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En todas las vidas por Samantha0507

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Notas del fanfic:

Los personajes de esta historia no me pertenecen, son propiedad de Tadatoshi Fujimaki y solo los utilizo por diversión, sin ningún lucro de por medio.

Notas del capitulo:

Me costo, pero al fin estoy poniendo al día mis cuentas 

 

Nos leemos 

Tatsuya acaricio el blanco cabello del hombre a su lado, el tiempo había quitado el color a esos cabellos negros como el carbón, dejando en su lugar las hebras blancas de las experiencias, de los años que se habían sin dar tregua —tienes hojas en el cabellos.

 

Shun sonrió encantado, la comisura de sus labios dejó ver una cálida sonrisa, agradecido por el actuar de su compañero.

 

—Muchas gracias, no deseo verme ridículo cuando llegue. — agregó el ojos plata, antes de perderse en el paisaje nuevamente.

 

—Siempre lo esperas en este lugar, lo amas para esperar que venga a diario.

 

—Lo he amado desde siempre, aunque el mundo no ve como correcto lo nuestro, él siempre ha sido un hombre completamente fiel y devoto,  nos conocimos siendo apenas unos niños, fue simplemente instantáneo, no tuve dudas, quería pasar el resto de mis días, junto a ese pequeño niño, de cabellos negros y piel blanca.

 

—¿Cómo era el de niño? ¿Cómo fue ese día en que se conocieron? — Shun tomó aire recordando la primera vez que sus ojos plata se habían encontrado con ese profundo tonó negro.

 

Shun corría entre los árboles frutales, amaba los prados que padre había sembrado, amaba ver las manzanas rojas en lo alto y como el sol parecía hacerlas brillas.

 

Llegó hasta el más pequeño de los árboles, ese que cuidaba cada día, a la espera de poder hacer lo que su padre, pero se detuvo de golpe al notar un pequeño niño de pie, mirando las manzanas, como él sabía que mirada los pasteles de su mamá.

 

—¿Quién eres tú? — el pequeño niño lo miró asustado y bajo la cabeza, entrar en los fundos de otras familias sin permiso estaba completamente prohibido, Shun miró con gesto estoico al niño, quien pensó podría ser un ladrón cualquiera, en busca de las cosechas de su padre. —Responde he dicho, quieres robarnos, esa es la fruta de mi papá, él la plantó con cuidado, para mamá y para mí, no tienes ningún derecho a querer robarla.

 

—No. —El menor levantó la vista, fue en ese instante en que sus miradas simplemente se cruzaron, Shun sintió su pecho vibrar, los oscuros ojos de Tatsuya eran como el carbón, pero brillaban, incluso más que las joyas que su madre guardaba en la cajita musical. —Yo solo, tengo hambre, pero juro que no tome nada.

 

—¿Tienes hambre? —Shun miró al pequeño, su piel era tan blanca como la leche, incluso más que la propia, miró sus ropas y luego sus pies. — ¡Estas descalzo!

 

Tatsuya se sonrojó, cuando su estomagó gruñó. —Tengo hambre, no tengo zapatos, papi se los llevó y nunca volvió.

 

—¿Y tú mami?

 

—Murió cuando nací. —Tatsuya se dejó caer, se sentía somnoliento y agotado, el sol pegaba fuerte. —me duele. —Shun le tendió una pequeña manzana.

 

—Vamos, come…

 

—Tatsuya sonreía, cuando comió esa manzana, luego lo lleve con mi mamá, nunca vi a nadie comer el estofado con tanta desesperación.

 

Shun movió sus manos, rozando el pequeño brazalete que llevaba.

 

—Entonces le salvaste la vida al pequeño, sin ti él hubiese muerto de hambre.

 

—Muchos me lo han dicho, pero al menos para mí Tatsuya fue quien salvo mi vida.

 

—¡SHUN! — corrió nuevamente por los árboles, Tatsuya sabía que el moreno no podía estar lejos, sabía que era cosa de tiempo para encontrarse con él.

 

Grito con todas sus fuerzas, esperando que su compañero lo escuchara, pero nada pasaba, el sonido de la lluvia eclipsaba cualquier sonido que pudiera hacer, sus pasos lo guiaron hasta al rio, donde la imagen simplemente le contrajo el corazón. Shun se aferraba a la orilla del rio, mientras parecía que la marea se lo llevaría.

 

—Tatsuya, ayúdame, no quiero morir, Tatsuya por favor.

 

—Tranquilo. — El moreno se acercó y como pudo trató de subir el cuerpo de su compañero, el caudal del río era más fuerte de lo que ambos esperaban y por un segundo el agua terminó por cubrir al moreno. —Shun, Shun, vamos no me dejes, vamos no me hagas esto.

 

Shun salió a la superficie, mientras que Tatsuya lo llevaba de vuelta a tierra, fueron segundos, Shun comenzó a toser con desesperación, mientras Tatsuya se ponía de pie y le daba una fuerte bofetada al moreno.

 

—¡eres idiota o que! — Los ojos de Shun se llenaron de lágrimas, cuando los brazos de Tatsuya lo rodearon. — No me hagas esto nunca en la vida, es que no sabes que si te pierdo me muero.

 

Tatsuya simplemente posó sus labios con los de su compañero, en un beso cálido y apasionado. —Tenía miedo Tatsuya, mucho miedo.

 

La tarde estaba llegando y los ancianos caminaban de regreso a los salones.

 

—Sabes, sé que estoy enfermo y que para él debe ser difícil lidiar conmigo, pero le agradezco a Tatsuya todo el esfuerzo que hace para poder estar conmigo.

 

—Te ama mucho Shun, eso lo puedo asegurar. — Tatsuya tomó la mano de su compañero, esperando que este recordara, esperando que ese pequeño momento de lucidez se presentara y que por un segundo los ojos de Shun lo reconocieran.

 

—Sabes, nunca se lo dije a nadie, pero Tatsuya es mi único amor y mi mejor amigo, es tan difícil, la gente nos miraba tan mal por ser homosexuales, pero ya no importa, bueno creo que nunca importó realmente, para mí fue difícil, pero Tatsuya, el siempre soportó por los dos.

 

—¡Ahora te las veras conmigo asqueroso homosexual! —El padre de Shun afirmaba una de las sogas con las que solía atar a los cabellos, de un solo golpe el nudo en que una de esta terminaba había golpeado sus costillas, haciéndolo gemir de dolor. —¡vamos, repítelo, repite que estás enamorado de ese empleado, repítelo Shun, repítelo y deshónrame!

 

—¡detente! ¡duele! — Shun trataba de alejarse, pero su padre lo tenía en el granero, luego de que lo descubrieran besándose con Tatsuya entre los arbustos del jardín de su madre. —¡estoy enamorado de Tatsuya, golpéame todo lo que quieras, mándalo lejos, jamás dejaré de marlo!

 

El padre de Shun se indignó por las palabras de su hijo, se puso los guantes, sabía lo que pasaría, miles de veces había visto a su padre hacer lo mismo antes de marcar una res.

 

El sonido de la puerta golpeándose fue lo Shun pudo escuchar antes de sentir el grito de dolor que Tatsuya estaba dando, se había puesto en el camino de su padre, y había sido su piel quien había terminado siendo el blanco para que la marca de su familia quemara su piel.

 

—TATSUYA.

 

—Nunca, dejaré que le haga nada a Shun, le debo la vida, sin sus alimentos habría muerto muy pronto, sin sus cuidados mi vida no habría sido más que un recuerdo de un niño cualquier, pero Shun es a quien amo en este mundo y no puedo permitirme a mí mismo dejar que nada le pase…

 

Shun observó los ojos oscuros que lo miraran. — Tatsuya…— sus ojos se encontraron y nuevamente los recuerdos se hicieron presente. — tonto, cuanto llevas aquí, yo sin prestarte atención—  ambos se quedaron silencio, tomados de la manos, susurrando pequeñas frases románticas o pequeños cumplidos que eran parte de su vida. —estas viejo amor, tus cabellos ya están todos blancos. — Shun acaricio el pelo de Tatsuya. —y mira, tiene muchas hojas, qué harías sin mi…serías realmente desastroso

 

Tatsuya sintió sus ojos llenarse de lágrimas, eran años en que Shun se iba de su lado, por largos periodos, eran años los que ese hombre que tanto amaba vivía entre recuerdos del amor que habían sentido el uno por él otro, eran años en que solo por momentos en que lo reconocía y lo llamaba amor, lo rodeo con los brazos, mientras se acomodaban a mirar el atardecer.

 

—En esta vida amor. — Shun sonrió, cerrando los ojos mientras se acomodaba en el pecho de su pareja, dejando salir el aire de sus pulmones, en un largo, pero alegre suspiro.

 

Fue cerca de las cinco de la tarde, cuando una enfermera pudo percatarse, que Tatsuya lloraba, mientras su pareja yacía recostada en su pecho, sin vida, Shun había muerto ese 5 de diciembre, en un momento de lucidez, como poco le quedaban a sus 65 años, había muerto sabiendo que Tatsuya estaba a su lado, había dejado este mundo, siendo cuidado por su compañero de vida.

 

Tatsuya por su parte se había quedado en el hogar de reposo, donde había vivido sus últimos 5 años, sintiendo el vació del mundo sin Shun, una noche cerro sus ojos, sintiendo un calor conocido para él. —en todas las vidas mi amado Shun. — y con esas palabras y una sonrisa Tatsuya cerró sus ojos, esperando que en su próxima vida pudiera encontrarse nuevamente con su amado.

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Himuro se encontraría con su hermano esa tarde, corrió rumbo a las canchas, se acercó a las bancas donde su hermano conversaba con un muchacho, iba un poco tarde, solo esperaba que el pelirrojo no se molestara.

 

—Bro…

 

—Bro, me alegro que llegaras, este es mi sempai, Izuki Shun, sempai le presento a mi hermano Himuro Tatsuya.

 

—Es un placer. — los ojos plata cautivaron a Tatsuya

 

—El placer es todo mio. — Se dieron la mano, como inicio de su historia, en esta vida y en todas las demás.

 

 


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