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Memorias de Christopher ... y de como conoció a Eric Sammet por AyameKiryu

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Cuando desperté, tenía al chiquillo dormido sobre mis piernas, algunas migas de pan rodeaban su pequeña boca, la madre parada frente  a mi con poca ropa a pesar de que hacia demasiado frio afuera, me jala del cabello con fuerza y grita.

-¿Que haces tú con mi bebe!!!!!?-Dietter despertó

-Mamá!-se levanta y la abraza, me levante rápido y empuje a la mujer dándole un fuerte manotazo

-Me vuelves a tocar un puto cabello y te juro que te mato!!!!

-No te acerques a mi hijo maldito drogadicto de mierda!

-Pues no lo saques en la madrugada estúpida, y aliméntalo si no quieres que acabe igual que yo-se me quedo viendo feo, el mocoso iba a hablar pero no lo dejo, me metí a mi casa, tenía que preparar algo para que mi madre comiera y tomara sus medicinas….joder, si pudiera encontrar un cliente como Eric Sammet cada noche, es dinero muy fácil, pero no podría aguantar diario el ritmo de un vampiro, me mataría, aun me sentía débil por la pérdida de sangre, pero me habia encantado, sus manos grandes, esa mirada de demonio….en otra ocasión me encantaría que me la volviera a meter-pensaba.

Y bueno, mis días eran patéticos, mi rutina era, despertar, siempre en un distinto lugar, volver a casa, preparar el desayuno, alimentar a mi enferma madre, asearla, darle la maldita medicina, todo eso era agotador ya que siempre era discusión tras discusión, luego salí de la puta habitación y dormía hasta las 4 donde repetía el proceso  para la comida y nuevamente hasta las 9 antes de salir a trabajar,  bueno, comer tres veces al día tampoco era del diario, no tenía chulo, me prostituía por mí mismo, lo que conllevaba a que si una puta de zona me encontraba me molía a golpes y valía madres la noche, pero también era fácil agarrar clientes, con 13 putos años era fácil atraer malditos pedófilos que me daban 30 euros por una mamada, o dólares sí no eran de aqui, 100  por metérmela en un callejón, y si tenía mucha suerte, me llevaban a un hotel, me cogían y robaba un poco más de las billeteras, era así como me mantenía, pero con las caras medicinas de mi madre y mi progresivo vicio al alcohol y la droga no quedaba mucho para comer, tampoco me interesaba mucho,  los asquerosos tipos parecía encantarles que mi puto cuerpo fuera jodidamente delgado en temporadas hasta mis huesos se marcaban bajo la carne, ¿enserio encontraban ese asqueroso cuerpo atractivo?, aunque vamos no es por sonar engreído, pero mi rostro se llevaba el premio, si bien hay gente más bonita, mi cara no estaba nada mal, los genes de mi madre dominaban, claro cuando era joven y bonita, blanca y rubia, aunque eso también era común en nosotros los arios, mis ojos azules y facciones afiladas, mi nariz perfilada no de esas aguileños tan feas, mi rostro es algo andrógino pero sin llegar a ser totalmente femenino, se distingue que tengo bolas, eso atrae las miradas, la mayoría de las putas de por aquí ya son mayores y algo feas así que la carne joven atrae, bueno por lo menos hasta que los vicios acaben conmigo, aunque supongo que cuando crezca no solo atraeré viejos pedófilos sino de todo un poco.

En fin, esa era mi rutina, comer, dormir, lidiar con una enferma y abrir las piernas, día tras día

Pasaron semanas desde mi encuentro con la reina vampiro de la zona, no había pensado mucho en el par ser sincero, es más, no lo había hecho y punto.

La salud de mi madre estaba cada vez más deteriorada y yo me sentía responsable de ello, estaba tan frustrado, no lo soportaba más, entre a su habitación una tarde, me sentía un poco mareado, estaba algo drogado lo recuerdo, discutí con ella como de costumbre, me grito que como era posible que estuviera en casa fumando porquerías, que me arrepintiera y no sé qué basura más, me tiro la comida encima, enfurecí e hice que tragara la medicina con algo de violencia, luego se quedó tranquila llorando, me sentí culpable, el pecho me dolía, salí furioso, aun no se si con ella o conmigo y me senté fuera de casa a llorar, mis pensamientos estaban revueltos por la droga, quería golpear cosas, no pensaba venderme esa noche

-No hare nada esta noche, vallase-senti la presencia de alguien frente  a mi, seguramente alguien que buscaba mi cuerpo, como no se alejaba alce la vista, estaba algo sorprendido pero no lo demostré demasiado o al menos eso creo, era el bastardo de Eric Sammet-que haces tu aquí?-me levante rápido y entre tras el marco de la puerta sin cerrarla-si no te invito a pasar no podrás poner un dedo sobre mí, así que largo!-le grite, era un principio básico para estas cosas, si no tenían una invitación no podían entrar a casas ajenas.

-¿Qué es lo que tiene tu madre?-sonreí con malicia y curiosidad

-Asi que el poderoso señor Sammet, dueño del área ha estado siguiendo a un chiquillo ah?

-Eso te encantaría ¿no?, solo siento curiosidad por ti, eso estodo

-¿Enserio?.....si sientes curiosidad….deshazte de ella!-apunte dentro de la casa

-¿Tu madre?

-¡Si!, mi madre….ya no la soporto-mi rostro enrojesio y las lagrimas comenzaron a bajar por mis mejillas imparables….aun cuando lo recuerdo lloro…no se como sentirme al respecto sobre el tema….no la quería o quizás lo hacia un poco…aun no se que siento por la mujer que me dio la vida, pero duele recordar el hecho de que prácticamente yo la mate, y vaya que en ese momento lo deseaba, la droga en mi sistema hizo que me atreviera a pedirlo porque yo no tenia los huevos para hacerlo…pero esque no soportaba verla sufrir y que no me obedeciera…yo solo quería calmar su dolor…no quería que siguiera vomitando sangre o que siguiera soportando el tener a un hijo condenado…por eso se lo pedi-si lo haces saciare tu curiosidad y dejare que me cojas cuando quieras.

-¿Por qué quieres que lo haga?-estalle y le escupí todo, necesitaba desahogarme

-Estoy harto! No la puedo matar yo porque es mi madre y no me atrevo, pero ya me canse de verla quejarse, de verla agonizar lentamente!, de tener que aguantar sus golpes y reclamos por lo que hago para no dejarla morir!, además ella se lo ha provocado!!!! Por meterse con un puto alcohlico adicto  a las apuestas y engendrarme a mi!!!-me golpee el pecho con fuerza, yo no pedi nacer-y luego por traer a ese estúpido hombre golpeador y sádico que no único que hiso fue enfermarla e irse!!!

-Entonces quieres que la mate?-pregunto totalmente serio, salí de la casa y me colgué del cuello de su ropa con fuerza

-Si!!! Hazlo!!!!! Quiero librarme de ella, quiero quedarme con la puta casa y dejar de cuidar a esa maldita perra infeliz!-lo decía con furia pero las lágrimas no cesaban, Eric me tomo del mentón y beso mis labios, un beso corto y suave.

-¿Estas seguro?

-Si!, lo quiero más que nada!, a si que Eric Sammet, ¿deseas pasar?

-De acuerdo….-me hice a un lado y el entro a casa, no escuche ni un ruido, ni uno solo, me tire de rodillas al suelo y seguí llorando, sabía que ese hombre estaba acabando con la vida de mi madre, la culpa era completamente mía y se sentía bien y a la vez horrible, Eric me dijo que se alimento de ella hasta que le robo el ultimo aliento, dijo que murió tranquila creyendo que dios lo mando a recogerla…..eso aminoro mi dolor….y vamos, si los angeles enserio tienen la cara de Eric Sammet, también quiero perder la razón y volverme un puto zombi de la religión.


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