Se escuchaba de fondo una leve música clásica, algo muy fuera de contexto de la persona que se encontraba en aquella habitación, mientras él llevaba aquel frio cristal a sus labios, no bebió el contenido de aquel vaso, simplemente lo mantuvo así, contra sus labios mientras contemplaba cuanto le rodeaba.
Suspiro levemente y aparto el vaso de sus labios, labios que lamio luego para sentir el leve sabor amargo y etílico de aquella bebida.
-que sigues esperando
Llevo atrás su cabeza apoyándole en el respaldo de aquel asiento individual en el que ya tenia un rato de haberse acomodado.
-Nada… Todo… Talvez, quien sabe.
Escucho el suspiro lejano de su interlocutor y podía jurar que fue mas de deleite que de verdadero disgusto con su persona.
-Sabes de sobra que no vendrá
Sonrío de medio lado a aquella afirmación, claro que lo sabia, él había hecho que así fuera. Él siempre creo los contextos precisos para todo en su vida, por eso se aburría, por eso solía llevar a todos al limite, incluso a él mismo, quizás a él mas que a nadie en particular.
-Te sigues aburriendo no es así?
Pudo escuchar los pasos de quien le hablaba hasta ser rodeado por unos brazos tras de él, no se inmuto siquiera y se permitió cerrar los ojos.
-siempre me he aburrido, siempre me he amargado… Todo siempre fue tu culpa.
Escucho la risa tras suyo y el cosquilleo que le produjo la misma en el cuello
-Él no vendrá y lo sabes, te abandono
Abrió los ojos y se reincorporo en el asiento bebiendo un poco del contenido de su vaso.
-quita esa música me molesta
Sintió como aquellos brazos le soltaban sin decir nada pero sin apartarse de su lado
-estoy aquí para ti porque así lo quiero no por tu deseo
Rio un poco a lo dicho y se incorporo de su asiento dejando aquel vaso ya casi vació en la mesa de aquel salón.
-Steve no te ama, nunca lo hizo
Detuvo sus movimientos y sintió como le abrazaban posesivamente
-lo se, siempre lo supe
-y aun así decidiste jugar al héroe por él
Asintió mientras se apoyo contra aquel cuerpo que lo encerraba en aquel abrazo demandante, eso también lo sabia, sabia que su obsesión por ser amado por aquellos ojos azul profundo lo llevo a jugar al héroe, él no tenia planeado hacerlo por mucho tiempo, solo saciar un poco su vanidad y luego dejarse de ese cuento… Todo cambio al ver esos ojos.
Sabia y siempre sabría que cuando por fin consiguió algo con ese rubio no era totalmente correspondido, él simplemente fue un consuelo, una conexión con ese pasado que el rubio tanto añoraba. No le extraño que con la parición de el soldado de invierno se olvidara de él.
Es decir, James era una conexión mas directa con aquel pasado que el ojiazul añoraba, y aunque él lo supo, aunque al saber de la aparición del pelinegro calculo fríamente su destino y lugar en el corazón patriota no pudo aceptarlo.
Ése día comprendió no solo ese hecho razonable, si no, que por muy fácil que sea razonarlo no era tan fácil de llevar a la practica una decisión de tal magnitud. Mas para él que no estaba acostumbrado a perder en nada.
Sintió como su mentón era tomado y como volteaban su rostro a un lado. Un frio beso fue lo que recibió, lo correspondió plenamente, hasta quedarse sin aliento.
-eres mío, puedo dejarte ir con él o puedes quedarte aquí conmigo… pero, si te quedas, te monopolizare hasta terminar de encontrar la forma de estar juntos siempre.
Aquellas palabras y aquellos ojos le dijeron que así sería, que no había vuelta atrás, que si aceptaba haría lo que sea por tenerle pues él, Tony Stark asi lo había creado.
Asintió en silencio girando entre esos brazos para buscar un nuevo beso.
Por retorcido que fuera, por raro que fuera no quería dejar al otro
-padre
Fue el susurro que escucho antes de ser cargado y besado con posesividad, gimió al contacto.
-Tienes que ayudarlo!
Suspiro viendo al Capitán Rogers, su rostro demostraba lo cansado que se encontraba, un cansancio que nada tenia que ver con lo físico.
Dirigió su mirada a aquel hombre de cabellos chocolate que se encontraba en cama luego de aquella guerra tan estúpidamente iniciada por Steve Rogers.
-No puedo hacerlo
Llevo su mirada a la mujer que retenía al Capitán como podía y vio en ella el claro mensaje de que también comprendía y le apoyaba.
-Tiene que regresar!
Regreso su mirada a aquellos azules que tanto le gustaron al señor Stark
-Puedo, pero él no lo desea
El castaño llevaba en coma varios meses luego de la batalla y aunque el perfectamente podía sacarlo de ese estado no lo haría
-Visión!!
Negó y vio como el rubio se iba molesto del lugar seguido de un triste Bucky, de uno que había entendido las cosas mucho antes que el obstinado rubio.
-Noto muy tarde que lo amaba
La voz femenina con aquel acento particular llamo su atención y se giro a observarle asintiendo luego a su comentario. Vio como la fémina se acercaba a aquella cama donde descansaba el señor Stark y apartaba unos cuantos cabellos castaños de su rostro.
-Ultrón… no le dejara verdad?
Suspiro acercándose a ella y abrazándole, esa era el motivo porque él no ayudaba a el señor Stark, Ultrón en realidad no había muerto y se las había ingeniado para tener a Tony Stark en ese mundo de inconciencia.
-Al principio temí por el señor Stark, pero al parecer ambos están creando un extraño amor por el otro
-tu también puedes verlo?
Asiente a las palabras de la castaña mientras ambos observan al durmiente hombre de negocios.
Ninguno de los dos dejarían que el rubio hiciera mas daño a Tony Stark, ninguno de los dos se oponía a lo que hacia Ultrón, era cuestión de tiempo para que este encontrara un cuerpo, uno que le permitiera estar con el castaño y hasta entonces Tony Stak permanecería dormido, en un sueño custodiado por dos de sus creaciones y una jovencita.
Tres guardianes que lo adoraban.