían, de que iba a vivir? Era mejor tener asegurada una profesión que también amaba.

 

Los meses siguieron avanzando igual que su trabajo. Uno de esos días de filmación de una serie, dejó olvidado su cambio de ropa en casa, y llamó a Kuroko para que se la llevara, pues su madre había salido de viaje y su padre se encontraba en new york filmando una película.

 

—¡Corte!

 

Taiga soltó un suspiro y lo bajaron, tenía colocado un arnés que lo tenía colgando. 

—Retoquen el maquillaje de Tiger y Cloe — ordenó el productor.


—No sé porque estoy haciendo esto.

—¿Tiene miedo a las alturas?


—No. No me gusta lo de terror— confesó avergonzado mientras le colocaban la sangre falsa.

La maquillista rió —¿Entonces por qué acepto el papel?

 

—Mis padres y mi amigo me convencieron. Debo admitir que me gusto participar como Tenshi.

—Yo sentí que me dio un infarto cuando vi la serie, sus ojos me encantaron. Hasta creí que la actriz tartamudeo de verdad al verlo.

 

Se sonrojó al escuchar eso —De ver…

—Todos a su lugar. Filmaremos la siguiente toma. Apaguen las luces.

 

Todo el set que a oscuras. Únicamente se miraban las cosas blancas y la actriz principal ya que tenía puesto un vestido en ese color. De la nada se escucharon pasos y ruidos, aquellos no estaban en el libreto —¿Quién anda allí?

Más ruidos se escucharon. La mayoría estaba temblando del miedo.


—Corten. Alguien encienda las luces.


En vez de encender las luces, uno de iluminación encendió una lámpara y poco a poco fue alumbrado el lugar hasta llegar a la protagonista estaba en el suelo temblando del miedo, pero gracias a la luz un par de zapatos desconocidos se lograron ver… poco a poco la luz fue subiendo hasta que alumbro algo y todos pegaron el grito. —Kyaaaaaaaaa.

Alguien de ojos azules estaba mirándolos completamente manchado de sangre.

—Hola…

 

—Kyaaaaa— algunos corrieron y otros estaban sin poder moverse del miedo.

Taiga reconoció la voz y se soltó de la maquillista —¡¿Cuántas veces tengo que decir que no aparezcas así?!

 

—Lo siento.


Las luces se encendieron y vieron a la persona de complexión delgada envuelta en sábanas y manchado de “sangre”, y detrás el cubo de pintura roja regada.

—¿Quién eres y cómo llegaste aquí? — grito el director.

—Lo siento, es mi culpa— taiga se disculpó —Es mi amigo.

 

—Lo siento— dijo inexpresivo pero taiga pudo notar que se estaba dividendo — Cuando llegue las luces se apagaron y no vi por donde caminaba, choque y bueno… quede así. En verdad lo siento, no quise interrumpir— agregó haciendo un reverencia.

—Sí que nos diste un susto. Parecías un fantasma de verdad— rió el director.

 

—Lo siento— comenzó a quitarse las sábanas.

—… ¿Eres doncel? — cuestiono al ver la esbelta figura. De verdad que era bello, pues se decía que los donceles japoneses eran los más adorables.

 

—Sí. Soy Kuroko Tetsuya.

El productor se acercó rápido a Tetsuya y lo miró de pies a cabeza. Luego fue con el director y comenzaron a chichear algo.

 

—Me has asustado Tet— dijo taiga jalándolo de las mejillas al pelo celeste.

—Duele, Taiga-kun — trataba de soltarse. Apenas comenzaban a llamarse por sus nombres, la madre de Taiga los había “obligado”.

 

—Kuroko.

—¿Shi? — el pelirrojo no le soltaba las mejillas.

 

—¿Te gustaría participar como extra?

—¿Qué? — taiga había soltado las mejillas.

 

—Sí, cómo fantasma. ¿Qué dices?

—Yo…

 

—Será una buena paga.

—Acepto.

 

—¿Qué? — grito taiga —¿Aceptas?

— Tengo que a completar para los libros de este semestre ¿Supongo que será fácil?

 

—Sí— director y productor sonrieron e hicieron que alguien lo caracterizara.

————————————


Al poco tiempo, ambos fueron llamados por diferentes producciones.

A Tetsuya lo apodaron ghost por el video que había sacado la producción la serie de terror. Muchos seguidores de la serie cuestionaban si era verdadera la escena o fabricada pero ghost comenzó a tener fanes. 


Mientras él participaba en una serie de medicina, Tetsuya lo hacía en otra de fantasmas. El pelo celeste aceptaba los papeles porqué la paga era buena y le gustaba asustar a la gente, pero poco a poco comenzaron a pedir que sonriera y actuara.

Únicamente se veían durante el desayuno y el receso de la universidad. Para él era extraño dejar de ver a Tetsuya. Pronto comenzó a tener una necesidad de que ya fuera el día siguiente y poder verlo, no entendía porque.

Hasta que un día lo entendió. Para ello tuvo ver en una foto de Ghost besándose con la estrella co-estelar de una película en la participaba para comprender… sin pretenderlo, se había enamorado de su mejor amigo. 

————————

Lo había aceptado.

Estaba enamorado de Kuroko Tetsuya y ahora no sabía cómo actuar con él. Tampoco sabía qué hacer tras ver esa foto, no se atrevía a preguntar y Tetsuya había evitado las preguntas de  su madre durante la cena.

  —¿Por qué a mí? — susurró mientras observaba al pelo celeste jugar con nigou.   —¿Taiga estas bien?   —Sí…   —… Mírame —  yuuki forzó a su hijo a   que la mirara. No aparto la vista de él. En esos segundos  se escuchó la risa Tetsuya y el pulso de Taiga se elevó —Estas enamorado de Tetsu-kun.   Se zafó del agarre y no miró a su madre.   —Taiga…   —Esta con ese ¿no? — dijo refiriéndose al de la foto —Creí que nunca olvidaría a Aomine.   —¿Desde cuándo Taiga?   Miro al pelo celeste correr detrás de nigou —No lo sé. Siempre lo vi como amigo… Creo que fue cuando comenzó a grabar su tercera serie.   —Pero eso ya tiene más del año — Taiga tenía tres años en la actuación y Tetsuya dos.   —Apenas me di cuenta.   —¿Qué vas hacer? Va a viajar para promocionar la película.   —Nada. Está bien que olvidara a Aomine y ahora sea feliz.   —Taiga— abrazó a su hijo y lo dejó llorar en sus brazos.   Sabían que desde que se lo propuso dejó de amar a Kise… pero nunca espero enamorarse de su mejor amigo y qué este tuviera novio.   ————————

—¿Taiga-kun?
 
—Ya se fue a clases.
  ¿Irse y sin despedirse cómo siempre lo hacía? —Ya veo.   —Te dejó esto — entregó una hoja.   Buen viaje, Tet.
 Recuerda abrigarte y tomar tus vitaminas.
  —Gracias— sonrió a yuuki y tomó su equipaje.   —…   —————————————————

—E-eso es... Calmado.

—Taiga ya deberías de haber acostumbrado a él— tora rió al ver a su hijo queriendo bañar a nigou.   —¡No me gustan los perros! — exclamó mientras intentaba inmovilizar  a nigou.   —¿Entonces por qué te encargas de Nigou? — yuuki grababa a su hijo. Había estado en una video llamada con el pelo celeste, y este le pidió que le grabara a nigou para verlo.   —¡Porqué es de Tet!   —¿Eh? Así que solo por Tetsuya-kun estas enfrentando a tu peor miedo— tora se burlaba. —¡Cállate, viejo!   Yukki rió discretamente. Un gran sonrojo cubría el rostro de su hijo y era bastante notable  —Es que ama a Tetsuya-kun.   —Sí. Sí. Tanto lo ama— se burlaba tora.

 

—¿Y qué si lo amo? — grito enfado soltando la manguera —¡Dejen de molestar! No dejan de molestarme desde que saben que lo amo.

 

—¡Taiga! — al soltar la manguera salió disparada por la presión y “bañó” a Tora y Yukki.

 

—¡Lo siento fue sin querer!  ¡Nigou regresa! ¡Ven aquí! ¡Nigou! — salió corriendo del gran perro.

 

Yuuki se escurrió el agua de cabello y recordó su teléfono. El celular estaba tirado y la video llamada cancelada — ¿Qué harás ahora, Tetsuya-kun?

 

—¿Dijiste algo, cariño?

 

—Nada. ¿Qué te parece si tomamos una ducha?

 

—Será una muy larga~

 

——————————————————

Tenía preparado su equipaje, su manager  no tardaba en pasar a recogerlo. Tenía que ir a New York a su primer desfile.  Estaba nervioso  y ansioso  al saber que regresaría Tetsuya de la promoción y no lo vería.

 

—Taiga llegó Cam.

 

—Voy—  tomo el equipaje que le faltaba y salió de su habitación. 

 

—Apresúrate Tiger, vamos tarde— una mujer castaña delgada, Camilla Foster.

 

—¿Qué te paso? ¿Por qué tan mal arreglada? — Pues la mujer iba en pants y zapatos deportivos, y su cabello era un desastre.

 

—¡Qué mal educado! — le pegó con lo primero que encontró —Se me hizo tarde, vamos.

 

—Adiós hijo— yukki abrazó a Taiga.

 

—Adiós mamá. Me despides de papá y Tet.

 

—Sí…

 

—Tiger el taxi. De prisa.

—Adiós — Abordaron el taxi y al poco tiempo estaban en el aeropuerto. Tras media hora de espera lograron abordar el avión.

 

————

—Tiger despierta.

 

—5 minutos más mamá…

 

—¡Despierta! — gritó haciendo saltar al tigre.

 

—¿Qué?

 

—¡Somos los últimos! Tengo rato tratando de despertarte.

 

Miró y notó las risas de las azafatas y el capitán.

 

—Lo siento. En verdad lo siento—  se disculpó sonrojado, tomo su bolso y abandonaron el avión, y detrás de ellos la tripulación.

 

Cubrió su cabeza con una boina para cubrir su cabello,  lentes de sol  y una bufanda para tratar de cubrirse… aumentaron el paso cuando empezaron a escuchar susurros sobre si era o no Tiger. Tomaron el primer taxi que encontraron  y se dirigieron al hotel que reservaron.

 

Taiga dejó su equipaje  y se acostó. Tenía sueño y comenzaba hacer frio. Lo bueno de todo es que habían decidido llegar un día antes para poder descansar… lo mejor era aprovechar esas horas y dormir.

 

—————

—Sentimos llegar tarde. El trafico nos atrapo — se disculparon con el dueño de la marca que había contratado a Taiga.

 

—Lo sabemos, no sé preocupen. Otros modelos aun no llegan. Rápido lleven a Tiger a maquillaje.

 

———

—Estoy nervioso— farfulló temblando.

 

—Tienes que tranquilizarte ¡No puedes arruinar esta oportunidad!

 

—¡Lo sé!

 

—Toma— extendió unos tapones para oído.

 

—¿Señor? — miró los tapones.

—Colócatelos. Piensa que en el extremo está la persona que más ames y vas por ella.  No quiero que lo arruines. En nuestro gran día, y tu inicio en las pasarelas.

 

—Sí— sonrió y se los colocó. Al ser su turno, se imaginó a Tetsuya al otro extremo…

 

——————


—Fue un éxito total—  camilla celebraba mientras entraban al hotel.

—Estoy muerto. Muero de hambre — su estómago gruñía.

 

—Pero si comiste en la recepción.

 

—Lo siento. No fue suficiente — se acercó a la recepcionista y le pidió que le llevaran 10 hamburguesas.

 

—Cómo sea. No te acuestes tan tarde. A las 12 tienes una entrevista.

 

—Sí— cerró la puerta de su habitación y entro rápidamente al baño, justo cuando salió, servicio a la habitación llegó. Comió tranquilamente mientras observaba un partido… Todo iba bien hasta que comenzó a sentirse observado. No había nadie, estaba solo —Se-Sera mejor dormir — Apagó la televisión, corrió a la cama y siguió sintiéndose observado. No había nadie, se cubrió hasta la cabeza — ¿Estará embrujada la habitación?...No. Imposible.

 

————

—Taiga-kun.

 

—Tetsuya…

 

—Taiga-kun…

 

—hummm — sintió algo sobre su cuerpo y algo presionando sus labios. Frunció el ceño y abrió los ojos —Tetsuya… Dios otra vez estoy soñando — murmuró antes de volver a cerrar los ojos.

 

—Taiga-kun.

 

—ouchhh— sintió una mordida en el labio  —¿Qué demo…

 

—Taiga-kun.

 

—¡Kuroko! — gritó asustado y luego recordó que era un sueño. Sonrió y le acarició la mejilla —Otra vez este sueño. Tsk… ¿Por qué no puedo olvidarte?


—Tai…


— De seguro en estos momentos estas con él— sonrió amargamente  —Duele. ¿Por qué no dejo de soñar contigo?

 

—Taiga-kun.

 

—Te sientes tan real…— froto el labio inferior con su pulgar  —Ojala estuvieras aquí conmigo.

 

—Lo estoy, Taiga-kun.

 

—Nee Tet ¿Dime cómo hago para olvidarte y verte feliz a lado de tu novio?.... Eso dolió— se frotó la mejilla —Espera ¿Dolió?

 

—No estas soñando Bakagami-kun.

 

—¿Tet?

 

—Sí.

 

—¿Pero cómo?

 

—Entre junto con los de servicio a la habitación.

 

—Eso significa qué…

 

—Cuando llegue a casa me entere de que estabas aquí, en new york, así que tome un vuelo. Luego me cole en el desfile  y pude verte en primera fila. Al final los seguí hasta aquí. Lo del novio…

 

Se sonrojó cuando al fin recordó todo lo que había dicho —Si-siento lo que dije… N-No fue mi intensión, yo…

 

—Amo a Taiga-kun.

 

—¿Qué? — miró anonadado al pelo celeste.

 

—No hay ningún novio. Carl es mi compañero de trabajo. Los productores querían algo de publicidad para la película así que nos enviaron a una “cita” y tuvimos que besarnos. ¡Te juro que no tengo novio! ¡Amo a Taiga-ku…

 

Lo silenció con un beso — I love Tet— susurró mientras lo abrazaba.

 

—Te amo, Taiga.

 

—¿Desde cuándo? — preguntó mientras sentía los cabellos celestes cerca de su boca.

 

—No sé  pero te amo. Creí que me evitabas últimamente…


—…— se tensó. Era obvio que lo evitaba  —Tetsuya — sintió las manos en sus mejillas y Tetsuya lo besó.

 

El beso inició lento pero fue subiendo la temperatura. Fue justo por eso qué Taiga se percató de algo —¿Qué haces desnudo? — tartamudeo desviando la mirada.

 

—Oh eso… Iba asaltar a Taiga-kun.

 

—¿Qué? — gritó avergonzado pero se sorprendió más al ver que Tetsuya subió sobre él.

 

— Taiga-kun es el único que me hace sentir esto..  El único que me hace querer hacer esto — besó al pelirrojo y se restregó contra él.

 

—mghhh tet…

 

—He esperado mucho por esto— aseguró mientras deslizaba la ropa del menor.

 

—Tienes que estar bromeando — dijo asustado al ver las intenciones del pelo celeste.

 

—Para nada… Taiga-kun esta duro— susurró antes de lamer sus labios.

 

—agh~ —gimió al sentir la lengua en su pene ¿Era en serio? ¿Su inocente Tetsuya le estaba .. —mgghh Tet.

 

Miró a Tetsuya. Los ojos azules no apartaban la mirada de él… Las mejillas pálidas estaban sonrojadas, nunca las había visto así.

 

—¿Te gusta?

 

—S-sí— jadeó suspirando. Se percató de que Tetsuya sonrió y lo engullo. ¡Estaba en la boca de Tetsuya! Lo sujetó del cabelló y comenzó a moverlo lentamente, y a pesar de eso, Tetsuya no dejaba de mirarlo —Tetmghghh — sintió las manos de Tetsuya golpear las suyas y lo liberó —Lo siento.

 

Tetsuya tosió varias veces —Qué cruel Kagami-kun.

 

—Lo siento— susurró avergonzado.

 

Sonrió y se sentó a horcajadas sobre la pelvis del pelirrojo —Fui impaciente pero quiero a Taiga-kun.

 

—…— trago en seco. Tetsuya se veía muy sensual. Esa mirada lujuriosa era la primera vez que la miraba. Volvió a besarlo y esta vez invadió la cavidad bocal, recorrió cada centímetro de ella. Sintió que el pelo celeste rompió el beso, era comprensible, a él también le hacía falta respirar —¿Pu- Puedo tocarte?

 

—Sí. No te detengas— comenzó a sentir las caricias en su cuerpo. Las manos del pelirrojo recorrían cada parte de su cuerpo. Dejó expuesto su cuello al sentir los besos en él —Tai-gaa~

 

Con sus pulgares rozo las tetillas, que poco a poco se tornaban más erguidas, mientras seguía mordisqueando el cuello blanquecino.

 

—aghhh~ Taaiingg.

 

—Eres hermoso…— susurró mientras apreciaba los gestos de placer del pelo celeste.

 

—N-No me mires— se cubrió el rostro.

 

Liberó las tetillas y descubrió el rostro —Vienes, me asaltas y ahora te apenas ¿Es contradictorio, no crees?

 

—¡Cá-Cállate! — giró la mirada avergonzado.

 

—Pero me gusta— lo  miró fijamente a los ojos —Enséñame a  ese Kuroko Tetsuya que no conocía.

 

—Taiga-kun — murmuró y asintió.

 

 Cuando vio las intenciones de Tetsuya lo detuvo —¿Estás seguro?

 

—Sí, lo deseo dentro de mí… Te deseo.

 

—Bien. Voy a prepararte… pero no tengo condones.

 

—No es necesario, tengo una semana tomando anticonceptivos… y mientras dormías me prepare— se acomodó sobre la pelvis de Taiga, tomo el gran pene entre sus manos,  lo colocó a en su entrada y poco a poco comenzó a penetrarse —Aghhh~ duele.

 

—Tetsuya— gimió abrió los ojos y lo vio llorando —No llores— lamió las lágrimas.

 

—Es muy grande— farfulló apoyando su cabeza en el pectoral del pelirrojo.

 

—Lo siento— Cierto, tenía un tamaño más grande que el promedio. Por supuesto que tenía que dolerle a Tetsuya. Comenzó a besarlo y a acariciarle el pene para que se relajara. Sintió que el suyo era fuertemente succionado por esas estrechas paredes —Tetsuya~

 

Los ojos rojos no partan la mirada, lo besó y comenzó a mover lentamente su cadera —aghh~ nghh…

 

Cada gemido y jadeo de Tetsuya hacía que se excitara más. Cada vez se sentía más duro. Cuando vio que Tetsuya dejó de moverse, se impulsó y se giró dejando debajo el menudo cuerpo de su pareja, y provocando salirse.  Esos momentos les sirvió para terminar de quitarse el pantalón, el bóxer y la camisa.  Besó a Tetsuya  y volvió a entrar en él, y comenzó a moverse lentamente para no lastimarlo. Disfrutaba de la estrechez de pareja y de los hermosos gesto que solo lograban excitarlo.

 

Tetsuya se aferró del cuello de pelirrojo y escondió su mirada  —Taigaaghhn más.

 

Sentía las mordidas en su cuello  y las peticiones. Se incoó y jaló las piernas blanquecinas haciendo que Tetsuya quedara sobre su regazó y  sintiera las penetraciones más profundas. Cuando sujetó los glúteos para moverlo, un gemido roncó se escapó de sus labios al sentir los rasguños en su espalda —Tetsuya~

                                                                                    

—Taiga más aghhh — besó a pelirrojo decidido a no soltarlo, introdujo su lengua en la cavidad bocal contraría y jugueteo con la lengua.

 

Respondió al beso mientras continuaba con las embestidas.

 

—aghh me… me corro— gimió Tetsuya sintiendo que llegaba al orgasmo.

 

Tomo el miembro de Tetsuya entre sus manos y lo masturbo hasta que el pelo celeste se corrió. El gemido de placer y las paredes internas apretándolo, provocaron que se corriera —Tet…

 

—Taiga, te amo— susurró  y besó al pelirrojo.
 
—Te amo— susurró antes de abandonar el interior de Tetsuya y acomodarse a su lado, y mirarlo —¿Quieres ser mi novio?

 

—¡Sí!

 

Sonrió y lo besó. A los pocos minutos Tetsuya se quedó dormido, y él le siguió.

———

A la mañana siguiente despertó algo soñoliento, y miró al pelo celeste dormido a su lado. Sonrió y besó. Miró la hora, eran las 8, lo dejaría dormir mientras tomaba un baño. Se descubrió y quedo helado —Tetsuya despierta. ¡Tetsuya!

 

—humm

 

—Levántate. Hay que llevarte al médico.

 

—¿Qué? — murmuró adormilado mientras se sentaba.

 

—¡Estas sangrado!

 

Miró donde señalaba el pelirrojo  y se volvió  acomodar para dormir —Es normal Bakagami-kun. Soy virgen… bueno, lo era hasta anoche. Déjame dormir.

 

—…— Qué tonto. Lo había olvidado. Observó al Tetsuya volver a dormir. Le despeino el cabello y se acostó a su lado.

 

—————

Hicieron el anuncio a sus familias de que eran novios, ambas familias lo tomaron muy bien. Por sugerencia de sus manager, tuvieron que esconderlo. Así estuvieron hasta que hace 2 años se casaron… por supuesto, no muchos lo sabían pero al quedar Tetsuya en cinta decidieron anunciarlo a los medios.

 

———————— fin flashback —————————

 

—¿Taiga?

 

—Lo siento, estaba recordando cómo nos hicimos novios.

 

—Me quitaste la virginidad— acusó inexpresivo.

 

Se sonrojó —¿Te debo recordar que tú me asaltaste?

 

—Dormirás en el sillón.

 

—Ya lo sé…

 

—Mentira. Vamos a dormir.

 

Fueron a la recamara y se acostaron a dormir. Tetsuya observó dormir a Taiga, de verdad debía estar cansado.

 

—Te amo, Taiga— susurró revolviéndole el cabello.
 
Era cierto, él había asaltado al pelirrojo…  Pero después de tanto tiempo enamorado de él y celoso, su parte racional se esfumo e intento asaltarlo.  ¿Cuándo se enamoró de Taiga? Con la convivencia  y el trato del pelirrojo hacia él. Poco a poco dejó de amar y llorar por Aomine, para únicamente tener ojos para Kagami Taiga… su tiger. Cada que salía en una nueva serie, ganaba más fanes. No le gustaba que se le acercaran al futuro padre de sus hijos y quien sería su esposo.  Pero no podía hacer nada sí Taiga no lo miraba como doncel, por ello se había rendido.

 Cuando le propusieron que si hiciera pasar por pareja de Carl y besarse, acepto. Le caería bien la promoción de la película, pero nunca imagino que el pelirrojo comenzaría a evitarlo…  Es ver ese video, donde Taiga le decía que lo amaba, se alegró y grito emocionado. Fue por ello que tomo la decisión de tomar anticonceptivos y asaltar su tigre… Nunca lo dejaría ir.

 

—¿No puedes dormir?

 

—Sí… estaba pensando en lo de mañana.

 

—No te preocupes— se acercó a su esposo y lo estrecho entre sus brazos —Duerme, les hará daño.

—Si— sonrió mientras se acomodaba.  Mañana sería un largo día…

 

——————————

Después de visitar a sus padres, se dirigieron a la mansión Akashi. El pelirrojo había enviado un auto a recogerlos.  Al llegar, notaron los autos estacionados.

 

—Bienvenidos. Seijūrō-sama los está esperando.


—Gracias.

 

Ambos siguieron al mayordomo y los llevó al jardín… ¿Era una fiesta?

 

—¡Bienvenidos!

 

—Taiga. Tetsua— Atsushi se aproximó y abrazó a ambos —Bienvenidos.

 

—Tatsuya ¿Estás…?

 

—Eso es obvio — rió al ver la cara de su hermano. Tenía 7 meses de gestación pero parecía de más.

 

—Bienvenidos, kagami-chan. Kuroko-chan — sonrió Kazunari.

 

—Es…

—Sí, un mini Shin-chan. Apenas tiene tres meses, se llama Shin— le entregó su hijo a Tetsuya y se lo acomodo para que lo cargará bien —Duerme mucho.

 

Tetsuya observó al pequeño, era idéntico a su padre varón pero tenía los de su padre doncel —Es hermoso.

 

—¿Verdad?  Hicimos muy bien la tarea.

 

—¡Bakao!

 

—¿Ya puedo comer pastel? — Atsushi miraba el gran pastel.

 

—Primero almorcemos. Es una fiesta de bienvenida para ustedes— dijo Seijūrō.


Mientras celebraban, Tetsuya observaba a sus amigos. Todos habían asistido a su boda, lamentablemente ellos no había podido asistir a la de ellos, cada fecha de las bodas coincidía con las filmaciones o pasarelas, por eso no habían asistido. Claro, habían mandado los regalos y buenos deseos. Pero le hubiese gustado asistir.

 

—Tet ¿Estas bien?

 

—Sí— respondió antes de devorar su rebanada de pastel —Quiero más, Taiga.

 

—Está bien— le robó un beso a su esposo antes de tomar el plato y dirigirse al pastel.

 

Los demás miraban enternecidos aquella escena. No dejarían que el “matrimonio”  Aomine le ocasionara problemas.

————————————

Entre entrevista, sesiones de fotos, videos y algunos conciertos de Taiga, pasaron 3 meses. Tetsuya ya tenía 8 meses de gestación, y hoy sería su última sesión de fotos con su vientre a todo esplendor.

 

—¿Ya pronto nace, Ghost-sama? — cuestiono la maquillista.

 

—En unas semanas— sonrió acariciando su vientre —Estamos muy nervioso.

 

—Sí, es normal. Ahora debe descansar.

 

—Sí, descansare después de esta sesión.

 

Dio los últimos retoques —Listo.

 

—Gracias— se levantó y se dirigió al set.

 

Después de una hora de posar, dieron por concluida la sesión —Muchas gracias, sensei.

—Gracias a ti, Kuro-chan — Kazunari sonrió al pelo celeste —Fue un placer trabajar contigo. Espero tener la exclusiva para mi sobrinito.

 

Tetsuya sonrió —Sí, ten…

 

—Midorima-sensei. Llegó el suplente. Ya está listo.

 

—Háganlo pasar. Por cierto ¿Quién es? No me dijeron.


—Takaocchi— sonrió el rubio pero la sonrisa se borró al notar al pelo celeste.

 

—Kise— murmuro con el ceño fruncido. Era mala idea que estuviera allí.


—Ghost-sama. Es hora.

 

—Voy, Camilla. Nos vemos, Kazunari-san. Me saluda a Midorima-san y Midorima-kun.


—Hasta luego, ghost-chan. Me saluda a Tiger— guiño un ojo al pelo celeste.

 

Tetsuya camino directo a la salida y paso al lado del rubio ignorándolo. Sinceramente le daba lo mismo su presencia.

 

—¿Ignorándome, Kurokocchi?

 

—¡Suélteme! Y no me llame así — dijo tratando de soltarse.

 

—¿Por qué te casaste con él? ¿Por qué con Taiga?

 

—Me estas lastimado ¡Ayúdenme!

 

—Kise suéltalo— Kazunari corrió.

 

—¿Por qué? ¡Yo lo amo!

 

—waaa… — en el forcejeo, termino en el suelo y se golpeó el vientre.

 

—¡Tetsuya! ¡Kagami! — rápido auxiliaron al pelo celeste. 

 

—Duele. Duele mucho— gimió.

 

—Rápido ¡Llamen una ambulancia!

 

—Mi bebé…

 

Ryōta estaba en shock viendo todo.

—Tetsuya, resiste — Kazunari gritó al ver que se desmayaba.

 

————————————

Sentía su teléfono vibrar una y otra vez pero no podía responderlo, estaba en una transmisión en vivo. Unos segundos más y la entrevista terminaría.

 

—Muchas gracias por haberme invitado.

 

—No fue nada. Esperamos tenerlo un día de estos para un concierto.

 

—Por supue… Permítame —  sacó el teléfono y vio que era camilla — Cam… ¿Qué?

 

Ven rápido al hospital. Hubo un accidente.

 

—Voy inmediatamente — colgó y salió corriendo, abordo el primer taxi que encontró.

 

Llegó al hospital y entró en urgencias —Mi esposo Kagami Tetsuya fue traído de emergencia ¿Cómo está?


—Está siendo atendido de emergencia. Diríjase a la sala de espera.

 

—Tiger…

 

—Camilla ¿qué sucedió?

 

—yo…

 

—Tranquilízate Taiga— Akashi estaba tratando de calmarlo.

 

—¿Qué demonios le ha sucedido a mi esposo?

 

—Acabábamos de terminar la sesión cuando nos avisaron que el suplente era Kise — Kazunari trataba explicar —Tetsu-chan de inmediato se despidió y alejó pero Kise… Kise, él lo jaloneo y le hizo preguntas… En el forcejeo, Tetsu-chan se cayó y golpeo el vientre… Lo siento. No sabía que era kise el suplente. Lo siento.

 

—No es tu culpa Takao— farfulló furioso.  No se quedaría así. Kise tenía que pagar.

 

Miraban al pelirrojo caminar de un lado al otro. Sabían que no dejaría tranquilo a Kise…

 

————

La espera lo estaba matando. Habían pasado dos horas y no sabía nada de su esposo. ¿Y sí les había pasado algo? ¿Y si los perdía? No. No pienses eso. Negó y miró a su suegra.

 

—Estarán bien— aseguro tomando la mano de su yerno —Tetsu es fuerte.

 

Asintió y limpio sus lágrimas.

 

—Familiares  de Kagami.

Todos se levantaron y vieron al pelo verde. Taiga corrió hasta él  —¿Cómo están?

 

—Kuro… Kagami  perdió mucha sangre en el trayecto, lo que complico la cesárea, pero está estable. Será trasladado a una habitación en unos minutos.

 

Suspiro aliviado —¿Mi hijo?

 

—Estable. Pero será mejor que vengan.

 

Se miraron preocupados  y siguieron al pelo verde. Llegaron al área de cuneros y taiga fue el único que lo siguió al interior, y  se puso la bata y el cubre boca.   —¿Qué sucede con mi hijo, Midorima?

 

—Nada malo. Está muy bien. Sus pulmones se desarrollaron bien y no hubo problemas durante la cesárea, pero…

 

—¿Pero?

 

—Será mejor que lo veas por ti mismo.

 

Taiga miró entrar a una enfermera seguida de otra —Son…

 

—Eran dos. El mayor cubría al menor en los ultrasonidos y su corazones latían al mismo ritmo, por ello nunca me percaté de que eran dos. Yo también me sorprendí, por eso demoró más la cesárea.

 

— Son hermosos— sollozó acariciándoles sus pequeñas manos. Cargó a uno de ellos y acarició la nariz —Nee Midorima ¿Cuál es el que no vimos, qué es?

 

—Es el menor y es doncel. Además se parece en algo a ti…

 

—¿A mí?

 

El bebé que estaba en la cuna comenzó a llorar con  gran fuerza despertando a su hermano y demás bebes en el pabellón y haciéndolos llorar…

 

—Te lo dije—  dijo mientras cargaba al doncel  y las enfermeras corrían a tranquilizar los otros bebés.

 

Los demás  rieron con gracias al ver a Taiga en pánico mientras arrullaba a su bebé, e intentaba calmar al que cargaba Shintarō.

 

Los Kuroko miraban enternecidos y sorpresivos que eran dos y no uno. Dos nietos.

 

—Ahora regreso— Seijūrō se alejó a responder la llamada —¿Qué quieres Daiki?...

——————————————————

Escuchaba sonidos de una ambulancia acercándose, rápidamente abrió los ojos y se percató de que estaba en una camilla. El recuerdo de Kise y haber caído al suelo lo asusto y buscó su vientre… No había nada. No tenía su gran vientre ¿Qué había pasado con su hijo? Recordaba la voz de Kazunari y Camilla hablándole. Intento levantarse  pero no lo dejaron.

 

—No te  muevas, abrirás la herida.

 

—Taiga mi bebé ¿Dónde está mi bebé? — sollozo al ver a su esposo.

 

—Está bien. Solo no te muevas, te puedes abrir los puntos— dijo preocupado.

 

—Quiero verlo. Quiero ver a mi bebé— suplicó.

 

—Déjame llamar a Midorima — El pelo celeste asintió mientras miraba a su esposo sacar el teléfono —Tet despertó, quiere ver a…. claro. Aquí esperamos.

 

—¿Cómo es?

 

—Precioso… Idéntico a ti— respondió mientras se sentaba frente a su esposo y le besa los labios.

 

—¿De verdad?

 

—Sí… — ya quería ver su cara al verlos.

 

De pronto entro Shintarō y comenzó a checarle los signos vitales —¿Cómo se siente?

 

—Bien. Aunque algo mareado.

 

—Es normal. Es por la anestesia.

 

—¿Cómo está mi hijo? — no pasó desapercibida la mirada verde sobre su esposo.

 

—Bien, en perfectas condiciones. No hubo ningún problema con la cesárea.

 

Frunció el ceño y cerró los puños  —¿No le afectara que naciera antes  y el… el golpe?

 

—No paso a mayores por qué lo trajeron rápidamente al hospital. Aun así los mantendremos en observación unos días. No quiero que se sobre esfuerce.

 

El alivio inundo sus sentidos —Entendido —  se desanimó al saber que su bebé y  él estarían internados varios días.

 

La puerta se abrió y mostro a una enfermera, quien le abrió la puerta a otra enfermera, esta última ingreso a la habitación empujando una cuna.


Se emocionó al ver la cuna, pero al verla acercarse lo vio… mejor dicho, los miro —Son…

—Eran dos— dijo Shintarō acomodándose los lentes para cubrir que sonreía por la cara asombrada del pelo celeste.

 

—Son gemelos, Tetsuya— taiga se emocionó y besó a su esposo.

 

—Gemelos…— susurró.

 

—Alguien quiere conocer a papá— la enfermera cargo a uno de los bebés y lo deposito en los brazos de la “madre” —Es el mayor.

 

Tetsuya miró absorto a su bebé… era idéntico a él. Pelo celeste y de tez blanquecina.

 

—Y él— taiga se aproximó con el menor y dejó que Tetsuya lo viera —Es él es menor, un doncel.

 

—Doncel… — miró a su hijo menor, también era idéntico a él —Es hermoso…— acomodo a su varoncito para que taiga le entregara a su pequeño doncel —Son hermosos Taiga.

 

—Sí.

 

El pelo verde discretamente tomaba fotografías de la familia Kagami —Necesitamos sus nombre para el registro.

 

—Touya para el varón— dijo Tetsuya— Ya lo habíamos decidido.

 

—hummm… — taiga mira a su hijo doncel… ¿Cómo podrían llamarlo? —¿Qué
nombre te gustaría?

 

—No sé… — Tetsuya miró a su hijo  y el pequeño abrió los ojos, mostrando así, un precioso y único color de ojos —Parece una joya…

 

—Eso es— Tetsuya miró al pelirrojo —Takara.

 

—Me gusta— susurró —Bienvenidos. Touya. Takara.

 

Tetsuya y Taiga alimentaron a sus bodoques, después de darles comer comenzaron a recibir las visitas de sus amigos, quienes llegaron con regalos para los niños. Incluso, Tora y yuuki llegaron a visitar su lindo nieto pero se llevaron la sorpresa de que eran dos.

 

—Tenemos que hablar.

 

Miraron al pelirrojo y asintieron, y esperaron a que la enfermera  se llevara a sus gemelos.

 

—¿Qué sucede? — preguntó taiga bastante preocupado por el semblante de Akashi Seijūrō.

 

—Me contacto  Daiki, es sobre Ryōta…


Al pelo celeste le recorrió un escalofrió al recordar los jalones de kise, instintivamente  toco su vientre.

 

—¿Qué quiere? — gruñó mientras abrazaba a su esposo.

 

—Saber el estado de Tetsuya y… saber que van hacer con Ryōta — ambos lo miraron —El estudio fotográfico llamó a la policía y levanto la denuncia por agresión…  Ryōta ha estado en la cárcel las últimas 27 horas. 

 

—¿27 horas?

 

—Dormites mucho— besó la nariz de su esposo.

 

—Entonces…

 

A Tetsuya le cruzo por la mente Daichi Aomine… —Nada.

 

—Pero Tetsuya…

 

—Estamos bien. No paso a mayores— aseguro tomándole la mano a su esposo y miró al pelirrojo —No haremos nada en su contra… Solo quiero una orden de alejamiento o lo que sea para no sé nos acerque,  para él y Aomine. No los quiero cerca de familia.

 

Seijūrō sonrió —Entendido.

 

Vieron salir al pelirrojo —¿Estás seguro amor?

 

—Sí. Creo deberemos aceptar los guardaespaldas de Seijūrō-san.

 

—Hablaré con él.

 

 

————————————

Daiki era un manojo de nervios. No sabía si el pelo celeste estaba bien y dependía de eso Ryōta  ¿Su esposo iría a la cárcel?  —Estúpido rubio — susurró recordando.

 

Acaba  de salir del set cuando su teléfono comenzó a sonar, no reconoció el número y no respondió. Ese día andaba solo,  Daichi estaba con la niñera y Ryōta en un sesión improvisada, decidió cambiarse rápido y llegar cuanto antes para pasar la tarde con su hijo.

 

Ignoro el llamado de la recepcionista y abandono la instalación…

 

—¿Su esposo a declarado?

 

—¿Por qué ataco a Ghost?

 

—¿Qué, de qué hablan?

 

—Aomine.

 

—¿Imayoshi?

 

—Vamos. Rápido.

 

No lo dudó dos veces y subió al auto —¿Qué demonios está pasando?

 

—Kise hizo una estupidez. Al estudio fotográfico que fue, estaba Kuroko— Daiki miró impactado al pelo negro — Los testigos dicen que Kise comenzó a jalonear a Kuroko cuando se marchaba  y en el forcejeo, kise tiró a Kuroko y se golpeó, hubo sangre…  Se desconoce el estado de Kuroko y el bebé.

 

—Dios…

 

—He intentado contactarme con la manager de Kagami pero no responde… Si todo sale mal, Kise puede ir a la cárcel.


—… — ¿Qué hiciste Ryōta?

 

Llegaron a la policía y pidió ver a su esposo. Siguió al policía y llegó a la celda.  Ryōta estaba en una esquina, llorando y apoyando su cabeza contra las rodillas en aquella posición fetal. Su corazón se estrujo al verlo así, amaba a ese rubio tonto… ¡Alto! ¿Lo amaba? ¿En qué momento comenzó amarlo?... No era momento para pensar en eso —Ryōta.

 

—Daikicchi— susurró y corrió a los brazos del moreno… aunque los barrotes no lo dejaron abrazarlo a gusto.

 

—¿Qué hiciste?

 

—Lo siento— sollozó —no quise hacerle daño.. yo.

 

—Imayoshi me explicó todo.

 

—Lo llamé en cuanto pude.  No sabía a quién más llamar, tú no respondiste.

 

—Lo siento, estaba en la sesión. Arreglaremos esto— limpió las lágrimas con su pulgares —Ya no llores, así te vez más bonito.

 

—Dai…

Besó a su esposo. Siempre que lo hacía, el rubio se tranquilizaba —Veré que puedo hacer. Te sacaré de aquí.

 

—¿Sabes algo de Kuroko?

 

—Nada. Imayoshi está tratando de investigar.

 

—Sí le pasa algo, yo…

—No dejaré que nada te pase— aseguró  besándole la frente —Trataré de que Daichi no vea nada de esto, pero será difícil si lo llega a saber. Ya le dije a la niñera que quitara el internet y no dejara que encendiera la tv.

 

—Daichi...

 

—Todo estará bien…

Rogo a Akashi Seijūrō por información. Necesitaba saber si Kuroko estaba bien y que iban hacer.

 

En ese  momento se dirigía a la policía porque Imayoshi se lo había pedido…

 

—¿Qué suce…?  Akashi. Ryōta — corrió abrazó a su esposo.

—Daikicchi.

 

—Tetsuya no presentará cargos — ambos miraron al pelirrojo  y le entregó los papeles a Daiki — Es una orden de alejamiento. No los quiere ver cerca de su familia. Si se llegan a topar es única y exclusivamente es por trabajo. Aléjense de ellos, ya suficiente  daño les han hecho. Una más y yo intervendré directamente.

 

Asintieron y miraron abandonar las instalaciones al pelirrojo.

 

—Vamos a casa, Ryōta.

 

Se derritió su corazón al ver la hermosa sonrisa de su esposo, amaba esa sonrisa. Sujetó la mano y desvió la mirada para que no le viera las mejillas sonrosadas —Si…

 

————————————————————

Tv Akashi dio a conocer a los nuevos integrantes de la familia Kagami, con una linda sesión de fotos a cargo de Midorima Kazunari.

 

Kagami Touya, varón pelo celeste, tez blanquecina y hermosos ojos rojos.

 

Kagami Takaka, doncel pelo celeste, tez blanquecina y, hermosos y curiosos ojos rojos con los bordes azules.

 

———————————

Tetsuya y Taiga miraron a sus retoños, sin duda alguna nacieron para posar antes las cámaras. Estaban celebrando su primer cumpleaños. Todos sus amigos estaban allí, con  los nuevos integrantes:  Akashi Seiki, el primogénito de la familia Akashi, un varón pelirrojo de tez morena y ojos café rojizo. Su cumpleaños sería dos semanas después de los Kagami. Y, Murasakibara Tatsu, un lindo doncel pelinegro de ojos morados.

 

 

 

—Nee Tetsuya

 

—¿Sí?

 

—Te amo.

—Te amo, Taiga— respondió mientras se paraba de puntillas y besaba a su esposo —No importa cuánto tiempo pase, te seguiré amando.

 

Fin

Notas finales:

Muchas gracias por leer
Sí llegaron al final, espero les haya gustado.

Ai


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).