Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que podría ser por Samantha0507

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes de esta historia no me pertenecen, son propiedad de Tadatoshi Fujimaki y solo los utilizo por diversión, sin ningún lucro de por medio.

 

 

Notas del capitulo:

Les dejo mi ultima locura, a la Kure le gusto, así que ella tiene culpa

 

Me demoré la vida en poner al día esto en mis plataformas, pero que se le puede hacer... la universidad me tenía un poco secuestrada

 

 

 

 

Su oficina era realmente silenciosa a pesar de las fechas, la verdad es que se alegraba de que los vidrios y todo en ese lugar fuera algo silencioso, y que todo el bullicio que se podía escuchar en las calles, no llegaran hasta él.

 

Himuro miró las calles sintiendo nuevamente ese nudo en su pecho, miró su oficina, los últimos 2 meses de su vida ese lugar casi había sido su hogar, sus lágrimas, sus risas, sus fuerzas y todo eso se había quedado en ese lugar, muriendo entre 4 paredes y muchos papeles, sentía la pesadez en su pecho, cuanto deseaba un nuevo comienzo, miró al cielo deseando que algo cambiara la terrible realidad que sentía estar viviendo.

 

El golpe en la puerta lo distrajo. — Tatsuya— Akashi puntual como siempre se aparecía, su pequeño vientre se dejaba ver debajo de su el gran chaleco rojo que llevaba. — creo que es hora de que te vayas, es navidad y sé que Taiga espera que vayas a su fiesta.

 

—Sabes que no puedo hacer eso Akashi.—el moreno disimuló la mueca que se formaba en sus labios, pensando en la calidez que había dejado olvidada en ese tiempo — No tengo nada que hacer en ese lugar, no es mi familia, no es mi hogar, nada es como realmente yo lo creía.

 

—Tatsuya, si tan mal estas las cosas es mejor que estés con nosotros, con las personas que te amamos, que te queremos— Akashi comprendía la situación o al menos era capaz de dilucidar el sentimiento que se albergaba en el pecho del más alto, en 2 meses su vida se había ido al caño.

 

El padre de Tatsuya había muerto y su madre lo había dejado a cargo de múltiples negocios, había dejado a Shun, había discutido con Taiga, todo se había ido al caño.

 

—Basta Akashi, las cosas están mejor así, la vida de todos es más feliz sin mi presencia cerca de todos ellos.

 

—Estas siendo demasiado pesimista, no es propio de ti y lo sabes, te lo pido ven con nosotros, no quiero saber que te quedaste en este lugar, pudriéndote entre papeles, Tatsuya.

 

—Sei… —Tatsuya se dejó caer en el bello sofá que ahora decoraba ese lugar. —Te he dicho cuanto te sienta el embarazo,  pero no solo me refiero en forma física, sentimentalmente te hace bien esperar un hijo, el tener. — el nudo en la garganta de Himuro se volvió un poco más grande. — el tener una familia.

 

—Tatsuya…

 

—Vamos Sei, ve a casa, solo deseo meterme a la cama y dormir, prometo que si cualquier cosa pasa te llamaré o me apareceré por la casa o incluso en la fiesta de Taiga. — Himuro hizo lo que pudo por darle una sonrisa al pelirrojo, pero estaba realmente lejos de sentirse feliz.

 

Se acomodó en su silla, tratando de recordar en como su vida se había arruinado tan cerca de su cumpleaños, en cómo había cortado toda relación con la persona que más amaba.

 

Buscó entre los cajos, la foto del moreno y la pequeña cajita que guardaba el regalo que le daría esa navidad. —Meses planeando esto y ahora tendrá quedarse como algo tan amargo. — Tatsuya sabía que Shun lo amaba, estaba seguro de eso, lo había visto en el actuar del moreno desde que se habían conocido como rivales, pero sabía que no quería darle la vida que su padre le daba a su madre. — Te mereces alguien que pueda darte el tiempo y la atención suficiente, estas empresas son el legado de mi padre, no puedo renunciar a ellas, lo siento…— Himuro se permitió llorar mientras recordaba aquellas que se había autoimpuesto como las mejores decisiones que pudo tomar.

 

El moreno se removió incomodo cuando un peso a su lado llamó su atención. — Maldición… me dormí…

 

—Pareces agotado Tatsuya-kun. — los celestes del pequeño animal hicieron reaccionar al de pelo negro. —No pareces asustado.

 

—No tengo motivo, después de todo es solo un sueño, solo en un sueño podría estar hablando con un perro.

 

Nigou se puso de pie mirando fijamente al moreno. — Bueno la verdad es que esto es más que un sueño Tatsuya-kun, quiero mostrarte que es lo que estás haciendo.

 

—¿Lo que estoy haciendo?

 

—Sí, por tu terquedad estás dañando a la gente que te ama, vas a perder mucho y no te darás cuenta de eso hasta que sea muy tarde.

 

Tatsuya se quedó en silencio, le parecía tan ilógico que un perro le estuviera hablando, pero por alguna extraña razón su corazón latía a mil por hora, era como si una verdad estuviera frente a sus ojos y el no sé diera cuenta.

 

—Está bien, muéstrame…

 

Solo bastó un segundo para que el escenario cambiara, ya no se encontraba en su oficina.

Las calles estaban llenas de nieve, una casa de tono azulado, hizo su cuerpo temblar, llevaba años sin ver su antigua casa, esa donde había vivido sus momentos más alegres, donde los recuerdos de su padre estaban más que presentes.

 

—¿Qué hacemos aquí?

 

—Fue la muerte de tú padre la que te hizo cambiar Tatsuya-kun, pero sabes, siento que olvidaste como era estar con él cada navidad, como era sentirlo a tú lado, como el cuidaba de ti.

 

Se acercaron a la ventana, sonde pudo un árbol decorado y a sus pies varios regalos que esperaban por ser abiertos.

 

—Mi casa…

 

—Era tú casa, pero por alguna razón la olvidaste, con ellos incluidos…

 

Un niño bajo rápido las escaleras, de la mano de una mujer de cabello oscuro. — vamos mami, vamos papi, santa estuvo en casa, tenemos ver que nos trajo, papi no te quedes atrás…

 

Tatsuya se observó a sí mismo, el tiempo había pasado realmente rápido, no tenía ni siete años, podía recordar esa navidad, su padre le había regalo ese balón que tanto deseaba, pero no habían podido usarlo jamás.

 

Un hombre alto, de cabello azulado miraba al menor, el padre de Tatsuya miraba al pequeño correr por la sala. — Vamos Tatsu, Santa no se llevara los regalos, ahora ponte junto a mamá para poder tomarte una fotografía.

 

—Papá siempre tomaba una foto en navidad, decía que era para recordar como el tiempo pasaba, que nos serviría para recordar como el tiempo ha pasado, para recordar esos bellos momentos que vivimos.

 

—Pero al parecer tú no continuaras su tradición, creo que ya llegó el minuto de continuar…— Pero Tatsuya no parecía escuchar, su mirada estaba fija en los ojos de su padre, y en como este miraba a su madre y a él. — Tatsuya-kun…

 

—Nunca le dije cuanto lo amaba, sabes, un hijo siempre piensa que sus padres estarán para siempre a su lado, pero no te das cuenta, no eres capaz de notar como su piel se arruga, como sus cabellos pierden el color, como poco a poco pierden las fuerzas, que el tiempo merma en ellos y que por mucho dinero, que por mucho esfuerzo que pongas, ellos simplemente se irán…

 

Los ojos de Tatsuya se habían anegado por las lágrimas, había olvidado a su padre en las últimas semanas, pero ahora recordaba, ahora estaba claro que el ya no seguía en este mundo, quería llorar, quería romper en llanto como debió haberlo hecho en el funeral.

 

—Tatsuya-kun, el camino es largo y el tiempo apremia, es mejor que continuemos…— Tatsuya le dio una última mirada a la que había sido su casa, pensando si lo correcto sería volver a tomar la foto familia.

Fueron unos segundos, muy cortos, pero todo el paisaje había cambiado, pudo reconocer la casa de Akashi. —¿Nigou?

 

—Te mostraré eventos que pasaran esta noche, esto es un aviso Tatsuya-kun, cosas que pudiste evitar, en las que pudiste haber ayudado, bueno si no estuvieras en tu oficina obstinado.

 

Entraron en silencio, la casa era bella, Himuro miró a los alrededores, encontrándose con el gigante en la cocina, preparando la cena.

 

—Neee, Sei-chin, estás seguro que Muro-chin no vendrá. — Himuro miró al pelirrojo en la cima de la escalera, cuando simplemente el cuerpo del pelirrojo rodo por ellas.

 

El sonido del cuerpo del más bajo resonó en la casa, mientras un asustado Murasakibara corría a su auxilio, repentinamente el color rojo comenzó a esparcirse por el suelo, Akashi había llevado sus manos a su vientre con desesperación.

 

—No puede…

 

—Sí, Akashi perderá a su bebé está noche, junto con cualquier posibilidad de volver a tener un bebé en su vientre.

 

—¡Espera! Dijiste que es un aviso, pues entonces quiero despertar, quiero avisarles, no quiero que ellos pasen por eso, yo no quiero…

 

—Tenemos un tiempo Tatsuya-kun, por ahora necesito que camines a mi lado, te queda una persona que ver.

 

Tatsuya miró la casa de su amigo y espero que las palabras del cachorro no fueran más que un sueño.

 

Ya era de noche, cuando Tatsuya pudo enfocar su vista nuevamente, estaba en un pequeño callejón, miró a su lado notando al cachorro a su lado. — ¿qué hacemos aquí?

 

—Vamos, que no reconoces a quien está frente a ti…

 

Los ojos del moreno se cruzaron con las orbes plata. —Shun…—el antiguo pilar de Seirin llevaba una maleta, mientras pequeñas lagrimitas bajaban por sus mejillas. —¿Qué hace aquí? Ya es casi media noche, se supone que debe estar en casa con sus padres, celebrando, comiendo, no aquí…

 

—Sus padres lo sacaron de su casa, el bueno, es mejor que lo mires…

 

Un pequeño vientre oculto entre las ropas del ojo de águila, llamó la atención del antiguo basquetbolista.

 

—Shun está…

 

—Sí, el espera a tú hijo, pero por tu egoísmo perdiste a quien te daría la familia que tanto deseabas, pero aunque lo dejaste, se negó a abortar, sus padres descubrieron que no tenía una pareja y simplemente lo dejaron a su suerte, solo, en navidad.

 

—Basta, no quiero oírlo…— Tatsuya se tapó los oídos y cerró los ojos con desesperación, tratando de borrar la triste imagen de Shun.

 

Abrió los ojos encontrándose con un paisaje diferente ante él,  un pequeño departamento, con una pequeña ramita de pino en uno de los rincones, un futon doblado en una esquina.

 

—Tatsu, vamos debes comer. — El moreno se sorprendió al escuchar su nombre, las voz se le hizo tremendamente familiar.

 

—Sí mami. — un pequeño corrió cerca de él.

Tatsuya pudo ver al hombre que amaba, su piel estaba más blanca de lo que recordaba, tenía ojeras y se veía terriblemente delgado.

 

El pequeño comió tranquilo, Shun por su parte simplemente revolvía su comida.

 

—Mami tengo hambre, quiero más. — Tatsuya miró al menor, notando el pequeño lunar que parecía haber heredado de él, cuando Shun le entregó su plato al pequeño.

 

—Ten…

 

—Pero mami, es tú comida.

 

—Tranquilo, no tengo hambre, vamos come que se enfría…

 

Tatsuya sintió su pecho apretarse, se fue a la cocina, mirando la pequeña cacerola,  donde supuso Shun había preparado la comida, no quedaba nada, simplemente estaba vacía.

 

—Izuki-kun es una buena madre, se queda sin comer por darle a su hijo, se quita el hambre con agua y té, pero probablemente las fuerzas no le duren mucho, no quiero ni imaginar lo que pasara con tú hijo cuando el muera.

 

Tatsuya estaba en silencio, sentía un vació en lo profundo de su estómago, ver a Shun, ver a su hijo, le dolía más de lo que pudiera pensar.

 

—Vamos Tatsu, es hora de dormir. —Shun había estirado el futon,  era pequeño, Shun como pudo cubrió a su hijo, dejando parte de su espalda al aire. — ¿tienes frío amor?

 

—No mami. — el menor se acomodó entre los brazos de su madre y agregó— cuéntame de mi papá, dime como es él, quiero soñar que el viene está noche.

 

—Bueno tú papi, es un hombre alto, de cabello tan oscuro como el tuyo, es valiente y desde que es pequeño ama el basquetbol como tú.

 

—mmm, es un gran papi ¿verdad? — los ojitos del menor se cerraban.

 

—Sí, lo es, te pareces mucho a él.

 

—Mami, amas a papi igual que yo verdad.

 

—Sí, lo amo mucho, lo amaré por siempre…

 

Tatsuya quería correr y abrazar a su hijo, pero la escena se fue poniendo  cada vez más y más lejana, la imagen de Shun diciendo que lo amaba fue alejándose, quería gritar, pero de sus labios no escapa sonido alguno, repentinamente la oscuridad lo había envuelto.

 

Se sentó, de golpe, su respiración era agitada, se pudo de pie a toda velocidad, no era un sueño, era simplemente algo más, era el nuevo comienzo que necesitaba.

 

Corrió a toda prisa, esperando llegar a casa del pelirrojo a tiempo, podía recordar que la escena era al atardecer.

 

Le envió un mensaje a Shun, antes de apurar al chofer para que llegara a la casa del que era su actual socio de negocios.

 

Fueron segundos, Atsushi abrió la puerta y Tatsuya corrió a sostener el cuerpo del pelirrojo que se había desvanecido, rodeo el cuerpo del pequeño con sus brazos, sintiendo un duro golpe en su espalda, poco a poco todo se fue poniendo negro, al menos sabía que Akashi no perdería a su bebé esa noche, sintió gritos, pero lo único en que podía pensar era en Shun.

 

—Vamos Tatsu, amor abre los ojos, vamos amor despierta. — sintió como su mano, era apretada por alguien.

 

—¿Shun? — la espalda y la cabeza lo estaban matando, pero por un segundo logró recordar todo lo que había pasado, quiso ponerse de pie, pero las fuerzas le fueron insuficientes.

 

—No te levantes, te diste un golpe muy fuerte. — Shun tenía los ojos rojos. — no me asustes así Tatsuya, primero me pides que venga de forma urgente, que tienes que hablar conmigo y luego me encuentro con que Akashi casi rueda por las escaleras, arriesgando su embarazo y que tú, en tu afán de salvarlo habías terminado inconsciente.

 

—Lo lamento, ¿Cómo está Akashi?

 

—Fue una baja de azúcar, pero no se golpeó nada gracias a ti. — Shun se acomodó alejando su vientre de la cama donde estaba el moreno.

 

—No me lo ocultes Shun, ya lo sé, esperas un bebé

 

Shun estaba sorprendido, por un minuto tuvo miedo de que su ex pareja le pidiera abortarlo, pero al encontrarse con la bella sonrisa del antiguo miembro de Yosen, se calmó.

 

—Eres brillante, a veces me asustas. —Shun se destapó su pequeño vientre, tenía casi 3 meses de gestación. —Feliz navidad, papi. — Shun sintió las manos de Tatsuya sobre su vientre, ese era su nuevo comienzo.

 

 

 Fin!!

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).